El Sinodal de Aguilafuente, localidad segoviana de Tierra de Pinares, impreso por el alemán Juan Párix, en 1472, por encargo del obispo Arias Dávila, pasa por ser el primer libro impreso en España.
Aguilafuente fue fundada en 1090, por castellanos venidos del norte del Duero, una vez que la conquista de Toledo, en 1085, por el rey Alfonso VI lograra afianzar la frontera. La abundancia de agua y pastos, especialmente aptos para la ganadería; así como las exenciones fiscales que ofrecía la monarquía, precisamente para incentivar el repoblamiento de las nuevas tierras reconquistadas a los sarracenos, algo habitual en el proceso de reconquista realizado por Castilla, fueron importantes alicientes para los nuevos colonos. De hecho, Castilla fue tierra de frontera, habitada por hombres libres y dueños de su destino, amparados por las leyes de los reyes y único territorio europeo donde no prendió el feudalismo.
Hasta tal punto prosperó la nueva villa, que pronto la iglesia de San Juan Bautista, en torno a la cual fue creciendo, se quedó pequeña. Hubo de erigirse una nueva, la de Nuestra Señora de la Antigua, hoy Nuestra Señora de la Asunción, en 1154, en estilo románico, pero con elementos mudéjares, al intervenir en su construcción albañiles de la zona y, además, por el uso del ladrillo, ante la falta de piedra.
Del Sínodo, en el que también participaron laicos y en el que se querían reformar las costumbres y liturgia de la Iglesia de Segovia, se levantaron las oportunas actas, recogidas en el Sinodal de Aguilafuerte, que hoy se conserva en la catedral de Segovia. El obispo Arias Dávila, manda llamar al impresor alemán Juan Párix, que ya había trabajado en Italia. Éste se instala en la ciudad y pone en marcha su taller, el primero de España. Fue ahí donde se imprimiría el primer libro en nuestro país.
En el volumen, entre otros aspectos, se trata de la obligación de que los religiosos aprendan latín, que guarden decoro y humildad en el vestir, o que no porten armas; así como la prohibición de los estrados en las iglesias, para evitar la prevalencia en las mismas de unos fieles sobre otros.
La localidad segoviana, orgullosa de su pasado, conmemora cada mes de agosto tan magno acontecimiento, con obras de teatro recreando el Sínodo.
Jesús Caraballo
Gracias por transmitir nuestra rica Historia!