La batalla de Centla, fue un encuentro entre las huestes de Hernán Cortes y los indígenas de Potochan en el actual Tabasco y tuvo diversas consecuencias. Una de las más curiosas y de mayor impacto fue el encuentro de las huestes de Cortes con la indigena Malitzin, bautizada por los españoles como Maria y conocida en la historia como “La Malinche”.

En 1519, Cortes había salido del puerto de Santiago de Cuba, digamos que con cierta precipitación. Temía una orden directa de Diego Velázquez de Cuellar, a la sazón gobernador de la isla, que le bloquease la expedición. Su intención era adentrarse en el continente americano en base a las informaciones recabadas por las expediciones precedentes de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, que daban noticias de un lugar en el interior del continente donde abundaba el oro.

Se sabía con certeza, que en el continente habían organizaciones políticas capaces de movilizar grandes masas humanes para organizar ejércitos, pero se desconocía la capacidad tecnológica de estos. Logró organizar una expedición formada por 11 naves, con 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y negros como auxiliares de tropa.​ Llevaban 32 caballos, 10 cañones de bronce y cuatro falconetes. No tenía ni idea que se iba a enfrentar a un imperio capaz de poner en pie de guerra a decenas de miles de hombres.

Después de arribar a las costas de Tabasco, Cortes se enfrentó a la resistencia de los mayas-chontales y después de una serie de intentos de negociación, dificultado por la falta de intérpretes de calidad, se llegó a una batalla campal, que se considera la primera de ellas en el continente americano, la batalla de Centla.

La tecnología española hizo que unas centenas de combatientes españoles, derrotara sin paliativos a los miles de mayas que se les enfrentaron. Su jefe, Tabscoob, reconoció la derrota y siguiendo las costumbres de sus coetáneos, envió a Cortes unos embajadores para negociar la rendición y una serie de regalos. Entre los regalos habían unas veinte jovencitas y entre ellas Malitzin.

Malitzin era a su vez la consecuencia de otro regalo. Taabscoob había ganado una guerra en 1513 contra una población vecina de origen náhuatl, enemigos de los mayas. En el habitual lote de regalos que Taabscoob recibió, se encontraba una niña pequeña, que permaneció en su sequito como esclava, hasta que fue cedida a los españoles, ya convertida en una joven de agradable aspecto y particular inteligencia.

No tenía ninguna simpatía por los mayas, que la habían esclavizado, y conocía diversas lenguas que se hablaban en la zona, rápidamente se hizo destacar, aprendió el español y acabó siendo un elemento clave en la conquista del imperio mexica por parte de Cortes.

El Conquistador, rápidamente detectó la inteligencia de la joven y la asignó a su círculo personal de consejeros. En el Lienzo de Tlaxcala, códice colonial tlaxcalteca, se la distingue claramente aconsejando a Cortés e incluso actuando de forma independiente. Es evidente que para los conquistadores, disponer de una traductora fiable era vital y fue esto lo que permitió a Cortes tejer una serie de alianzas con grupos étnicos descontentos con el gobierno del imperio mexica.

Doña Maria, como ella prefería ser llamada, tuvo un hijo con Cortes en 1523, que fue de hecho su primogénito, Martin Cortes Malintzin, que fue reconocido por Bula papal de Clemente VII en 1528. Martin fue educado por su padre y viajó a España, después retornó a América y heredó parte de su fortuna.

Primero, Doña Maria fue tratada como una súbdita del Imperio Español, con planos derechos, y segundo, su hijo, Martín, fue tratado de la misma forma y tuvo los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. En el Imperio Español no se hacían diferencias étnicas. No pueden decir lo mismo otras culturas que hoy pretenden dominar el mundo.

Manuel de Francisco Fabre

https://es.wikipedia.org/wiki/La_Malinche

La batalla de Centla fue el primer capítulo de la Conquista (inah.gob.mx)