LA DIVISIÓN AZUL, LOS «ANDRAJOSOS» DE KRASNI BOR

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Adolf Hitler calificó a los divisionarios de «banda de andrajosos», hombres impávidos que desafiaban a la muerte, valientes, duros para las privaciones e indisciplinados, aunque reconociendo que sus hombres se alegraban de tenerlos cerca. (Asociación Hespérides Andalucía)

13 de febrero de 1943

Antonio Ponte Anido, voluntario falangista de veinte años y originario de Galicia, está harto de recibir balazos rusos, como todos y cada uno de los 40 españoles que permanecen atrincherados en la Cresta. Granizan las balas soviéticas hasta nublar el cielo, las bajas ascienden con rapidez y la situación se va tornando agónica, pero entre los soldados de la División Azul solo hay un pensamiento: ya habrá tiempo de rendirse después de muertos.

Antonio Ponte

Pero todo tiene un límite, piensa el gallego cuando ve a un tanque ruso KV-1 apuntando hacia un polvorín de municiones, justo al lado de un hospital de campaña repleto de heridos. Y es que ya decía Calderón que los españoles todo lo sufren en cualquier asalto, lo que solo no sufren es que les hablen alto, así que de pronto, en mitad del carajal Ponte deja escapar un alarido y jurando en arameo coge una mina magnética, abandona la trinchera y sale a la carrera hacia el tanque bajo un chaparrón de plomo, la mina en la mano y mucho odio en la otra, sin que en el trayecto le roce ni una sola bala…Pero todo se acaba, hasta la buena suerte, y al adherir la bomba sobre la superficie metálica del carro de combate esta se desprende debido a la pintura resbaladiza de la chapa.

No hay tiempo para actuar, así que el gallego actúa de acuerdo a su instinto, que no es otro que morir matando y, si se puede, salvar a sus compañeros. Sereno y decidido, recoge la bomba del suelo, se la adhiere al cuerpo y un segundo antes de activar el artefacto musita un padrenuestro.

La explosión es brutal, tanto como la demostración de abnegado valor del español, algo que no pasa inadvertido a ninguno de sus compañeros de armas. De repente, como movidos todos por un resorte, se miran a los ojos y aullando como locos intensifican el paqueo al unísono. Si hay que morir, gritan, que sea con honor y muchos rusos muertos y dentro de un rato. Porque quién sabe, dice a voz en grito el zapador Miguel París, quizás si aguantan un poco lleguen refuerzos.

LA DIVISIÓN AZUL

(La División Azul) luchó en el frente de Leningrado con una eficiencia y valor que le ganaron la gratitud germana y, por cierto, de la población rusa de la zona (Pío Moa)

22 de junio de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler lanzó la Operación Barbarroja, destinada a la invasión de la Unión Soviética. En esta operación participaron diversos países como Finlandia, Rumanía, Italia, Hungría, Croacia, Eslovaquia. Por lo que respecta a España, el general Francisco Franco autorizó la creación de un Centro de Reclutamiento para los voluntarios que quisiesen ir a luchar contra los bolcheviques, surgiendo así la División Española de Voluntarios y en Alemania 250 Infanterie-Division, aunque pasaría a la historia gracias a José Luis Arrese como la División Azul, una unidad que entre 1941 y 1943, contó con cerca de 45 000 soldados, cuya participación se centró fundamentalmente en el sitio de Leningrado.

Camaradas: no es hora de discursos. Pero sí de que la Falange dicte en estos momentos su sentencia condenatoria: ¡Rusia es culpable! Culpable de la muerte de José Antonio, nuestro fundador. Y de la muerte de tantos camaradas y tantos soldados caídos en aquella guerra por la agresión del comunismo ruso. El exterminio de Rusia es exigencia de la Historia y del porvenir de Europa (Ramón Serrano Suñer, 24 de junio de 1941).

La división quedó oficialmente constituida el 26 de junio, correspondiendo al general Agustín Muñoz Grandes su comandancia. La mayor parte de voluntarios inscritos en el primer reclutamiento fueron militares veteranos, mientras el resto eran voluntarios como José Miguel Guitarte, Jesús Gutiérrez del Castillo, José María Moro o José Hernández Cuevas. Los regimientos de fusileros se numeraron 262, 263 y 269, quedando al mando de los coroneles Pimentel, Vierna y Esparza, respectivamente. El coronel Rodrigo fue nombrado 2º Jefe de la División. El Regimiento 250 de artillería estaba formado con obuses del 105 y 155. El Batallón Contracarros con baterías del calibre 37. Se formó también un Batallón de Reserva que se denominó 250 al igual que el de Reconocimiento y el Batallón de Zapadores.

A las 15:45 horas del domingo 13 de julio un primer contingente partía en tren desde la estación del Norte de Madrid hacia la base militar de Grafenwöhr, donde llegaron el día 17, mientras el resto lo haría el 23.


general Von Cochenhausen

El 31 de julio se produjo el juramento al Führer. Presidían el acto las banderas del Reich alemán y de España, y junto a ellas el general Muñoz Grandes y su Estado Mayor, el capitán general Fromm como representante del gobierno y el general Von Cochenhausen como jefe de la ceremonia.

¿Juráis ante Dios y por vuestro honor de españoles, absoluta obediencia al jefe de las Fuerzas Armadas alemanas, Adolf Hitler, en la lucha contra el comunismo, y juráis combatir como valientes soldados, dispuestos a dar vuestra vida en cada instante por cumplir este juramento?

Tras el juramento quedó oficialmente constituida la 250.ª División de Infantería, a la que se instruyó y equipó con el uniforme alemán de la Wehrmacht, con varias diferencias: la camisa era la azul de falange y llevaban el escudo heráldico con la bandera española y el emblema falangista del yugo y las flechas.

El primer destino de los españoles fue Smolensk, en el Frente Oriental, formando parte del Grupo de Ejércitos Centro. El recorrido fue complicado debido a  las lluvias persistentes, los espesos bosques, las largas jornadas de camino, la dureza del calzado y el excesivo peso, una alta mortalidad entre los caballos…


Nóvgorod

El 24 de septiembre se produjo la Ofensiva de Tijvin en los alrededores de Leningrado, y el general Von Leeb solicitó refuerzos. Hitler ordenó entonces trasladar tres divisiones al frente norte, entre ellas la División Azul, que fue incluida en el 16.º Ejército, dentro del Grupo de Ejércitos Norte. Al llegar a Nóvgorod los españoles se desplegaron alrededor de los suburbios, al oeste del río Voljov. El Regimiento de Artillería se posicionó en la barriada de Grigorovo, donde también se estableció el Cuartel General de la división entre octubre de 1941 y agosto de 1942, siendo su siguiente destino el Frente de Leningrado (agosto de 1942-octubre de 1943).

También formaron parte de la división 146 mujeres, de la llamada Sección Femenina, quienes viajaron como enfermeras en el recién creado Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar bajo la dirección de María de las Mercedes Milá Nolla.

NOVGOROD

«Fuimos a luchar contra el comunismo, no contra los rusos» (Juan Serrano Mannara, veterano granadero del 262º regimiento ‘Pimentel’)

El 11 de octubre la División Azul hizo el relevo a la 18.ª División alemana cerca de Shimsk, con la misión de cubrir unos 50 km, desde el margen oeste del río Voljov hasta Kurisko, en la ribera este del río Ilmen. Entre el 14 y el 22 de octubre tiene lugar la primera Batalla de Vóljov, en la que tropas españolas y alemanas consiguen vencer la dura resistencia y cruzar por primera vez el río en botes de goma. El 22 se aseguró finalmente una cabeza de puente, quedando bajo control las localidades de Sitno y Smeisko, siendo los participantes condecorados. Durante los últimos días del mes se produjeron nuevas incursiones que tuvieron como resultado la toma de poblaciones como Nilitkino, Tigoda y Dubrovka.

            Al amanecer del día 12, empieza la Batalla de Possad. Durante dos días se suceden los bombardeos aéreos, los ataques de artillería y los combates cuerpo a cuerpo con arma blanca, en un combate que cuesta la vida a más de 100 españoles. Los combates continuaron en noviembre, ya con una temperatura de 30 grados bajo cero, y en diciembre las posiciones de la Wehrmacht al este del Voljov y del Ilmen volvieron a ser atacadas. Tras varios días de asedio, el día 7 los generales ordenan la retirada de Possad hasta Otenski, y después cruzar el bosque hasta Sitno, donde volverían a cruzar el río para replegarse al punto inicial de octubre.

LA POSICIÓN INTERMEDIA

Clavados al terreno, ni un paso atrás (Agustín Muñoz Grandes)

25 de diciembre de 1941. Había un puesto de vigilancia español, comandada por el alférez Rubio Moscoso, en un cerro entre los pueblos de Udarnik y Lobkovo que fue atacado de manera muy violenta por los soviéticos, tomando la plaza, la cual sería recuperada en la madrugada del 26 al 27, donde les esperaba un espectáculo dantesco: los cadáveres de sus compañeros se encontraban desnudos y clavados en la nieve con picos y bayonetas.

La respuesta española a aquel horror fue inmediata: el comandante Tomás García Rebull organizó un golpe rápido de revancha en las trincheras enemigas, provocándoles un elevado número de víctimas.

7 de enero de 1942. Se inició la Ofensiva de Liubán, una gran operación cuyo objetivo era atravesar las líneas del Voljov y romper el cerco sobre Leningrado. En uno de los envites, 543 soldados alemanes quedaron sitiados en Vsvad, al sur del Lago Ilmen, recayendo sobre la compañía de esquiadores españoles la misión de rescate: el día 10 comenzó la marcha a través del lago congelado y a menos 50 grados, tardando 11 días en alcanzar la posición alemana en la orilla sur y liberarlos. En el trayecto, la compañía sufrió más de 100 bajas por congelaciones graves. Casi una veintena de soldados sufrieron la amputación de ambas piernas.

Al comienzo de marzo, varios generales diseñan la Operación Predador, cuyo objetivo era acabar con una posición soviética que resistía al oeste del Voljov desde la ofensiva de invierno. La operación comenzó el 15 de marzo, y participaron inicialmente en ella el Batallón Román y algunos grupos de artillería. Finalmente, el 28 de junio se consiguió la rendición del general Vlasov.

LENINGRADO

A principios de agosto de 1942 se puso en marcha la Operación Nordlicht, con el objetivo de asaltar Leningrado, correspondiendo a la División Azul el asedio del flanco sur.

El punto más conflictivo fue el meandro del río Izhora, en los alrededores de una fábrica de papel, donde se produce una guerra de trincheras. Bajo el fuego de los morteros y los organillos de Stalin , brilló la actuación del capitán Salvador Massip que, tras ser sucesivamente herido en una ceja, en un ojo y en una pierna, murió con su fusil ametrallador todavía agarrado a sus manos sin haber cedido un centímetro de terreno

La División sufrió considerables bajas. Se calcula que desde la llegada al nuevo frente hasta final de 1942, se produjeron 257 muertos, 1051 heridos y 1 congelado.

En enero de 1943 la URSS puso en marcha la Operación Chispa con el objetivo de romper las líneas alemanas y romper el cerco que sufre la ciudad desde hace 900 días. El segundo batallón del 269. º regimiento participó en duros combates en la orilla sur del lago de Ládoga, con temperaturas de -40 °C, siendo prácticamente aniquilado (124 muertos).La operación finalizó el 30 de enero con la victoria soviética, que consiguió romper el cerco en aquel punto y abrir una inmediata línea de suministros hacia la ciudad.

Apenas dos semanas después, el 10 de febrero, la cúpula rusa puso en marcha la llamada Operación Estrella Polar, donde se produjo la cruenta Batalla de Krasni Bor, la más sangrienta en la que participó la división española.

KRASNI BOR. DIARIO DE UNA BATALLA.

10 de febrero de 1943, 6:45 horas. Más de 1.000 piezas de artillería del LV Ejército soviético emplazadas en las inmediaciones de Kolpino abren fuego contra el sector del Frente Oriental, sostenido por la División Azul, a cuyos mandos se encuentra Emilio Esteban-Infantes y Martín, y la 4.ª División SS Polizei alemana de Alfred Wünnenberg, del L Cuerpo de Ejército, desplegados entre Krasni Bor y el río Nevá al este de Kolpino. Las tropas españolas cuentan con un regimiento reforzado y tres batallones de infantería, con un total en torno a los 4.500 o 5.000 hombres sin apoyo blindado, aunque sí dispone de un batallón antitanque equipado con cañones PaK 36 de 37 mm y con dos baterías de artillería con cañones 10.5 cm leFH 18 de 105 mm.

En cuanto a los rusos, Vladimir Sviridov comandante del LV Ejército, planea encabezar el asalto con las divisiones 45.ª y 63.ª de fusileros de la guardia, la 43.ª División de Fusileros y la 34.ª Brigada de esquiadores, apoyados por el 31.ª Regimiento de Tanques, unos 33 000 hombres y 30 tanques en total. En total, las tropas soviéticas se completan con 1.000 piezas de artillería: 270 cañones de campaña, 30 lanzacohetes, 100 cañones antitanque y 600 morteros.

De 6:45 a 8:30 de la mañana. Cientos de cañones, obuses pesados, morteros y camiones lanzacohetes Katyusha dejan caer más de 36.000 proyectiles y granadas, derribando alambradas y matando los caballos de frisia, sepultaron numerosos cuerpos bajo la tierra removida y convirtieron el entorno nevado en un paisaje lunar de cráteres.

A las 8ː45h, el bombardeo se desplaza desde la línea del frente hacia la aldea de Krasni Bor, y también golpeó las aldeas de Podolvo y Raikelevo, siendo esta última la ubicación del puesto de mando avanzado de Emilio Esteban-Infantes y Martín

Tras el bombardeo preliminar, más de 33.000 soldados soviéticos cargaron en una primera oleada junto a 50 tanques T-34, KV-1 y T-26, una superioridad que no se ve reflejada en el campo de batalla, ya que los rusos han cometido tres graves errores: avanzar en hilera, lo que les expone al fuego enemigo, pero es que además han dejado a sus espaldas unos terrenos convertidos en lodazales a causa de las explosiones, las cuales han derretido el barro con la nieve, lo que hace el tránsito impracticable el paso de los carros; y para rematar, gran parte de las tropas habían ingerido ingentes cantidades de vodka antes de la batalla…

Poco a poco los soldados del Ejército Rojo se colocan a distancia de ametralladora, momento en el que la División Azul abre fuego con sus MG-34 y MG-42. Los rusos caen como moscas, segando la tierra de cadáveres, mientras los tanques soviéticos tienen serias dificultades en alcanzar las trincheras españolas por culpa del fango, convirtiéndose en un blanco fácil para los proyectiles de los cañones anticarro y los cócteles Molotov.

«¡Que somos españoles!, ¡Que esto no es nada!, ¡Que por aquí no pasan!» (capitán Ruiz de Huidobro).

A pesar de todo, el enemigo sigue siendo mucho más numeroso y empieza a crear complicaciones en el sector de «La Cresta», una trinchera con un búnker custodiado por 40 hombres equipados con 7 ametralladoras, 16 subfusiles, 75 fusiles y 7 lanzallamas. La situación se torna compleja, pero los españoles aguantan las acometidas con valentía y sacrificio, sufriendo únicamente 22 bajas; por su parte, los soviéticos pierden un centenar de soldados y tres tanques, dos por las minas enterradas bajo la nieve y otro volado con una granada de mano que arroja por la ventanilla el zapador Miguel París, mientras el gallego Antonio Ponte logra salvar el hospital repleto de heridos inmolándose contra un tanque ruso. Por su parte, Jesús Andújar , quien se ha lanzado a la calle junto sucompañía para intentar recuperar posiciones, rescata a unos compañeros que han sido apresados por un destacamento ruso. En la refriega Andújar resulta gravemente herido e incluso lo dan por muerto, hasta que sus compañeros lograron localizarlo y llevarlo al hospital de campaña en Mestelewo. También destacaron el capitán Teodoro Palacios y el sargento Salamanca.

La línea primera estaba casi machacada; los carros rusos, primero rechazados, habían vuelto a dirigirse a Krasni Bor, abriendo una brecha en el Ferrocarril de Octubre; nada se sabía del Primer Batallón al mando del comandante Rubio; y se desconocía la situación del Batallón 250, aunque se suponía muy delicada.(Relato de uno de los combatientes)

Finalmente la lógica se impone y los comunistas desbordan las líneas españolas, iniciándose los combates cuerpo a cuerpo. El batallón del 262º Regimiento de Infantería «Pimentel» es arrasado, mientras otras compañías resisten sobre la vía de ferrocarril que une Leningrado con Moscú y la 250ª Compañía de Esquiadores queda reducida a la nada. La situación es extrema, así que el general Emilio Esteban-Infantes se ve obligado a ordenar el repliegue hacia la Krasni Bor.

Mediodía. La 45.ª División de Fusileros de la Guardia de Anatoli Krasnov toma Mishkino y la 63.ª División de Fusileros de la Guardia, al mando del mayor general Nikolái Simoniak, ataca Krasni Bor, defendida por lo que queda del 262º Regimiento de Infantería «Pimentel», el 250º Grupo Antitanque y el 250º Batallón de Zapadores. La lucha es calle por calle y casa por casa, siendo las bajas muy elevadas en los dos contendientes. La lucha se prolonga durante casi dos horas, hasta que los españoles terminan retrocediendo, mientras los comunistas se acercan al Cuartel de la Plana Mayor de la División Azul, ubicado en Raikolovo.

Final del día. A pesar de la dura resistencia de las tropas españolas, el LV Ejército ha avanzado entre 4 y 5 kilómetros, tomando las aldeas de Krasni Bor, Mishkino, Stáraya, Myza, Chernyshevo, Stepanovka y la estación de ferrocarril de Popovka.

El Ejército Soviético está a un paso de romper la línea, pero justo en ese momento aparecen los refuerzos de otras unidades del Eje, procedentes de diversos sectores de Leningrado: los bombarderos Stuka de la Luftwaffe dejan caer sus bombas sobre sobre las columnas rusas y los soldados del 390º Regimiento Alemán, los voluntarios del 659º Batallón de Infantería Estonio, la Legión Lituana y la Legión Flamenca «Langemarck» atacan por tierra.

Medianoche. Las fuerzas del Eje estabilizan la línea del frente en torno al margen del río Izhora, donde Vladimir Svirídov ha ordenado a su «Grupo Móvil» que avanzara hacia Tosno, algo que no consiguen debido a la resistencia española y a un inesperado deshielo que impide a la Brigada de Esquí operar fuera de las carreteras.. Una vez reorganizados, el general Esteban-Infantes ordena un contraataque nocturno con algunos batallones de la División Azul y elementos del 390º Regimiento Alemán y el 659º Batallón de Infantería estonio. Ahora son los rusos los que se ven atacados, y resisten bien, aunque con bajas considerables.

Amanecer del 11 de febrero. Tras hacer un balance de los daños, la cúpula rusa da por fracasado el ataque. Mientras el grueso de la División Azul se repliega hasta Sablino, un grupo de artillería al mando del comandante Guillermo Reinlein aguanta en su posición hasta la mañana del día 12, cuando es relevado.

15 de febrero. La División Azul informa de 3.645 muertos o heridos y 300 desaparecidos o prisioneros, lo que representa una tasa de bajas del 70-75 % de las tropas que han participado en la batalla. El batallón de fusileros ha perdido casi el 90 % de sus efectivos iniciales. Muchos de los caídos en combate son enterrados en el cementerio de Nóvgorod y otros tantos en Krasni Bor. En cuanto a los rusos, se han causado 11.000 bajas al LV Ejército en los cinco días que ha durado la batalla.

QUÉ SUPUSO LA BATALLA DE KRASNI BOR

La actuación de la División Azul en la Batalla de Krasni Bor demostró la calidad de los mandos y soldados españoles. Gracias al sacrificio de estos voluntarios, se consiguió hacer fracasar la Operación Estrella Polar ordenada por Stalin , así como evitar una ruptura del Frente Oriental después de haberlo dejado el XVIII Ejército Alemán desprotegido, lo que hubiese ocasionado un colapso total en el Grupo de Ejércitos Norte para las potencias del Eje. No obstante y si por algo destacaron los combatientes ibéricos en un lugar tan distante de Rusia, fue por resistir en unas condiciones terribles y de inferioridad numérica y material a un enemigo inmensamente superior, escribiendo una de las páginas más brillantes y heroicas de la historia militar española, recibiendo un total de 4.732 condecoraciones alemanas a soldados y oficiales de la División Azul.

Cuarenta y cinco heroicos camaradas voluntarios de la gloriosa División Azul habrán llegado a Cartagena cuando este periódico esté en la calle. Son 45 conciudadanos que vuelven a sus lares después de dejar el nombre de España, en los frentes de Rusia, a la altura que a nuestra Patria corresponde por su Historia y por su valor y valer raciales (Nota de prensa de la época).

A consecuencia de las grandes pérdidas humanas que supuso la intervención en la guerra y a la presión sobre el régimen franquista la División Azul se retiró a Alemania y luego se disolvió. Posteriormente una nueva formación de voluntarios llamada Legión Azul permaneció en combate en el Frente Oriental, adscrita a la 121.ª División de Infantería hasta marzo de 1944, siendo también disuelta.

Ricardo Aller Hernández

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2 thoughts on “LA DIVISIÓN AZUL, LOS «ANDRAJOSOS» DE KRASNI BOR”

  1. El heroismo español de los divisionarios azules llego hasta la Guerra de las Malvinas. Entre los 78 españoles que participaron en ella (todos tripulantes de buques mercantes argentinos) 2 murieron en combate: el gallego Manuel Olveira Insua y el canario Rafael Luzardo Barrios (ambos Heroes Españoles de la Marina Mercante Argentina, condecorados post mortem con la medalla “La Nacion Argentina al Muerto en Combate”.
    Rafael Luzardo habia sido integrante de la División Azul 3 veces condecorado precisamente por Krasny Bor

  2. Parecía que el autor era especialista en otras épocas de la Historia de España, pero este artículo es excelente.

    Dejando al margen las valoraciones políticas que se han hecho de la División Azul, (si Hitler era un loco, Stalin no le quedaba a la zaga) nadie debería negar que en aquella época de la Historia de nuestro país, españoles muy jóvenes derrocharon valor como muestra el artículo sobre el soldado Ponte: Nadie muestra más amor que el que da la vida por los demás.

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