En este mismo foro ya se ha hablado de la gesta por la que es más conocido Luis de Velasco, la defensa del Morro durante el sitio de La Habana, pero no fue la única en que se destacó. Aprovechemos el aniversario de su muerte, para hacer una breve semblanza de su vida.
Luis Vicente de Velasco e Isla, nació en Noja, un pequeño enclave de Santander, no se conoce exactamente la fecha del hecho, solo se conoce la fecha de su bautismo que ocurrió el 9 de febrero de 1711 en la iglesia parroquial de San Pedro.
Tanto por parte de madre como de padre, era descendiente de servidores de España y que habían contribuido de una manera u otra a su formacion. Apenas se sabe nada de lo que hizo hasta los quince años de edad, cuando sentó plaza de guardia marina en la compañía del departamento de Cádiz. Estamos en el año de 1726. Apenas un año más tarde participó en su primera acción de fuego real. Fue en los ataques al Peñón de Gibraltar, donde luchó a las ordenes de Juan Antonio de la Colina Rasines, otro gran marino, olvidado por nuestra historiografía.
En 1732, participa en la reconquista de Oran, estando destinado en la escuadra del teniente general Francisco Cornejo y participando en el hecho integrado en el ejercito del duque de Montemar.
Con 28 años es ascendido al grado de teniente de navío y al romperse las hostilidades contra el Reino Unido en 1741 es ascendido a capitán de fragata habiendo participado en diversos encuentros menores. Tenía treinta años.
Se le puso al mando de una fragata y se le envió al Nuevo Mundo, como parte de los refuerzos que se enviaron y realizó diversos cruceros entre La Habana y Veracruz en 1742. Fue en uno de esos viajes en los que demostró su valor y capacidad marinera.
En junio de esta año se encontraba en una pequeña fragata de 30 cañones cerca del puerto de Matanzas, cuando le salió al paso una flotilla inglesa compuesta por una fragata de mayor porte y un bergantín. Jugando con el escaso viento que impedía maniobrar correctamente al bergantín, en teoría una nave mucho más rápida, atacó en solitario a la fragata y la tomó al abordaje. Cuando llegó el bergantín, le alcanzó con dos impactos en la línea de flotación, lo que da idea de la buena formacion de sus artilleros, y este tuvo que cambiar su bandera de combate por la de demanda de auxilio. Velasco auxilió a la tripulación del bergantín, retuvo a la presa y regresó a La Habana. Ahí llegó con las dos embarcaciones apresadas y un número de prisioneros que casi doblaba al de su dotación.
Cuatro años más tarde, en 1746, estaba al mando de dos humildes jabeques y volvía a tomar al abordaje a otro buque de guerra ingles de diez y ocho cañones y 150 hombres de tripulación. Firmada la paz, integrado en las escuadras de los generales Benito Spinola y Andrés Reggio, cruzo varias veces el Atlántico en diversos servicios rutinarios.
En 1754 era capitán de navío, tomando el mando del navío de línea La Reina. Había realizado diversos servicios entre Veracruz y Cádiz, cuando en 1762 entraba en la bahía de La Habana al mando de su buque.
El 6 de junio, La Habana fue atacada por una escuadra formada por 23 navíos, 24 fragatas y hasta 150 barcos menores y de transporte llevando 18 000 hombres de asalto. En la defensa de la bahía era clave la posición del castillo del Morro y ahí estuvo Velasco, con los cañones de su navío y su tripulación, defendiendo el castillo durante dos meses y ahí fue alcanzado por un balazo en el pecho a finales de julio.
EL jefe de las fuerzas de asalto, Sir Reppel, permitió el traslado de Velasco a La Habana, donde los médicos, intentaron salvarle la vida pero muere el 31 de julio. Ingleses y españoles pactan un alto el fuego de 24 horas para enterrar al héroe. Después, para los ingleses fue fácil la conquista de La Habana, que sin embargo volvió a la Corona española el 10 de febrero de 1763 en virtud del tratado de Paris.
Sirvan estas breves líneas como homenaje a otro de nuestros ilustres y olvidados marinos y servidores de nuestro país.
Manuel de Francisco Fabre
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