CONQUISTA DEL FUERTE INGLÉS DE SAN JOSÉ (1781)

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El fuerte de San José, que estaba situado en el actual estado de Michigan, fue construido en la región del Pays d’en Haut en 1691 como puesto para el comercio de pieles, en la confluencia de los caminos indios Old Sauk Trail y Grand River Trail, a las orillas del río Saint Joseph. Fue precedido por la misión jesuita de Saint Joseph de 1680, fundada por Claude-Jean Allouez.

Louis Coulon de Villiers

A mediados del siglo XVIII, el fuerte contaba con una guarnición de 10 soldados, además de sus familias y personal auxiliar, incluyendo un sacerdote. En 1754 su capitán era Louis Coulon de Villiers. En 1761, a consecuencia de la guerra de los Siete Años, fue ocupado por los ingleses. Hay una placa conmemorativa en la que se describe la construcción del fuerte, de origen francés en 1691, para controlar las rutas comerciales indígenas, construido por comerciantes y misioneros franceses.

Desde el año de la proclamación de la independencia de los Estados Unidos en 1776, España apoyó a los colonos rebeldes con dinero y material, con el fin de debilitar la posición británica en Norteamérica. España declaró la guerra a los británicos en 1779 y pasó a apoyar militarmente a los rebeldes de las Trece Colonias. Ese apoyo pasó a ser efectivo con carácter militar desde la declaración de guerra entre ambas naciones a raíz de la firma del Tratado de Aranjuez con Francia, firmado en Aranjuez el 12 de abril de 1779 por el diplomático francés Charles Gravier, Conde de Vergennes y el primer ministro español el Conde de Floridablanca, extendiéndose hasta la derrota final de los británicos en 1783.

En el año 1780 Inglaterra decidió enviar una expedición de castigo a la población española de San Luis en Missouri, población de origen francés, que controlaba el cauce alto del Río Misisipi. Pero la historia empezó mucho antes, cuando Inglaterra advirtió a España, de que fuese neutral y no se metiese en esta guerra. Sin embargo, los españoles llevaban varios años suministrando armas, pólvora, medicinas e incluso uniformes a los rebeldes norteamericanos. Al declararse la guerra entre ambos países, Inglaterra decide apoderarse de St. Louis, en el Norte del Misisipi. No lo logró, la expedición compuesta por 300 ingleses y 800 indios fue rechazada y perseguida por los españoles.

Fuerte San José

En la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, el ejército británico empleó Fort St. Joseph para suministrar a los Potawatomi, Miami y otras naciones indias aliadas en su lucha contra los colonos estadounidenses. En 1780, colonos estadounidenses de Cahokia (Illinois), liderados por Jean-Baptiste Hamelin y el teniente Thomas Brady, asaltaron el fuerte. El teniente británico Dagreaux Du Quindre encabezó las fuerzas represoras tras el ataque de los colonos, alcanzando a la partida de Hamelin cerca de Petit Fort, infringiéndoles una derrota.

Tras la derrota de la partida de Hamelin, dos jefes Milwaukee, El Heturno y Naquiguen, viajaron a la entonces posesión española de San Luis capital de la Alta Luisiana, a orillas del Misisipí el 26 de diciembre de 1780 para informar a las autoridades españolas del ataque fallido de los colonos, y solicitar apoyo para un nuevo ataque. El comandante de San Luis, Francisco Cruzat, aceptó la misión, y despachó una partida de 60 voluntarios e indios aliados al mando del capitán de la milicia local Eugenio Pouré. La expedición viajó remontando los ríos Illinois y Kankakee hasta la actual Dunns Bridge (Indiana), donde torcieron al noreste para dirigirse a Fort St. Joseph.

Potawatomi

Antes del ataque, los españoles prometieron a los Potawatomi la mitad del botín si permanecían neutrales.

Francisco Cruzart,

Algunos historiadores han descrito el ataque español como una represalia al fallido ataque británico contra San Luis del año anterior (Batalla de San Luis). El intento inglés de apoderarse de Saint Louis en Missouri, acabó con una aplastante derrota inglesa. Tras rechazar a los británicos en su intento de tomar San Luis en 1780, el vicegobernador de la Alta Luisiana, Francisco Cruzart, organizó el mayor movimiento ofensivo en el alto valle del Misisipi de toda la Guerra de Independencia: el ataque al Fuerte St. Joseph. Cuando Cruzat informó al gobernador de la provincia española de La Luisiana, D. Bernardo de Gálvez y Madrid de la expedición, la justificó en la necesidad de aparecer fuertes ante sus aliados nativos e impedir o prevenir ataques británicos contra las colonias españolas al otro lado del Misisipi. La destrucción de Fort St. Joseph disuadió a los británicos de lanzar más expediciones contra las posesiones españolas en Norteamérica.

Eugenio Pouré,

Dirigidos por Eugenio Pouré, capitán de la milicia, tuvieron que recorrer una larga distancia por Illinois, rodeando territorios, adentrándose en Indiana hasta llegar a su destino, el Lago Michigan, en la frontera con el actual Canadá. Desafiando a terribles ventiscas, a la nieve y al hielo, un grupo compuesto por 65 soldados voluntarios y 60 guerreros indios de tribus aliadas al mando de Pouré, recorrió casi mil kilómetros en canoas y a pie en pleno invierno para asaltar el fuerte británico. La posición era importante, pues allí se almacenaba gran cantidad de material y provisiones militares inglesas para la campaña que tenían preparada para primavera contra las posiciones españolas. Se encontraron la zona alta del río Illinois helado. Tras esconder las canoas, para volver a poderlas utilizar a la vuelta y parte de las provisiones siguieron avanzando con grandes dificultades por la nieve, hielo, frío.  Al estar el rio congelado, les obligaba a ir caminando los 300 últimos Km.  Una travesía muy peligrosa, peligro de congelaciones, agotarse e incluso de perderse en aquellas grandes, despobladas y poco exploradas tierras. Al llegar a la zona, se pusieron en contacto con los indígenas. Tras negociar la neutralidad con los indios de la zona, los expedicionarios se prepararon para entrar en el fuerte inglés.

El fuerte era de difícil acceso, situado en un islote y protegido por el agua el lago de forma natural, era muy complicado acercarse a él sin ser visto. Al estar situado en un islote, sólo se podría atacar aprovechando la oscuridad de la noche para no alertar a los vigías. Los sorprendidos centinelas británicos apenas pudieron realizar un par de disparos antes de ser neutralizados por los soldados españoles y sus aliados indios. Habían surgido de la nada, como fantasmas. Cuando los vieron ya estaban a pocos pasos y corrían hacia ellos cargando a la bayoneta. Luego entraron en el interior del fuerte e impidieron que la guarnición pudiera alcanzar sus armas, haciéndose así con el control de la posición.

Capturado por sorpresa el fuerte la mañana del 12 de febrero de 1781, el capitán Pouré izó la bandera española mientras sus soldados, en formación, presentaban armas. Tras reclamar la posesión del fuerte y de los territorios circundantes para el Rey de España, repartió el botín capturado entre sus aliados indios que, quedaron tan contentos que cuando al fin llegaron los refuerzos ingleses e intentaron perseguir a la expedición española, les indicaron que habían ido en dirección opuesta. Además, se negaron a ayudar a los ingleses y acompañarlos en la persecución de las tropas españolas que se retiraron hacia Nueva España. Posteriormente se desmanteló el fuerte, dejándolo prácticamente en ruinas. Fue un claro mensaje para Inglaterra. España controlaba el Río Misisipe desde el Golfo de México hasta el Canadá.

Las trece colonias

 Dagneau de Quindre llegó al día siguiente a retomar el fuerte, pero desistió de ir en persecución de los asaltantes, por lo que los expedicionarios españoles regresaron a San Luis el 6 de marzo sin incidentes, entregando Pouré a Francisco Cruzat la Union Jack británica, la bandera capturada. España extendía así su dominio a ambas orillas del Misisipi y marcaba una nueva frontera en el corazón de Norteamérica. Era el apogeo de su vasto imperio. La épica toma de aquel estratégico puesto, tras una odisea de setecientos kilómetros sobre el hielo y la nieve en lo más crudo del invierno, significó la historia de la Luisiana española, un inmenso territorio que se extendía desde el golfo de México hasta el borde con Canadá, y la entrada de España en una guerra a gran escala contra Londres que propició la independencia de las colonias británicas y el nacimiento de los Estados Unidos de América.

La independencia de EE.UU. no habría sido posible sin España y aquella incursión impactó de lleno en la negociación de las fronteras entre España y los Estados Unidos, como demuestran las cartas desde París del propio Benjamín Franklin, una disputa que se alargó durante años.

Tratado de Pinckney

Las negociaciones en París del conde de Aranda aseguraron la soberanía española del territorio al oeste del río Wabash en 1782. Sin embargo, en 1795, por el tratado de Pinckney con los EE. UU., España renunció a cualquier reclamación de tierras al este del Misisipi. El fuerte cayó entonces en desuso hasta su total desaparición. Los trabajos arqueológicos realizados hallaron el sitio del fuerte St. Joseph en 1998, donde se han identificado objetos que dan testimonio de la presencia de jesuitas, así como la estructura del fuerte y sus edificios principales. Los restos del fuerte han dado lugar al museo Fuerte Saint Joseph donde se destaca que se trató del único fuerte en Míchigan que estuvo bajo las banderas de cuatro naciones: Francia, Gran Bretaña, España y los Estados Unidos.

Jaime Mascaró Munar

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1 thought on “CONQUISTA DEL FUERTE INGLÉS DE SAN JOSÉ (1781)”

  1. Muy interesante. Tenemos una historia tan rica y subyugante que se podría hacer grandes series.
    Orgullosos de nuestra historia !

    Muchas gracias. Saludos desde Barcelona.

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