Antonio Gaudí y Cornet fue un arquitecto catalán reconocido internacionalmente como uno de los expertos más prodigiosos de su disciplina, además de uno de los máximos exponentes del modernismo. Su genialidad excepcionalmente rompedora fue artífice de un lenguaje arquitectónico único, personal e incomparable difícil de etiquetar.
Estudios de Arquitectura
En el año 1870 se trasladó a Barcelona para cursar sus estudios de arquitectura a la vez que se ocupaba con diversos empleos que le permitían pagarse los estudios. Fue un estudiante irregular, pero que ya manifestaba algunos indicios de genialidad que le abrieron las puertas para colaborar con algunos de sus profesores. Culminaron sus estudios en la Escuela de Arquitectura en 1878.
En ese entonces comienza la amistad con Güell, Antonio Gaudí recibió gran cantidad de encargos y planteó innumerables proyectos. Muchos de ellos, afortunadamente, pudieron convertirse en realidad, pero algunos otros no pasaron del papel.
Durante su etapa de madurez, las obras maestras se fueron sucediendo las unas a las otras: la Torre Bellesguard, el Park Güell, la restauración de la catedral de Mallorca, la iglesia de la Colonia Güell, la Casa Batlló, La Pedrera y, finalmente, la Sagrada Familia. Comienza alejarse de la vida social a la vez que se entregaba con más fervor a un sentimiento místico y religioso.
Muerte de Antonio Gaudi
Antonio Gaudí murió el 10 de junio de 1926 atropellado por un tranvía mientras se encaminaba, como cada anochecer, hacia la Sagrada Familia desde la iglesia de Sant Felip Neri. Después del golpe, perdió la consciencia y nadie sospechó que aquel anciano indocumentado y de aspecto descuidado era el célebre arquitecto, y fue trasladado al Hospital de la Santa Cruz, donde posteriormente sería reconocido por el cura de la Sagrada Familia.
El entierro tuvo lugar dos días después en la Sagrada Familia después de un multitudinario funeral: buena parte de los barceloneses salieron a la calle para dar el último adiós a Gaudí, el arquitecto más universal que la ciudad había visto.
HISTORIA DE LA BASÍLICA
La Sagrada Familia tiene planta de cruz latina, de cinco naves centrales y transepto de tres naves, y ábside con siete capillas. Ostenta tres fachadas dedicadas al Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús y, cuando esté concluida, tendrá dieciocho torres: cuatro en cada portal, haciendo un total de doce por los apóstoles; cuatro sobre el crucero, invocando a los evangelistas; una sobre el ábside, dedicada a la Virgen; y la torre-cimborio central, en honor a Jesús, que alcanzará los 172,5 m de altura. El templo dispondrá de dos sacristías junto al ábside y de tres grandes capillas: la de la Asunción, en el ábside; y las del Bautismo y la Penitencia, junto a la fachada principal. Asimismo, estará rodeado de un claustro pensado para las procesiones y para aislar el templo del exterior. Gaudí aplicó a la Sagrada Familia un alto contenido simbólico, tanto en arquitectura como en escultura, ya que dedicó a cada parte del templo un significado religioso.
La Sagrada Familia es un templo excepcional, tanto en su origen y fundación como en sus propósitos. Fruto de la obra del genial arquitecto Antoni Gaudí, fue un proyecto impulsado por y para el pueblo, siendo ya cinco generaciones las que han ido viendo la evolución del templo en Barcelona. Actualmente, con más de 140 años desde la colocación de la primera piedra, la Basílica sigue en construcción.
Dibujo original del proyecto que el arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar hizo para la Sagrada Familia, el cual, siguiendo las pautas dominantes de la época, aplicaba las fórmulas propias del neogótico: ventanales ojivales, contrafuertes y arbotantes exteriores, y un campanario. Divergencias de carácter técnico, relacionadas con el coste de los materiales, comportaron la destitución de este arquitecto y la elección de otro que empezaba a destacar, Antoni Gaudí, que dio una nueva orientación al proyecto y lo transformó en una ambiciosa propuesta de templo para la iglesia del futuro.
Fue Josep María Bocabella quien tuvo la idea de hacer un templo dedicado a esta devoción. Bocabella era un librero de la ciudad vinculado con la Congregación de Hijos de la Sagrada Familia y la Congregación de Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, fundadas por Josep Manyanet.
Con el propósito de recaudar los fondos necesarios, Bocabella fundó la Asociación Espiritual de Devotos de San José en 1866. Con los años, esto hizo posible que en 1881 se comprara el terreno.
Inicialmente, Bocabella pretendía hacer una réplica del santuario de Loreto en Italia y encargó el proyecto al arquitecto Francisco de Paula del Villar Lozano, quien dejó esa idea de lado y prefirió un concepto neogótico.
La primera piedra de la Sagrada Familia se puso en el año 1882 bajo la dirección de Villar, ceremonia que contaba con la presencia del joven Antonio Gaudí, ayudante del arquitecto Joan Martorell. Martorell, de hecho, cumplía funciones como asesor de Bocabella.
En 1883, se inició la construcción del templo, pero en ese mismo año Villar renunció tras diferencias irreconciliables con Bocabella. Este le solicitó a Martorell que se hiciera cargo, pero el arquitecto rehusó y recomendó a su ayudante Antonio Gaudí. A partir de entonces, todo daría un giro inesperado. Un año después el proyecto fue puesto en manos de Gaudí, quien lo replanteó por completo. Gaudí diseñó un templo excepcional e innovador que iba a estar compuesto por 18 torres, aunque finalmente sólo tuvo tiempo de crear una de ellas antes de su muerte.
El campanario dedicado al apóstol Bernabé fue el único que Gaudí pudo dejar terminado. Gaudí muere, y su discípulo, Domènec Sugranyes, asume la dirección de las obras.
Gaudí falleció en 1926 dejando inacabado el proyecto que ocupó los últimos años de su vida, pero, gracias a los planos que se conservan, su sueño se hace realidad poco a poco gracias al trabajo de otros artistas y al dinero obtenido a partir de las donaciones y las visitas.
Está pensado para destacar tres fachadas fundamentales: la fachada de la Natividad, la fachada de la Pasión y la fachada de la Gloria, todas ellas concebidas como grandes libros de piedra que relatan la llamada «historia de la salvación».
Además, Gaudí proyectó la construcción de 18 torres. La más alta representará a Jesucristo, mientras que las demás representarán a los apóstoles, los evangelistas y la Virgen María. El monumento alcanzará así una altura máxima de 172,5 metros.
A´ún no está terminada, la Sagrada Familia es un exuberante templo cargado ya de gran simbolismo religioso.
Carolina Campillay
En la obra de Gaudi hay dos elementos básicos: 1) la admiración y la contemplación de la obra de Dios en la creación, y 2) la laboriosidad y creatividad de Gaudí como una prolongación de la creación. Muchas gracias por el artículo.