Guatemala ha sufrido el azote de movimientos telúricos a lo largo de su historia. La catedral del país centroamericano es el mejor ejemplo de cómo sobrevivir a tanta adversidad. La primigenia catedral fue la de San José, en Santiago de los Caballeros, más conocida como Antigua, la capital original que fue devastada por los terremotos de Santa Marta de 1773, obligando a trasladar la ciudad a Nueva Guatemala de la Asunción. Ni la prevención de los constructores, que levantaron un edificio de sólidos muros, logró evitar su destrucción. Pese a todo, las ruinas aún muestran orgullosas la belleza de su traza original. El traslado debió superar la oposición del Arzobispo de Guatemala, temeroso de que las órdenes regulares perdieran sus réditos.
Visto el resultado, las autoridades decidieron levantar una nueva catedral, esta vez encomendada al Apóstol Santiago, también de sólida construcción, en el nuevo emplazamiento. La Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santiago de Guatemala, antigua Catedral Metropolitana de Centroamérica, ubicada en la Plaza de la Constitución, en pleno casco histórico de la capital guatemalteca, fue construida en tiempo récord, entre 1782 y 1815, si bien las torres no fueron concluidas hasta 1867.
El arquitecto Marco Ibáñez, el delineador Antonio Bernasconi -quien llegó desde España en julio de 1777- y el ingeniero Joaquín de Isasi tuvieron a cargo el levantamiento de los planos de la nueva Catedral de Santiago y después de dos años lograron que los planos fueran aprobados por Real Cédula del 6 de noviembre de 1779, la que arribó a Guatemala en febrero de 1780.
El arzobispo de Guatemala, Cayetano Francos y Monroy, bendijo el solar y colocó la primera piedra de la Catedral en 1782
De estilo neoclásico, sus gruesas paredes y columnas -de hasta un metro de espesor- han logrado resistir la cólera de la tierra. Especialmente dañinos fueron los devastadores terremotos de 1917 y 1976, obligando a acometer importantes reparaciones. Lo que no se pudo recuperar fueron las estatuas de cada uno de los doce apóstoles (de dos metros de altura), derribadas de sus pedestales por el seísmo de principios del siglo XX. Únicamente se conservan, en el frontal de la catedral, los doce pilares que sostenían a los apóstoles.
Uno de los bienes más preciados de la catedral es uno de los pocos órganos tubulares sobrevivientes de la primera mitad del siglo XX, de la casa Walcker de Alemania, que data de 1937.
El 15 de marzo de 1815 fue llevada procesionalmente desde su trono en la Provisional Catedral en el Beaterio Santa Rosa la venerada imagen de Nuestra Señora del Socorro, la cual fue colocada en el altar principal de su capilla, en donde ha permanecido desde entonces.
En 1860, fue colocado el nuevo altar de mármol de Carrara, el cual sustituyó al antiguo Altar Mayor que era de madera dorada y dimensiones mayores. El antiguo altar fue trasladado al Beaterio de Santa Rosa.3
Del bronce de los cañones del fuerte de San José fue fundida la campana mayor de la Iglesia Catedral, la cual fue bendecida en 1871, en celebración del Concilio Vaticano I, y desde entonces es conocida como «La Chepona”.
La Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santiago de Guatemala luce orgullosa su robusta figura, cuyos muros han visto todos los avatares de la Historia de Guatemala.
Jesús Caraballo
Muy interesante. Aquella tierra y sus terremotos hacen más duras a las personas de Guatemala.
Muchas gracias por esta bonita e histórica reseña de la catedral de Guatemala.