La Sagrada Familia de Antonio Gaudí ( y II)

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Las torres

Gaudí proyectó un templo de gran verticalidad, para que fuese visible desde cualquier punto de Barcelona y destacase sobre el resto de los edificios. Para ello, dotó a la Sagrada Familia de dieciocho torres: doce por los apóstoles, cuatro de los evangelistas y los cimborrios de Jesús y la Virgen María. Tienen distinta altura, en sentido ascendente: las torres del Nacimiento, 98,40 m las exteriores y 107 m las centrales; las de la Pasión, 107,40 m las exteriores y 112,20 m las centrales; las de la Gloria, 112,20 m las exteriores y 120 m las centrales; las de los evangelistas, 135 m; la de la Virgen, 138 m; y la de Jesús, 172,50 m.

Hasta el momento han sido erigidas 8 de las 18 torres diseñadas por Gaudí. El arquitecto decidió que doce de ellas fueran dedicadas a los Apóstoles, cuatro a los Evangelistas, una a María y otra a Jesús. Cada una de ellas estará dotada de diferente altura en función de la jerarquía religiosa que representan.

Es posible acceder hasta la parte superior de algunas de las torres para contemplar la ciudad desde las alturas y ver algunos detalles del exterior del templo a escasa distancia.

Las fachadas

La basílica tiene 3 simbólicas fachadas:

Fachada del Nacimiento: Dedicada al nacimiento de Cristo, se trata de una fachada profusamente decorada y llena de vida. Al estar dedicada al acontecimiento gozoso del nacimiento de Jesús, esta fachada presenta una decoración exultante donde todos los elementos son evocadores de la vida. Se centra en la faceta más humana y familiar de Jesús, con una amplia profusión de elementos populares, como herramientas y animales domésticos. Orientada al levante (nordeste), recibe el sol del amanecer, lo que refuerza la idea de vida y alegría vinculada al nacimiento, en contraposición a la fachada de la Pasión, que representa la muerte de Cristo y recibe por tanto la luz del ocaso; Gaudí estudió minuciosamente el simbolismo de todos los espacios del templo. La fachada está dividida en tres arquivoltas, que presentan tres pórticos dedicados a las virtudes teologales: de la Esperanza a la izquierda, de la Fe a la derecha y de la Caridad en el centro. Culmina con las torres-campanario dedicadas a san Matías, san Judas Tadeo, san Simón y san Bernabé. Fue construida entre 1893 y 1936.

Fachada de la Pasión: Algo más austera y simplificada que las otras fachadas, pretende reflejar el sufrimiento de Jesús durante la Crucifixión. La fachada de la Pasión se empezó a construir en 1956 (después de los trabajos de excavación efectuados en 1954) según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí. Las torres se acabaron en 1976 y, desde entonces, se trabajó en la decoración escultórica, que se dio por finalizada en 2018 con la instalación de la cruz triunfal y el grupo del Sepulcro vacío. Gaudí proyectó esta fachada durante una convalecencia por unas fiebres de Malta en Puigcerdà, en 1911, aunque el boceto definitivo lo trazó en 1917. Dedicada a la Pasión de Jesús, pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello, concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, que semejase un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan solo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático. Subirachs realizó su obra entre 1987 y 2009.

Fachada de la Gloria: La fachada principal, mucho más grande y monumental que el resto, representará la muerte, el Juicio Final, la Gloria y el infierno. Consciente de que no iba a tener tiempo para construirla, Gaudí dejó hechos los bocetos para que sus sucesores pudieran finalizar el trabajo. La fachada de la Gloria será la más grande y monumental. Es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios.

Para acceder al pórtico de la Gloria habrá una gran escalinata con una terraza donde se situará el Monumento al Fuego y al Agua, el primero representado con un gran tedero con fuego (en representación de la columna de fuego que guio al pueblo elegido) y el segundo con un surtidor de agua, con un chorro de 20 m de altura que se dividirá en cuatro cascadas, como símbolo de los ríos del paraíso terrenal y las fuentes de agua viva del Apocalipsis.

El interior

Gaudí evolucionó de un primer proyecto neogótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol, que permiten descargar el peso de las cubiertas directamente en el suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. En 1987, se inició la cimentación de las naves; en 1997, se completaron las bóvedas laterales y se empezó la central, finalizada en 2000; con las bóvedas del transepto y el ábside, en 2010 se cubrió todo el templo.

Para diseñar el interior de la Sagrada Familia, Gaudí se inspiró en las formas de la naturaleza, creando columnas con forma de tronco de árbol que convierten el interior del templo en un enorme bosque de piedra. y apliques en el techo asemejan troncos y copas de árboles.

La luz es un elemento de la construcción, pero al mismo tiempo está cargada de significado. Esto es mucho más patente en el arte sacro. Así, Gaudí diseñó la iluminación de la Sagrada Familia para profundizar en las alegorías espirituales y no solo para iluminar el espacio funcionalmente.

El arquitecto usa vidrieras coloridas que aportan efectos emocionales, siguiendo en este caso la inspiración del arte gótico que prefería los tamices de colores que el uso de la luz diáfana.

El aspecto orgánico de las fachadas y del interior del templo deriva de la observación de la geometría de la naturaleza. No es de extrañar que las columnas asemejen troncos de árboles irregulares, ramajes, caracoles y muchos elementos más.

Se distinguen como su principal aporte constructivo la utilización de estructuras hiperboloides, paraboloides, helicoides, conoides y elipsoides.

De acuerdo con los expertos, las soluciones arquitectónicas o estructurales ideadas por Gaudí nunca se habían implementado, de manera que la estructura de la Sagrada Familia es, además, una tesis de construcción aún en desarrollo.

El día 8 de diciembre de 2021, la Sagrada Familia inauguró la torre de la Virgen con el acto central de la eucaristía y con la posterior bendición e iluminación por primera vez de la segunda torre más alta ya finalizada. Se ornamenta con quebradizo el fuste. En ese momento está colocada la parte inferior del fuste. La parte superior e inferior del fuste se recubren con quebradizo artístico de gres cerámico con colores que van de los azules a los blancos, con algunos puntos de mosaico veneciano dorado.

Se coloca el tercio superior del fuste de la torre de la Virgen. Con la colocación del tercio superior, la torre alcanza ya los 134 metros.

El 9 de noviembre se colocaron las doce estrellas de forja que rematan la corona de la torre de la Virgen

En 2022, si la situación evoluciona positivamente, se prevé poder acabar las dos torres de los Evangelistas Lucas y Marcos, así como la subida de tres niveles de la torre de Jesucristo

El Museo

La Sagrada Familia cuenta con un espacio habilitado como museo, situado en el sótano del templo, en la parte inferior correspondiente al crucero, donde antiguamente se ubicaban los talleres. Inaugurado el 29 de junio de 1961, muestra planos y dibujos originales de Gaudí, maquetas del templo y diversos objetos relacionados con el proyecto, entre los que destacan los muebles litúrgicos diseñados por Gaudí. También destaca la maqueta poli funicular invertida de cordel y pesos para calcular la estructura del edificio y diseñar la forma de la iglesia de la Colonia Güell a escala 1/15, en la que se basó Gaudí para muchas de las soluciones estructurales de la Sagrada Familia.

El museo cuenta igualmente con una sala dedicada a los colaboradores del arquitecto, así como una de audiovisuales. Además de las muestras referentes a la Sagrada Familia también se exhiben distintos objetos, planos, dibujos y fotografías sobre las diversas obras de Gaudí, así como testimonios biográficos del arquitecto. También se realizan exposiciones temporales dedicadas a distintos aspectos del proyecto gaudiniano.

Por otro lado, el espacio formado por las Escuelas de la Sagrada Familia, que fueron trasladadas en 2002 a un lateral de la fachada de la Pasión, actúan como espacio de exposición, con una reconstrucción de un aula del colegio y el estudio de Gaudí.

Las escuelas

Escuelas de la Sagrada Familia

En la esquina entre las calles Cerdeña y Mallorca, junto a la fachada de la Pasión, se encuentra el edificio de las Escuelas de la Sagrada Familia, construido entre 1908 y 1909 por Gaudí para proporcionar educación a los hijos de los obreros del templo, así como otros niños del barrio. Gaudí concibió una construcción sencilla y eficiente, con todos sus componentes adaptados a la máxima racionalización y reducción de costes. Los materiales debían ser los mejor adaptados a su función y tanto la forma como las dimensiones del edificio debían ser las precisas para ofrecer un mínimo coste y un bajo esfuerzo constructivo.

El edificio tiene planta rectangular de 10 × 20 m y 5 m de altura. Constaba de tres aulas, vestíbulo y capilla, con lavabos en un cuerpo añadido al edificio. La construcción se realizó con ladrillo visto, en tres capas superpuestas, siguiendo la técnica tradicional de la bóveda catalana. El pavimento era de cemento portland sobre una capa de piedra caliza. Las formas del edificio son onduladas, lo que confiere a la estructura una sensación de ligereza, pero a la vez una gran resistencia. La estructura se basa en tres vigas dispuestas de forma vertical en el interior, que sostienen otra viga de trazado horizontal situada en el centro, formando unos perfiles en forma de I que sostienen unas tablas sobre las que se eleva la cubierta de ladrillo. Las distintas inclinaciones crean las formas geométricas en conoide, que confieren una serie de curvas cóncavas y convexas. Los muros de carga son igualmente de planta curvilínea, con una progresiva inclinación del techo al suelo, elaborados con ladrillos colocados en rompe junta verticalmente.

Las escuelas sufrieron graves daños el 20 de julio de 1936, al inicio de la Guerra Civil. Se derrumbó una parte de las fachadas, la jácena central y algunos pilares se deformaron y se cayó la cubierta de madera. En septiembre de ese mismo año, el Consejo de la Escuela Nueva Unificada encargó a Francesc Quintana su reconstrucción, cuyas obras finalizaron en julio de 1937. En 2002, el edificio fue trasladado de su ubicación original, en terrenos de la fachada de la Gloria, a la actual, en la esquina entre Cerdeña y Mallorca.

Carolina Campillay


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