SALVADOR DALÍ, GENIO, EXTRAVAGANTE Y OBSESIVO

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Salvador Dalí fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo, un experto dibujante, escritor y también abordó, la escultura y la fotografía. Se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo. Como artista extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objetivo era atraer la atención pública.

En la calle Monturiol, en Figueras (Gerona), comarca catalana del Ampurdán, concretamente en el número 20, nació Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech a las 8:45 horas del 11 de mayo de 1904. Su padre fue Salvador Dalí i Cusí, un abogado de clase media y notario, de carácter estricto, suavizado por su mujer Felipa Domènech i Ferrés, quien alentaba los intereses artísticos del joven Salvador.

Dalí tuvo un hermano nacido en el año 1901, también llamado Salvador (Salvador Galo Anselmo), que falleció unos nueve meses antes de su nacimiento, lo que marcó mucho al artista posteriormente, quien llegó a tener una crisis de personalidad, al creer que él era la copia de su hermano muerto y también una hermana, Anna María, cuatro años más joven que él. Con cinco años, sus padres lo llevaron a la tumba de su hermano y le dijeron que él era su reencarnación, una idea que él llegó a creer. En su infancia, Dalí trabó amistad con futuros jugadores del F. C. Barcelona, como Emilio Sagi Liñán o Josep Samitier. En época de vacaciones, en el floreciente Cadaqués, el trío pasaba mucho tiempo jugando al fútbol.

 Precisamente en Cadaqués (1916), durante una visita familiar, descubrió la pintura contemporánea y conoció a la familia de Ramón Pichot, un artista local que viajaba regularmente a París, la capital del arte del momento.​ Siguiendo los consejos de Pichot, su padre lo envió a clases de pintura con el maestro Juan Núñez. Al año siguiente, su padre organizó una exposición de sus dibujos al carboncillo en la casa familiar y con catorce años, en 1919, Dalí participó en una exposición colectiva de artistas locales en el teatro municipal de Figueras y en otra en Barcelona, auspiciada por la Universidad, en la que recibió el premio rector de la Universidad. En este mismo año, cuando cursaba sexto de bachillerato en el instituto Ramón Muntaner, editaron entre varios amigos la revista mensual Studium. Cuando Dalí tenía dieciséis años, (febrero 1921) su madre murió a consecuencia de un cáncer de útero. Tras su muerte, el padre de Dalí contrajo matrimonio con la hermana de su esposa fallecida, un hecho que Dalí nunca aprobó.

En 1922 comenzó sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, alojándose en la Residencia de Estudiantes y enseguida atrajo la atención dado que lucía una larga melena con patillas, gabardina, medias y polainas al estilo de los artistas victorianos. Sin embargo, fueron sus pinturas, en las que Dalí tanteaba el cubismo (en el Madrid de aquella época no había pintores cubistas), las que llamaron la atención de sus compañeros de residencia y academia, entre los que se incluían futuras figuras del arte español, como Maruja Mallo, Luis Buñuel y Federico García Lorca, con el que trabó una apasionada relación, pero Dalí terminó rechazando los amorosos reclamos del poeta. En 1924 Salvador Dalí ilustró un libro por primera vez. Era una publicación del poema en catalán Les Bruixes de Llers, de uno de sus amigos de la residencia, el poeta Carles Fages de Climent.

Poco antes de sus exámenes finales (1926), Dalí fue expulsado de la Academia por afirmar que no había nadie en esta en condiciones de examinarlo.​ La maestría de sus recursos pictóricos se refleja en su impecablemente realista Cesta de pan, pintada en 1926.​ Ese mismo año, visitó París por primera vez, donde conoció a Pablo Picasso, a quien el joven Dalí admiraría profundamente. Picasso ya había recibido algunos comentarios elogiosos sobre Dalí de parte de Joan Miró. Con el paso del tiempo y el desarrollo de un estilo propio, Dalí se convirtió a su vez en una referencia y en un factor influyente en la pintura de estos.

En sus pinturas, Dalí absorbía las influencias de muchos estilos artísticos, desde el academicismo clásico a las vanguardias más rompedoras.​ Sus influencias clásicas pasaban por Rafael, Bronzino, Zurbarán, Vermeer y, por supuesto, Velázquez.​ Alternaba técnicas tradicionales con sistemas contemporáneos, a veces en una misma obra. Las exposiciones de su obra realizadas en Barcelona en aquella época atrajeron gran atención, en la que se mezclaban las alabanzas y los debates suscitados por una crítica dividida. En aquella época, Dalí se dejó crecer un vistoso mostacho (marcando las 10 y 10) que imitaba al del célebre pintor Diego Velázquez, y que se convertiría en uno de sus distintivos personales el resto de su vida.

En 1929 Dalí colaboró con su amigo, el director de cine Luis Buñuel, en la redacción del polémico cortometraje Un chien andalou, y en agosto de ese mismo año conoció a su musa y futura esposa Gala, una inmigrante rusa nacida con el nombre de Elena Ivanovna Diakonova, once años mayor que él, y en aquel tiempo casada con el poeta francés Paul Éluard. Ese mismo año se unió oficialmente al grupo surrealista afincado en el barrio parisino de Montparnasse. Durante los dos años siguientes, su trabajo influyó enormemente en el rumbo del surrealismo, que lo aclamó como creador del método paranoico-crítico.

En el ámbito doméstico, la relación de Dalí con su padre estaba próxima a la ruptura, ya que se oponía al romance del joven artista con Gala, y condenaba su vinculación con los artistas del surrealismo por considerarlos — como buena parte de la opinión pública de la época — elementos tendentes a la degeneración moral. La tensión fue en aumento hasta culminar en un enfrentamiento personal, a raíz de una noticia sobre Dalí publicada en la prensa, en la que se refería a un dibujo de un Sagrado Corazón de Jesucristo expuesto en París por el joven, por la que su padre se sintió ultrajado y le echó violentamente de casa el 28 de diciembre de 1929. Su padre lo desheredó y le prohibió regresar jamás a Cadaqués.

El verano siguiente, Dalí y Gala alquilaron la pequeña cabaña de un pescador en una bahía cerca de Portlligat. Compró el terreno, y a lo largo de los años fue ampliándola hasta convertirla en su fastuosa villa junto al mar, hoy reconvertida en casa-museo. Gala y Dalí se casaron en 1934 en una ceremonia civil en París, y volverían a hacerlo por el rito católico el 8 de agosto de 1958 en el Santuario de los Ángeles, provincia de Gerona, al que llegaron en un Cadillac, hoy expuesto en el Teatro-Museo Dalí.​

Dalí pintó en 1931 una de sus obras más célebres, La persistencia de la memoria (también llamada Los relojes blandos), obra en la que, según algunas teorías, ilustró su rechazo del tiempo como una entidad rígida o determinista.​ Esta idea se ve apoyada por otras imágenes de la obra, como el extenso paisaje, o algunos relojes de bolsillo devorados por insectos.​ Los insectos, por otra parte, formarían parte del imaginario daliniano como una entidad destructora natural y, tal como explicó en sus memorias, venía determinada por un recuerdo de infancia.

Dalí llegó a Estados Unidos gracias al marchante Julien Levy en 1934. La exposición de algunas obras de Dalí, levantó un enorme revuelo en Nueva York. Se organizó un baile en su honor, el Dalí Ball, al que compareció llevando una caja de cristal colgada sobre el pecho con un sostén dentro.​ Ese mismo año, Dalí y Gala ofrecieron un baile de máscaras en Nueva York, cortesía de la heredera Caresse Crosby. Fueron disfrazados del bebé Lindberg y su secuestrador, en alusión a un dramático suceso reciente, lo que levantó un notable escándalo en la prensa, por lo que Dalí pidió disculpas públicamente. ​

A finales de 1934, Dalí fue sometido a un «juicio surrealista», del cual resultó su expulsión del movimiento.​ A esto, Dalí respondió con su célebre réplica: «Yo soy el surrealismo».​ Sin embargo, en 1936, Dalí volvió a participar en una exposición surrealista, esta vez de índole internacional, celebrada en Londres. Su conferencia, titulada Fantômes paranoiques authentiques, fue impartida con un traje de buzo, casco incluido.​ Llegó a la conferencia con un taco de billar y un par de sabuesos rusos, y en su transcurso tuvo que retirarse el casco para poder tomar aire. Comentó al respecto que «simplemente quería mostrar que estaba sumergiéndome profundamente en la mente humana».​

En aquel entonces, el mecenas de Dalí era el muy adinerado Edward James, que había colaborado generosamente al ascenso del artista comprándole numerosas obras y prestándole dinero durante dos años. Colaboraron igualmente en la creación de dos de los iconos más representativos del movimiento: el Teléfono Langosta y el sofá de los labios de Mae West. En 1940, con la Segunda Guerra Mundial arrasando Europa, Dalí y Gala huyeron a los Estados Unidos, donde vivieron durante ocho años. En 1941 Dalí entregó un guion cinematográfico a Jean Gabin, titulado Moontide (en español, Marea lunar). En 1942 publicó su autobiografía, La vida secreta de Salvador Dalí. También escribió una novela, titulada Hidden Faces y publicada en 1944, sobre un salón de moda para automóviles. De ahí surgió una caricatura de Erdwin Cox, del The Miami Herald, que presentaba a Dalí luciendo un automóvil como vestido de fiesta.

Aceptó la decoración de un escaparate de los almacenes Bonwit-Tellerle en la Quinta Avenida de Nueva York. Hizo una polémica composición dedicada al día y a la noche, pero se realizaron modificaciones sin permiso del autor, y Dalí en protesta acabó lanzando la bañera contra el vidrio del escaparate. Fue detenido y debió pagar los desperfectos. El juzgado le absolvió, pues argumentó que defendía su obra. Se entendió esta protesta como una defensa de los derechos de autor.​

En esos años, Dalí diseñó ilustraciones para ediciones traducidas al inglés de clásicos como el Quijote, la autobiografía de Benvenuto Cellini y los Ensayos de Michel de Montaigne. También aportó decorados para la película Spellbound de Alfred Hitchcock (conocida como Recuerda en España, y Cuéntame tu vida en Argentina), y emprendió con Walt Disney la realización de una película de dibujos animados, Destino, que quedó inconclusa y que se montó en 2003, mucho después del fallecimiento de ambos.​ Fue una de las épocas más fructíferas de su vida, pero también su imagen pública fue sumando todo tipo de rumores sobre sus extravagancias y obsesiones.

Desde 1948 Dalí vivió en Cataluña.​ El hecho de que eligiese España para vivir en tiempos de la dictadura hizo que algunos de sus antiguos colegas, así como sectores progresistas, le hicieran blanco de nuevas críticas.​ En 1959 Breton organizó una exposición antológica titulada Homage to Surrealism, que recuperaba piezas de Dalí, de Joan Miró, de Enrique Tábara y Eugenio Granell. Al año siguiente, sin embargo, Breton se opuso enérgicamente a la inclusión de la Madonna Sixtina de Dalí en la Exposición Internacional Surrealista de Nueva York.

Al final de su carrera, Dalí no se limitó a la pintura, desarrollando nuevos procesos y medios experimentales. Ya durante sus últimos años, artistas como Andy Warhol proclamaron al catalán como una de las influencias más notables del pop art.​ En la década de 1950 llegó a componer retratos individuales a partir de cuernos de rinoceronte. Según el artista, el cuerno de rinoceronte significaba la geometría divina, puesto que crece en una progresión espiral logarítmica. Otros de los intereses de Dalí eran el ADN y el hipercubo (un cubo de cuatro dimensiones), que llegó a plasmar desplegado en su Crucifixión (Corpus Hypercubus).

La posguerra abrió para Dalí una nueva etapa artística, caracterizada por el virtuosismo técnico y el recurso a ilusiones ópticas. Bajo la clasificación de «misticismo nuclear» se incluyen también La gare de Perpignan (1965) y El torero alucinógeno (1968-1970). En 1960, Dalí empezó a trabajar en un teatro y museo personal, levantados en el edificio del antiguo Teatro Municipal, construcción del siglo XIX destruido al final de la Guerra Civil; fue el mayor de sus proyectos individuales, y a él dedicaría buena parte de sus energías hasta 1974.

En su madurez, el artista también se implicó con otras actividades «extra-artísticas» que daban una medida de su enorme popularidad como personaje público. En 1968 Dalí grabó un anuncio televisivo para la marca de chocolate Lanvin, ​ y en 1969 diseñó el logo de Chupa Chups. Ese mismo año trabajó como responsable creativo de la campaña publicitaria del festival de Eurovisión, y creó una gran escultura metálica que se instaló en el escenario del Teatro Real de Madrid. En 1971 Dalí inauguró la Sala Gaudí Barcelona, la primera y más grande galería de arte de España, junto con otras personalidades como Gabriel García Márquez.​

En 1980 con su mujer, Gala — que ya manifestaba síntomas de senilidad —, la salud de Dalí se deterioró seriamente y se dañó seriamente su sistema nervioso, con la consecuencia de incapacitarle prácticamente para la creación artística. Con 76 años, el estado de Dalí era lamentable, y su mano sufría constantes temblores que evidenciaban el progreso de la enfermedad de Parkinson. En 1982 el rey Juan Carlos I concedió a Dalí el título de marqués de Dalí de Púbol, que el artista agradeció con un dibujo, titulado Cabeza de Europa, que a la postre resultó ser su último dibujo, y que le entregó tras la visita real a su lecho de muerte.

Gala murió el 10 de junio de 1982. Tras su muerte, Dalí perdió su entusiasmo por vivir. Se mudó de Figueras al castillo de Púbol, que había comprado para Gala, y donde ella había fallecido. En 1984 un incendio de causas desconocidas se declaró en su dormitorio.​ De nuevo se sospechó de un intento de suicidio, aunque quizás se debiese a negligencia del personal doméstico.​ De todos modos, Dalí fue rescatado y regresó a su domicilio en Figueras, donde un grupo de artistas, mecenas y colegas artistas se encargaron de su bienestar hasta sus últimos años.

Se ha denunciado que Dalí fue obligado por algunos de sus «cuidadores» a firmar lienzos en blanco que serían vendidos tras su muerte como originales.​ Estos rumores hicieron que el mercado del arte se mostrase escéptico con las obras atribuidas a Dalí durante su última época.

En noviembre de 1988 Dalí fue ingresado en un hospital a raíz de un serio fallo cardíaco, y el 5 de diciembre de 1988 fue visitado por el rey Juan Carlos I, quien le confesó que siempre había sido un fiel admirador de su obra. El 23 de enero de 1989, oyendo su disco favorito —Tristán e Isolda, de Richard Wagner—, murió a causa de una parada cardiorrespiratoria en Figueras, con ochenta y cuatro años de edad, y cerrando el círculo fue enterrado en la cripta de Figueras, situada en su teatro-museo. Su cripta se encuentra al otro lado de la iglesia de San Pedro, donde había sido bautizado y había recibido su primera comunión, y a pocos metros de distancia de su casa natal.​

Conforme a su último deseo, manifestado el 1 de diciembre de 1988, fue enterrado embalsamado y con el rostro cubierto por un velo bajo la cúpula de su museo en Figueras y no junto a Gala en Púbol, como había pedido en alguna ocasión anterior. Curiosamente, Dalí, que tiene calles y plazas dedicadas en muchas ciudades de España, no tiene ninguna en Barcelona.​

Jaime Mascaró Munar

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