Tiburcio Redin, toma hábitos (26 junio 1637)

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El 26 de junio de 1637, es admitido en la Orden Capuchina de Tarazona, como novicio, fray Francisco de Pamplona, nacido como Tiburcio Redin Cruzat. Parece un acontecimiento menor, pero es que la vida de Tiburcio tiene material suficiente como para escribir diez novelas e inspirar 20 películas y como os podéis imaginar, no esperéis encontrar una sola mención en los libros de texto.

Tiburcio fue el noveno hijo del barón de Biguezal, Carlos de Redín, lo que significaba que se le auguraba un porvenir en el ejército o en la iglesia. Era el destino de los segundones en aquella época y él no era el segundo sino el noveno. Probablemente fue consciente de ello desde muy joven pero lo que no se podía imaginar es que acabaría sirviendo para el ejército y para la iglesia y en los dos, con éxito.

Isla Margarita

Con catorce años ingresa en el ejército y sirve como paje en la guerra del Milanesado a las ordenes de su hermano Miguel Adrian. Después continúa como soldado y sigue en la península itálica hasta 1619. Vuelve a España y ahí su vida da su primer giro. De servir en el ejército de tierra, pasa a servir en la armada con el grado de alférez. Es este un destino un poco extraño ya que hasta ahora su carrera se había desarrollado en tierra y en su familia no había tradición marina, pero el caso es que lo hace realmente bien, siendo nombrado en 1622, capitán de mar y guerra, mandando el galeón Espíritu Santo con el encargo de viajar a la isla Margarita para recoger un cargamento de perlas y de paso limpiar de piratas la zona.

Conde Duque de Olivares

En 1635 es llamado a Madrid para nombrarle gobernador de una nueva flota encargada de vigilar el Mediterráneo. Se desplaza a la capital y ahí tiene un serio problema con el Duque de Olivares debido a su especial carácter y nos referimos al carácter de Redin. El problema es tan grave, que tiene que salir huyendo a Cádiz donde embarca hacia Panamá. Pero el brazo del Rey es largo y ahí es apresado y reenviado a la Península. Sin embargo su fama es tal, que vuelve como capitán del barco que le transporta y durante el viaje consigue apresar a un barco pirata holandés. Felipe IV, o su corte, se da cuenta de que tal personaje más vale tenerlo de jefe que en la cárcel y finalmente es nombrado gobernador de la Armada de Cataluña en 1635.

Ahí, de nuevo, tiene problemas con su jefe, el virrey de Cataluña y solicita al Rey que le releve del cargo. El Rey le envía a Navarra para frenar el intento de invasión de los franceses. Nadie le reprocha su trabajo, pero el nuevo problema es un lance personal con el marqués de Valparaiso. Es relevado de su cargo y llamado a Madrid y ahí es donde se produce un nuevo giro en su vida. Durante una reyerta callejera, es herido de gravedad. Su estancia en el lecho de reposo le hace reflexionar sobre su vida y decide entrar en la vida eclesiástica, concretamente el 26 de junio de 1637 en la orden de los dominicos. Tan fuerte es su decisión que el 1 de agosto de 1638, hace testamento, renunciando a todas sus posesiones y honores. Cambia su nombre por el de fray Francisco de Pamplona.

Tiburcio de Redin

Redin nunca dejó escrito los motivos por los cuales abandonó todo lo que había sido su vida y había tomado una vía donde lo que menos se necesitaba era un carácter agrio, altanero y agresivo como el suyo. Probablemente, pocos pensaban que Redin aguantaría mucho en su nueva vida. Todos esperaban sobresaltos, disputas con sus jefes dominicos y finalmente que abandonara y colgara los hábitos, pero no fue así.

Hasta 1642, y contra todo pronóstico, ejerce de simple limosnero en el convento dominico de Tarazona, cuando tiene noticias de que un grupo de capuchinos italianos que estaban en Lisboa esperando autorización para embarcarse hacia África, concretamente la zona del rio Congo, han decidido regresar a su tierra. La burocracia ha podido más que su voluntad.

Congregación de Propaganda Fidei

Esto despierta el espíritu aventurero de Redin, que acostumbrado a moverse en los medios de la Corte, sabe cómo enfrentarse a problemas legales. Primero se pone en contacto con la Congregación de Propaganda Fidei en Roma. De ellos obtiene su apoyo y después busca directamente el favor Real. Y lo obtiene después de tres años de lucha burocrática. El caso es que el 4 de febrero de 1645 parte a la cabeza de una misión que logra al llegar entrevistarse con el cacique local Soño, dependiente del rey del Congo, que dominaba una superficie de más de 100.000 km2. Con una población de alrededor de 500.000 habitantes.

Los dominicos se dieron cuenta que con Redin tenían una baza que les permitía entrar en los territorios dependientes del rey de España. Increíblemente, teniendo en cuenta su anterior pasado y carácter, se le tenía por un buen diplomático. Redin había cambiado totalmente.

Islas de Barlovento

Consigue organizar una segunda expedición al Congo y en 1647 cambia de rumbo y solicita y obtiene la facultad de organizar una expedición misionera al Darién. Era la primera aventura de los capuchinos en América. Pero no se detiene. En 1649 lo encontramos de nuevo en Madrid. Quería obtener una licencia para poder enviar misioneros capuchinos de origen aragonés a las Islas de Barlovento (Antillas Menores). Nada se podía oponer a su carácter impetuoso y en junio de 1650 parte hacia América. De este viaje ya no volvió. Durante la llegada de los misioneros hubo un problema administrativo y, cómo no, fue Redin el enviado de vuelta a España para resolver. Sin embargo nada mas embarcar, enfermó gravemente y la nave se desvió a La Guaira en donde murió.

He aquí un breve resumen de la vida de un noble español, que triunfó en la carrera militar y que tras sufrir un cambio existencial, volvió a triunfar en la carrera eclesiástica. Otro ejemplo del tipo de hombres que hace 400 años producía la civilización española.

Manuel de Francisco Fabre

https://dbe.rah.es/biografias/11033/tiburcio-redin-y-cruzathttps://es.wikipedia.org/wiki/Tiburcio_de_Red%C3%ADn_y_Cruzat

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