El pasado 6 de diciembre, la Iglesia celebró a San Nicolás de Bari (en realidad, era obispo de Mira, actual Demre en Turquía, pero cuando los musulmanes invadieron la Anatolia, se trasladaron sus reliquias a la ciudad italiana). Existe en Valencia una iglesia bajo esta advocación, que es conocida, por sus preciosos frescos, como la «Capilla Sixtina valenciana». Está levantada sobre las ruinas de un templo romano dedicado a divinidades paganas, donde muy cerca también había un cementerio.
Primeramente, se construyó un templo paleocristiano o visigodo y, luego, con las llegada de los musulmanes en el siglo VIII, una mezquita orientada hacia el Este, hacia La Meca.
La primera edificación, tras la conquista cristiana, fue en 1238, en tiempos del rey Jaime I el Conquistador, que entregó en donación el lugar a los dominicos. Y fueron ellos quienes dedicaron la iglesia a san Nicolás de Bari, patrono y protector de la Orden.
Más tarde, la Orden añadió a otro santo como titular de la iglesia, san Pedro de Verona, mártir de los dominicos. Gracias a él, se produjo un milagro que salvó la vida a un recién nacido, y muy pronto se propagó la devoción al santo entre los valencianos.
En el siglo XV, llamado el Siglo de Oro valenciano, fue reestructurado el templo por orden de Alfonso de Borja, futuro Papa Calixto III. Y toma la forma gótica que podemos ver actualmente en su exterior.
En el siglo XV, llamado el Siglo de Oro valenciano, fue reestructurado el templo a petición de Alfonso de Borja, futuro Papa Calixto III. Y toma la forma gótica que podemos ver actualmente en su exterior.
En el siglo XVII, su interior fue enriquecido con una rica decoración, a cargo del arquitecto barroco Juan Bautista Pérez Castiel, logrando una excelente combinación de gótico y barroco.
Sobre esta nueva arquitectura, Antonio Palomino diseñará su bosquejo pictórico, que será ejecutado magníficamente por su discípulo Dionís Vidal, entre 1697 y 1700.
Durante la Guerra Civil, entre el 1936 y 1939, la iglesia de San Nicolás fue saqueada, resultando destruidas las capillas, y el templo fue convertido en un almacén.
El 4 de febrero de 2016 fue inaugurada la última restauración del templo, financiada por la Fundación Hortensia Herrero cuyo magnífico resultado nos permite contemplar la parroquia en todo su esplendor.
Toda una catequesis, que muestra los pasajes más importantes de la vida de los dos santos titulares de la parroquia. Del lado derecho mirando hacia el altar mayor, podemos contemplar los hechos más importante en la vida de san Nicolás, y del lado izquierdo, la vida de San Pedro Mártir.
Los lunes llamados “Los lunes de San Nicolás” o «Caminatas a San Nicolás», porque se va a pie, la iglesia está siempre abierta. Como es costumbre desde hace algunos años, los devotos acuden al templo para pedir deseos, por problemas relacionados con la infancia, la familia, la salud o dificultades económicas graves. Dicen que para que san Nicolás conceda el deseo, debe visitarse tres lunes seguidos la iglesia, y rezar al santo la oración que se encuentra muy cerca del altar para pedir su intercesión.
Jesús Caraballo
Muy interesante el artículo.