Los primeros europeos de los que se tienen constancia escrita en pisar el actual territorio de Texas, fueron españoles. Pertenecían a la expedición organizada por Pánfilo de Narváez cuyo objetivo era el de colonizar La Florida y que terminó en completo fracaso, ya que tan solo cuatro personas sobrevivieron a la empresa.
En 1526, Carlos V había otorgado a Pánfilo de Narváez una licencia para explorar, reclamar para el imperio y colonizar, lo que hoy es la costa del Golfo de Méjico que actualmente pertenece a los Estados Unidos. La licencia tenía validez para solo un año y no estaba dotada por ninguna asignación presupuestaria. Todos los gastos debían ser sufragados por Narváez y no costaba nada al erario imperial.
Dada la premura de tiempo, Narváez tuvo dificultades desde el primer momento para realizar una planificación detallada de la expedición, pero consiguió salir de San Lucar de Barrameda, con 450 soldados y 150 marineros y mujeres, ya que entonces no estaba permitido que los casados viajaran a América sin sus esposas y además aquella era una expedición de colonización.
Después de diversas vicisitudes, la armada consigue salir de Cienfuegos en 1528, pero no consigue entrar en La Habana para reavituallarse. Narváez decide continuar, a pesar de ir escasos de víveres. Llegan a la bahía de Tampa el 12 de abril de 1528. A partir de ahí, todos son desgracias y errores de bulto en las decisiones.
Pierden los barcos, pero conservan todavía las energías suficientes como para construir nuevas embarcaciones, utilizando la madera local y fundiendo las armas para fabricar los herrajes necesarios. Las velas se hacen utilizando las camisas de los expedicionarios.
Se embarcan, pero dadas las precarias condiciones de las embarcaciones y su sobrecarga, deciden costear y dirigirse hacia el Oeste en lugar de intentar cruzar hacia Cuba. El 6 de octubre de 1528, naufragan en la isla de Galveston, actualmente en el estado de Texas. Fueron los primeros europeos que pisaron este estado y que pudieron contarlo.
Los náufragos quedaron a merced de los aborígenes de la zona y al cabo de poco tiempo solo quedaban vivos cuatro. Alvar Nunez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y Estebanico
Con Cabeza de Vaca como jefe del grupo, inician un gigantesco periplo que les lleva a atravesar los estados de Texas, Nuevo Méjico y Arizona, así como del norte de Méjico. Finalmente encontraron un asentamiento español cerca de la costa del Pacifico en Culiacan. Era el año 1536. Habían pasado caminando ocho años.
Cabeza de Vaca escribe años después un libro describiendo sus peripecias y es el primer documento etnográfico de aquella parte del mundo. En él, se hace la primera descripción de los bisontes y de las costumbres de unos indígenas que vieron su mundo desaparecer, con la llegada de los aborígenes que, como los apaches y comanches, habían aprendido a hacer uso del caballo como arma militar.
En esta historia hay muchas cosas curiosas, pero a mí me gustaría poner el foco en una de ellas. La personalidad de uno de los sobrevivientes. Me refiero a Estebanico. ¿Qué se esconde bajo este nombre? Pues resulta que era un esclavo africano de raza negra. Según parece era el criado de uno de los participantes en la expedición, Andrés Dorantes de Carranza. Este también sobrevivió a la aventura, pero sus destinos a partir de este momento divergieron.
Lo que es extraordinario, para una persona de raza negra y de orígenes esclavos, es que no solo mantuviera su libertad personal sino que incluso participara en nuevas expediciones con bastantes prerrogativas. ¡Esto nunca hubiera sucedido en el mundo anglosajón, francés o mucho menos alemán!
De hecho, Estebanico, paso a servir al Virrey Antonio de Mendoza, quien le encargó ayudar a Fray Marcos de Niza, en la búsqueda de las míticas ciudades de Cibola. Murió en 1539, cuando, adelantado a la expedición de este último, se quiso aprovechar de sus poderes, para hacerse de un particular harén con las mujeres locales. Eso no se lo perdonaron los varones.
Manuel de Francisco Fabre
Álvar Núñez Cabeza de Vaca – Wikipedia, la enciclopedia libre
Naufragios / Álvar Núñez Cabeza de Vaca | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (cervantesvirtual.com)
00030021.pdf (me.gov.ar)
Breves y muy interesantes.