La Hermandad del Silencio de Sevilla

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Hermandad del Silencio procesionando el Viernes Santo

La Hermandad del Silencio ― cuyo nombre oficial es Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, Archicofradía Pontificia y Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María Santísima de la Concepción ― se fundó en la Cuaresma de 1340, a cargo de vecinos del barrio sevillano de Feria. Es, por tanto, una de las más antiguas de la capital andaluza. Desde sus orígenes, se concibió para glorificar a Cristo llevando la cruz. Tiene como titulares a Jesús Nazareno, a la Virgen y a San Juan Evangelista.

En sus estatutos, fijados por el arzobispo de Sevilla, Nuño de Fuente, el 22 de febrero de 1356, se establece que procesionará en la madrugada del Viernes Santo; así como lo habitual en estos casos, dotación para doncellas pobres y atención a los menesterosos, entre otras disposiciones.

La fundación tuvo lugar en la parroquia de Omnium Sanctorum, pero la primera procesión no será hasta 1356, tras la firma de sus estatutos, y tuvo como destino una capilla que tenía la Hermandad en la calle Resolana. Posteriormente, tuvo diferentes sedes: en la ermita de San Antón, el Hospital de las Cinco Llagas y el Hospital de la Santa Cruz en Jerusalén, hasta que en 1572 se establece en el convento de San Antonio Abad y construye su capilla propia.

La Hermandad contó entre sus hermanos destacadas personalidades, incluidos reyes y hasta un santo, nada menos que san Antonio María  Claret, en 1862.

En 1615 la Hermandad hizo voto de defender el dogma de la Inmaculada Concepción, (dogma que no fue oficialmente reconocido por la Santa Sede hasta mucho después, pero que en España siempre tuvo una gran devoción).

Destacados personajes como José María Blanco White – quien no era precisamente devoto de la Semana Santa y de sus cofradías – o Félix González de León, ponderaron sin embargo la magnificencia de la que nos ocupa.

Y es que basta admirar la imagen de Jesús Nazareno, hecha en madera de cedro y en posesión de la Hermandad desde el siglo XVII, para dejarse llevar por la espiritualidad y el verdadero sentido de lo que representa.

No le van a la zaga las imágenes de la Virgen Dolorosa, bajo la advocación de la Concepción, y de San Juan Evangelista que la acompaña. Esta última imagen fue restaurada a principios del siglo XX.

Estas magníficas obras lucen en todo su esplendor en la Madrugada de Viernes Santo, pero el arte no debe hacernos olvidar la labor caritativa que la Hermandad desarrolla durante todo el año, siguiendo las enseñanzas de Nuestro Señor.

Jesús Caraballo

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1 thought on “La Hermandad del Silencio de Sevilla”

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