GUILLERMO TIMONER OBRADOR, EL PRIMER ARCOIRIS ESPAÑOL

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GUILLERMO TIMONER

Entre los mallorquines universales figura con letras de oro Guillermo Timoner Obrador, un ciclista mallorquín, especializado en pruebas en pista tras moto stayer, que consiguió seis títulos de campeón y dos subcampeonatos (medalla de plata) del mundo, entre 1955 y 1965, así como 24 veces campeón de España. Fue leyenda del ciclismo mundial y de los velódromos, siendo conocido como “El mallorquín volador”.

Federico Martín Bahamontes, “El Águila de Toledo”, que falleció el 8 de agosto 2023, era la referencia española del ciclismo de carretera, mientras que Guillermo Timoner que murió a los 97 años en su tierra, apenas dos semanas más tarde, fue el indiscutible rey de la pista durante aquellos años en los que el ciclismo y el fútbol eran los únicos deportes en los que España sobresalía a nivel internacional. Federico era una fuerza de la naturaleza, como los torrentes, como los volcanes, como los rayos y los truenos. Se lo decían sus compañeros, “si yo tuviera tus piernas, Federico”, como hizo Amalio Hortelano después de disputar una americana en el velódromo del Palacio de los Deportes de Madrid, en la que ni Poblet, ni Bover, los más grandes en la pista, pudieron cogerle una vuelta.

EL PERSONAJE

Guillermo Timoner Obrador nació el 24 de marzo de 1926, en Felanitx (Mallorca, Islas Baleares), hijo de labradores, trabajando por ello en el campo hasta los quince años. A los seis montó por vez primera en bicicleta, usando la que utilizaba su padre para ir al campo. Con doce años, su progenitor. Juan Timoner, le compró su primera bicicleta en Manacor y de esta forma Guillermo pudo correr su primera carrera en 1939, sin licencia, por la poca edad que tenía. En casa le pusieron el nombre de “la bici de la cerda”, porque el dinero para su compra salió de la venta de una marrana que su padre engordó para tal fin, y con las 510 pesetas que le dieron compró la primera bicicleta para su hijo.

Harto de escuchar a su retoño que quería participar en una carrera ciclista, el padre consintió finalmente, aunque a condición de que ganase. Y así fue, una vez inscrito en el circuito de S´Horta, localidad cercana a su pueblo natal, Guillermo ganó aquella su primera carrera, presentándose luego en casa con el pollo que le dieron como premio. Espoleado por aquella victoria, semanas más tarde acudió a la pista del velódromo de Campos del Puerto, venciendo en la modalidad de “meta partida” y llevándose el premio de 20 pesetas.

En sus tiempos, el ciclismo en España era un deporte prehistórico y Guillermo ejerció de carpintero antes de coger la bicicleta para ayudar a la economía familiar. Pero aquel oficio le duró poco, porque a los diecisiete años se proclamó Campeón de velocidad de Baleares y pudo dedicarse por completo al ciclismo. Una decisión acertada, ya que en 1945 se adjudicó sus primeros títulos nacionales, conquistando en Tortosa el Campeonato de España tras moto comercial y, más tarde, en Palma de Mallorca, él detrás de moto Stayer. Desde allí y hasta 1950, Timoner sumará trece títulos nacionales entre los de moto Stayer, moto comercial, velocidad, medio fondo y persecución.

En 1941 le dan la licencia de ciclista profesional, el cual fue hasta 1971. Con 18 años gana su primer campeonato de España de los 24 títulos que obtuvo. Se decidió por la pista, porque era lo que más le gustaba, pero también ganaba en carretera. Tras militar en varios equipos entre 1944 y 1957, fichó por FAEMA (1958-1960), después por IGNIS (1961-1968) y en 1983, cuando contaba con 57 años, fue fichado por el TEKA para la disputa de las pruebas de pista que habría y sobre todo pensando en el campeonato del mundo que se disputaría en Barcelona en 1984, equipo con el que permaneció hasta 1985.

Francisca Valcaneras Ripio

En 1950 contrajo matrimonio con Francisca Valcaneras Ripio y cinco años más tarde nació su hija Margarita, un mes después de que su padre se adjudicase su primer título de Campeón del Mundo de medio fondo en el Vigorelli de Milán, el día 26 de agosto de 1955.

Cuando ganó el primer campeonato del mundo en 1955 en Milán fue todo un acontecimiento, el ciclismo español era tercermundista, no se había ganado nada. Ni un Tour, ni un Mundial, ni siquiera una clásica. Este campeonato le abrió las puertas del éxito. Pero hasta este día el apoyo fue mínimo, Timoner se tuvo que pagar todos los gastos de su bolsillo. La Federación Española de Ciclismo sólo aceptó inscribirle en el campeonato del mundo, pero por lo demás le dejó a su suerte.

No había dinero ni un solo duro para las pruebas de pista. Eso sí, cuando fue recibido por Franco como campeón del mundo todos quisieron estar junto a él para la foto. Siendo campeón las cosas se arreglaron mejor y paso de tener que buscar carreras y dinero a tener que desechar carreras por falta de tiempo y a ofrecerle dinero para que participara en carreras. Timoner fue el pionero que abrió la puerta a la casta de grandes campeones que salieron después en la nación. Compañero de generación de los Bahamontes, Company, Gual y la generación de oro del ciclismo mallorquín, fue quien destacó por encima de todos en la pista.

A partir de entonces le reclamaron todos los velódromos del mundo. Así, firmó un contrato para correr en Ámsterdam, a razón de 200.000 francos por reunión, y la Federación Española le proclamó mejor ciclista del año. Después llegaron para él años difíciles, ya que, durante tres años consecutivos, por unas u otras razones, se quedó a las puertas del título mundial, siendo segundo en Copenhague, Lieja y París.

Timoner y Bahamontes

En Zaragoza, en el Critérium de los Ases de 1957, venció a Bahamontes, Suárez, San Emeterio, Charly Gaul y otros. En 1959, en el estadio Santiago Bernabéu, donde habían colocado un peralte detrás de cada banderín de córner, ganó a Bahamontes delante de cien mil espectadores. “Yo he sido un comodín del ciclismo, capaz de ganar al más pintado en cualquier terreno”.

En el velódromo de Anoeta, 1965

En Ámsterdam, la capital holandesa, revalidó en 1959 su título de Campeón del Mundo tras moto, al igual que hizo en Leipzig, al año siguiente, y en Milán, en 1962. Para entonces el Gobierno español ya le había concedido la Medalla de Plata al Mérito Deportivo (1956) y fue nombrado caballero de la Orden de Isabel la Católica (1959). Pero tantas alegrías no estuvieron exentas de alguna tristeza, porque en 1961, en los Seis Días de Madrid, sufrió un accidente en el que se fracturó la clavícula, el húmero y el hombro, lo que le obligó a estar largos meses inactivo. No obstante, en 1964, en el Parque de los Príncipes de París, se proclamó Campeón del Mundo de medio fondo, y al año siguiente, en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián se proclamó Hexacampeón del mundo a sus treinta y nueve años.

Conquistó siete veces el Gran Premio de las Naciones (1959, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964, 1965 y 1966), dos el Criterium de Asos (1953 y 1957), el Gran Premi de Mallorca (1963), de Europa (1964), de Amberes (1965) y el Ciutat de Palma (1965), entre otros muchos títulos.

Guillermo Timoner se retiró en 1968, tras sufrir un grave accidente cuando estaba entrenando. Apartado de la competición, que no del ciclismo, pues seguía entrenando a diario, durante algunos años se dedicó a los negocios. Luego, en 1983, cuando contaba cincuenta y siete años, volvió a competir, ganando el Campeonato de España.

Ya en 1985, consiguió su última gran victoria al imponerse en el Campeonato de Europa en la categoría de veteranos, a los sesenta y nueve años de edad, retirándose luego de la competición de forma definitiva. Será recordado, en todo caso, como uno de los mejores ciclistas especialistas en la disciplina de pruebas en pista tras moto de todos los tiempos, en cuyo palmarés destaca el hecho de que fuera seis veces Campeón del Mundo en distintas modalidades y veinticinco veces Campeón de España.

Velódromo de Milán

Entre los recuerdos más preciados de Timoner está el récord mundial de velocidad. Entre los récords que ha tenido como ciclista en pista, hay que sumar el récord mundial de velocidad de 1960 al hacer los 100 kilómetros en un tiempo de 1 hora 12 minutos y 59 segundos. También es de apreciar el récord de 1 kilómetro en 1955, que establecía en 38 segundos, a una media de 93,350 kms. a la hora, en el velódromo de Milán (Italia). Este velódromo es el mismo que trece años antes Coppi estableció el récord de la hora.

Corrió mil doscientas carreras a lo largo de su larga vida profesional. En 1971 se retiró del ciclismo profesional y fue desde 1971 y 1978 seleccionador nacional de ciclismo en pista.

El 4 de agosto de 1984, en el velódromo de Algaida se disputaba el campeonato de España de pista. Timoner tenía 58 años y uno de los espectadores era su nieta Silvia Picornell Timoner, de tres años, estaba en brazos del ciclista en el momento de subir al podio. Timoner corrió por delante de la pareja Herranz-Mora, que abandonó tras ser doblada dos veces por el campeón.

Hacia 39 años (1945) que consiguió su primer título nacional, en Tortosa (Tarragona). El seleccionador nacional, Carlos Pérez convocó a Guillermo Timoner para los próximos Campeonatos del Mundo de Ciclismo, que tendrían lugar en Barcelona a finales de agosto de 1984 al haberse ganado la plaza. El veterano Guillermo Timoner participó y como era de esperar, no llegó a la final al retirarse en la serie de repescas a menos de mitad de carrera. Al final pidió disculpas, pero a él su cuerpo le pedía bicicleta y él todavía tenía edad para complacerse.

Puig de Sant Salvador,

Una de las pasiones de Guillermo Timoner era subir al altozano del Puig de Sant Salvador, desde donde se divisa los cuatro puntos cardinales de la isla de Mallorca, de Formentor a Andraitx, de Capdepera a Santanyi, pasando por Palma. El Santuario de Sant Salvador o de la Mare de Déu de Sant Salvador se encuentra ubicado en la cumbre de la montaña del mismo nombre, a 509 metros de altura. Se llega a él después de 3 kilómetros de aproximación desde Felanitx. Al llegar al Santuario se puede apreciar la grandiosidad del monumento a Cristo Rey, que fue inaugurado en 1934.

Otra de sus pasiones era contemplar los maillots arco iris con los que ganó nada menos que seis campeonatos del mundo tras moto stayer. Devoto de la Virgen del Puig de Sant Salvador, a la cual iba a concentrarme y a rezar antes de un campeonato del mundo, le regaló uno de sus maillots de campeón del mundo. En el santuario de Sant Salvador, ubicado en Felanitx, su pueblo natal, se exhiben sus seis maillots arcoíris que le acreditan como campeón del mundo, joyas del museo que regaló en su día como ofrenda a la Virgen del Puig.

Una vez se llega al patio interior, se puede observar, en el rellano superior desde donde se accede al comedor, toda la serie de maillots de campeón de mundo de Guillermo Timoner enmarcados y perfectamente identificados con el año de su consecución, que en su día fueron donados al Santuario. Un pequeño museo, una exposición permanente que recuerda la devoción del gran Timoner por la Virgen: “Mi fe en vos fue la causa de mi triple triunfo de Campeón Mundial. Lejos de vos, excelsa Madre, cuando lejos de mi patria pedaleaban mis piernas en ansias de triunfo, de mi corazón salía siempre la misma oración, que muy quedo musitaban mis labios resecos, bañados muchas veces con lágrimas de emoción, pedía vuestra divina protección, que nunca me faltó. Aceptad pues, Virgen de Sant Salvador, este jersey, símbolo de campeón como homenaje fervoroso de vuestro humilde Guillermo Timoner”

La primera gran leyenda del deporte mallorquín, el primer oro mundial español, nos dejó el 17 de agosto 2023. La llama del arcoíris del campeón se apagó definitivamente.

Jaime Mascaró

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