Restauración de los Juicios de Residencia virreinales

Si te gusta, compártelo:

Cuando vemos el escenario político actual en España, donde cunde la corrupción y se diluyen las instituciones que podrían poner coto al abuso del poder, no puede uno sino mirar con nostalgia costumbres ha largo tiempo perdidas, como los Juicios de Residencia, una institución emblemática del Derecho castellano e indiano, por el cual, todo funcionario — autoridades municipales, gobernadores y hasta los mismos virreyes —, al dejar su puesto  todo funcionario que dejaba su puesto debían someterse al escrutinio público y rendir cuentas, para asegurarse de que no se habían beneficiado fraudulentamente de sus cargos.

El procedimiento duraba un período y los presuntos agraviados podían interponer denuncias. Las faltas detectadas eran sancionadas administrativamente y, si procedía, iba a la jurisdicción penal o contable. Hubo dos factores que contribuyeron a la efectividad de este sistema que, aunque lento debido a las distancias y comunicaciones propias de la época, resultó tremendamente efectivo, uno era la obligación de comparecer para los acusados, y la otra, la publicidad activa de todo el proceso. Su lógica era simplemente que, al tratarse de un mandato temporal que requiere justificación, es decir, no se trata de una propiedad, ni de un privilegio perpetuo, quien había administrado bienes públicos debía responder por ellos.

La lección resultó clara y determinante, cuando la Administración sabe que su gestión será sometida al escrutinio público al final de su mandato, desaparecen muchas tentaciones de lucrarse fraudulentamente y muchas oportunidades de abuso que existirían sin ese riguroso control. Ciertamente no se trataba de una simple formalidad o de puro teatro, sino que el Juicio de Residencia traía consecuencias, cuando se demostraba la comisión de un delito, naturalmente, respetando siempre la presunción de inocencia. En aquella época no existían, como ahora, juicios mediáticos o lo conocido popularmente como “pena de telediario”.

Locke

Luego pensadores como Montesquieu, Locke o los redactores de la Constitución de los Estados Unidos entendieron la división y el control del poder como una especie de vacuna contra el abuso del poder, pero mucho antes, España había emprendido una singular lucha contra la corrupción.

¡Qué pena que no se puedan re instaurar esos ejemplares Juicios de Residencia!

Jesús Caraballo

Si te gusta, compártelo:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *