Dejando aparte la llegada, hacía el año 1.000, de los vikingos a la Península del Labrador donde se establecieron temporalmente y el Descubrimiento del Nuevo Mundo que se debe oficialmente a Cristóbal Colón, creo que hubo viajes anteriores al de Colón. También opino que el Almirante se valió de informes, de viajes anteriores, para su descubrimiento.
La certeza de Cristóbal Colón en que existía el Nuevo Mundo, cuál era la ruta desde las Islas Canarias, conocimiento de las corrientes y vientos atlánticos, tiempo del viaje, lo que encontraría en el Nuevo Continente ― personas, nivel de civilización ―, cual rumbo precisaba para el viaje de vuelta, etc., hizo que se firmaran las Capitulaciones de Santa Fe en los términos y condiciones incorporados en ellas.
Esta certeza, los documentos y los hechos colombinos, nos convencen de que hubo viajes anteriores al del Descubrimiento del América.
Analicemos la introducción de las Capitulaciones de Santa Fe, 17 abril 1492, acordadas entre los Reyes Católicos y Colón: “Las cosas suplicadas e que Vuestras Altezas dan e otorgan a don Christoual de Colon, en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las mares océanas, y del viaje que agora, con la ayuda de Dios, ha de fazer por ellos en seruicio de Vuestras Altezas, son las que se siguen:”
“… dan e otorgan …”. Se refiere a los beneficios y títulos que se concedían el 17 de abril de 1492, fecha en la cual no se había descubierto, oficialmente, el Nuevo Mundo y, sin embargo, se le adjudicaban títulos y beneficios este día.
Total, seguridad en la información presentada a los R.R.C.C.
“… don …”. Es la primera vez que se le cita como tal. Antes no tenía dicho título. Demostración de que no le correspondía por cuna.
Las teorías, que llamo románticas, justifican el “don” buscando una persona de la aristocracia. Crean una historia a su alrededor e interpretando las Capitulaciones de Santa Fe a su conveniencia ya tienen al supuesto Cristóbal Colón. Fácil, pero no cierto. El romanticismo o la casualidad ― como suponen algunos el Descubrimiento ― no pudo ser la causa de tan importante acontecimiento. Se precisó de una historia anterior y de la ciencia necesaria para hacerla posible. Historia y ciencia de viajes anteriores.
Dada la seguridad, en el conocimiento y éxito de viajes anteriores, se le concedía el “don” por el redescubrimiento.
“… en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las mares océanas, …”. Esta frase dice mucho, es uno de los grandes enigmas de Colón. Ha sido analizada por muchos investigadores. Las opiniones son muy variadas. Van desde la consideración de una redacción equivocada, hasta que fueron redactadas una vez vuelto del Viaje de Descubrimiento.
Nos dice “…ha descubierto en las mares océanas, …”. Se refiere a un hecho pasado, no futuro. Acaecido antes del 17 de abril de 1492. Para mí no hay enigma, muestra claramente que hubo viajes anteriores de Colón o de otros.
Todo el texto de las Capitulaciones de Santa Fe fue estudiado y acordado por la Administración de la Corona de Aragón en la persona del secretario del rey Fernando, Johan de Coloma, y fray Juan Pérez, en representación del Almirante. Todo en relación a los informes aportados por Cristóbal Colón y sus patrocinadores.
Estos documentos certificaban la viabilidad del Viaje, lo que encontraría en el Nuevo Mundo, su vuelta y todo lo concerniente al posible Viaje. Ello creo un estado de euforia tal que indujo a la redacción del texto basado en la certeza y seguridad del Viaje, dada la confianza en las pruebas presentadas por haberse realizado anteriormente. “… en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las mares océanas, …”.
La redacción “…ha descubierto en las mares océanas …” era cierta. ¡No hubo equívocos en la misma! Los documentos presentados aseguraban el redescubrimiento.
También se ha escrito que, las Capitulaciones de Santa Fe, habían sido redactadas una vez vuelto del Viaje de Descubrimiento. De haberse escrito al regreso del Viaje no hubiera sido necesario rectificar su texto original trece días después, 30 de abril 1492. Con una sola redacción bastaba.
Veamos que dice la rectificación;
Carta de merced, con rango de privilegio, concediendo a Cristóbal Colón los cargos de almirante, virrey y gobernador de las islas y tierra firme que descubriese y el título de don.
Granada, 30 de abril de 1492.
La Carta Merced, rectificación, lo deja claro: “…concediendo … de las islas y tierra firme que descubriese”. Nos habla de unos hechos a acaecer. Se quiso tapar el lapsus habido en las Capitulaciones de Santa Fe; las concesiones por la certeza de unos hechos pasados “… ha descubierto…” que, para mí, indican viajes acaecidos anteriormente.
El “… dan e otorgan … de lo que ha descubierto”, se cambia en la rectificación por el “… concediendo…que descubriese …”
También vemos en la rectificación, Carta Merced, que citan al Almirante sin el “don”. El título de “don”, queda claro, lo conseguía si lo “descubriese”, no por ninguna otra causa.
“agora …” Anteriormente hablaba del pasado; “… en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las mares océanas, …”. Con el “agora” nos clarifica los tiempos verbales empleados; pasado realizado y presente del viaje acordado en las Capitulaciones de Santa Fe.
“Primeramente, que Vuestras Altezas, como sennores que son de las dichas mares oceanas, fazen dende agora al dicho don Christoual Colon su almirante en todas aquellas islas y tierras firmes, que por su mano e industria se descubriran o ganaran en las dichas mares oceanas, para durante su vida y, después del muerto a sus herederos e sucesores, de uno en otro, perpetuamente, con todas aquellas preeminencias e prerrogativas pertenecientes al tal officio, e segund que don Alfonso Enriquez, quondam, almirante mayor de Castilla, e los otros sus predecesores en el dicho officio, lo tenian en sus districtos.
Plaze a Sus Altezas.
Johan de Coloma.
Dice “…como sennores que son …” Nos dice que pertenecen a los R.R.C.C., y, por ello, sabían dónde estaban de viajes anteriores.
Esta seguridad de propiedad podría venir al conocer su localización exacta y por el Tratado de Almizra, también llamado de Puerto de Biar, 26 de junio de 1244.
“… fazen dende agora …”, “… se descubriran o ganaran …”. Nos vuelven a demostrar la evidencia del Descubrimiento con los nombramientos antes del mismo, y la seguridad de que “… se descubriran o ganaran…”
Con la rectificación habida, trece días después, quedo resuelto el lapsus o interpretación de viajes anteriores.
Aunque no pertenezca el tema, de los posibles viajes, debo hacer mención a la desaparición del calificativo “extranjero” en los documentos que analizamos. Hasta la firma de las Capitulaciones se le consideraba extranjero. ¿Qué ha variado para el cambio? Los documentos anteriores, donde se le nombraba “extranjero”, habían sido redactados por la administración del Reino de Castilla, y, las Capitulaciones de Santa Fe fueron escritas y acordadas por la administración de la Corona de Aragón en la persona del secretario del Rey Fernando, Johan de Coloma. Desaparece el calificativo de “extranjero”. En la Corona de Aragón, Colón no es extranjero. No nos dicen su nacionalidad. Los documentos oficiales firmados con Fernando de Magallanes o con Américo Vespucio nos muestran su nacionalidad. Ejemplo en las Capitulaciones de Valladolid: “Por cuanto vos, Fernando de Magallanes, caballero natural del Reino de Portugal, y el bachiller Ruy Falero, así mismo natural del dicho Reino, queriéndonos hacer señalado servicio, os obligáis de descubrir en los que nos pertenecen y son nuestros en el mar océano, dentro términos de los límites de nuestra demarcación, islas y tierras firmes, ricas especierías aprovechados, mandamos asentar para ello con vosotros la capitulación siguiente:”
Referente a Américo Vespucio se le cita, en los documentos oficiales, de ciudadano florentino.
A los dos portugueses y al italiano no les aplicaron el calificativo de extranjero y certificaron su nacionalidad.
Si en la documentación de la administración del Reino de Castilla califican a Cristóbal Colón de extranjero. Si en las Capitulaciones de Santa Fe, redactadas por la administración de la Corona de Aragón, desaparece el calificativo de extranjero, y, si, en las Capitulaciones de Valladolid califican a Magallanes de “natural del Reino de Portugal”, ¿ nocorrespondería,en las de Santa Fe, decir que Colón era ciudadano o natural de Génova, si así fuera?
En las Capitulaciones de Valladolid, acordadas entre Carlos I y Magallanes, vemos, otra vez, la declaración de propiedad “…son nuestros en el mar océano…”, como ocurrió con Colón. Igual de certeza, en lo que encontrarían, tenían en los dos casos. Magallanes ya había informado al Rey de Portugal que las Islas de la Especiería pertenecían a España, por el Tratado de Tordesillas, cuando estuvo en ellas al servicio de Portugal. En Colón se empleó “…como sennores que son …” que demostraba igual seguridad en la propiedad, de lo a redescubrir, por viajes anteriores, como en Magallanes.
Luis Ulloa Cisneros en su libro “CRISTÒFOR COLOM FOU CATALÀ” nos indica la posibilidad de que Colón hubiese estado, en 1477, en el Nuevo Mundo. No lo demostró y quedo anotada la posibilidad.
Sigamos con otra prueba: El Almirante dispuso para el segundo viaje de 5 naos: La Marigalante, La Colina, La Gallega, La Fraila y La Gorda y 12 carabelas:La Santa Clara, La Pinta, La San Juan, La Quintera, La Gutierra, La Prieta, La Cardera, La Vieja, La Gallarda, La Santa Cruz, La Bonial y La Rodriga. Total 17 embarcaciones. 17 embarcaciones con sus capitanes, pilotos, maestres y contramaestres. A estos profesionales se sumaron los servidores personales de Colón, frailes, marineros, dueños de los barcos, agricultores, sastres, ganaderos, médico, boticario, albañiles, carpinteros, espaderos, lombarderos, ballesteros, hidalgos, tejedores, plateros, barberos, herreros, y toda clase de profesionales necesarios para empezar la colonización, un total de mil quinientas personas.
No creemos que fuera posible organizar tal número de embarcaciones y de hombres, calificados para su menester, en un tiempo de seis meses. Recordemos que estaban en el año 1493.Tal organización precisaba mucho más tiempo. A estos seis meses, desde la llegada del primer viaje – 15 marzo 1493 – a la partida del segundo – 25 septiembre 1493 – debemos descontar los días – del 15 de marzo al 21 de abril – que tardó, Colón, en llegar a Barcelona para entrevistarse con los Reyes Católicos, más los debidos días para la aprobación del segundo viaje, si no lo estaba ya, por parte de los Reyes. También sabemos que se abonaron sueldos, del segundo viaje, dos meses antes de partir.
Nos faltan días. Mi conclusión a lo anterior es, que en el tiempo que el nauta estuvo haciendo su viaje inaugural, en España, se hacían los preparativos para el Segundo Viaje, dada la seguridad en el éxito del primero.
De este segundo viaje hay que destacar que fueron 11 frailes, cuyo superior fue el padre Buyl o Boil, las tres primeras mujeres; María de Granada, Catalina Vázquez y Catalina de Sanlucar. También, por solicitud de Colón, embarco el mallorquín Miguel Ballester que, junto a los hermanos del nauta, fue el hombre de confianza del Almirante; alcalde de la Isabela, negociador ante los indígenas, negociador de Colón ante los Reyes Católicos, tutor de sus hijos Diego y Hernando Colón.
Miguel Ballester era hijo de Johan Ballester, notario de Manacor. Johan Ballester había sido el segundo secretario de Juan II, padre de Fernando el Católico. Miguel Ballester era, también, sobrino de Luis de Santángel que propicio el primer viaje aportando 1.140.000 maravedís de los 2.000.000 que se precisaron, pues su madre y la esposa de Luis de Santángel eran hermanas.
Pasemos a otras posibles pruebas.
Para la organización y salida del viaje de Magallanes se precisaron 18 meses (1518-1519), para una flota de 5 embarcaciones. Es interesante y demostrativo compararlo con los 6 meses empleados para la organización y salida del segundo viaje de Colón con una flota de 17 naves y 1500 hombres.
El Almirante trajo consigo cascabeles, espejos, cerámicas, bonetes, …, todo, todo, artículos de poco valor, que le sirvieron para cambiar por oro. Sabía dónde iba y que nivel de sociedad encontraría. De haber creído que llegaría a la tierra del Gran Khan hubiera precisado otras mercancías parecidas a las de Magallanes. Magallanes, que también sabía dónde iba, embarcó: barras de cobre, de mercurio y de hierro, junto con balas de tejido de algodón de diferentes colores, gorros, pañuelos, piezas de paño amarillo, encajes, brocado, terciopelo, satín, cuchillos, brazaletes, vidrios de colores tallados, etc.
El éxito del trueque requería conocer las necesidades de la sociedad con la que se iba a negociar. Por ello, en cada caso, se transportó las mercancías que requerían sociedades diferentes, conocidas de anteriores viajes.
Los nativos, al ver la expedición de Colón, creyeron que venían del cielo. Los recibieron muy bien. La experiencia que les quedaba, de llegadas anteriores, era buena.
Sabemos que, en el recorrido de la costa de Cuba del segundo Viaje, encontraron tribus con nativos de piel más blanca que los demás – mestizos -, y hombres blancos que los demás nativos decían que tenían cola, pues llevaban túnicas blancas.
Leamos en el Libro Copiador de Cristóbal Colón, y saquemos conclusiones:
“acaesçió qu’estando aquí forneçiendo los navíos de leña y agua, y un ballestero que avía caçado se halló entre muchos indios que, según él dixo, sería bien treinta, y qu’el uno de ellos traía túnica blanca hasta los pies, y que se halló tan de súpito sobre él y sobre desacuerdo, que pensó que era un fraile de la Trinidad que yo traía; después binieron a él otros dos con túnicas blancas que llegavan debajo de la rodilla, los cuales heran tan blanco como nosotros en el color. Entonçes él ubo miedo y dio bozes huyendo a la mar. Vido que los otros se descubrieron y que aquél de la túnica cumplida venía tras él llamándole, y qu’el nunca escuchó, sino fuyendo se tornó a las barcas y me hizo relaçión d’esto. Y enbié luego gente allí adonde él avía visto esto, por ver si podía aver allí fabla con esta gente, porque, según la relaçión d’este vallestero, éstos no venían por fazer mal, salvo por aver fabla con nosotros.
No hallaron a nadie aquellos que yo enbié, puesto que fueron muchos por la tierra adentro, de que me pesó harto, porque yo quisiera aver fabla con ellos, que yo ya avía pasado tantas tierras que no avía visto gente ni poblado. Comprehendí qu’este d’esta túnica hera señor o ‘caçique’ d’ellos, el cual vibiría mucho la tierra adentro, porque todas estas tierras, como yo dixe son anegadas y llenas de árboles junto con la mar, e allí adentro son muy hermosas tierras, aunque allí adonde yo estava hera playa y tierra enxuta y lindos palmares e aguas muy buenas, e nos abrían visto venir de la mar en fuera, y se abría açercado a la ribera de la mar por saber de nosotros.
…
“Y allí vinieron muchas canoas, y la gente d’ellas me deçia que, allende de aquellas montañas, reinava un rey que me pareçía qu’ellos dezían por maravilla el modo y forma de su regimiento y de la gente; dezían de su estado y que tenía infinitas provinçias y que se llamava “Sancto”, y traía túnica blanca que le arrastrava por el suelo. Holgué mucho, pensando que yo podría llegar a él, más según yo comprendo, estava mucho la tierra adentro.
Para terminar otra pequeña prueba: En la introducción del libro “La Ruta T y D” de don José Antonio Hurtado García, que demuestra cual mapa utilizó Cristóbal Colón, entre otras cosas dice; Este trabajo va a demostrar que en el siglo XIV marinos mallorquines supieron encontrar dichas corrientes y la forma de ir y volver al continente próximo, y por azares del destino plasmaron el camino en un mapa”
Interpreto; A) que en 1375 se sabía la ruta a seguir para ir al Nuevo Mundo -mapamundi de Cresques Abraham; B) que los marinos mallorquines habían encontrado las corrientes marinas que permitían “depositarlos en la tierra allende el Atlántico en un plazo de tres semanas” y que había sido recogida, la información, en una mapa “ y por azares del destino plasmaron el camino en un mapa” y C) que esta información les había sido presentada y, por ello, conocida por los Reyes Católicos, certificada en el contrato entre los R.R.C.C. y Colón – Capitulaciones de Santa Fe ― ,” en alguna satisfacción de lo que ha descubierto”, por cuyo mérito le otorgaban los diferentes títulos y beneficios firmados.
Considero posible, y casi seguro, que hubo viajes anteriores al Descubrimiento del Nuevo Mundo de Cristóbal Colón.
Saquemos nuestras propias conclusiones.
Juan Oliver Torrents
Aunque comparto con el autor que Colón pudo, y hay bastantes posibilidades que así fuera, ser Mallorquín, que no Catalán, sin embargo cuestiono que el Almirante tuviera ese conocimiento previo de lo que se iba a encontrar. Colón tenía información pero…¿tanta y tan precisa?
Un saludo cordial,
F. Iglesias
Muy bien Joan. Muy interesante artículo cuyas afirmaciones y suposiciones comparto.
Un fuerte abrazo
Pues mii primo, ya fallecido, Torcuato Luca de Tena y Brunet tiene escrito un libro sobre los descubrimientos de America. Señala que en una cueva de Sudamerica se ha encontrado una inscripcion en alfabeto iberofenicio. Se cree que alguna nave fenicia se perdió en el Oceano y los vientos alisios le empujaron hasta el Nuevo Mundo. Mi primo no hace referencia a los pescadores vascos que debieron llegar a Terranova muchos años antes de Colon. Aqui se cree que a los vascos no les interesaba que pescadores de otras nacionalidades se enterasen del lugar de sus pesquerias, Pero debe haber documentos que indican la estancia de los vascos en Canada para expplotar sus bancos de bacalao y tambien propiciar la caza de las ballenas.
Una vez más,el trabajo de Juan Oliver, interesantisimo.