Antonio Lara de Gavilán, conocido como Tono

Si te gusta, compártelo:

Antonio  Lara de Gavilán nacido en Jaén el 22 de septiembre de 1896, representa una parte de la literatura española que ha venido en llamarse «Otra Generación del 27», junto con José López Rubio, Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura. Todos ellos dejaron su labor de escritor, dramaturgo, humorista y dibujante en un período de la historia de España que precisaba de plumas y mentes como las de estos españoles. Así, Lara se traslada a Valencia para publicar algunos dibujos en los semanarios La Traca y el Guante Blanco, para en 1915 establecerse en Madrid donde aparecen sus portadas e ilustraciones en los semanarios La esfera, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y Buen Humor. A partir de tales trabajos ya comenzó a utilizar el seudónimo que hizo famoso «Tono».

En 1919 inició su aventura como dramaturgo estrenando en el Teatro Petit Casino de Madrid un musical decididamente vanguardista titulada «Sueño de opio». Su crítica no puede decirse que fuese muy favorable; “Una obra absurda, sin más objeto que exhibir setenta trajes, ¿los llamaremos así?, lo más audaces posibles, con un decorado arbitrario y una música encantadoramente frívola”. Quizás por tal motivo durante los siguientes años sus trabajos se centraron en la creación artística y humorística. En 1924 se traslada a Paris, donde conoce a Luis Buñuel, con el cual entabla una amistad. Realiza cubiertas y colabora en revistas francesas como Candide, Ric et Rac, Paris Soir, la Rire. En Paris se casa con Leonor Ornstein Trapote con la cual tuvo una hija, Ana Rosa.

Con decisión y siendo ya reconocido su trabajo internacionalmente, marchó hacia Hollywood, en donde permaneció hasta 1931, llegando a ser el guionista mejor pagado, hasta el punto de cobrar 10.000 dólares gracias a un solo chiste. Regresó a España para colaborar en periódicos y revistas, e incluso en los estudios cinematográficos Chamartín. Llegó la Guerra Civil, durante la cual, según se expresaba, cambio el lápiz por la pluma. Residiendo en el San Sebastián nacional, junto con Miguel Mihura, fundó el semanario humorístico «La Ametralladora», siendo en dicho período bélico su colaboración con Miguel Mihura muy intensa, durante el cual escriben y estrenan varias obras teatrales, como “Ni pobre ni rico, ¡sino todo lo contrario!”, que finalizada la guerra se convirtió en película, “Un bigote para dos”.

En 1941, «La Ametralladora», de la mano y dirección de Miguel Mihura se convirtió en el semanario más popular de aquella época, «La Codorniz”, que en su portada proclamaba ser «la revista más audaz para el lector más inteligente» y en la cual destacaba junto a Tono la pluma de Alvaro de la Iglesia, su director durante 33 años, así como Miguel Mihura, Manuel Summers y Cándido. Aquel semanario durante los años de su existencia tuvo que soportar la constante aplicación de la censura, con cierres, sanciones y multas,  unas veces por portadas o artículos y dibujos publicados y otras por otros absolutamente inexistentes. Como curiosidad, la revista, a la cual sucedieron «El Papus”, “Hermano Lobo”, llegó a tener un himno, cuyo estribillo rezaba;

¡Codorniz, Codorniz, Codorniz!

Sale todas las semanas

para hacerle a usted feliz…izzz!

Tono continuó colaborando con revistas y periódicos como Semana,
Blanco y Negro, Arriba y ABC, con una creación literaria, en especial teatral numerosísima. . Recibió premio el «Mingote» en 1968 y al año siguiente el premio «Paleta Agromán». En 1975 recibió el premio «Olivo de Oro».

Tono revolucionó, junto con su amigo Miguel Mihura, el teatro humorístico y la comedia cinematográfica en la España de posguerra, Los títulos de sus obras ya eran divertidos; Un bigote para dos; Los caballeros las prefieren castañas; ReebecO; Romeo y Julieta Martínez; Cuando yo me llamaba Harry; Diálogos estúpidos; Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario; ¡Qué bollo es vivir!; La verdad desnudita; Cinco mujeres nada menos; Guillermo Hotel; Federica de Bramante; Eva, Adán y Pepe….

Su vida está llena de anécdotas al ser un hombre de un humor exuberante, llegando a hacerse amigo de Einstein con la frase «Todo es relativo». Al ser un hombre corpulento, con bigote de la época, comiendo en una taberna, unos ultras le confundieron con Girón de Velasco, conocido falangista, Ministro de Trabajo que decretó la obligatoriedad de las pagas extraordinarias, y se pusieron a su disposición: «Ya os avisaré. Vosotros, tranquilos«, les contestó. Sus chistes tenían la originalidad y la frescura de una mente en constante ebullición:

    «En mi mesilla de noche, pongo dos vasos, uno lleno y otro vacío. El lleno por si tengo sed, el vacío por si no”.

Al taxista: – A la Plaza del 2 de mayo.

    -¿De qué año?”

El 4 de enero de 1978 Tono falleció en Madrid, de una infección respiratoria, cuatro meses después de su gran amigo Miguel Mihura.

Francisco Gilet

Bibliografía

Santorostro.com. «Antonio Lara Gavilán TONO»

Laura López Arandia (1996). «En el centenario de un giennense ilustre…                           Antonio de Lara Gavilán «Tono

Si te gusta, compártelo: