Quinto Centenario de La Habana

Si te gusta, compártelo:

El próximo otoño, el 16 de noviembre, la capital cubana, La Habana, celebra el quinto centenario de su fundación. A falta de fecha exacta, tradicionalmente se ha adoptado ese día como el de su fundación, a cargo no del Adelantado y Gobernador Diego Velázquez y Cuellar, sino en realidad de su segundo en la empresa de conquista Pánfilo de Narváez. A falta también de la ubicación del lugar original del nuevo asentamiento, se cree que San Cristóbal de La Habana debió situarse en los predios del cacique Habaguanex.

Bajo la sombra del árbol del Ceiba -al que los esclavos tildaban de hechicero-, y tras oficiar la misa y constituir el Cabildo, se dio por inaugurada la ciudad de La Habana, que se sumó a otras seis villas fundadas por Velázquez de Cuéllar.

La Habana se fue transformando, con el devenir de los siglos, en un crisol de razas. A los taínos nativos, se fueron sumando los españoles de distinta procedencia – gallegos, asturianos, catalanes…-; negros para las plantaciones de caña de azúcar, a los que se incorporaron chinos traídos de Macao, Hong Kong y Formosa…

La Habana Vieja, presidida por la catedral, se yergue orgullosa resistiendo el tiempo, y compartiendo protagonismo con el selecto barrio del Vedado, la marchosa Quinta Avenida de Miramar o el concurrido Malecón.

Pasear por el entramado de calles de la ciudad caribeña es hacerlo por entre palacetes desvencijados, otros recién remozados, cafés, «paladares, librerías, anticuarios y vendedores.. en definitiva, una algarabía de gentes, luces, color … y música.

Sí, también la música, el popular son cubano, y el contagioso ritmo de sus gentes se hacen presentes en la ciudad. Una pléyade de nombres ha llevado el ritmo cubano por todo el mundo, desde Celia Cruz, pasando por Compay Segundo, Bebo Valdés, o La Nueva Trova Cubana. Por su parte, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés han sabido hacer de su poesía música, con su personalísimo estilo.

Y La Habana y Cuba también son Literatura y están en las páginas de nada menos que tres premios Cervantes, los inolvidables Alejo Carpentier, Guillermo Cabrera Infante, y Dulce María Loynaz.

Ernest Hemingway, enamorado de la isla, como quedó reflejado en su obra El Viejo y el Mar, popularizó la ruta de los cócteles, el mojito en La Bodeguita del Medio, y el  daiquiri en El Floridita.

Este quinto centenario de la fundación de La Habana, que coincide con los trecientos años del nombramiento de la Virgen de Nuestra Señora de Regla como Patrona del puerto, la dársena y los pueblos ribereños, ofrece la excusa perfecta para visitar la hermosa ciudad, que no defraudará al viajero.

Jesús Caraballo

Si te gusta, compártelo: