A Bernardo Galvez le hervía la sangre. Hacía semanas que estaba negociando con Cuba el envío de refuerzos, pero no obtenía más que migajas de lo solicitado. Para él, la situación era clarísima, había conseguido limpiar de amenazas inglesas el delta del Misisipi, pero las posiciones enemigas al este en Mobile y Pensacola eran una amenaza permanente para los intereses españoles en Luisiana. Como era habitual en él, decidió actuar solo.
La expedición salió de Nueva Orleans y atravesó el complicado delta del Misisipi. Cuando estaban llegando a la entrada de la bahía de Mobile una fuerte tormenta desbarató la expedición e hizo embarrancar a 6 barcos, empezando con el buque insignia, la fragata La Volante. De los 1200 hombres que habían salido, quedaron solo 760 útiles y encima compuestos por una abigarrada mezcla de soldados profesionales, milicianos blancos de Nueva Orleans, mas de cien milicianos negros, e incluso norteamericanos de origen ingles.
De nuevo Galvez demostró su capacidad de organización y energía. Recuperó el material de guerra de los barcos embarrancados y construyó una batería de tierra para defender la posición, Además, como si nada hubiera ocurrido, ordenó la construcción de las escaleras que hacían falta para asaltar las murallas de Charlotte y Mobile. En paralelo, como era enérgico, pero no exaltado, envió un informe preciso a La Habana, solicitando refuerzos.
Si se quería entrar en Mobile, el primer obstáculo era el fuerte Charlotte construido en la entrada de la bahía. No era un fuerte de madera y barro, era un verdadero bastión, construido con piedra y ladrillo y siguiendo las modernas reglas militares del siglo XVIII. En resumen, era un hueso duro de roer.
Galvez lo sabía y había enviado a La Habana a Jose de Ezpeleta, un coronel del regimiento de Navarra, que después de arduas negociaciones consiguió un refuerzo de 4 barcos de transporte y 200 hombres. No parecían suficientes, pero Galvez se arriesgó. Lo había hecho toda su vida y continuó haciéndolo. Contaba también con buenos expertos a sus órdenes que iniciaron rápidamente la construcción de trincheras de ataque para emplazar las baterías de sitio.
El 24 de febrero había desembarcado frente al fuerte y empezado la construcción de las obras de asedio. En solo una quincena, empezó el bombardeo de las murallas y el 12 cuando se abrió una brecha, los defensores pidieron cuartel.
Como muchas gestas españolas en el sur de EEUU durante su guerra de independencia, esta poco conocida en nuestra patria, aunque queda vívida memoria en la actual Norteamérica. Como muestra de ello, el fuerte que fue demolido durante el siglo XIX durante la expansión de la ciudad, fue reconstruido parcialmente a finales del siglo XX.
Manuel de Francisco Fabre
- https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_Fuerte_Charlotte
- https://www.gehm.es/uncategorized/bernardo-de-galvez-iii-la-toma-de-fort-charlotte-en-mobila-alabama/
- https://www.encyclopediaofalabama.org/article/h-3935
- https://southernhistory.blogspot.com/2009/02/battle-of-fort-charlotte-american.html
- Banderas Lejanas. Pag, 271 a 273. Fernando Martinez Lainez y Carlos Cabales Torres.