PLÁCIDO DOMINGO, TENOR Y DIRECTOR DE ORQUESTA

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El 21 de enero de 1941 en la madrileña calle de Ibiza, n.º 34 nació José Plácido Domingo Embil. Hijo de dos cantantes de zarzuela, el zaragozano Plácido Domingo Ferrer y la guipuzcoana Josefa Pepita Embil Etxaniz. El pequeño Plácido asistía a las funciones en que actuaban sus padres, por lo que el mundo de la música pronto se le hizo familiar. A los cinco años salió del teatro tarareando el intermedio de El caserío que acababa de escuchar. ​

Cuando tenía ocho años de edad se trasladó junto a su familia a la Ciudad de México para trabajar en teatro musical y pronto destacó en las lecciones de piano. Estudió en la Escuela Nacional de Artes y en el Conservatorio Nacional de Música, estudiando piano y dirección de orquesta. En esa época, junto con sus estudios, intentó ser futbolista profesional. Su temperamento le llevó, en los años siguientes, de una actividad a otra: fue jugador de fútbol, quiso ser torero, intervino en comedias musicales, acompañó a cantantes en salas de fiestas y recibió alguna que otra oferta para hacer cine.

Su familia le conoce como El Granado, por cantar desde muy pequeño la canción «Granada», del compositor mexicano Agustín Lara. La primera obra que Plácido cantó fue ‘Los molinos de viento’, en Guadalajara, México, con sus padres y tan solo 16 años. La primera vez que cantó solo en un escenario fue por un empujón, literalmente. «Estaba en el coro, me empujaron los coristas y salí a cantar una frase», recuerda.

En 1956 conoció a la pianista mexicana Ana María Guerra Cué, con quien se casó a los 16 años, en secreto y a espaldas de sus padres que estaban temporalmente en España, para divorciarse un año después, y con quien tuvo a su primer hijo, José Plácido Domingo Guerra​, nacido el 16 de junio de 1958. En 1962 volvería a casarse, esta vez con la soprano veracruzana Marta Ornelas, a quien conoció estando en el conservatorio. De ella dice que era “la niña bonita” del conservatorio y le llevó tiempo conquistarla. Se la ganó yendo a su casa a cantarle serenatas a su hija, aunque los vecinos llamaban siempre a la policía. Al final se hizo costumbre y la policía iba solo a escucharle cantar. Comenzó siguiendo los pasos de sus padres en zarzuela hasta que se dio cuenta de que «la voz daba para ópera», y la suya era tenor. Domingo debutó como barítono el 12 de mayo de 1959, interpretando a Pascual en la obra Marina, en el teatro Degollado de la ciudad de Guadalajara, México. Después interpretó a Borsa en Rigoletto y al Padre Confesor en Diálogos de carmelitas, entre otros. En ese mismo año volvió a debutar, esta vez como tenor, interpretando a Alfredo en La Traviata, en el teatro María Teresa Montoya de la ciudad de Monterrey. Entonces decidió seguir interpretando zarzuela con sus padres.

Pero fue en 1962 cuando Plácido Domingo triunfó: Ese año informado de que en el Teatro de la Ópera de Tel Aviv necesitaban un tenor, una soprano y un barítono; Plácido habló con su mujer, Marta Ornella  y juntos marcharon a Israel el 21 de diciembre. Aunque el contrato era por seis meses, permanecieron dos años y medio. El tenor participó en 280 funciones y su esposa en 150. Ella dejó la carrera cuando se fueron de Israel porque se dio cuenta de que con la proyección de Placido no era necesario que los dos hicieran carrera en la música y así podría dedicarse a los niños, que eran su prioridad: Plácido, Jr. (1965) y Álvaro (1968). Tras irse de Israel se instalaron en Barcelona durante 8 años. Posteriormente Marta se ha dedicado a la dirección de escena.

En 1966 cantó el papel titular en el estreno estadounidense de Don Rodrigo, en la New York City Opera, con gran éxito. Se dio a conocer internacionalmente con su debut en Hamburgo en 1967. Interpretó por primera vez en el Metropolitan Opera de Nueva York el año 1968, en Adriana Lecouvreur, de Francesco Cilea, cantando con Renata Tebaldi. Desde entonces, ha abierto la temporada de este teatro en veintiuna ocasiones, superando el récord anterior, que estaba en poder de Enrico Caruso, en cuatro.

Realizó numerosos debuts en los Estados Unidos, sobre todo en Nueva York y San Francisco, aunque tampoco dejó de hacer giras en ciudades de Europa, durante los años sesenta. Debutó en la Ópera Estatal de Viena en 1967, en la Ópera Lírica de Chicago en 1968. Sus presentaciones en La Scala, Teatro Municipal de Santiago y en la Ópera de San Francisco son de 1969, en el Covent Garden en 1971 y en el Teatro Colón de Buenos Aires debutó en 1972 con La Forza del Destino, de Verdi. Regresó al Colón en 1979 para La Fanciulla del West, en 1981 con Otello, en 1982 con Tosca, en 1997 para Sansón y Dalila y en 1998 se despidió con Fedora, de Giordano, junto a Mirella Freni y Sherrill Milnes.

A partir de 1973, y cada vez con mayor frecuencia, se dedicó también a la dirección de orquesta. Su formación musical es muy completa, y es maestro en todo aquello que tenga que ver con el mundo de la música: asesora teatros, organiza grandes eventos, interviene en películas, cultiva géneros ligeros. Ha protagonizado incluso la versión cinematográfica de algunas operas (La Traviata, Otello, Carmen). Domingo ha aparecido en siete óperas filmadas: Madama Butterfly, Carmen, dirigida por Francesco Rosi (ganadora de un premio Grammy), Tosca, así como en tres dirigidas por Franco Zeffirelli: Otello, Cavalleria rusticana y Pagliacci, y La Traviata, con Teresa Stratas, que recibió igualmente un premio Grammy, y también en numerosos vídeos de zarzuela, como Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba. Participó en 2008 en el doblaje tanto en inglés como en español de la película “Un chihuahua de Beverly Hills” con el personaje de Moctezuma.

Para la Copa Mundial de Fútbol España 1982, grabó el Tema Oficial de dicha Copa FIFA. En el teatro de la Maestranza presentó en 1992 su versión de Un ballo in maschera, de Verdi; ese mismo año contribuyó con escenas musicales en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 junto con José Carreras y Alfredo Kraus, entre otros.

Con José Carreras y Luciano Pavarotti, formó en 1990 la sociedad artística de Los Tres Tenores en Roma, con motivo del Mundial de fútbol Italia 1990.​ El evento fue concebido, originalmente, para reunir dinero para la Fundación Internacional contra la Leucemia José Carreras. Posteriormente se ha repetido en los tres siguientes mundiales: 1994, Los Ángeles; 1998, París; y 2002, Yokohama. Estas actuaciones de los tres tenores, junto al director de orquesta Zubin Mehta, pretendieron acercar la ópera al gran público.

Tras interpretar el Otelo de Verdi en la Ópera Estatal de Viena, consiguió el 30 de julio de 1991 el aplauso más largo de la historia. Fue aplaudido durante ochenta y un minutos lo que constituye el récord absoluto de aplausos, que ostentaba Pavarotti hasta ese momento; aquella noche triunfal, el gran cantante madrileño tuvo que regresar al escenario de la Ópera un total de ciento una veces. Ha trabajado con Herbert von Karajan, Zubin Mehta, James Levine y Carlos Kleiber, entre otros directores de orquesta.

Él se encontraba en Chicago cuando le llegó la noticia de que varios familiares habían muerto en la catástrofe del 19 de septiembre de 1985, durante el mayor terremoto en la historia de México que devastó parte de la Ciudad de México, en el que fallecieron su tía, su tío, un sobrino y el joven hijo de su sobrino, al caerse el bloque de apartamentos en el complejo urbanístico de Tlatelolco. El propio Plácido Domingo intervino en las labores de rescate. A lo largo del año siguiente dio conciertos benéficos para las víctimas. Uno de los más importantes fue el 23 de agosto de 1986, «Plácido y sus amigos» en el Anfiteatro de Los Ángeles, donde participaron Frank Sinatra, Julie Andrews, John Denver y el grupo Pandora de México. El 21 de agosto de 2007, en reconocimiento a su labor artística y a su aporte a las víctimas del terremoto de 1985, el artista fue homenajeado en la capital mexicana con una estatua en su honor, fundida a partir de llaves donadas por la población. La pieza, mide dos metros.

Ha cantado en prácticamente todos los teatros importantes de ópera del mundo y en los principales festivales. En 2005 se estrenó con gran éxito en los Proms londinenses con el personaje de Siegmund (La Valquiria). En su repertorio en varios idiomas (italiano, francés, alemán, español, inglés y ruso), destacan obras de Händel y Mozart, Alberto Ginastera, Gustav Mahler o Tan Dun. En escena ha cantado más de cien papeles diferentes, e incluyendo las grabaciones, sobrepasa los ciento cincuenta. En italiano ha interpretado Il Trovatore, Don Carlos, Otello, Tosca y Turandot; en francés, Faust, Werther, Don José en Carmen, Sansón en Sansón y Dalila y Les Contes d’Hoffmann de Offenbach. Ha representado con éxito papeles wagnerianos, tanto en el Festival de Bayreuth como en otros teatros de ópera, en particular en Lohengrin y Parsifal, y Siegmund en Die Walküre (La Valquiria).

Continuó añadiendo óperas a su repertorio, como la obra de Franco Alfano Cyrano de Bergerac en el Metropolitan Opera y la Royal Opera House en Londres, además de la ópera El Primer Emperador de China (Qin Shihuang), de Tan Dun (2006), con puesta en escena del director de cine chino Zhang Yimou.

La ópera barroca también ha pasado a formar parte de su repertorio, al debutar en este género el 26 de marzo de 2008 interpretando el papel de Bajazet en la obra Tamerlano, de Georg Friedrich Händel (Teatro Real de Madrid).

Después de siete de años de ausencia en la ciudad de México, ofreció el 19 de diciembre de 2009 un concierto al aire libre al pie del monumento a la Independencia de dicha ciudad, en el que se hizo acompañar por primera vez de su hijo Plácido Jr. cantando arias de ópera, zarzuela, poemas, música ranchera y tradicionales canciones navideñas. Participó en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín 2022.

Plácido Domingo es un cantante, director de orquesta, productor y compositor español​, considerado uno de los mejores tenores de todos los tiempos por su gran técnica vocal, su gran presencia escénica y su gran versatilidad. Fue director general de la Ópera Nacional de Washington (de 1994 a 2011) radicada en el Kennedy Center, y de la Ópera de Los Ángeles (California).​

Su carrera se extendió más de cinco décadas y cantó en los escenarios más importantes del mundo, incluyendo el Metropolitan Opera de Nueva York, la Ópera de París y la Ópera de Viena. Con un repertorio que incluye óperas de Mozart, Verdi, Puccini, entre otros. Su papel de Don José en Carmen es considerado como uno de los mejores de su carrera. Además, dirigió óperas y fue director artístico de importantes compañías de ópera. Entre otras distinciones, posee la Orden del Imperio Británico y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y la Medalla Presidencial de la Libertad de los Estados Unidos de América.

«No quiero cantar ni un día menos de lo que pueda ni un día más de lo que deba». Plácido Domingo

Jaime Mascaró Munar

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