Un relato sin par del Camino de Santiago.

Leyenda de la Fuente Reniega

En la cuarta etapa del Camino Francés, a casi 13 km de Pamplona, se encuentra la Fuente Reniega, es clave de uno de los mitos del Camino de Santiago más famosas. Según este cuento de la cultura jacobea, un peregrino estaba realizando la dura subida, en pleno verano, al alto del Perdón.

Al llegar al alto del Monte del Perdón, sediento y agotado, solo encontró tierra y polvo. En ese momento se le apareció el diablo disfrazado de joven caminante y el peregrino le preguntó dónde podía conseguir algo de agua. El demonio rápidamente ofreció al moribundo peregrino calmar su sed si éste renegaba de Dios.

Según la leyenda de la Fuente Reniega, el peregrino se negó a renunciar a su fe en Dios. Fue entonces cuando el diablo trató de tentarlo de nuevo, pidiéndole que renunciase a la Virgen María, si quería calmar su sed. El moribundo peregrinó volvió a rechazar su ofrecimiento.

Satanás, convencido de que lograría que el peregrino renunciase a su fe, le hizo una tercera oferta. “Si olvidas tu devoción por Santiago el Mayor, calmaré tu sed y evitarás la muerte”, le dijo el diablo. A pesar del deseo que tenía de beber agua, el peregrino dijo que no otra vez.

El sediento hombre, viéndose agotado y débil, y ante el alto precio que le pedía el diablo por facilitarle agua, imploró al cielo en busca de ayuda. Cuenta la leyenda de la Fuente Reniega que en ese instante, el diablo desapareció envuelto en una nube de azufre.

Ante los ojos del sorprendido peregrino, apareció Santiago el Mayor vestido de peregrino. El apóstol hizo aparecer, en el lugar, en la subida hacia la cima del Monte, una fuente de la que emanaba agua fresca y limpia. Con ella dio de beber al peregrino, utilizando su propia vieira.

Otros milagros de la Fuente Reniega

Esta no es la única de las leyendas de la Fuente Reniega. En este lugar del Camino de Santiago se han producido otros milagros. Según los campesinos de esta región, el agua de la Fuente Reniega ha salvado a muchos peregrinos que llegaron a ella gravemente enfermos. También dicen que la Virgen del Perdón obra milagros entre los vecinos de esta zona del camino del Santiago el Frances.

Leyenda de la sombra del peregrino

Otra de las historias del Camino de Santiago más conocidas acontece en el corazón de la ciudad de Compostela, junto a la Catedral de Santiago. Nos referimos a la leyenda de la sombra del peregrino, también conocida como la leyenda del peregrino fantasma.

Este cuento jacobeo nos habla de amor, del romance que vivieron un cura y una monja de clausura. Esta historia se desarrolla en al Plaza de la Quintana, una de las plazas más visitadas al final del Camino de Santiago, después de la plaza del Obradoiro.

La más versión más extendida de esta historia nos cuenta que un sacerdote de la Catedral se enamoró de una monja de clausura del cercano Convento de San Paio. Los enamorados se citaban utilizando un pasadizo subterráneo que unía ambos templos.

El clérigo, cansado de esa situación de clandestinidad, le propuso a su amada huir juntos y formar una nueva vida. Los amantes se citaron al caer la noche en la Plaza de la Quintana.

Él acudió a la cita con la indumentaria de peregrino, para no llamar la atención por los caminos. Sin embargo, ella nunca se presentó. Desde ese día, el sacerdote, vestido de peregrino, vuelve cada noche al lugar de encuentro a esperar por su enamorada, por si alguna de estas noches decide acompañarle.

Dicen que a él pertenece la sombra, que al caer el sol, puede verse en la Plaza de la Quintana. Concretamente, en la base de la Torre del Reloj, junto a la Puerta Santa. Si te fijas bien, verás la figura de un peregrino, con su sombrero y su bastón.

Otras historias de la sombra del peregrino

Otras historias señalan que la sombra pertenece al alma de alguna de las personas que se hallan enterradas en el antiguo cementerio que se encontraba en la Plaza Quintana. O que pertenece a una de las personas que fueron condenadas a la hoguera durante la Inquisición, cuya quema se realizaba en esta plaza.

Entorno a la leyenda de la sombra del peregrino también gira otra conocida historia del Camino de Santiago.

El Milagro de la Eucaristía (o Milagro Eucarístico) también es conocido como el Milagro del Santo Grial. Esta historia del Camino de Santiago acontece en la iglesia O Cebreiro, en el Camino de Santiago desde Villafranca del Bierzo.

Milagro Eucarístico de O Cebreiro

Según la leyenda del Milagro Eucarístico, en el año 1300, vivía en la zona Juan Santín. Este vecino de O Cebreiro tenía su casa en la aldea de Barxamaior, ubicada a casi tres kilómetros de la iglesia.

El hombre era tan creyente que acudía a misa siempre, incluso los días en los que el mal tiempo hacía del recorrido, desde su casa a la iglesia de O Cebreiro, un auténtico infierno. Cuenta la historia del Milagro del Santo Grial que una noche en la que los caminos estaban repletos de nieves, el cura del templo pensó que nadie asistiría ese día al culto.

Para asombro del párroco, Juan Santín sí lo hizo. Aunque para ello tuvo que recorrer los tres kilómetros que separaban su casa del templo que, con la fuerte tormenta que azotaba la zona, se habían convertido en inhóspitos.

Cuando el devoto feligrés entró en la iglesia, el clérigo menospreció el esfuerzo que éste había realizado y burlándose de él dijo:

“¡Cuál viene este otro con una grande tempestad y tan fatigado a ver un poco de pan y de vino!”

Ante estas palabras, se obró el famoso Milagro de la Eucaristía. Dicen que cuando el feligrés estaba a punto de tomar la hostia, ésta se convirtió en carne, al tiempo que el vino que se hallaba en el cáliz, se transformó en sangre. Se cree que el milagro se obró para castigar la falta de fe y de caridad del cura.

En la actualidad, tanto la hostia como el cáliz se guardan en la Capilla del Milagro. En recuerdo de este milagro del Camino de Santiago, también descansan los restos de los dos protagonistas del milagro.

La leyenda de la Fuente Mojapán

La Fuente Mojapán se encuentra en la etapa 11 del Camino Francés, la que comienza desde Villafranca Montes de Oca. Cuenta esta historia del Camino de Santiago que un grupo de hombres que se dirigían a Santiago de Compostela, decidieron pasar noche en Villafranca.

A la mañana siguiente, cuando el grupo de peregrinos se despertó se dieron cuenta que uno de ellos había desaparecido y que con él se había llevado el zurrón en el que guardaban la poca comida que tenían: unos mendrugos de pan seco.

Los hombres salieron en busca del peregrino fugitivo y lo encontraron muriendo de asfixia junto a la Fuente del Mojapán. Según cuenta esta historia jacobea, el peregrino que robó el pan, al llegar a la fuente, trató de ablandarlo para comérselo, pero ésta, repentinamente, dejó de emanar agua.

Ante ello, el hambriento peregrino decidió machacar el pan y comerse las migas. La bola de pan que formó en su boca se atragantó en su garganta y a punto estuvo de asfixiarlo si no es por llegada de los otros peregrinos.

El grupo, al llegar a la Fuente Mojapan, y encontrarse a su compañero en tal apuro, en lugar de castigarlo por haberles robado el pan, decidieron socorrerlo en honor al Apóstol Santiago, patrón de los peregrinos. Dicen que en ese instante, se obró el milagro y la Fuente Mojapan comenzó a brotar nuevamente.

Historias del Camino Portugués por la Costa: la abadesa Berengaria

Esta es una de las primeras historias del Camino de Santiago que descubrirás si te animas a hacer el camino Portugués por la costa. Este milagro jacobea acontece en la primera etapa, junto a la localidad de Vila do Conde (Portugal).

Según dicen, durante muchos años la abadesa Berengaria estuvo al frente del Convento de Santa Clara. Sus comienzos no fueron en el puesto no fueron fáciles.

La leyenda del Convento de Santa Clara cuenta que a finales del siglo XIV, la vida en el claustro estaba dominada por el placer y la desidia. Las monjas no cumplían con sus trabajos y tampoco respetaban las horas de oración.

En este entorno, la hermana Berengaria era una excepción. Ella seguía el ejemplo de las hermanas que la había precedido y se mostraba humilde y cumplidora. Cuando la abadesa que gestionaba el convento, en aquella época, murió, las monjas se vieron obligadas a elegir una nueva abadesa.

Ninguna de ellas quería otra compañera fuese la nueva abadesa, así que a pesar de que muchas se presentaron al puesto, cuando llegó el día de votar, muchas dieron su voto a la hermana Berengaria. Las monjas estaban seguras de que ella sería incapaz de desarrollar las funciones de abadesa y que, de este modo, conseguirían aplazar la asignación del nuevo cargo.

Sin embargo, cuando Berengaria supo que había sido elegida, decidió aceptar el puesto, a pesar de no haberse presentado voluntariamente. Las monjas del convento se burlaron de ella y le confesaron que solo habían tratado de ridiculizarla con los votos. Negándose, por tanto, a seguir sus órdenes.

Ante esta situación, Berengaria suplicó a las anteriores abadesas, cuyos restos descansaban en el convento, que le mostrasen obediencia. Cuenta la leyenda de la abadesa Berengaria, que en ese instante las antiguas abadesas se levantaron de sus tumbas y mostraron sumisión.

El resto de monjas observó el milagro sorprendido y se arrepintieron de sus burlas. Desde ese día acataron las órdenes de la nueva abadesa y la disciplina regresó al Convento de Santa Clara.

Historias del Camino Portugués Central: el gallo de Barcelos

Esta es una de las historias más destacadas sobre peregrinos, que muestran la importante tradición que tiene el Camino de Santiago original. El milagro del gallo de Barcelos es uno de los milagros más conocidos de esta ruta jacobea en Portugal.

Según la leyenda del gallo de Barcelos, un peregrino gallego comenzó el Camino de Santiago desde Barcelos. En la localidad fue acusado de robar a un terrateniente y lo condenaron a morir en la horca.

Antes de ser ejecutado, el peregrino pidió ver al juez. Éste recibió al peregrino sentado a la mesa, donde se encontraba degustando un gallo asado. El peregrino alertó al juez sobre la falsedad de los cargos y le dijo que como prueba de ello, el gallo que estaba en su plato se levantaría y cacarearía.

El juez ignoró las palabras del peregrino y apartó el plato a un lado. En el momento en el que el peregrino estaba siendo colgado se obró el milagro del gallo de Barcelos. El gallo se levantó del plato del juez y cantó.

El juez, al darse cuenta que el peregrino tenía razón, corrió a la horca para evitar que se ejecutase la sentencia. Al llegar junto al peregrino colgado, se dio cuenta que este continuaba vivo gracias a un nudo que estaba mal hecho.

Este cuento jacobeo es el origen de uno de los símbolos más famosos de Portugal, el gallo de Barcelos. Si visitas el país podrás encontrar coloridas cerámicas de gallo.

Carolina Campillay