A lo largo de la historia de la humanidad existieron y existen ideologías, creencias religiosas de diversa índole y pensamientos filosóficos que a lo largo del tiempo y en estado de expansión llevaron un proceso sincretista con otras creencias, religiones o filosofías; como ocurrió en el proceso conquistador del imperio Helenístico con Alejandro Magno en el siglo IV a. C.; formando una cosmovisión muy peculiar de lo que definimos por fe y una concepción de ver la realidad de forma muy diferente; se caracterizan por su parecido a las olas de un mar de todo saber, creencia religiosa y filosofías, olas que van y vienen; unas llegan a la orilla sutilmente, otras de forma más brava y otras como un tsunami. Así podemos más o menos valorar el gnosticismo. Se puede clasificar el gnosticismo en dos etapas el precristiano o pagano y el “cristiano” entrecomillado
Pero ¿qué es el gnosticismo? Empecemos por la misma palabra. Esta viene de la palabra griega Γνωσις que significa “Conocimiento”, pero un conocimiento no adquirido de forma intelectual sino de una semilla que los escogidos tienen de divinidad.
Gnosticismo – precedentes-
Hace unos 2.500 años el gnosticismo tenía un carácter iniciático, solo y exclusivamente podían formar parte los iniciados; estos son los que reciben la “Gnosis”, es decir, la forma suprema de conocimiento.
La segunda característica radicaba en que era una doctrina de salvación y que la salvación y lo que salva es el conocimiento.
La tercera característica era el dualismo que profesaba. El mundo está formado de materia y espíritu; la materia es mala y el espíritu es bueno.
La cuarta característica es la religiosidad; todo espíritu es divino y el alma humana está incluida en este orden; en cambio, el creador de la materia es un ser malvado, llamado por Platón “Demiurgo”, opuesto al ser supremo del que salió. Toda esta doctrina proviene de un sincretismo o mezcla de doctrinas religiosas y filosóficas donde todas se equiparán a un mismo nivel; Jesucristo, Buda, Shiva, etc.
La quinta característica es que la ascesis que practicaban era muy rigurosa, donde se incluía la creencia en la reencarnación.
La sexta es la influencia helenística, sobre todo tras las conquistas de Alejandro Magno en el 356-323 a. C.
El primer gnosticismo es fruto de la unión del mundo griego con el Oriente Antiguo pagano en el aspecto filosófico y religioso. En esta etapa se ponen las bases del gnosticismo pagano.
Elementos constitutivos del Gnosticismo inicial
Uno de los elementos fundamentales es la filosofía griega principalmente la de Platón 427-347 a. C.; cuando Alejandro Magno conquista oriente Medio, conoce el Zoroastrismo, también llamado Mazdeísmo, con Aura Mazda como la divinidad suprema y el Henoteísmo, doctrina del que de una divinidad emanan otros dioses; el fundador del Mazdeísmo fue Zoroastro; este trató de implantar el monoteísmo, pero fracasó, en cambio, surgió un nuevo sincretismo del que emanan nuevos dioses como Serapis, dios greco-egipcio; este dios fue adoptado por el faraón Ptolomeo I; con estas creencias se le unen los cultos mistéricos de Eleusis, de Cibeles, Mitra etc.
Características del Gnosticismo Pagano
1º Fundamentado en la religiosidad Indo-iraní donde se conjuga el dualismo y la influencia de fuerzas espirituales actuando en la dimensión humana y divina.
2º Los mitos de la salvación de las religiones mistéricas.
3º Las doctrinas Orfico-pitagóricas así como el dualismo platónico desde el helenismo filosófico.
4º Principios precristianos basados en religiones orientales combinados con aportaciones filosóficas y religiosas griegas; interpretación alegórica del Antiguo Testamento elaborado por intelectuales judíos como Filón de Alejandría.
Gnosticismo y Cristianismo
Con la aparición del cristianismo, el gnosticismo se adapta a ciertas formas cristianas, pero sin entrar en sus raíces, surgen movimientos gnósticos enfrentados a la ortodoxia cristiana, es decir a la iglesia naciente; Alejandría en esa época sincretizaba la filosofía griega y los cultos ancestrales mistéricos aflorando una secta gnóstica con matices cristianos; en dicho lugar surge una secta liderada por Valentín, bautizado en el Siglo II, donde su doctrina tomó una deriva panteísta; en Roma divulgó su doctrina sobre los años 138 al 158, dicha doctrina se fundamentaba en la filosofía platónica y en tradiciones míticas. Su enseñanza se basaba en que “Cristo se encuentra absorbido por el Jesús del Evangelio y su misión redentora se quedaba rebajada a un simple mediador entre Dios y el hombre”. El hombre tenía que liberarse de la materia, ya que es un principio inferior de naturaleza malvada. Su misión cosmológica estuvo formada por un mundo espiritual acompañado por un dios invisible “Pleroma” y por 30 eones superiores. El mundo material fue creado por el “Demiurgo”, que a su vez creó al hombre, sin saber que el hombre había sido creado por un elemento pneumático -espiritual, que le permitía a su muerte volver a su mundo y espacio ritual. Al final sería destruida la materia y todo volvería a su origen siendo destruido el mal.
¿Qué es el Pléroma? Es un vocablo griego πλήρωμα que significa plenitud; es un elemento común y primordial en las doctrinas gnósticas, ya que en esta doctrina es la “Dignidad Suprema”; esta se manifiesta y proyecta hacia el exterior. Las sucesivas proyecciones son una serie de entidades divinas que son perceptibles de ese ser que no es conocido por los humanos y esas emanaciones constituyen el “Pléroma”; según la doctrina gnóstica de ahí venimos.
¿Qué es el Eón? Según dicha doctrina es una de las inteligencias eternas o entes divinos que en conjunto forman la dignidad suprema del Pléroma; están sometidos a una jerarquía y cada emanación es sucesiva y se va degradando de su producto original; una de estas emanaciones tiene 30 entidades divinas, debajo de esto está el Demiurgo.
¿Qué es el Demiurgo? Es el dios creador de lo material, o sea lo malo. Esta doctrina fue asumida por los gnósticos de Platón. El Demiurgo es identificado en el pensamiento gnóstico como el Dios del Antiguo Testamento.
¿Qué es Pneumático? En el pensamiento gnóstico hablaba de los que estaban iluminados por el aliento divino; este ha sido robado por un eón bueno que se lo ha entregado a algunos hombres, que son los que acceden a la sabiduría suprema al Pléroma; junto a los eones inferiores, Jesús es en dicho pensamiento un Eón bueno. Estos se consideraban como los elegidos.
En los inicios del cristianismo ya comenzaron las herejías gnósticas a hacer acto de presencia, como el marcionismo siendo su líder Marción de Sinope; rechazaba el Antiguo Testamento y elaboró una teología dualista. También destacaron Saturnino de Antioquia que rechazaba el matrimonio por considerarlo malvado, vivió en el siglo II fue maestro de la Cábala; representó al gnosticismo Sirio; fue maestro de Basílides y éste de Valentín.
Basílides divulgó su pensamiento en Alejandría, vivió entre los años 117 al 138, famoso gnóstico que enseñaba que del dios supremo habían surgido 365 cielos y nuestro cielo encierra al mundo sub-lunar gobernado por el Demiurgo; en su doctrina enseñaba que Cristo fue enviado al mundo para liberarlo del yugo de Yahveh.
Manes; originario de Persia, vivió entre los años 216 al 274, fundó el maniqueísmo, religión con raíces gnóstico-cristianas con influencia budista y Zoroastra, sus enseñanzas llegaron incluso a China y se divulgaron por todo el Imperio Romano. Su doctrina enseñaba que la salvación se podía conseguir por la educación, la negación de uno mismo, el vegetarianismo, el ayuno y la castidad. Como toda doctrina con fundamentos gnósticos contiene un sincretismo religioso. San Agustin formó parte de la secta maniquea, pero una vez convertido al cristianismo combatió contundentemente la herejía maniquea con los “Escritos anti maniqueos”
Desde el comienzo del cristianismo hasta el Siglo IV, que no se cerró el canon de la Sagrada Escritura, surgieron una serie de escritos gnósticos que amenazaron la unidad de la iglesia con las herejías; ante esta situación los Padres de la Iglesia los apologistas combatieron las herejías como San Justino, San Ireneo de Lyon, San Hipólito, etc.
El Neoplatonismo Gnóstico de Plotino
Plotino notable filósofo que bebió de la doctrina de Platón vivió entre los años 205 al 270 su obra más destacada las Eneadas; su doctrina enseñaba que el principio, del que procede todo, no tiene límites y lo abarca todo; esta realidad se proyecta en la esfera espacio-tiempo proyectándose en la pluralidad prescindiendo de una unidad. El reto filosófico del neoplatonismo era el cómo y por qué se verifica el pasaje de esa unidad a la multiplicidad como pasa de una a otra. Plotino decía que existían dos ámbitos de la existencia:
1º El invisible o inteligible.
2º El sensible o perceptible, lo que se ve procede de lo invisible.
Por tanto, ¿cómo se manifiesta esa transición de lo invisible a lo sensible?
La unidad de la existencia es lo que es, lo que existe y después está la esfera inferior que es la inteligencia, que es lo que se piensa así mismo, es el mundo de las ideas, lo inteligible; por tanto, aquí surge una dualidad de lo pensante y lo pensado; aquí Plotino habla del concepto de alma qué es el paso de lo inteligible a lo tangible y el tránsito es el alma y después está la materia y lo sensible. Según Plotino el ser humano es un microcosmos, una parte es material y sensible y la otra la inteligible o invisible; por lo que el objetivo del alma es regresar a su origen a la “Unidad” a lo que es por sí mismo o sea al estado más perfecto pero ¿cómo llegar a la “Unidad? La persona no puede fijarse en lo externo sino en lo interno, ya que se puede encontrar en el centro del universo a nivel metafísico, por tanto, esto se divide en el segundo proceso en la razón discursiva o dianoética, es decir que el alma se recoge en sí misma desentendiéndose de todos los objetos exteriores y del cuerpo, ya que este no es parte del alma, sino lo que tiene de intelectual. El otro sería volverse hacia la inteligencia basándose en el ejercicio de la gnosis el “Conocimiento” y queda la manifestación del uno, el éxtasis.
Edad Media y gnosticismo
Con el paso de los siglos aparentemente el gnosticismo había desaparecido, pero llegada la Edad Media afloraron nuevas herejías de raíces gnósticas, los Cátaros, el Bogomilismo, Mesalianismo, Paulicianismo, Valdenses; estas eran mayormente sectas heréticas que enseñaban un dualismo radical; según sus enseñanzas el Dios del Antiguo Testamento es un dios cruel creador de la materia de lo visible y un Dios bueno creador de lo espiritual e invisible. Estas sectas provocaron una guerra subversiva, atacaron a la Iglesia Bizantina y causaron el proceso iconoclasta y atacaron al clero.
La cristología de los paulicianos negaba la divinidad de Jesucristo y el dogma de la Trinidad; sus cultos se basaban en la oración. En el siglo IX desaparecieron y les sucedieron los bogomilitas, su dualismo lo heredaron de la antigua Persia. Otra secta gnóstica era el mesalianismo, negaban la presencia real de Cristo en la Eucaristía, atacaban a la jerarquía de la iglesia; negaban el Antiguo Testamento como revelación divina.
Los Cátaros surgieron en el sur de Francia y rápidamente se expandieron por los reinos cristianos europeos. En su doctrina con elementos gnósticos, enseñaban que el mundo es malo, Dios creó el cielo, las almas, y el diablo lo material, lo visible. Si la materia es mala, Jesús tomó un cuerpo ficticio; el cuerpo es una prisión; perseguían al matrimonio, creían en la reencarnación. Este pensamiento causó una herejía llamada Docetismo, según la cual, Jesús tenía un cuerpo material en apariencia.
El Judaísmo Gnóstico
En la Edad Media surge una interpretación gnóstica de la Ley de Moisés la Torah o lo que nosotros conocemos por el Pentateuco; La Cábala, esta palabra significa “Tradición”. Los orígenes de la Cábala se pueden situar en las influencias de Persia, Babilonia, del gnosticismo y en el pensamiento helenístico. El Talmud judío contiene elementos de sabiduría esotérica; este está destinado solo a los iniciados. Los dos fundamentos principales del saber esotérico son las cosmogonías que corresponde al relato de la creación y el otro a la Teosofía que se ajusta a la visión del carro divino de Ezequiel. Existe un número bastante considerable de tratados de inspiración mística datados del periodo post-talmúdico se hallan consagrados a la descripción de los palacios celestiales -Herjabat- a la contemplación de la -Merkavah- es decir a los elementos angiológicos, a la mística de los números y a las profecías escatológicas; también está el “Sefer Yetsirah” el libro de la creación, originario del Siglo X, en este libro se establece la relación entre el cuerpo humano y el cosmos. Otros libros antiguos de la Cábala son “Si Ur Qomah” con las medidas del hombre original y el “Sefer ha Bahir” -El libro de la Claridad-.
Desde Babilonia la mística judía pasa a España, en esta influye la filosofía religiosa, después pasa a Alemania donde en 1200 se constituye en una escuela mística en torno a R. Yehudah ha Hassid en Ratisbona, autor del libro “Sefer ha-Hassidim” -Libro de los piadosos-. Posteriormente en Provenza se elabora una Cábala sistemática bajo influencia de R. Isaac el Ciego. En Provenza vieron la luz tratados con doctrina esencial cabalística “La de los cuatro mundos y la de Sefirat”.
En el Siglo XIII se descubre en España el libro del Sefir-ha.Zohar -Libro del esplendor-. En el siglo XVI R. Isaac Luria modificó la teoría de la antigua Cábala en lo que a los orígenes del mundo se refiere poniendo el énfasis sobre el “Teqqun” la labor mística y ascética del hombre, realizada con miras a la salvación mesiánica. Esta Cábala se difundió rapidamente en el mundo judío teniendo una repercusión de unos dos siglos.
Se pueden clasificar como dos las principales corrientes cabalísticas; la primera la Cábala teórica -Qabbalah Yyunit- sistema de conocimiento místico y la segunda, la Cábala práctica -Qabbalah ma`assit- con elementos antiguos que presentan un carácter mágico; conjuración de ángeles, magia de los números etc. en esta enseñanza se infiltran elementos de superstición; el principal objetivo de la Cábala práctica es una redención mesiánica acelerada por la purificación moral, la intensidad espiritual y mística del hombre.
El gnosticismo en la Edad Moderna
En la Edad Moderna a partir del Siglo XVI a Lutero se le atribuyó el “título de Reformador de la Iglesia”, pero craso error, ya que Lutero además de provocar un cisma en la iglesia, introdujo el gnosticismo en su doctrina como algunos autores lo han llamado la “Revolución gnóstica racionalista” Hegel desveló el gnosticismo de Lutero; éste tiene profundas concordancias con el Evangelio gnóstico el Pseudo-Hermes Trismegisto. El cardenal Joseph Ratchinger, el futuro Papa Benedicto XVI, confirmó las raíces neoplatónicas, herméticas y gnósticas de Lutero. El propio Melanchton acusaba a Lutero de ceder a delirios maniqueos por los que él recaía en la herejía; afirmaba que Dios estaba en contra de sí mismo y que se puede conceder al diablo una hora de divinidad, que la maldad debe atribuírsele a Dios. La Cristología de Lutero tiene elementos gnósticos como la coexistencia de la divinidad y maldición en Cristo, cuya naturaleza humana se identifica con el pecado y con el mal. El apócrifo gnóstico el Pseudo-Hermes ejerció en Lutero una influencia decisiva en todos los temas fundamentales de su pensamiento y además utiliza textos herméticos que afloran en sus escritos; utilizando este evangelio apócrifo Lutero se convierte en precursor del Idealismo alemán del Siglo XIX; sobre todo de Kant, La Fiche, Shelling y Hegel; igualmente el gnosticismo de Lutero es de signo Alejandrino con esquemas Neoplatónicos y Neopitagóricos. La teoría de Lutero se basa en una desesperación radical al igual que le sucedía a los gnósticos, es decir, hay una divinidad malvada; pero realmente Lutero pervierte la teología de San Agustín, transmitiendo un pensamiento gnóstico a lo largo de la Edad Moderna; en definitiva la “Reforma” de Lutero fue una “Revolución gnóstica” racionalista; también se puede definir como “el orgullo que prima al pecado original”; el orden de la Creación se pliega a la voluntad humana.
La revolución Francesa y la Masonería
Llegada la etapa de la Revolución Francesa y la Ilustración vuelve la Gnosis como credo y en él la Masonería, a dejar su huella; el hombre se rebela contra Dios. El historiador Menéndez Pelayo lo definía como la herejía más peligrosa de todas, ya que se basaba en el “orgullo desenfrenado del hombre”. La revolución Francesa fue un ataque directo contra Dios por parte de la masonería y su credo gnóstico.
La doctrina gnóstica de Marx
Se puede definir al socialismo y al marxismo como una corrupción del gnosticismo e igualmente se presenta como ciencia y salvación y en cambio es una falsificación de la una y de la otra o dentro de varias religiones, como el judaísmo, el cristianismo, el islam, el hinduismo; el gnosticismo se hace compañero de camino de estas creencias, pero hablando del comunismo, socialismo y la masonería son una doctrina sistemática que promete una salvación por la conversión. Pretenden conformar un orden cósmico, declara su apoyo a una certeza científica, estas ideologías poseen la estructura mental de la gnosis, tienen una profunda relación con la política; el marxismo-leninismo está marcado por el pensamiento gnóstico, no podemos olvidar que la revolución bolchevique la financió la masonería. El socialismo es un gnosticismo que fomenta el ateísmo, aboca al totalitarismo y concluye en el nihilismo anunciado por Nietzsche. Tanto en la Revolución Francesa como en la Revolución Bolchevique se quiso instaurar el Reino de Dios en la tierra pero, en cambio, se instauró un reino de terror en las dos revoluciones bajo dirección y guía de la Masonería.
La filosofía gnóstica de Nietszsche
Uno de los filósofos que han marcado a nuestro tiempo es Nietszsche: su pensamiento gnóstico en obras como “Así habló Zaratustra” o “El Anticristo” es evidente. Nietzsche fue un profeta del gnosticismo moderno, interpretando su proclamación de la «muerte de Dios» y su visión del hombre como creador de valores en un mundo sin verdad trascendental como una forma de gnosticismo secular. El gnosticismo y otras tradiciones esotéricas han influido en la espiritualidad contemporánea, conectando a Nietzsche con impulsos gnósticos en la cultura moderna. En definitiva, este profeta de la “muerte de Dios”, anticipa un tipo de gnosticismo postmoderno, donde la creación de valores y la autotrascendencia se alinean con una gnosis que rechaza las certezas tradicionales y abraza la multiplicidad de perspectivas. Proclama la “muerte de Dios” para endiosar al hombre.
Los Rosa Cruces
Los precursores de la Masonería
La secta de los rosacruces tiene sus orígenes en el gnosticismo y hermetismo de los inicios del cristianismo, hasta la modernidad en 1614 al 1616 entonces se expusieron sus manifiestos; no obstante en la Edad Media surgieron con la alquimia, la Cábala, los Cátaros, la mística del Maestro Eckart, de Tauler, del paracelsismo, de la Teosofía de Weigel y de Bröhme. Los rosacruces se pueden clasificar en tres principales etapas:
1º El nacimiento de la secta: tiene sus orígenes históricos en la primera Fraternidad de Rosa Cruz, están impresas en la trilogía Fraternidad de la venerabilísima Orden de Rosa Cruz entre 1608 y 1610 en Tubinga (Alemania). Ellos hacen una descripción crítica de la situación religiosa en Europa y reflexionan sobre su superación por medio de una ciencia espiritual universal, no a través de las religiones tradicionales. Desde el 1610 al 1614 -según sus enseñanzas- el mundo entra en el signo de Hermes/Mercurio, en él se va a desvelar mediante ellos el sentido oculto de la Sagrada Escritura y del universo.
2º La etapa masónica: Las relaciones entre los Rosa Cruce y la Masonería son reiteradas y constantes desde el siglo XVIII desde su rama inglesa, alemana pero fue en Rusia donde tuvieron una mayor repercusión.
3º Los rasgos esotéricos-ocultistas y gnósticos; éste es su rasgo más predominante a partir del Siglo XIX con estrechas relaciones con la Teosofía.
La Masonería
El culto a Lucifer/Satanás
Uno de los temas tabú que caracteriza a la masonería es el culto a Lucifer/Satanás desde su misma fundación en 1717. En lo que respecta a la Iglesia católica varios papas han condenado expresamente a la secta masónica y a su doctrina; entre ellos podemos destacar a Clemente XII en 1738, Benedicto XIV en 1751, Pio VII en 1821 en su constitución Ecclesiam Christi, León XIII en la Humanum genus, etc.
En la masonería se acepta cualquier religión pero liberada de cualquier dogma o revelación como es el Dios de los cristianos, también se acepta el Deísmo, creencia que viene de la Ilustración. En el rito escocés de la Masonería en el grado 29 los iniciados tienen que pisar un crucifijo.
Aunque la Masonería se presenta a sí misma como una institución filantrópica, sus acciones anti-cristianas de exterminio son innumerables; la financiación de la Revolución Bolchevique para derribar la cristiana Rusia zarista fue una evidencia o podemos ir más cerca la II República y Guerra Civil una etapa de máxima persecución a la fe católica y de aprobación de leyes masónicas que marginaban totalmente a la Iglesia.
Gnosticismo y Nazismo
Uno de los objetivos fundamentales desde la existencia del Nazismo y sobre todo de su subida al poder en Alemania en 1933 fue actuar sobre el hombre para transformar el universo; es decir, convertir al ario en un dios para ello uno de los objetivos era destruir la moral tradicional y así mismo despreciar al resto de la humanidad. Hitler asumió las teorías gnósticas de Ernest Renan (1823-1892) -fundador del anti-semitismo-; el Nazismo se convirtió en una religión neopagana, con pilares ocultistas, gnósticos, esotéricos y herméticos.
Gnosticismo, Masonería y Nueva Era
La Nueva Era es hija del gnosticismo, y una continuación de la Masonería en esta se evidencia un sincretismo religioso, pero a pesar de este sincretismo se niega la Verdad; la Nueva Era es gnóstica y panteísta; el Papa san Juan Pablo II decía que la gnosis no se había ido nunca, la Nueva Era ha cogido el testigo a la Masonería incluyendo el ocultismo, esperitismo, esoterismo, filosofías orientales, el Reiki, la meditación trascendental, el yoga, el chamanismo, la invocación a los muertos; tanto en la Masonería como en la Nueva Era no hay concepto de pecado, tampoco hay concepto de verdad y de salvación.
En definitiva, aunque en la Masonería se aceptan las religiones “descafeinadas” la auténtica religión de la Masonería es la Gnosis
LÉXICO
Bogomilismo: Secta fundada en el Siglo X en Bulgaria por el sacerdote Bogomil; desapareció en el año 1867 al convertirse la última familia bogomila al Islam. Esta secta es un eslabón que va desde el gnosticismo hasta nuestros días; practicaban el dualismo teológico mitigado enseñaban la existencia de un Dios Padre con dos hijos Satanael/Satanás -creador del mundo material y del hombre empecatado y Cristo que reparó la acción nefasta de Satanael/Satanás. Su dualismo se manifiesta también en su ascetismo ético y en el menosprecio de lo material.
Deísmo: El Deísmo confiesa a un dios que se opone a partir del Siglo XVIII al cristianismo, este dios es un Ser Supremo fundamento de los cultos revolucionarios de los cultos a la Razón y la Teofilantropía de los efímeros intentos de Robespierre y más tarde de La Réveillére-Lepeaux por suplantar el culto cristiano. El deísmo combate la autoridad y los dogmas del cristianismo, el dios deísta no es el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, el Dios de Jesucristo es suplantado por el dios de los filósofos y de los sabios donde todo se explora con la razón. El dios deísta es un dios hacedor del mundo, pero deja seguir todo en su proceso evolutivo pero sin intervenir en la vida de las personas, ni en la historia de la humanidad, ni en los cambios del universo.
Docetismo: Es la herejía cristológica que atribuye a Jesucristo un cuerpo aparente negando los dogmas relacionados con la Encarnación de Jesús. Esto es fruto de las doctrinas heréticas del gnosticismo y su dualismo espiritualista ya que en sus creencias le daban al cuerpo-materia una existencia radicalmente mala. Dios un espíritu purísimo es imposible que se contamine con el cuerpo. Varios Padres de la Iglesia combatieron esta herejía. San Ignacio de Antioquía, San Ireneo, Tertuliano, San Agustín. Con el paso del tiempo ésta herejía volvió a aflorar con los Cátaros y el racionalismo de la Ilustración.
Marcionismo: Movimiento herético-gnóstico fundado por Marción; él en su doctrina enseñaba la existencia de una oposición entre el Creador o Demiurgo, el Dios justiciero del Antiguo Testamento y el Padre revelado por Jesús: manifestaba una incompatibilidad entre el Dios que ordena la guerra y el Padre de misericordia. Rechazó todo el Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento el Evangelio de San Lucas omitiendo sus primeros capítulos y diez cartas de San Pablo. Fundó su propia iglesia y jerarquía y su liturgia. Fue combatido por San Ireneo de Lyon.
Mazdeísmo: Religión proveniente de Irán aunque sólo quedan dos reductos mazdeos en Kerman en las cercanías del Yazd. El dios adorado es Ahura Mazda el dios supremo, también son reconocidos como “Zarathustri” seguidores del profeta Zarathustra o como en la época griega como Zoroastro. La existencia de esta religión se sitúa entre los siglos VI y XVII a. C. en diversas regiones de Irán y Afganistán, tras la presencia del rey Artajerjes II rey de Persia 404-358 a. C. se incluyen otras divinidades Mithra -el dios solar- y Anahita diosa de las aguas y la fecundidad.
Zarathustra fue el fundador de esta religión dualista; esta religión tuvo repercusiones en el judaísmo, cristianismo y en el islam. Los “Avesta” son las escrituras sagradas del Mazdeísmo.
Mesalianismo: Secta gnóstica que influyó sobre el Paulicianismo y Bogomilismo. Este movimiento surgió en Mesopotamia y en el norte de Siria sobre el año 350; se consideraban seguidores de la doctrina de Cristo de una forma muy parecida a los Paulicianos; sólo admitían el Nuevo Testamento, negaban la presencia real de Cristo en la Eucaristía; aunque la celebraban para someterse -solo en apariencia – a la disciplina de la iglesia Cristiana; aunque en realidad la rechazaban así como los sacramentos, ya que los consideraban como ineficaces e inútiles. Al igual que los Maniqueos y los Paulicianos practicaban el dualismo. Según sus creencias el mundo está habitado por demonios y por todo hombre que nace en este mundo; estos espíritus malignos no pueden ser expulsados por el bautismo ni con tampoco con los sacramentos sino con la oración y especialmente con el Padrenuestro del que los mesalianos se creían como los verdaderos intérpretes del Padrenuestro.
Panteísmo: Es un movimiento herético que suele aparecer de nuevo en las religiones y filosofías -hinduismo, jinismo, plotinismo, Spinoza, Hegel etc. Es todo sistema religioso o filosófico que afirma la identificación de todo cuanto existe con lo Uno, lo Absoluto, lo Todo, al mismo tiempo que diviniza eso Uno-Todo, a lo cual aplica los atributos del Dios personal. Para nombrar lo divino los panteístas suelen emplear palabras no masculinas ni femeninas sino neutras; “lo divino”, lo Uno-Todo
Paracelsismo: Movimiento sectario de los seguidores – del que toma nombre – de Theophrastus Bombastus von Hohenhein (1493-1541) -Pseudónimo Paracelso-; filósofo y médico; se dedicó al ocultismo y a la práctica del espiritismo; fue precursor de los teósofos. Creía en la existencia de una fuerza universal similar al Maná, Prana que según él irradia alrededor del hombre. En la iglesia gnóstica católica figura como una especie de “santo”
Paulicianismo: Esta secta tiene su origen en el siglo I, en los inicios del cristianismo; ya el mismo San Pablo puso en guardia sobre este movimiento en la Primera carta a Timoteo ya que prohibían el matrimonio y el uso de manjares. Este movimiento sectario apareció en Armenia y en la parte oriental de Asia Menor; este movimiento fue impulsado por el armenio Constantino de Mananali, maniqueo de origen que retocó las enseñanzas de Mani a la luz del Nuevo Testamento. Trató de conciliar el cristianismo con la doctrina maniquea. Los paulicianos practicaban el dualismo, la existencia de un espíritu malévolo que creó este mundo material e inspiró el Antiguo Testamento y por esta razón rechazaban el A. T. y, en cambio, la existencia de un principio del bien dueño del mundo espiritual y superior, sí admitían el Nuevo Testamento, excepto las cartas de San Pedro. Los paulicianos practicaban dos doctrinas; una proveniente del Nuevo Testamento destinada a los miembros ordinarios de la secta y la otra doctrina, la esotérica, que hacía una interpretación de la Escritura dentro de la tradición dualista y se transmitía solamente a unos iniciados en secreto.
Teosofía: En 1875 los dos cofundadores masones de grados elevados propusieron el nombre de “Sociedad egiptológica” pero el miembro más pudiente Henry J. Newton sugirió el nombre más enigmático “Teosofía”. De acuerdo con el significado de su nombre “el saber de Dios” pero no se trata de un saber de un conocimiento especulativo, sino de obtener una ampliación de la conciencia cada vez mayor, aduciendo las necesarias cualidades que paulatinamente van ampliando nuestro campo espiritual interno, según vamos ayudando a nuestros semejantes a andar el mismo camino. A partir de finales del siglo XIX hay que diferenciar la Teosofía occidental de la oriental; la occidental está en relación con algunos autores de la antigüedad griega, como Sócrates y Platón con los Padres de la Iglesia como Clemente de Alejandría y Orígenes y la oriental con la gnosis, con la Cábala con algunas asociaciones de la Edad Media como la Orden del Temple, la Caballería musulmana, los movimientos cátaros. La Teosofía es una búsqueda de lo divino al margen de la ortodoxia.
Valdenses: Movimiento herético fundado por Pedro Valdés en 1173, en principio los valdenses actuaron contra los cátaros defendiendo a la iglesia católica, pero pronto cambiaron de actitud volviéndose contra ella. Rechazaron el sacerdocio, la iglesia como institución, la jerarquía que según ellos procedían de los fariseos. Los niños no tenían que ser bautizados.
Manuel López Gómez
Orden Franciscana Secular. Guadix.