Isabel Rodríguez desembarca en Veracruz (1 abril 1520)

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Labores de enfermeria, batalla de Otumba

El 1 de abril de 1520, arribó a Veracruz, la expedición de Pánfilo de Narváez. Este llevaba órdenes precisas de Diego Velázquez de Cuéllar. Debía apresar a Hernán Cortes y llevarlo de vuelta a Cuba. En caso de resistencia, no debía dudar en ejecutarlo. Pero esto es otra historia. Aquí queremos contar otra, bastante desconocida. Una historia de aguerridas mujeres.

La expedición de Narváez tenía objetivos complejos, reducción de levantiscos aventureros, conquista, exploración y colonización y estaba compuesta por más de 900 hombres. Con estos objetivos, no estaba formada meramente por soldados, había también artesanos y técnicos de todo tipo y también mujeres y estas no eran meramente floreros que adornaban el conjunto sin funciones concretas.

Isabel Rodríguez se unió a la partida de Pánfilo de Narváez junto con su marido, Miguel Rodríguez de Guadalupe. No era un hecho aislado y excepcional, se tiene referencia directa o indirecta de otros casos. Por ejemplo, meses más tarde, Cortes informa que una caravana compuesta por 52 personas, había sido atacada por guerreros del reino de Texcono, terminando todos ellos sacrificados en rituales mexicas. Trabajos arqueológicos actuales, han permitido identificar a veinte españoles y entre ellos a ocho mujeres, por cierto, los hallazgos incluyen huesos hervidos, lo que indica que fueron víctimas de canibalismo ritual.

Las labores de las mujeres que se enfrentaron a estos desafíos, eran de lo mas variados. Se ocupaban de la intendencia en general, de la administración, labores sanitarias y en no pocos casos tenían asignados puestos militares concretos. Centrándonos en la trayectoria de Isabel Rodríguez, se sabe que después de la batalla de Otumba, propuso a Cortes la creación de un cuerpo estable de enfermería con asignación recurrente a cada expedición. Ella empezó a coordinar y a entrenar a voluntarias entre las mujeres, tanto españolas como indígenas aliadas, con el objetivo de tener material humano disponible de forma rápida.

Tuvo a su mando a las famosas Beatriz de Palacios, Beatriz González y Juana Mansilla, algunas de las cuales destacaron en el desempeño militar, pero no era este el objetivo de Isabel. Tenía una habilidad especial en sanar heridas de guerra y aunque probablemente su leyenda se exageró un poco, sus intervenciones llegaron a ser consideradas milagrosas. Juan de Torquemada llego a escribir sobre ella «…les ataba las heridas y se las santiguaba, diciendo: «En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, un solo Dios verdadero, Él te cure y te sane». Lo cual no hacía más de dos veces, y muchas no más de una; y acontecía que los que tenían pasados los muslos iban otro día a pelear».

Cuando el grueso de la conquista finalizo, Isabel consiguió el testimonio de compañero sy antiguos pacientes y solicito y obtuvo el título oficial de la Corona de España, de medico honorario, una profesión que hasta entonces estaba limitada a los hombres. El titulo le autorizaba oficialmente a ejercer la medicina en toda Nueva España, siendo la primera mujer medico registrada en América.

Isabel sobrevivió a su primer marido, enviudó y se casó de nuevo. Obtuvo la concesión de tierras en Tacubaya y continuó ejerciendo la medicina en la comunidad local.

Después de una larga vida de servicios, casada dos veces,​ Rodríguez se estableció en Tacubaya, donde ella y su último esposo habían recibido tierras como premio por sus servicios, y continuó practicando la medicina en la comunidad local

No está nada mal para una mujer, en el Imperio Español, según la historiografía de moda hoy en día, era un sumidero de oscurantismo y donde ni las mujeres ni la ciencia tenían la menor consideración. ¿Deberían revisar los “progres” hoy vigentes, su ideas preconcebidas?

Manuel de Francisco Fabre

https://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_Rodr%C3%ADguez_(Conquista_de_M%C3%A9xico)

https://www.anmm.org.mx/bgmm/1864_2007/1999-135-1-77-78.pdf

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