BARCOS PARA LA HISTORIA: NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

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CONTEXTO HISTÓRICO

Moría el siglo XVIII con España inmersa en la Segunda Guerra de Coalición como aliada de Francia. Con la firma de la Paz de Basilea de 1795 y el Tratado de San Ildefonso de 18 de agosto de 1796, la monarquía española sellaba su alianza militar, lo que sería el preludio de la declaración de guerra a Gran Bretaña, que se produciría el 7 de octubre de ese mismo año.

Como consecuencia del enfrentamiento bélico con Gran Bretaña, el tráfico marítimo con ultramar quedó interrumpido y el envío de caudales a la metrópoli momentáneamente postergado.

En marzo de 1802, el Tratado de Amiens, firmado por Francia, España, la República de Batavia y Gran Bretaña, puso momentáneamente fin a la guerra.

Aprovechando el periodo de paz que culminó con la firma de la Paz de Amiens en marzo de 1802, volvieron a zarpar nuevos buques hacia el Nuevo Mundo, siguiendo las órdenes de la Secretaría de Estado y de Despacho de Hacienda, por la que se comunicaba a los virreyes de Perú, Nueva España y Río de la Plata la orden de reunir todos los caudales que fuese posible para cubrir las necesidades del erario público tan diezmado por las últimas guerras. A tal fin se enviaron tres barcos: la Asunción desde Cádiz y las fragatas Nuestra Señora de las Mercedes y Santa Clara desde El Ferrol. Su misión: llevar el azogue de las minas de Almadén, necesario para amalgamar la plata, y traer de regreso oro y plata, acuñada y en barras, para engrosar las diezmadas arcas de la Real Hacienda.

NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

Tipo: Fragata de guerra.

Propiedad: Real Armada Española.

Arsenal de construcción: Real Astillero de la Habana.

Fecha de construcción: Botada en noviembre de 1788, con 34 cañones: 13 cañones de a 12 libras por banda en la cubierta (26 cañones), 3  de a 6 libras por banda en el alcázar (6 cañones) y 1 de a 6 libras por banda en el castillo. En mayo de 1804 dispondría de hasta 38 cañones.

Cañones de a 12,26

Íd. De a 6,4

Obuses de a 24,8

Íd. De a 3,12

Balas de a 12,1.040

Íd. De a 6,160

Íd. De a 24,168

Palanquetas de a 12, 130

Íd. De a 6, 20

Sacos de metralla de a 12,312; de a 6,48;de a 3,180, de obuses de a 24,160.

Granadas,126

Balas mosqueteras,90

(Descripción del Estado de Fuerza, el capitán José Manuel de Goycoa y Labart).

*Construcción: según el estilo de construcción del Reglamento de Maderas, creado por José Romero Landa.

*Colores:  Talla exterior, amarillo y negro, cámaras, porcelana y azul, entrepuentes y castillo, tierra roja (Norma desde 1776 para todas las embarcaciones de guerra españolas).

Se halla estanco pero no se puede confiar mucho más tiempo del buen estado de sus fondos, por hallarse estos con clavazón de hierro y estar forrados de cobre sobre el vivo. En 1793, se careno de firme en el 1er. Dique de Cádiz. El último reconocimiento de sus fondos fue en 1802, en el 1er. Dique del Ferrol, donde se desaforro y volvió a forrar con el mismo cobre pasado por tórculo (especie de prensa compuesta por dos rodillos, uno fijo a la mesa  el otro ajustable, que permitía aplanar las láminas de cobre, al pasarla entre los dos rodillos). En diciembre de 1803, se le hizo la última recorrida de obras muertas en el Callao de Lima. (José Manuel de Goycoa y Labart)

EL VIAJE

La fragata Clara fue la primera que llegó a Lima en junio de 1803, mientras la Mercedes estuvo un mes detenida en Montevideo al haber sufrido daños durante el viaje. Por su parte,  la fragata Asunción también retrasó un mes su llegada porque comenzó su viaje con destino al cabo de Buena Esperanza para entregar a la Escuadra de Asia correos y pliegos del real servicio.

          Y mientras tanto, en Europa volvía a estalla de nuevo el conflicto entre Francia y Gran Bretaña…

1803

A finales de julio de 1803 las tres fragatas ya se encontraban en el puerto de Lima dispuestas para salir, pero la nueva declaración de guerra entre Francia y Gran Bretaña retrasó su salida por suspenderse el tráfico marítimo. No saldrían de El Callao hasta el 3 de abril de 1804, llegando a Montevideo en junio. En ese viaje de retorno la Asunción sufrió daños en el cabo de Hornos y tuvo que ser reemplazada por la Medea, lo que obligó al comandante de la flota José de Bustamante y Guerra, y el de la Medea, el general Diego de Alvear, a reorganizarlas fragatas antes de emprender el viaje de regreso a España en agosto de 1804.

EL ATAQUE

Narración de Benito Pérez Galdós en Trafalgar (Epidosios Nacionales):


¿Pues y la captura de las cuatro fragatas que venían del Río de la Plata? -dijo D. Alonso animando a Marcial para que continuara sus narraciones.


También en esa me encontré contestó el marino, y allí me dejaron sin pierna. También entonces nos cogieron desprevenidos, y como estábamos en tiempo de paz, navegábamos muy tranquilos, contando ya las horas que nos faltaban para llegar, cuando de pronto… Le diré a usted cómo fue, señora Doña Francisca, para que vea las mañas de esa gente. Después de lo del Estrecho, me embarqué en la Fama para Montevideo, y ya hacía mucho tiempo que estábamos allí, cuando el jefe de la escuadra recibió orden de traer a España los caudales de Lima y Buenos Aires. El viaje fue muy bueno, y no tuvimos más percance que unas calenturillas, que no mataron ni tanto así de hombre… Traíamos mucho dinero del Rey y de particulares, y también lo que llamamos la caja de soldadas, que son los ahorrillos de la tropa que sirve en las Américas. Por junto, si no me engaño, eran cosa de cinco millones de pesos, como quien no dice nada, y además traíamos pieles de lobo, lana de vicuña, cascarilla, barras de estaño y cobre y maderas finas… Pues, señor, después de cincuenta días de navegación, el 5 de Octubre, vimos tierra, y ya contábamos entrar en Cádiz al día siguiente, cuando cátate que hacia el Nordeste se nos presentan cuatro señoras fragatas. Anque era tiempo de paz, y nuestro capitán, D. Miguel de Zapiaín, parecía no tener maldito recelo, yo, que soy perro viejo en la mar, llamé a Débora y le dije que el tiempo me olía a pólvora… Bueno: cuando las fragatas inglesas estuvieron cerca, el general mandó hacer zafarrancho; la Fama iba delante, y al poco rato nos encontramos a tiro de pistola de una de las inglesas por barlovento.

5 de octubre de 1804. El Santa Clara, Nuestra Señora de las Mercedes, Fama y el Medea se encuentran próximos al cabo de Santa María, en Portugal, a solo un día de llegar a Cádiz. Allí serán atacados por cuatro naves de la armada inglesa: HMS Indefatigable, mandado por el comodoro Graham Moore, el Meduda, el Lively y el HMS Amphion, con 250 tripulantes a bordo y al mando de Samuel Sutton, que fue el que provocó el hundimiento de la fragata española.

Los ingleses reclaman la rendición y la entrega de los caudales, pero los españoles se niegan.

Entonces el capitán inglés nos habló con su bocina y nos dijo… ¡pues mire usted que me gustó la franqueza!… nos dijo que nos pusiéramos en facha porque nos iba a atacar. Hizo mil preguntas; pero le dijimos que no nos daba la gana de contestar. A todo esto, las otras tres fragatas enemigas se habían acercado a las nuestras, de tal manera que cada una de las inglesas tenía otra española por el costado de sotavento.

Su posición no podía ser mejorapuntó mi amo.

Se inicia la batalla. Al poco, un impacto de bala de cañón en la santabárbara de la Mercedes hizo que saltara por los aires a la Mercedes, perdiéndose en el fondo del mar el barco, la carga (oro, plata, telas de vicuña, quina y canela) el tesoro y la vida de 275 personas.

El jefe de nuestra escuadra, D. José Bustamante, anduvo poco listo, que si hubiera sido yo… Pues, señor, el comodoro inglés envió a bordo de la Medea un oficialillo de estos de cola de abadejo, el cual, sin andarse en chiquitas, dijo que anque no estaba declarada la guerra, el comodón tenía orden de apresarnos. Esto sí que se llama ser inglés. El combate empezó al poco rato; nuestra fragata recibió la primera andanada por babor; se le contestó al saludo, y cañonazo va, cañonazo viene… Lo cierto del caso es que no metimos en un puño a aquellos herejes por mor de que el demonio fue y pegó fuego a la Santa Bárbara de la Mercedes, que se voló en un suspiro, ¡y todos con este suceso, nos afligimos tanto, sintiéndonos tan apocados…!, no por falta de valor, sino por aquello que dicen… en la moral… pues… denque el mismo momento nos vimos perdidos. Nuestra fragata tenía las velas con más agujeros que capa vieja, los cabos rotos, cinco pies de agua en bodega, el palo de mesana tendido, tres balazos a flor de agua y bastantes muertos y heridos. A pesar de esto, seguíamos la cuchipanda con el inglés; pero cuando vimos que la Medea y la Clara, no pudiendo resistir la chamusquina, arriaban bandera, forzamos de vela y nos retiramos defendiéndonos como podíamos.

La maldita fragata inglesa nos daba caza, y como era más velera que la nuestra, no pudimos zafarnos y tuvimos también que arriar el trapo a las tres de la tarde, cuando ya nos habían matado mucha gente, y yo estaba medio muerto sobre el sollao porque a una bala le dio la gana de quitarme la pierna. Aquellos condenados nos llevaron a Inglaterra, no como presos, sino como detenidos; pero carta va, carta viene entre Londres y Madrid, lo cierto es que se quedaron con el dinero, y me parece que cuando a mí me nazca otra pierna, entonces el Rey de España les verá la punta del pelo a los cinco millones de pesos.

Aparte del relato de Benito Pérez Galdós, existen otros testimonios de testigos, como el del cartagenero Miguel de Zapiain, comandante de la fragata Fama, Diego de Alvear, general de la armada y comandante de la fragata Medea, quien recogió en su diario de navegación el estremecedor relato del hundimiento de la Mercedes, donde iban su mujer y siete de sus hijos,  o la del general Tomás de Iriarte al recordar en sus memorias este suceso que vivió a la edad de diez años.

A punto de alcanzar tierra de promisión… (Tomás de Iriarte).

Los 51 supervivientes fueron hechos prisioneros y trasladados al Reino Unido, entre ellos el capitán de navío Diego de Alvear y Ponce de León y el teniente de navío Pedro Afán de Rivera.

Este hecho tuvo como consecuencia el final del acuerdo de paz entre Inglaterra y España, siendo el preludio de la batalla de Trafalgar.

EL ODYSSEY

La empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration descubrió en 2007, en la zona del golfo de Cádiz, la fragata Mercedes, cuyas 590 000 monedas de plata y oro (reales de a ocho y escudos, todos ellos de la época de Carlos IV y acuñados en Lima, Perú, en 1796)1 y demás objetos fueron extraídos y llevados a los Estados Unidos, donde comenzó un litigio entre España y la empresa norteamericana por los derechos de la fragata.

          En 2011, el Undécimo Tribunal de Apelaciones de Atlanta ratificó la orden de un juez de Florida para que la empresa entregara el tesoro a España. Odissey presentó un recurso contra la sentencia que obligaba a entregar el tesoro a España, el cual fue desestimado por el Tribunal de Apelaciones de Atlanta el 30 de noviembre. Al año siguiente, en un fallo que no admitía recurso, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechazó el recurso de Odyssey Marine Exploration y obligó a la compañía a devolver a España las cerca de 590 000 monedas sacadas del pecio en 2007. Finalmente, el 25 de febrero de 2012, el tesoro de 17 toneladas fue

trasladado por dos aviones Hércules del Ejército del Aire desde Florida a la base aérea de Torrejón de Ardoz.

          El 30 de noviembre de 2012 se anunció en la Secretaría de Estado de Cultura, que el destino del tesoro sería el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena. Dos días después, el 2 de diciembre de 2012, el tesoro llegó a su destino.

          Sin embargo, no todos los restos extraídos del pecio fueron devueltos inicialmente. Como consecuencia de la investigación judicial, se supo que los responsables del Odyssey habían ocultado parte del tesoro en Gibraltar. Estos restos fueron finalmente entregados en julio de 2013 y llevados junto con los anteriores al museo Arqua de Cartagena.

Ricardo Aller Hernández

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2 thoughts on “BARCOS PARA LA HISTORIA: NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES”

    1. Buenos dias, hasta el momento hay cinco artículos sobre Barcos para la Historia. Puede encontrarlos en búsqueda de Episodios.

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