Comentario a los prólogos del Manifiesto Comunista

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Cuanto mejor conozcas al contrariomejor podrás oponerte a cualquier acción que pueda venir de él, por lo que resulta recomendable la lectura de aquellos documentos que se han ido publicando por parte de los ‘ideólogos’ del comunismo/socialismo.

La lectura se puede producir desde diferentes enfoques, como puede ser política, social, geopolítico o histórico.

Este último caso ha sido el enfoque por el que empecé a leer estos documentos, pero resulta imposible no obtener conclusiones en otros aspectos según avanzas en la lectura de unos documentos, tanto si su contenido te gusta o no, han significado un hito que vienen marcando muchos acontecimientos de estos tres últimos siglos.


Carlos Marx y Federico Engels

En esta ocasión les aproximo a ‘mis comentarios’ tras la lectura de los prólogos/prefacios al Manifiesto Comunista escritos, al principio, en conjunto por Carlos Marx y Federico Engels, y tras el fallecimiento del primero daría continuidad el segundo en solitario.

¡Tampoco esperen una gran literatura!

Son bastante repetitivos y ‘machacones’ en sus ideas, como, por otro punto, era lo esperable.

Leyéndolos se pueden ir sacando diversas conclusiones.

Muy interesantes para ‘la visión de la historia de un español’, ya que somos bastante dados a castigarnos a nosotros mismos, considerándonos el foco de la mayoría de los ataques, ataques que por nuestro carácter los convertimos en algo ‘muy personal’.

Si somos capaces de dar un paso atrás y tomar cierta perspectiva, resulta mucho más fácil de comprendernos a nosotros mismos, al comprender todo lo que nos afecta a nuestro entorno.

Eso mismo nos ocurre en el actual siglo XXI, si vemos lo que ocurre en España con una perspectiva de lo que ocurre en Europa, en EE. UU.… y en el mundo entero llegamos a descifrar la lógica de las acciones negativas que afectan a España que nos impactan tanto desde el interior como desde el exterior de nuestras fronteras.

En esta ocasión debemos regresar al siglo XIX, que si en España fue un siglo ‘calamitoso’ tampoco fue menos para el resto de los países de Europa. Guerras, revoluciones, matanzas, rotura de fronteras…

Empecemos por el principio, deseando que al final de esta lectura se puedan haber quedado con algunas de las claves que han facilitado que el conflicto defendido por Marx y su adaptación a la realidad e historia destacada por Engels haya desembocado en el neo comunismo actual.

El primero de los prólogos se redacta por Marx y Engels en la edición alemana de 1872 del Manifiesto Comunista.


Primera República.

En esos años España estaba ‘desangrándose’ con las guerras carlistas, la llegada de Amadeo I de Saboya y se aproximaba el desastre de la Primera República.

Mientras el Manifiesto Comunista se publicaba en aquellos países más industrializados: Inglaterra, Alemania y EE. UU.

Tomando Marx como ejemplo la resistencia de la Comuna de París duramente castigada por las tropas prusianas, forzando a la rendición de Francia en la guerra franco-prusiana de 1870, que daría como resultado el final del Imperio francés, con la proclamación de la 3ª República, y el nacimiento del creciente Imperio alemán.

Hechos que no fueron ajenos a España, ya que el desencadenante de la guerra fueron las pretensiones prusianas de poner en el trono española a Leopoldo de Hohenzollern que hábilmente gestionado por Otto von Bismarck desembocaría en la proclamación de la guerra, tan deseada por Prusia, por parte de Francia tras los acontecimientos desencadenados por el “Incidente del Telegrama de Ems”.

El segundo, prefacio, corresponde a la segunda edición rusa de 1882.

De la lectura de esta parte del texto, se observa la confusión que en los propios autores les provocan los acontecimientos que se vienen produciendo en el gigante ruso, era conocido el atraso industrial de Rusia salvo en ciertos focos concretos, principalmente a lo largo de la costa del Mar Báltico, con el crecimiento de unas capas burguesas y proletarias aún muy incipientes, conviviendo con numerosa capa de pequeños propietarios de minifundios que representan a la mayoría de la población rusa.

Pequeños propietarios que difícilmente ven evolucionar hacia la ‘colectivización de la propiedad según los principios comunista/socialista’.

Observando de forma positiva la paulatina debilidad de la figura de los zares, anticipo de los hechos que se producirían en 1917.

El prólogo de la edición alemana de 1883, es el primero que escribe Engels tras el fallecimiento de Marx y es, básicamente, un recuerdo a su figura, destacando el principio del comunismo/socialismo como conflicto entre las clases, del proletariado frente al creciente poder de la burguesía.


Antonio Gramsci

El siguiente prefacio, el correspondiente a la edición inglesa de 1888, es realmente ‘importante’. En él se marca una serie de líneas que paulatinamente se irán desarrollando a lo largo del siglo XX, creando la base del comunismo/socialismo cultural, posteriormente desarrollado por Antonio Gramsci.

El comunismo/socialismo ya es una realidad extendida por todo el continente…

La Internacional estuvo obligada a sustentar un programa bastante amplio para que pudieran aceptarlo las tradeuniones inglesas, los adeptos de Proudhon en Francia, Bélgica, Italia y España y los lassalleanos en Alemania”.


Partido Socialista Obrero Españo

para lo cual debieron adaptarse a las realidades locales de cada nación.

En 1879 se fundó el Partido Socialista Obrero Español. Posteriormente, en 1921 se fundaría el Partido Comunista de España, como escisión del Partido Socialista Obrero Español.

Busca un sustento ‘pseudocientífico’

“A esta idea, llamada, según creo, a ser para la Historia lo que la teoría de Darwin ha sido para la Biología, ya ambos nos habíamos ido acercando poco a poco, varios años antes de 1845”.

Como justificación al desarrollo y adaptación a las diferentes realidades.

Aceptando el principio cambiante y adaptativo del comunismo/socialismo a los tiempos y circunstancias…

“El mismo Manifiesto explica que la aplicación práctica de estos principios dependerá siempre, y en todas partes, de las circunstancias históricas existentes, y que, por tanto, no se concede importancia exclusiva a las medidas revolucionarias enumeradas al final del capítulo II.”

Este pasaje tendría que ser redactado hoy de distinta manera, en más de un aspecto.

Dado el desarrollo colosal de la gran industria en los últimos veinticinco años, y con este, el de la organización del partido de la clase obrera; dadas las experiencias prácticas, primero, de la revolución de febrero, y después, en mayor grado aún, de la Comuna de París, que eleva por primera vez al proletariado, durante dos meses, al Poder político, este programa ha envejecido en algunos de sus puntos.

¿Comprendemos ahora mucho mejor la evolución actual del comunismo/socialismo?

El comunismo/socialismo se transforma en ‘indigenismo’ desde el sur hasta el norte de América. Adaptándolo en España a la ‘racialización’ de las minorías.


movimiento ‘Me Too

El comunismo/socialismo se disfraza de ‘feminismo’ en Europa y EE. UU. Con el desarrollo de los movimientos ‘Me Too’ y ‘wokism’.

El comunismo/socialismo adopta y transforma las demandas ‘de género’ en todo occidente.

Sus principios no varían, siguen considerando básico para su crecimiento ‘el conflicto’, dando lo mismo entre quienes, lo importante es buscar la polarización y el enfrentamiento que es realmente lo esencial para conseguir el triunfo global del comunismo/socialismo.

¿Por qué poner comunismo/socialismo?

Lo dice el propio Engels: el triunfo del comunismo en 1888 ya es total frente al socialismo, ya en esos años el socialismo tan solo es la ‘marca blanca’ del comunismo

“El socialismo continental ya no nos asusta.” En efecto, los principios del “Manifiesto” se han difundido ampliamente entre los obreros de todos los países.

El desprecio de los comunistas respecto al socialismo es completo…

“En 1847 se llamaban socialistas, por una parte, todos los adeptos de los diferentes sistemas utópicos: los owenistas en Inglaterra y los fourieristas en Francia, reducidos ya a meras sectas y en proceso de extinción paulatina; de otra parte, toda suerte de curanderos sociales que prometían suprimir, con sus diferentes emplastos, las lacras sociales sin dañar al capital ni a la ganancia”

Engels,

Engels, todavía, escribiría tres prólogos más al Manifiesto Comunista.

El de 1890 a una nueva edición alemana.

El de 1892 a la edición polaca.

Y el de 1893 a la edición italiana.

En los tres se repiten las ideas ya fijadas con anterioridad por Engels; como se ha comentado, los cambios importantes se empezaron a desarrollar en la edición inglesa de 1888.

Si deseamos destacar algo de estos tres últimos, podemos volver a incidir en…

El desprecio al socialismo.

“En 1847, el concepto de “socialista” abarcaba dos categorías de personas. Unas eran las que abrazaban diversos sistemas utópicos, y entre ellas se destacaban los owenistas en Inglaterra, y en Francia los fourieristas, que poco a poco habían ido quedando reducidos a dos sectas agonizantes.

En la otra formaban los charlatanes sociales de toda laya, los que aspiraban a remediar las injusticias de la sociedad con sus potingues mágicos y con toda serie de remiendos, sin tocar en lo más mínimo, claro está, al capital ni a la ganancia. Gentes, unas y otras ajenas al movimiento obrero, que iban a buscar apoyo para sus teorías a las clases “cultas”.”

¿No es lo que ocurre en la España actual?

¿No ha asumido en España, y en toda Europa, el socialismo los objetivos del neo comunismo mundial?

El análisis premonitorio de los conflictos que se acercaban desde el norte de Europa con las crecientes tensiones que empiezan a descomponer a la Rusia zarista.

“El rápido desarrollo de la industria polaca (que deja atrás con mucho a la de Rusia) es una clara prueba de las energías vitales inextinguibles del pueblo polaco y una nueva garantía de su futuro renacimiento.

La creación de una Polonia fuerte e independiente no interesa solo al pueblo polaco, sino a todos y cada uno de nosotros. Solo podrá establecerse una estrecha colaboración entre los obreros de Europa si en cada país el pueblo es dueño dentro de su propia casa.

De igual forma que observa el deterioro en el norte de Europa, también subraya el enfrentamiento en el sur, en Italia, donde los conflictos económicos, sociales y populares se extienden sin control, surgiendo una serie de organizaciones ‘populares, democráticas y socialistas’ denominadas ‘Ligas de Trabajadores Sicilianos’ o ‘Fasci Siciliani dei Lavoratori’.

Fasci o fascio… ¿A qué les suena?

“El socialista más entusiasta entre los líderes de los Fasci era Garibaldi Bosco.”

En agosto de 1892, asistió al congreso del Partido Socialista en Génova y, a su regreso, purgó obedientemente su Fascio de sus miembros anarquistas y otros miembros no socialistas.


Napoleón Colajanni

Su ideal de un frente democrático unido fue compartido por el padre del socialismo siciliano, Napoleón Colajanni«.

“Colajanni fue el principal político radical de Sicilia. Apoyó a los Fasci Siciliani, un movimiento popular de inspiración democrática y socialista, que surgió en Sicilia en los años comprendidos entre 1891 y 1893”

Los conflictos en Italia no terminarían ahí, habría que dar un salto al periodo comprendido entre las dos Guerras Mundiales para retomar los conflictos, tan buscados por el comunismo/socialismo, que engendrarían un monstruo como fue Mussolini.

Pero como diría ‘aquel’“Eso ya es otra historia”.

Vicente Medina

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