El 9 de enero de 1926, la exhausta tripulación de un hidroavión, el Plus Ultra, vislumbraba los edificios de la ciudad de Montevideo en Uruguay. Pocos minutos después, amerizaban frente al puerto después de un periplo que finalmente fue de 10.270 kilómetros y de más de 59 horas, repartidas en 7 etapas. La última etapa, fue un paseo comparado con lo hecho. La realizaron al día siguiente y fue para llegar a Buenos Aires, destino final de la expedición.
No era la primera vez que se cruzaba el Atlántico Sur en avión, pero si era la primera vez que se utilizaba el mismo aparato en todas las etapas. En 1922, los portugueses Sacadura Cabral y Gago Coutinho habían conseguido llegar a Rio de Janeiro partiendo de Lisboa, pero habían necesitado nada menos que tres aparatos para finalizar el viaje, debido a los sucesivos problemas, naufragios y averías fatales de los sucesivos hidroaviones.
La tripulación del Non Plus Ultra, estaba compuesta por el comandante Ramón Franco, hermano pequeño del General Francisco Franco, el capitán Julio Ruiz de Alda, el mecánico Pablo Rada y el teniente de navío Juan Manuel Durán, aunque este último no llegó hasta el final, ya que en la etapa de cruce del Atlántico, se decidió reducir al máximo el peso de la nave y para ello, Duran se quedó en Praia, en las islas de Cabo Verde.
Como todos los vuelos de aquella época, los objetivos eran una mezcla de técnicos, políticos y propaganda. En este caso fue la primera vez que se utilizó el radiogoniómetro. Este aparato permitía situar la nave en función de las señales de radio recibidas desde tierra en puntos bien conocidos. Fue fundamental en la travesía entre Porto Praia- Fernando de Noronha. Una etapa de 2.305 kilómetros, para cruzar el Atlántico, donde un error de navegación suponía quedarse sin combustible en medio de ninguna parte.
El avión utilizado, fue un Dornier Do J Wal,2, que no estaba diseñado especialmente para la travesía, pero si adaptado para la aventura. El amplio casco de doble pendiente, totalmente metálico, incorporaba flotadores de sección aerodinámica para darle mayor estabilidad en el agua. En la configuración utilizada, se montaron dos motores Napier «Lion» de 450 CV, en tándem sobre la sección central del ala, que accionaba una hélice tractora y otra impulsora. Piloto y copiloto iban sentados en una cabina descubierta, uno al lado del otro. Para Dornier, la hazaña fue un espaldarazo publicitario, que le permitió impulsar la venta de los llamados “Wal”, como se conocían a estos aviones. Fue uno de los hidroaviones más populares en la década de los 20y 30, llegándose a vender más de 300 unidades, fabricados en diversas factorías, entre ellas, las de CASA en Puntales, Cádiz.
Desde el punto de vista político, fue un hecho trascendente para las relaciones entre España y Argentina. La llegada del avión tuvo gran impacto en todos los periódicos del mundo y fue recordado durante largo tiempo en los países del Rio de La Plata. La nave se encontraba totalmente operativa a su llegada a Buenos Aires y tenía un alto valor económico. En un gesto político el rey Alfonso XIII donó el Plus Ultra a la Armada Argentina. No fue una donación simbólica ya que prestó servicio como avión correo hasta ser retirado a mediados de siglo.
La historia humana de la tripulación fue bastante heterogénea.
Ramón Franco falleció en octubre de 1938 en plena guerra civil, mientras volaba desde Pollensa a Valencia, para bombardearla. Según parece las condiciones climatológicas eran pésimas para un sobrecargado hidroavión. Su pasado republicano, y el hecho de ser hermano del Generalísimo, han dado pábulo a todo tipo de elucubraciones sobre su muerte.
Julio Ruiz de Alda, se vió cada mas atraído por las ideas de La Falange, cuando empezaron los excesos de la II Republica. Ello no le impido mantener una fuerte amistad con Juan Negrin, a través de su mujer Amelia Azarola, que a su vez era sobrina del almirante Antonio Azarola. El 14 de marzo de 1936, fue detenido en su despacho en Madrid y recluido en la Cárcel Modelo de Madrid. A principios de agosto, Ruiz de Alda rechazó una oferta de trabajo para la Republica que le hizo Negrin y que le hubiera salvado la vida. El 22 de agosto de 1936 una turba de milicianos, asaltó la cárcel, liberó a los presos comunes y seleccionó a 30 personas. El destino de estas personas fue el fusilamiento en los patios de la cárcel. Entre los seleccionados se encontraba Julio.
Pablo Rada, se mantuvo vinculado a la Republica durante la Guerra Civil. Al finalizar ésta, pasó a residir en Francia, pero posteriormente emigró a Colombia, y después a Venezuela. En 1969, tras treinta años de exilio, volvió a España, ya que durante el conflicto armado, no habia cometido ningún delito ni habia causa alguna abierta contra el.. Muy enfermo, ingresó en el sanatorio de la Armada de Los Molinos en Madrid, donde falleció el 18 de mayo de 1969 a causa de un colapso cardiaco.
Manuel de Francisco Fabre
Articulo muy oportuno en recordarlo.