Estoy seguro de que si nos hablan de «300» todos pensamos en la heroica defensa de los espartanos de Leónidas en el paso de las Termópilas frente a los miles de soldados persas enviados por Jerjes I para la dominación de las ciudades estado griegas.
Lo que ya no solemos recordar es que cerca de nosotros, en nuestra amada España, muchos años después de la derrota de Leónidas con cifras similares de combatientes se repetiría una acción bélica pero con un final muy diferente.
Cerca muy cerca de nosotros 300 guerreros se enfrentaron a un ejército mucho más numeroso consiguiendo una victoria donde todos solo habríamos apostado por una derrota.
¿He dicho guerreros?
Para el historiador argelino «Al Maqqari» solo debería haber dicho «asnos» en concreto «300 asnos salvajes» que entre poco y nada deberían molestar a un inmenso ejército de 20.000 guerreros sarracenos que se les echaban encima, en viejos escritos se eleva la cifra hasta los 187.000 guerreros musulmanes a todas luces una cifra exagerada.
Con las «pistas» que les he ido dando muchos de ustedes ya habrán fijado la fecha, la batalla y su localización que a continuación descubro por completo. Nos encontramos el 28 de mayo del año 722 en la conocida como Cova Dominica del monte Auseva en los Picos de Europa en el norte de España inmersos en la conocida por todos como batalla de Covadonga.
¿Cómo se llegó a esta batalla?
En el 711 en el extremo sur de España durante la batalla de Guadalete se había producido la derrota del ejercito visigodo al mando del rey visigodo don Rodrigo por parte del ejército musulmán llegado desde el norte de África al mando de «Tariq», mucho se debería hablar y recordar sobre aquella época envuelta en traiciones y debilidades en el gobierno del reino visigodo de España que abrió las puertas a los ejércitos enemigos.
¡Solo 11 años!
Bastaron para que los «restos» de los cristianos refugiados en los Picos de Europa se negasen a seguir bajo el yugo musulmán y se levantaran en armas contra sus opresor«es.
Muchos dirán que no llegó a ser lo que habitualmente se conoce como una batalla, más se debería denominar escaramuza entre el numeroso ejército enviado por «Muza» desde Córdoba al mando de «general Al Qama» en ayuda del gobernador musulmán local «Munuza» contra un grupo de 300 ‘asnos salvajes’ que empleando técnicas de guerrilla a base de escaramuzas lograron generar tal número de bajas que obligó a la retirada de tan numeroso ejército.
La batalla de Covadonga como todos sabemos se mantiene en equilibrio entre la Historia y la leyenda no solo por los años transcurridos sino por la imposible victoria conseguida por las valerosas acciones de los guerreros astures y godos que lograron lo que parecía imposible de lograr como fue la muerte del propio «Al Qama» a la que se le unieron las elevadas bajas enemigas producidas por el derrumbe de la montaña en su huida, con toda probabilidad provocado por los defensores al mando del caudillo visigodo don Pelayo.
Se estima que de los 300 guerreros de don Pelayo solo sobrevivieron 30 hombres y 10 mujeres mientras que por parte de los musulmanes no debieron de producirse mucho más de 1.000 bajas.
Pero ¿qué impacto tuvo el resultado de la batalla?
Escribir sobre el caudillo don Pelayo me hace recordar a «otro Pelayo», en concreto al ermitaño Pelayo que en el 813 un poco más al oeste descubría «para mayor gloria de toda la cristiandad» la tumba con los restos del Apóstol Santiago en Iria Flavia (cerca de Padrón).
¡Qué diferente habría sido la Historia de España sin esta importante victoria cristiana!
¿Se habría producido la Reconquista?
¿La victoria de Carlos Martel, abuelo del futuro emperador Carlomagno, en Poitiers del 732 habría logrado parar la invasión de Europa?
¿Qué importancia tuvo la batalla en la Historia de España?
Lo primero mostrar que la Reconquista es un periodo que continua sin «tregua por parte cristiana» desde la invasión musulmana del 711 ya que, a diferencia de lo que habitualmente se nos ha ido contando, las batallas y la resistencia continuo frente al avance invasor.
Resultó clave la victoria de los francos del 732 pero también fue importante la necesidad de desviar tropas al norte de la península para que se frenase el avance musulmán en los Pirineos.
Gracias a esta primera victoria se pudo establecer una zona cristiana segura marcando como frontera el río Duero, cierto es que eran tierras poco interesantes para los musulmanes una vez abandonadas por los bereberes debido a las guerras internas en el Magreb.
Se pudo descubrir el enterramiento del Apóstol Santiago, hecho importante para los cristianos, pero también para la cultura, la construcción y el arte desarrollándose el Camino de Santiago como vía permanente de comunicación entre España y el resto de Europa.
En Compostela se construyó una primera iglesia en el 829 seguida de otra posterior prerrománica en el 899 iniciándose en 1075 la construcción de la definitiva Catedral de Santiago de Compostela, después de la destrucción del 997 por Almanzor.
Se consolida el Reino de Asturias origen de posteriores reinos ibéricos como el reino de León en el año 910, el reino de Castilla en el año 1065, el reino de Portugal en el año 1139 y finalmente la unión dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón en el año 1469 con el matrimonio de los Reyes Católicos.
Como todos ya sabemos el combate de esos olvidados 300 «asnos salvajes» del 722 daría lugar a la conquista del último reino musulmán de Granada en 1492 por los Reyes Católicos.
Gracias por leernos.
Vicente Medina
Fuentes Consultadas:
VALDEÓN BARUQUE, Julio. “La Reconquista. El concepto de España: Unidad y diversidad”