Padre Martín, misionero en Tucumán, Argentina

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Introducción:

Martín Martín Martín-Tereso (Sonseca, Toledo, España; 11 de noviembre de 1923; san Miguel de Tucumán, Argentina; 25 de junio de 2011)​ fue un sacerdote español que se dio a conocer en la provincia de Tucumán en Argentina por su carácter bondadoso y su curioso nombre.

Breve biografía del P. Martín

El siervo de Dios Martín Martín Martín-Tereso nació en Sonseca (España) el 11 de noviembre de 1923. Después de estudiar en el Seminario de Toledo, ingresó en la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús con el deseo de vivir la santidad sacerdotal. Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1949 y realizó su primera consagración a la Hermandad el 16 de julio del mismo año.

A lo largo de treinta y siete años ejerció su ministerio como formador en diversos seminarios: Sanlúcar de Barrameda (España), Segovia (España), Florida (Uruguay), Petrópolis (Brasil) y Tucumán (Argentina). Asumió diversas y variadas responsabilidades, tales como prefecto, profesor, director espiritual, administrador y vicerrector. Disfrutaba de manera particular como director espiritual y se caracterizó por ser un formador que predicaba con el ejemplo.

Durante ocho años vivió en Buenos Aires dedicándose a diversos ministerios, colaborando en algunas parroquias y acompañando a varios grupos y movimientos como Acción católica, Movimiento familiar cristiano, Cursillos de Cristiandad, Obra Manuel Domingo y Sol, etc.

Parroquia de Ntra. Sra. de Montserrat en Tucumán

Desarrolló su ministerio sacerdotal como vicario parroquial en la Parroquia de Ntra. Sra. de Montserrat en Tucumán durante los últimos diecinueve años de su vida. Se entregó totalmente a la atención espiritual de los fieles y, de manera particular, a los enfermos. Sus ministerios fueron también muy variados: Servicio sacerdotal de urgencias, asesor y asistente espiritual de grupos de matrimonios y del Movimiento familiar cristiano, colaborador en Cursillos de Cristiandad, Cursillos de novios, Acción Católica, Movimiento Puente y Movimiento Círculos de Juventud. Asimismo, acudía a la Cárcel de mujeres, al Convento de las Carmelitas descalzas, a la Comunidad de las Hermanas del Huerto y era capellán del Instituto de Orientación Juvenil Buen Pastor colaborando también en otros colegios parroquiales.

El Siervo de Dios se caracterizó en todo momento por ofrecer su tiempo a los demás como signo de la entrega total de su vida. Afirmaba que “trabajar para Dios no tiene horario” y por ello se multiplicaba para responder a todas las llamadas que recibía.

La fuente de su ministerio sacerdotal era la oración, la adoración a Jesús Sacramentado y una profunda espiritualidad mariana, que compartía con los fieles a través de rosarios y denarios que elaboraba él mismo.

El amor de la ciudad de Tucumán

La ciudad de Tucumán y sus gentes lo han querido desde siempre. Y así lo expresa el hecho de que el 6 de noviembre de 2006 fuera nombrado “Mayor notable de Tucumán” por la Honorable Legislatura de Tucumán. “El Padre Martín es conocido por su permanente actitud solidaria con los enfermos, visitando los hospitales públicos para llevar alivio y una palabra de aliento para los pacientes, familiares y deudos. Su modestia, humildad y vida comprometida con la pobreza han dado sobradas muestras de servicio y entrega para con nuestra provincia, mereciendo el reconocimiento de todos nosotros”, rezaba la resolución del Poder Legislativo tucumano.

El 25 de junio de 2021 se le dedicó una rotonda ubicada en la intercesión de las calles Ecuador y Estado de Israel.

Goza de una fama de santidad auténtica y bien difundida en una porción muy significativa del Pueblo de Dios, especialmente en la Archidiócesis de Tucumán, donde vivió y ejerció su sacerdocio durante cuarenta y cinco años. Desde el momento de su muerte, numerosos testimonios espontáneos sobre su santidad lo reconocían como “un santo en vida”.

Otros detalles de su vida: Vida sobre ruedas.

Ordenado sacerdote el 11 de junio de 1949, se consagró a la Hermandad de Sacerdotes Operarios un mes más tarde. En esta institución desarrolló su ministerio a lo largo de toda su vida, primero en varios seminarios de España, Uruguay y Brasil. Pero, sobre todo, en Argentina, donde trabajará más de un cuarto de siglo.

La vida de don Martín es el testimonio de una vida de entrega a Dios con la alegría de cada día. Es conocido por todos los que en una ocasión le regalaron una bicicleta y al poco tiempo la donó a alguien que la necesitaba y así tantos gestos de pobreza y de austeridad en los que quería vivir porque dependía solamente del amor de Dios.

Entre las autoridades se conocía y valoraba al padre Martín, era un personaje popular, el «padre de la bicicleta», porque siempre se desplazaba en una; más tarde el apelativo sería «el santo de la bicicleta». A cualquier hora estaba dispuesto a visitar a los enfermos graves que se lo pedían, uno de los servicios que más le agradecieron creyentes y no creyentes.

Fue en los últimos años de su vida en Tucumán (Argentina) el momento en el que entre la población fue creciendo el cariño, el reconocimiento y, poco a poco, la fama de santidad de Martín. Falleció la tarde del 25 de junio de 2011 de un repentino infarto. La noticia de su fallecimiento se esparció con rapidez y la gente acudió en masa a su capilla ardiente y sus funerales.

Carolina Campillay

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