
El personaje del que hoy hablamos es Gregorio Marañón, un intelectual de los muchos que ha dado la cultura, la ciencia y el pensamiento en España.
Nacido en 1887 y fallecido en 1960, en ambos casos en Madrid. Fue médico, científico, humanista, escritor, pensador, académico y liberal.
Fundador de la Endocrinología Española, personaje clave para la endocrinología fuera y dentro de España, centrando su estudio en glándulas como la tiroides (investigando el bocio, el hipotiroidismo y el hipertiroidismo), las suprarrenales (explorando su papel en el estrés y la adaptación) y la hipófisis, además del impacto sobre el temperamento, el carácter, la inteligencia e incluso la sexualidad de los individuos. Catedrático de Endocrinología en la Facultad de Medicina de Madrid, su laboratorio y clínica en el Instituto de Patología Médica se convirtieron en un centro de referencia para el estudio y tratamiento de las enfermedades endocrinas.
Podemos destacar algunas de sus obras en Medicina, como Problemas actuales de la doctrina de las secreciones internas (1922) y La evolución de la sexualidad y los estados intersexuales (1929).

Obras en Historia, como Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo (1930), El Conde-Duque de Olivares: La pasión de gobernar (1936) y Antonio Pérez: El hombre de estado y el hombre oculto (1947).
Como ensayista, Liberalismo y Comunismo (1937), La vejez y otros ensayos (1950), Amiel: Un estudio sobre la timidez (1950).
Como académico, Real Academia Española (RAE), ingresó en 1934 con el discurso «Las ideas biológicas del Padre Feijoo», Real Academia de la Historia, Real Academia Nacional de Medicina, miembro destacado de esta academia desde 1922, Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 1927, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, desde 1952.
No “solo” fue un gran intelectual clave de la Historia de España del siglo XX, sino que mantuvo una activa carrera política, aunque nunca militó en un partido político su participación en la política española fue muy relevante.

Durante la Monarquía de Alfonso XIII, como «liberal convencido» participó en gobiernos liberales en 1919 y 1920 como consejero de Sanidad y de Instrucción Pública. Fue uno de los fundadores, junto a José Ortega y Gasset y Ramón Pérez de Ayala, de la Agrupación al Servicio de la República, no era un partido político, sino una iniciativa de intelectuales para propiciar la llegada de la Segunda República Española, defendiendo un modelo democrático y liberal, en su casa se pactaría la proclamación de la República y la salida del Rey Alfonso XIII.
En la Segunda República sería elegido diputado por Zamora en las Cortes Constituyentes de 1931, a pesar de todo fue crítico con la deriva que estaba tomando la República por su incapacidad para integrar a todos los españoles, incluso muy al contrario generar una creciente polarización y violencia. Tanto fue así que se exilió a París en diciembre de 1936, viajando por diversos países de Hispanoamérica, a lo largo de dichos años siempre mostró su apoyo a todos los españoles que se vieron forzados al exilio. Al final de la Guerra Civil regresaría a España en 1942, recuperando todos los puestos que debió abandonar por su exilio en 1936, continuó con sus publicaciones y mantuvo una postura crítica con el régimen del General Franco.

Fallecido, como se ha indicado, en 1960 a los 72 años, su memoria se mantiene en calles y plazas que llevan su nombre, monumentos como el de la Ciudad Universitaria de Madrid o bautizando con su nombre a uno de los principales hospitales de España, Hospital General Universitario Gregorio Marañón en Madrid.
Hombre que con su trayectoria intelectual tuvo constantes apoyos tanto internos como externos, a lo largo de su exilio fuera de España, siendo reconocido por numerosos colegas intelectuales, científicos y políticos. Liberal reconocido y partidario de la denominada como ‘tercera España’ con visión liberal y moderada, vía por la que buscaba la concordia y diálogo entre todos los españoles.

Propuesta en nada bien vista por los grupos más radicales de la izquierda republicana, encabezada por Largo Caballero, el miembro más radical del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de la Unión General de Trabajadores (UGT), por lo que rápidamente fue puesto en el foco de estos grupos extremistas tachándole de ‘fascista’, lo cual significaba prácticamente una condena a muerte, así se hablaba de él en uno de estos periódicos afines a los movimientos más radicales de la izquierda:
“Si queréis saber los antecedentes de Gregorio Marañón, buscadlos en las listas fascistas”
El ambiente de persecución y violencia fue creciente en la 2ª República y muy especialmente en los meses posteriores al inicio de la Guerra Civil en julio de 1936, donde en toda España y muy especialmente en Madrid se multiplicaron los secuestros, torturas y asesinatos en las más de 400 ‘chekas’ en la Capital de España creadas por los grupos más radicales de las ‘Milicias de la CNT-AIT’, ‘Milicias del Partido Comunista de España’ y las ‘Juventudes Socialistas Unificadas’, ‘Milicias del Partido Socialista Obrero Español’ y ‘Grupos y patrullas sin control’.

Tanto fue así que el propio Gregorio Marañón sufrió la violencia de cerca con el asesinato de su amigo Fernando Primo de Rivera, y él mismo pasó en más de una ocasión por alguna de estas ‘chekas’ para interrogarle, siendo conocida una de sus frases:
“Si no salgo en una hora, no me esperes y avisa a tu madre”
La presión y la violencia sufrida fue lo que le empujó a la decisión de exiliarse a finales de 1936.
Con estas palabras justifica los motivos de su exilio a París:

“Me sabía en peligro. Una mañana leí, en el periódico de Largo Caballero, estas líneas destacadas en letras enormes: Si queréis saber los antecedentes de Gregorio Marañón, buscadlos en las listas fascistas. ¡Era una sentencia de muerte! Esta hoja oficial publica, en efecto, bajo esta forma, sus órdenes de ejecución. Los benévolos verdugos, tan pronto como se los alerta, rivalizan en celeridad. Todos aquellos a quienes he visto señalados de este modo han sido asesinados unas horas después de la salida de la edición (…) Los intelectuales que han tenido la suerte de encontrarse en territorio controlado por los nacionales no han visto amenazadas sus vidas ni se han visto obligados a exiliarse. Compruébelo usted mismo: en los hoteles de París y otras ciudades francesas podrá encontrar refugiados políticos españoles. Todos han escapado de la España roja. Ninguno ha tenido que escapar de la España nacional.”
Con la siguiente rotundidad denunciaba el engaño del Frente Popular al mundo entero:
“Gran error ha sido el de las democracias del mundo, entre ellas la americana, de no darse cuenta de que se ponían inconscientemente al lado de lo más antidemocrático que existe actualmente, que es el comunismo. Todas ellas sufrirán el mismo castigo que nosotros, el que ya anunciaba Tácito, con el que estoy tan familiarizado: la dictadura. No tenemos derecho a quejarnos de ella, pues la hemos hecho necesaria por nuestra ayuda estúpida a la barbarie roja.”
Para finalizar, con toda la clarividencia de un intelectual, liberal y humanista de tal dimensión como Marañón expresaba su rotundo rechazo al socialismo causante de la decadencia y violencia de España:
“Yo tengo mi resolución tomada para el porvenir. Si los rojos (ahora y siempre, comunistas, rusos) ganaran, yo no volvería, jamás, a España. Si los otros ganan, con sus defectos y todo, iré. Prefiero la Inquisición a la Inquisición + pedantería + mentira + hipocresía.”

Vicente Medina
Bibliografías consultables.
Laín Entralgo, Pedro: Gregorio Marañón. Vida, obra y persona (Espasa Calpe, 1969).
López Vega, Antonio: Gregorio Marañón: Radiografía de un liberal (Taurus, 2011).
Gómez-Santos, Marino: Vida de Gregorio Marañón (Taurus, 1971).
Frases mencionadas por Gregorio Marañón
libertaddidigital.com. Republicanos contra la República: Marañón, el arrepentido