La historia del himno de España se remonta al siglo XVIII. Más de 300 años de un himno nacional que ha sufrido pocas variaciones y que nunca ha contado con una letra oficial, siendo junto a Bosnia-Herzegovina y San Marino uno de los únicos países cuyos himnos carecen de letra, a pesar de los diversos intentos que ha habido en la historia, entre ellos este de Joaquín Sabina en 2007
¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón
¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad
Ama a la patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad
Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz.
SU ORIGEN
Existen la teoría que apunta a que el origen del himno nacional podría estar en la tušiya u obertura instrumental del movimiento Dary de la Nuba al-Istihlál del filósofo y músico árabe saraqustí Ibn Bayyah, a finales del siglo XI o principios del XII, mientras otros encuentran similitudes entre la Marcha y algunos aires militares de la época del emperador Carlos I, partiendo de la hipótesis de que en la cantiga número 42 de Alfonso X el Sabio hay una frase de nuestro himno.
LA MARCHA GRANADERA
Siempre que cualquier tropa marche con las formalidades correspondientes, tocarán Marcha los tambores que haya en ella; y si los granaderos marchasen solos, usarán entonces de la Marcha Granadera. (Borrador de las nuevas Ordenanzas. 1751)
En el siglo XVIII, en la música militar un mismo toque servía a dos fines principales y diferentes entre sí. Así, el toque llamado Marcha hacía desfilar a las tropas en instrucción y en campaña, pero también se tocaba para rendir honores al Santísimo Sacramento, al rey y a los Capitanes Generales.
Carlos III declaró la Marcha Granadera como “marcha de honor”, siendo la costumbre popular quien con el tiempo terminó por oficializarla como himno nacional incluso antes de que fuese reglamentado, llegando a bautizarla como «Marcha Real» debido a que se solía interpretar en los actos públicos a los que asistían los reyes.
La Marcha Real es uno de los himnos nacionales más antiguos de Europa: en 1761 aparece en el Libro de la Ordenanza de los Toques de Pífanos y Tambores que se tocan nuevamente en la Infantería, compuesto por Manuel de Espinosa de los Monteros. En este documento está escrita su partitura y es titulado Marcha granadera o Marcha de granaderos.
En 1768 se publicaron las Ordenanzas de S.M. para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus Ejércitos”, y con ellas el cuaderno de Toques de guerra que deberán observar uniformemente los pífanos, clarinetes y tambores de la Infantería de S.M., concertados por Dn. Manuel de Espinosa, Músico de la Capilla Real. 1769.
Desde ese momento la Marcha Granadera ha sido el himno de España de forma ininterrumpida hasta hoy, salvo durante el Trienio Liberal (1820-1823) y la Segunda República, en cuyos períodos se adoptó el Himno de Riego.
Serenos, alegres,
valientes y osados,
cantemos, soldados,
el himno a la lid.
De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid
Soldados la patria,
nos llama a la lid.
Juremos por ella,
vencer o morir
Blandamos el hierro
que el tímido esclavo
del fuerte, del bravo
la faz no osa a ver;
sus huestes cual humo
veréis disipadas,
y a nuestras espadas
fugaces correr.
El mundo vio nunca
más noble osadía
Ni vio nunca un día
más grande en valor,
que aquel que inflamados
nos vimos del fuego
que excitara en Riego
de Patria el amor
Su voz fue seguida,
su voz fue escuchada,
tuvimos en nada
soldados, morir;
Y osados quisimos
romper la cadena
que de afrenta llena
del bravo el vivir.
Rompímosla, amigos,
que el vil que la lleva
insano se atreva
su frente mostrar.
Nosotros ya libres
en hombres tornados
sabremos, soldados,
su audacia humillar.
Al arma ya tocan,
las armas tan solo
el crimen, el dolo
sabrán abatir.
Que tiemblen, que tiemblen,
que tiemble el malvado
al ver del soldado
la lanza esgrimir.
La trompa guerrera
sus ecos da al viento
horror al sediento,
ya ruge el cañón;
y a Marte sañudo
la audacia provoca,
y el genio invoca
de nuestra nación.
Se muestran, volemos,
volemos, soldados:
¿los veis aterrados
su frente bajar?
Volemos, que el libre
por siempre ha sabido
del siervo vendido
la audacia humillar.
(Letra original de Evaristo San Miguel)
EL SIGLO XIX
Se tendrá por marcha nacional de ordenanza la música militar del himno de Riego que entonaba la columna volante del ejército de S. Fernando mandada por este caudillo (Decreto firmado por Fernando VII, 7 de abril de 1822).
El Himno de Riego tiene una historia de vaivenes: durante la Década Ominosa fue prohibido, siendo posteriormente restituido con Isabel II, aunque se realizaron versiones, como la de Pedro Albéniz hacia 1835, con el título de Variaciones brillantes sobre el Himno de Riego Op. 28, obra que dedicó al entonces presidente del gobierno Juan A. Mendizábal. El himno era cantado por las tropas liberales, sobre todo durante la Primera Guerra Carlista, como símbolo constitucional liberal. Más tarde volvió a ser prohibido.
En 1870, el general Prim convocó un concurso para sustituir a la Marcha Granadera, en busca de algo más acorde con la revolución liberal que se estaba viviendo en el país. Para tal empresa se seleccionó un jurado compuesto por tres compositores: Miguel Hilarión Eslava, que sería sustituido por enfermedad por Baltasar Saldoni; Francisco Asenjo Barbieri y Pascual Juan Emilio Arrieta, pero tras recibir más de 400 composiciones el concurso fe declarado desierto. De esta forma, la Marcha Granadera se mantuvo como himno de España, oficializándose en 1871 por Amadeo I de Saboya.
Ninguno de los cuatro compositores quiso pasar a la historia por ser el protagonista de la supresión de un himno de España tan arraigado ya en la conciencia popular. No insistieron mucho en su calidad artística, pues entre las composiciones presentadas habría seguramente algunas extraordinarias, aunque afirmaban de nuestra antigua Marcha Real que era artísticamente de lo mejor y de lo más apropiado que puede inventarse (Juan María Silvela Miláns del Bosch).
SIGLO XX
El 27 de agosto de 1908 se estableció una Real Orden Circular por el que se estableció que el himno se interpretara de acuerdo a la armonización realizada por Bartolomé Pérez Casas, Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos. También existe una versión realizada por Germán Álvarez Beigbeder, quien fuera alumno de armonía de Pérez Casas a principios de la década de 1910.
Durante la Segunda República, entre 1931 y 1936, el Himno de Riego fue oficialmente el Himno de la República, a pesar de no aparecer en ninguno de los artículos de la Constitución, aunque no fue del agrado de todos: en 1931, poco después de su proclamación, se produjo una gran polémica en la que participaron políticos, intelectuales y músicos.
El Himno de Riego no cuajó en la segunda república porque carecía de relación, exacta o aproximada, con ella. El himno, decía, es callejero y saltarín; la República fue sesuda y jurídica. La República no era heredera de los hijos del liberalismo -Mina, Riego, el Empecinado-, sino más bien obra de los hijos espirituales de Salmerón, Pi y Margall y Ruiz Zorrilla (Pío Baroja)
Durante la Guerra Civil se restableció la Marcha Granadera en la zona sublevada. Fue el 27 de febrero de 1937, ratificándose posteriormente en el Boletín Oficial del Estado el 17 de julio de 1942, esta vez con la letra del poeta José María Pemán.
Viva España,
alzad la frente, hijos
del pueblo español,
que vuelve a resurgir.
Gloria a la Patria
que supo seguir,
sobre el azul del mar
el caminar del sol.
Triunfa España!
Los yunques y las ruedas
cantan al compás
del himno de la fe.
Juntos con ellos cantemos de pie
la vida nueva y fuerte del trabajo y paz.
Viva España,
alzad los brazos, hijos
del pueblo español,
que vuelve a resurgir.
Esta letra fue mandada escribir por el general Miguel Primo de Rivera en 1928, sufriendo ligeros cambios en los años posteriores, aunque nunca fue considerada como letra oficial del himno nacional.
La regulación más precisa se hizo en el Real Decreto 1560/1997, de 10 de octubre de 1997, año de la adquisición plena de los derechos de autor de la armonización realizada por Bartolomé Pérez Casas, Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos en la época de Alfonso XIII, quien adaptó el himno para que pudiera tocarlo una banda musical, ya que hasta ese momento lo interpretaba una banda de guerra. La versión de Pérez Casas fue revisada por Francisco Grau, director de banda de la Guardia Real, quien posteriormente cedería gratuitamente al Estado sus derechos.
El himno nacional de España se interpretará de acuerdo con las siguientes directrices:
a) Constará técnicamente de una frase de dieciséis compases, dividida en dos secciones, cada una de las cuales tendrá cuatro compases repetidos. La indicación metronómica será de negra igual a setenta y seis y la tonalidad de Si b mayor. Sus duraciones serán de cincuenta y dos segundos para la versión completa y de veintisiete segundos para la versión breve.
b) Se entenderá por versión breve la interpretación de los cuatro compases de cada sección, sin repetición.
c) Las partituras de banda, de orquesta y de reducción para órgano son las que se contienen en el anexo de este Real Decreto y servirán de referencia para cualquier versión de grupo de cámara.
d) El himno nacional de España, en cualquiera de sus dos versiones, se interpretará siempre íntegramente y una sola vez.
SU UTILIZACIÓN
El himno nacional tiene diferentes versiones, dependiendo del evento, lugar o autoridad que presida el acto. Según en el Real Decreto del BOE 1560/1997 existen dos versiones: una completa de 52 segundos, la cual se emplea para izar la Bandera de España, cuando la bandera de España entra o sale de formación militar, en actos solemnes, cuando el acto o evento es presidido por los reyes y en las celebraciones de eventos deportivos en los que se represente a España, y una versión abreviada de 30 segundos.
Ricardo Aller Hernández
Magnifica explicación, he aprendido mucho. Gracias.