LOLA HIGUERAS, PRIMERA ARQUEÓLOGA SUBMARINA DE ESPAÑA

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María Dolores Higueras Rodríguez,

Lola Higueras es la primera buceadora y arqueóloga naval de España. Historiadora americanista y catedrática de Historia del Arte, ocupó el cargo de directora técnica del Museo Naval de Madrid desde el año 2000 hasta su jubilación en 2005. Desde muy joven alternó sus grandes pasiones: el buceo, la investigación americanista y naval, la docencia y los viajes.
Su intensa vida profesional y su vocación personal hicieron realidad su gran vocación de viajera y su curiosidad por culturas y países muy diversos que han reconocido con generosidad sus aportaciones al estudio de una historia y un patrimonio, muchas veces compartido, siendo invitada en muy diversas ocasiones a impartir cursos en diversas Universidades de Estados Unidos e Iberoamérica.

EL PERSONAJE
María Dolores Higueras Rodríguez, conocida como Lola Higueras, nació en Madrid el 12 de junio del año 1945, aunque siempre ha tenido el mar presente en su vida, gracias a los veranos que pasaba en casa de sus abuelos y concretamente en San Sebastián. Procede de familia de artistas, escultores, compositores y escritores. Su padre, Jacinto Higueras Cátedra y su abuelo, Jacinto Higueras Fuentes, fueron escultores. De la familia de su madre era Lola Rodríguez Aragón, referente de la música española del siglo XX.
Licenciada en Historia de América por la Universidad Complutense, en 1969, compatibilizó sus estudios académicos con estudios de música y canto con su tía Lola Rodríguez Aragón en la Escuela Superior de Canto de Madrid, ubicada en el Palacio Bauer, en la calle de San Bernardo, donde fue alumna de Florentino Pérez Embid y donde posteriormente fue Catedrática de Historia del Arte y la Cultura entre 1970 y 1996, así como de dibujo y escultura con su padre. Esta pluralidad en su formación y el ambiente artístico y liberal en que vive sus años de formación van a marcar fuertemente su vida y sus aficiones personales.

Museo Naval en Madrid

En 1970, a poco de entrar a trabajar como jefa de investigación en la Sección de Manuscritos del Museo Naval en Madrid, el Almirante Julio Guillén Tato (director del museo desde 1968) creó la Unidad de Investigación de Arqueología Submarina y, tras realizar Higueras un curso de formación como nadadora y obtener el título de buceadora de primera categoría, se convirtió en pionera en la materia, siendo con la mexicana Pilar Luna las primeras arqueólogas subacuáticas que hubo en España. En una entrevista a la revista “Jot Down” recordaba “Soy una pionera. Fui la primera mujer buceadora de la Armada y se me conocía un poco por esta anécdota”. Se ganó el sobrenombre de Lola Museo Naval por su dedicación a rescatar el patrimonio marítimo español.


En 1980 fue nombrada “Buceadora de Honor” por el Centro de Buceo de la Armada Española. Impartió y dictó cursos sobre arqueología submarina, incluyendo los realizados en las Aulas del Mar de la Universidad de Murcia entre 1985 y 1993. En 1987 fue profesora tanto en el primer seminario de Arqueología Subacuática organizado por el Ministerio de Cultura en San Pedro del Pinatar, Murcia, como en el primer curso de la misma temática de la Universidad Autónoma de Madrid y participó en programas de radio y TV para un mejor conocimiento del rico patrimonio sumergido español. Es autora de un gran número de publicaciones y en arqueología subacuática, desarrolló su labor desde el Centro de Estudios Histórico-Navales Subacuáticos del Museo Naval. Más adelante fue jefa del Área de Investigación y Conservación del Museo y después directora técnica. En 1999 fue nombrada «Colaboradora de Honor» del Departamento de Historia de América I, de la Universidad Complutense.

Expedición Malaspina-Bustamante

A lo largo de su carrera, Lola Higueras ha documentado más de 2.000 naufragios y, cuál forense y detective del mundo subacuático, llevó a cabo numerosas investigaciones, siendo las más destacadas de ellas la de la Expedición Malaspina-Bustamante, considerada el viaje científico más importante del siglo XVIII. Su mayor pesadilla fueron los caza tesoros, que no tienen nada que ver con la imagen romántica de otras épocas, ya que, el antiguo y solitario buscador de fortunas de antaño se ha convertido, hoy en día, siempre, en una gran empresa para realizar estas búsquedas. De hecho, y por su lucha para desalojar a los que destrozaban el patrimonio sumergido, la apodaban «el azote de los caza tesoros».

Malaspina-Bustamante

La Expedición Malaspina-Bustamante, llamada así en honor a Alejandro Malaspina y José de Bustamante y Guerra, fue una expedición financiada por la Corona española en la época ilustrada de Carlos IV. La expedición se prolongó a lo largo del periodo entre 1789-1794. Recorrió las costas de toda América desde Buenos Aires a Alaska, las Filipinas y Marianas, Vavao, Nueva Zelanda y Australia.
El 21 de septiembre de 1794, la expedición regresó a España, habiendo generado un ingente patrimonio de conocimiento sobre historia natural, cartografía, etnografía, astronomía, hidrografía, así como sobre los aspectos políticos, económicos y sociales de estos territorios. En la actualidad, siguen siendo objeto de estudio por parte de historiadores y biólogos.

En el ámbito de la Arqueología Subacuática Lola Higueras desarrolló una intensa labor, primero desde la Junta Nacional de Arqueología Submarina y después desde el Centro de estudios Históricos-Navales Subacuáticos del Museo Naval, que dirigió desde su creación. Presentó ponencias y moderado sesiones científicas en más de 70 congresos en todo el mundo, y desarrolló una intensa labor editorial, entre la que destaca la monumental edición del catálogo crítico de la documentación de la Expedición Científica de Malaspina y la subsiguiente publicación de nueve volúmenes de las fuentes archivísticas de esta gran expedición ilustrada española, así como, puso en pie la serie «Ciencia y Mar», en la que se editan grandes obras de investigación y facsímiles de excepcional valor y que constituye sin duda el esfuerzo editorial más importante llevado a cabo en España para el conocimiento y la difusión de la historia y el patrimonio marítimo español.

Cruz al Mérito Naval,

Su trabajo como arqueóloga marina, su labor divulgativa y sus más de 80 libros, artículos, colaboraciones y conferencias sobre navegación, le han hecho recibir muchos reconocimientos, entre ellos, dos cruces al Mérito Naval, la de 1988 impuesta por el Almirante Alfonso Vigón Sánchez, así como ser miembro de sociedades e instituciones internacionales, como la Nautical Archaelogy Society de Londres; la “Society for Nautical Research” inglesa o el “San Salvador Advisory Committee for the San Diego Maritime Museum” de California.
Su dedicación más importante ha sido el estudio y la difusión, en España y fuera de ella, de la Historia Marítima española y muy en particular la Marina ilustrada y los viajes científico-marítimos a América y el Pacífico en el Siglo XVIII. Sus estudios y crónicas en sus diversos aspectos sobre la primera circunvalación del mundo, Elcano y Magallanes y su intenso trabajo sobre la Expedición Científica Malaspina han sido publicados en instituciones científicas como la Sociedad Geográfica Española, la Asociación Profesional de Museólogos de España, Asociación Española de Amigos de la Arqueología, la revista de Historia Naval y otras instituciones científicas y profesionales, pero también de forma divulgativa, lo que le ha convertido en persona de referencia en la materia.

En el 2005 fue “Socio de Honor” de la Sociedad Geográfica Española y entre el 2005 y 2015 fue miembro del Real Patronato del Museo Naval de Madrid. Fue nombrada Patrona de la Fundación Alvargonzález que en el año 2008 le dedicó el libro Navigare Necesse Est, Estudios de Historia Marítima en su honor.
Entre los muchos honores que ha obtenido citamos algunos que están más relacionados con la arqueología en general y con la subacuática en particular: miembro de la Junta Nacional de Arqueología Submarina (1977-1981) y «Buceadora de Honor» del Centro de Buceo de la Armada (1980). Miembro de honor del Instituto Internacional de Estudios Ligures de Arqueología (1981).

En otro orden de cosas destaca su dedicación a la Sociedad Geográfica Española (SGE): desde 2013 pertenece al Consejo Editorial de su boletín, siendo a partir de diciembre de 2015 miembro de la Junta Directiva de esta sociedad, por una parte, y por la otra vicepresidenta y miembro del Comité Ejecutivo de la misma (2019-2022). Finalmente, destacamos su papel desde febrero de 2020 como Miembro del Consejo Asesor de la Cátedra Internacional Elcano.
Lola contó la anécdota de que en los primeros congresos de buceo a los que fue representando al museo, eran todo hombres y que la acreditaban como «Lolo Higueras», porque no creían que fuera una mujer y ella al director del congreso le decía: «Que no soy Lolo, soy Lola, y aquí estoy» y el pobre se deshacía en disculpas, diciendo que había sido una confusión. Y también aseguró que nunca en su vida en la que había estado en un mundo de hombres, jamás, jamás, jamás había sentido ningún inconveniente, ninguna frontera, ninguna dificultad, ni había encontrado animosidad, dificultad u oposición por parte de los hombres con los que convivió.
Se presentaba a menudo a ella misma como «Lola Museo Naval», como si en ese trío de palabras cupiera el medio siglo que ha pasado dedicada al mar. Según ella, «Ningún país del mundo ha hecho lo que ha hecho España en un siglo». Sin duda, cada época tiene su cosa y sus héroes, y María Dolores Higueras Rodríguez, Lola Higueras, es uno de ellos.

Jaime Mascaró Munar

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