Narración creada por Juana, primaria

Enviada por Prof. Fátima Hernández

Colegio Buen Pastor

Comienzo este diario hoy, día 10 de agosto de 1519, en mi camarote de la nave Concepción, anclado en el muelle de las Mulas del puerto de Sevilla.

Me apunto a una aventura de la que no conozco apenas nada, ni a donde vamos ni cuando volveremos, agobiado por no tener trabajo ni dinero, en la ruina más absoluta, nada tengo que perder. Puede que gane la gloria y recupere el honor.

Somos una expedición de 5 naos (Santiago, Trinidad, San Antonio, Victoria, y Concepción) con unos 200 hombres, al mando todos del capitán portugués Fernando de Magallanes.

Día 20 de septiembre de 1519

Estamos en Sanlúcar de Barrameda y hemos llenado el barco de provisiones, en unas horas cuando el viento sea favorable partiremos.

Día 26 de septiembre de 1519

Llegamos a Tenerife, donde volvemos a recoger carne y otras provisiones. Cuando el viento sea propicio saldremos de aquí.

Día 2 de octubre de 1519

Por fin salimos de Canarias rumbo a la aventura. Comenzamos bordeando la costa de Guinea. Estos días estamos pasando mucho miedo, la tempestad no nos deja y rezamos mucho. Nos acompaña algunas noches el Santo Cuerpo de San Telmo, su resplandor en el palo mayor nos deja asombrados e inquietos.

El Capitán Magallanes es un hombre que todo lo decide solo, no consulta a nadie ni cuenta nada de hacia dónde vamos, nosotros, los marineros empezamos a creer que nos está engañando. Cada vez que le preguntamos algo no contesta y esto hace que discuta con los capitanes de las naos.

Día 13 de diciembre de 1519

Después de mucho esfuerzo y sufrimiento hemos atravesado el océano Atlántico, llegando a Río de Janeiro. El calor es inaguantable, pero la comida es abundante y buena. La piña está buenísima. Llenamos las naves de comida, leña y agua fresca. Esto nos de mucha alegría y descansamos en tierra unos días, aquí la gente que conocemos es muy amable.

Proseguimos el viaje por la costa, ningún mapa de los que tenemos corresponde con lo que nos vamos encontrando, todo es nuevo. A veces paramos en tierra y exploramos, pero ya han muerto unos 60 hombres a manos de los indígenas de esta zona, en el río de la Plata.

Comienza a hacer mucho frío y vemos unos animales desconocidos para nosotros, son de color negro con plumas pero no vuelan, están muy gordos y ricos. Llenamos las naos con todos los que cazamos, los estamos salando para conservar su carne más tiempo. Es lo que cenamos en Nochebuena.

Tenemos mal tiempo y oscurece temprano, estamos aburridos y desanimaos, algunos tienen muy mal humor y se pelean. Esto es muy difícil de controlar.

Día 31 de marzo de 1520

Después de muchísimos días de frío y hambre el capitán Magallanes decide que paremos en el puerto de San Julián a pasar el invierno. Son días difíciles, nos han reducido las raciones de comida, menos galletas, pero no nos falta el vino. En esta tierra hay mucha leña, agua de manantiales y todos los días comemos ostras. Sus habitantes se llaman patagones, son grandes, con pies enormes y comen mucho. Casi nos dejan sin provisiones un día que los invitamos a comer a la nao.

Están algunos de los capitanes de las naos muy nerviosos, no les gusta como manda la expedición Magallanes, están hartos y quieren volver a España. Son los que mandan las naos Victoria, Concepción y San Antonio. Se pelean con Magallanes y los que le apoyan y quieren seguir la expedición. Pero no lo consiguen, Magallanes es valiente y no deja esto sin castigo, esta empresa ya ha llegado muy lejos y no va a permitir que lo fastidien. A alguno lo condenan a muerte por esto.

Con las cosas más claras pasamos 5 meses de invierno, esperando a que los días sean más largos. Hemos perdido a la nao Santiago, ha naufragado estando de exploración buscando un paso para salir de aquí. Milagrosamente no ha muerto ningún tripulante.

Día 21 de octubre de 1520

Salen de exploración las naos San Antonio y Concepción, vuelven muy alegres al encontrar por fin el paso al océano Pacífico. Nos ponemos todos a navegar hacia ese paso, con mucho apuro tardamos 20 días en conseguirlo, pero la nao San Antonio se va por su cuenta queriendo volver a España. Seguimos la aventura las naos Trinidad, Concepción y Victoria. Hemos perdido muchos hombres, por enfermedades, hambre, frío y alguno por peleas y algún otro desterrado. Llevamos 14 meses de viaje.

Día 27 de noviembre de 1520

Tenemos buen viento para navegar, el capitán Magallanes está más convencido que nunca de que lo lograremos. Aunque alguno no lo ve tan claro.

Pasan 90 días sin que toquemos tierra. Y la que encontramos son pequeñas islas deshabitadas. Ya nos quedan pocas galletas y no tenemos alimentos frescos, esto hace que muchos se pongan enfermos. Estamos desalentados. Los que están peor hacen testamento, y muchos mueren. Estamos casi 4 meses sin pisar tierra, tenemos hambre y muchos aquejados de dolor, lo único bueno es que estamos navegando en un mar tranquilo sin tormentas.

Día 6 de marzo de 1521

Por fin llegamos a tres islas habitadas, con comida muy rica, estamos muy contentos y los que están enfermos se animan. Los habitantes de estas islas son agradables y los invitamos a las naos, para nuestra sorpresa son unos ladrones, se llevan todo lo que pueden del barco. Llamamos a estas islas de Los Ladrones.

Vamos pasando por más islas, donde cogemos provisiones y hacemos trueques con sus habitantes.

Día 7 de abril de 1521

Llegamos al puerto de Zebú, sitio importante de esta zona. Aquí el capitán Magallanes hace amistad con el rey de Zebú y le habla del Reino de Castilla y de ser cristianos. Lo aceptan con entusiasmo.

Los habitantes de aquí son amables y hacen trueques con nosotros, mientras nuestro capitán Magallanes, hace fuertes lazos encariñándose con aquel puerto.

Día 21 de abril 1521

Cerca de donde estamos, está la isla de Mactán donde su rey está enfrentado con el de Zebú. Magallanes decide enfrentarse con él para demostrar su amistad con el rey del puerto en el que están. Esta batalla acaba de mala manera, lo que se suponía que sería una victoria para nosotros es un desastre, los indígenas son muy numerosos y aunque peor armados consiguen matar a 8 de los nuestros, entre ellos a nuestro capitán Fernando de Magallanes. Ahora los capitanes de la expedición serán Duarte Barbosa, que es el capitán de la Victoria y a Juan Serrano, capitán de la Concepción.

Después de esto, siguen las desgracias, el rey de Zebú también aprovecha la ocasión de nuestro desanimo al perder a Magallanes y nos hace una emboscada en tierra, mata a nuestros capitanes junto con otros 20 hombres a los que hace prisioneros.

Los que quedamos en las naos huimos, sin nada que poder hacer por los compañeros.

Día 1 de mayo 1521

Con 115 tripulantes seguimos navegando de isla en isla, pero como somos pocos para gobernar tres naves tuvimos que quemar la nao Concepción, nos quedan la Victoria y la Trinidad.

Toman el control los oficiales que quedan, estamos al límite de nuestras fuerzas.

Día 9 de octubre 1521

El rey Borneo nos recibe con amabilidad y nos ofrece todo tipo de cosas para reconstruir las naos. Es el mejor recibimiento de todos hasta ahora y no creo que nos hagan otro igual.

Tomamos provisiones y seguimos navegando, pasamos por varias islas donde nos atienden bien, pero nosotros somos cada vez más recelosos, no nos fiamos de esta gente.

Día 6 de noviembre de 1521

Por fin llegamos a las islas Molucas, nuestro objetivo. Encontramos especias, como el clavo y frutas exóticas y somos bien recibidos. Lo hemos logrado. Solo nos queda volver a casa. Aquí nos enteramos de que los portugueses nos buscan y el rey de Portugal nos quiere apresar. Cargamos las naves y nos disponemos a partir cuanto antes.

Día 21 de diciembre de 1521

Nos preparamos para partir, pero la nao Trinidad tiene una brecha por la que entra agua, está inutilizable. Decidimos no posponer el viaje y salir solo con la Victoria, algunos de mis compañeros deciden quedarse en estas tierras y hacer fortuna. Estoy al frente como capitán de la nao Victoria, me queda dirigir el viaje de vuelta. Nunca imaginé llegar hasta aquí y ser capitán de esta grandiosa expedición. El viento monzón nos ayuda. Comenzamos un viaje lleno de hambre, enfermedad y en el que perdemos a muchos de los nuestros. Siempre con el miedo a los portugueses que sabíamos nos querían capturar.

Día 6 de septiembre de 1522

Llegamos a Sanlúcar de Barrameda 18 hombres o lo que queda de nosotros.

Día 8 de septiembre de 1522

Entramos en el puerto de Sevilla, y disparamos la artillería que aún funciona en nuestra nao Victoria.