Puede que algunos recuerden una canción de Los Inhumanos, lanzada en 1988 y que hacía homenaje al utilitario SIMCA 1000 y a la reducida capacidad de su habitáculo para realizar algún tipo de actividad, digamos que de pareja. Dicho vehículo fue diseñado en Italia por la FIAT y fabricado en diversos países, pero… ¿Cómo llegó a fabricarse en España? La respuesta es, de la mano de Eduardo Barreiros Rodríguez.
Nació en Galicia el 24 de octubre de 1919, en un pequeño pueblo de la provincia de Orense. Su familia de humildes orígenes, ve como su padre tiene que emigrar a Canarias para intentar salir de la pobreza. Después de seis años de lucha, su familia consigue reunir un capital que le permite retornar a su Galicia natal. Ahí su inquieto padre, consigue la licencia de conducir automóviles y compra de segunda mano un autobús de pasajeros Panhard-Levassor 10 HP y consigue la concesión de la línea de pasajeros entre Orense y Los Peares.
El buen funcionamiento de los negocios de su padre, marca su destino. Con doce años deja los estudios y se dedica a ayudar en el negocio familiar. Como revisor en la línea y en tareas de mantenimiento de los vehículos y después entra de aprendiz en el taller de Manuel Cid, donde aprende los aspectos prácticos del funcionamiento de los motores de combustión interna.
El 17 de julio de 1936, toman partido contra la República y el joven Eduardo con el autobús de su padre se presenta a las autoridades militares de La Coruña. Durante toda la contienda, se dedica al transporte de tropas y material militar. Al finalizar el conflicto, vuelve al negocio familiar, pero le da un giro especializándose en la recuperación de material de chatarra para reconstruir vehículos fuera de uso.
Estas operaciones le reportan fuertes beneficios que utiliza en ayudar a su familia. Eduardo carecía de estudios superiores y era consciente de ello. No quiso que sus hermanos sufrieran las mismas carencias por falta de financiación. Emiliano Barreiros inicia los estudios de ingeniería y Valeriano los de profesor mercantil, gracias a su ayuda. El resto de hermanos también son apoyados para mejorar su posición intelectual.
Su salto tecnológico lo consiguió en 1951 cuando presentó una patente para reconvertir motores de gasolina a diésel. El objetivo era reconvertir el parque de vehículos de transporte existente procedente de los excedentes de guerra, para que pudieran utilizar combustible de menor calidad y precio.
Patentes, hay muchas en el mundo industrial. Que se apliquen en un proyecto concreto, muchas menos. Pero Barreiros consiguió su sueño. En 1951, pone en marcha la denominada “Factoría 1” en Orense. En 1952, la “Factoría 2” en una propiedad alquilada en Madrid. En 1953, la “Factoría 3” ve la luz en Villaverde y en 1954, constituye en Madrid la empresa «Barreiros Diesel, S.A.»
La actividad de remodelación de motores era ciertamente rentable, pero no tenía un recorrido muy grande. Los vehículos de segunda mano a transformar iban desapareciendo y aparecían directamente nuevos diseños diesel que daban idénticas prestaciones. Eduardo lo supo ver y se empezó a preparar para una nueva actividad. La elegida fue la fabricación de motores diesel dedicados a vehículos industriales. La apuesta era fuerte, ya que se competía directamente con diseñadores extranjeros y dentro de España con el equipo de ENASA, que estaba apoyado por el gobierno. Aun así consiguió fabricar con éxito, tractores agrícolas que montaban sus motores.
Pero el proyecto carecía de sustento financiero. El rápido crecimiento se basaba en una serie de créditos que pesaban sobre el balance de sus empresas. Buscó un socio industrial fuera de España y a punto estuvo de conseguirlo con la General Motors. El fracaso de las negociaciones le abocó a caer en las manos de la empresa americana Chrysler. Ésta tomó el 40% de las empresas de Barreiros y formó una sociedad dedicada a la fabricación de vehículos utilitarios. Ahí entró el mítico SIMCA 1000 de la canción de Los Inhumanos, que hacía la competencia directa al SEAT 850. También se fabricó el Dodge Dart que pretendía competir con el SEAT 1500. La situación se mantuvo hasta 1967, cuando se redactaron los Decretos Ford, que abrieron la puerta al mercado de otras marcas y modelos. España era un destino atractivo para invertir en fabricación de coches, y fue el camino que convirtió a España en uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo.
Fue el fin de Barreiros como empresario. Hacía falta capital para invertir en nuevas fábricas y él no lo tenía. Chrysler aprovechó la ocasión para aportar el dinero necesario, dejando a Barreiros en minoría. Finalmente firmó un contrato de salida, por el que recibió 600 millones de pesetas, pero que le obligaba a permanecer fuera del mercado automovilístico durante 10 años.
Durante este lapso empleó el dinero en diversas empresas agrícolas, mineros y de gestión inmobiliaria, con éxito vario, pero lo suyo era la mecánica y a ella volvió en cuanto las cláusulas del contrato dejaron de ser válidas. Con 61 años de edad, en 1980, funda la sociedad DIMISA, con el objetivo de diseñar y producir motores diesel modulares. Gana un concurso internacional en Cuba, para la fabricación de motores de 6 a 12 cilindros en V para maquinaria industrial. Empezó la fabricación de los motores en 1990. Fueron los llamados Taino EB10 con destino a maquinaria agrícola y motores estacionarios.
En 1989 con la caída del muro de Berlín y en 1992, con la caída del comunismo, Cuba entró en crisis y no pudo continuar con sus proyectos industriales, debido a la falta de apoyo financiero.
Eduardo Barreiros murió en La Habana el 19 de febrero de 1992, después de haber recibido la categoría especial de profesor invitado del Instituto Superior de Diseño Industrial de La Habana y el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Técnicas.
Manuel de Francisco Fabre
https://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Barreiros
https://web.archive.org/web/20110321205732/http://www.unizar.es/eueez/cahe/garciaruizsantos.pdf