CURIOSIDADES DE LOS TERCIOS: EL VOCABULARIO

Si te gusta, compártelo:

Pues si yo veo otro diablo y oigo otro cuerno como el pasado, así esperaré yo aquí como en Flandes (Sancho Panza, en El Quijote).

Madrid, 1600.

A la hora menguante de otra calurosa noche de julio la taberna de Fundadores es un bullicio de risotadas, ruido de huesos de Juan Tarafe rebotando en las paredes y rumor de conversaciones de los gariteros que se arremolinan en torno a las mesas donde ora se tiraban dados, ora se araba con bueyes: seis granos juego, matantes tengo, llevo los palos vacíos, la calle del puerto es mía, envido y demás lances propios del catecismo y juegos de estocada, llamados así por la rapidez con la que un hombre se quedaba sin dinero, habla ni aliento.

Alumbrados por una vela cuya luz macilenta deja en sombra sus rostros de nariz para arriba, los dos soldados del Tercio Viejo de Lombardía dos hombres llevan un buen rato azumbrando en silencio, tal y como frecuentan desde su regreso de Flandes. A pesar de que la taberna estaba a rebosar cuando llegaron, su fidelidad tabernaria hace que siempre tengan reservada una mesa próxima a la puerta trasera que se solía emplear para cuando había que salir al grito de “peñas y buen tiempo”.

A la pregunta del mozo sobre si quieren más vino ambos asienten, secos. Los dos matantes son bravos más acostumbrados al callar que a la verborrea, camaradas a los que haber compartido infierno en las dunas de Nieuport les ha enseñado que, en ciertas ocasiones, las letras se encuentran de más. Todo eso lo aprendieron a las bravas hace unas semanas, cuando después de recorrer diez leguas en tan solo un día para socorrer a sus compatriotas en aquella maldita playa, se vieron con el sol en frente y un desagradable viento en contra que les echaba la arena a los ojos, aguantando las violentas andanadas de los mosquetes holandeses, una tras otra, así hasta en cuatro ocasiones.

Los dos formaban parte de la infantería que recibió la orden de resistir el mayor tiempo posible las embestidas de la caballería de Mauricio de Nassau para cubrir la retaguardia; y ellos, fieles soldados a un rey que los enviaba a la muerte, a una paga que no llegaba y a una patria donde les esperaba el hambre, la ingratitud y el olvido, aguantaron las embestidas con los pies hundiéndose en las dunas como si fueran de plomo, hasta que al final, cuando ya no quedaba munición y después de una mañana entera recibiendo hasta en el cielo de la boca, los pocos supervivientes se dijeron que verdes las habían segado y que muerto el último, iniciándose un combate cuerpo a cuerpo que a punto estuvo de costarle a uno de ellos la vida de no mediar la ganchosa vizcaína del otro, evitando que un mozalbete más largo que un día sin vino, ojos claros y bigote descolorido afufara a su camarada allí mismo. Apenas se dijeron nada en ese momento, pero desde aquel instante se formó entre ellos un vínculo silencioso, solidario y eterno que rememoran con cada brindis: bloed en dood, dicen. Sangre y muerte.

FRASES Y PALABRAS

Repartiéronse los peones en tres partes. El uno, tercio con lanzas, como los alemanes las traían, que llamaron picas; y el otro tenía nombre de escudados; y el otro, de ballesteros y espingarderos

Si nos adentramos en el universo de los Tercios, existen términos propios que de una u otra manera han llegado hasta nuestro lenguaje. Aquí hay algunos ejemplos:

*CAMARADA. Esta palabra significaba originariamente «grupo de soldados que duermen y comen juntos en una cámara». Su origen viene de cuando los tercios tenían que prolongar su estancia en algún lugar. En aquellos entonces se reunían en grupos de seis u ocho hombres para hacer camarada o camareta.

          Entre los camaradas se establecían vínculos particularmente fuertes, no solo en el combate, sino también a la hora de repartir comida o confiarle el testamento de cada cual.

Hacen la camarada, esto es, se unen ocho o diez para vivir juntos dándose entre ellos la fe (juramento) de sustentarse en la necesidad y en la enfermedad como hermanos. Ponen en esta camarada las pagas reunidas proveyendo primero a su vivir y después se van vistiendo con el mismo tenor, el cual da satisfacción y lustre a toda la compañía.

          También en los campos de batalla nació alguna expresión que ha perdurado hasta nuestros días como la de Dejar en la estacada. Recibía el nombre de estacada los obstáculos hechos con estacas afiladas que se colocaban para impedir el avance sobre las líneas enemigas.

*CHUSMA. En el Comentario en breue compendio de disciplina militar, de Cristóbal Mosquera de Figueroa, escrito en 1596, dice : Las galeras venían bien armadas y proveýdas de chusma, marinería, y soldados que en ellas tienen sus plaças y muchos pertrechos. La chusma eran los prisioneros condenados a remar en galeras y, por tanto, encargados de la tareas más ingratas.

(…) al subir don Quijote por la escala derecha toda la chusma le saludó como es usanza cuando una persona principal entra en la galera(…)”.

*ARRUMBADO.  Las arrumbadas eran las cubiertas de proa de las galeras. Se llamaban así porque se encontraban en el lugar que marcaba el rumbo. Es probable que el término arrumbar proceda de la práctica extendida de acumular objetos diversos en las arrumbadas.

*SOLDADA. Salario que se entregaba al soldado.

*CAJA DE RECLUTAS. Este término deriva del tambor que llamaba a los voluntarios a alistarse.

*IRSE A LA PORRA. El sargento mayor dirigía a sus hombres ayudándose de un garrote llamado porra. Cuando una columna en marcha hacía un alto prolongado, este hincaba en el suelo el extremo inferior de su porra y era allí donde se establecía la guardia. También quedaban bajo su vigilancia los soldados arrestados, que durante ese descanso debían permanecer sentados en torno a la porra que el sargento había clavado al principio.

*ME IMPORTA UN PITO. Esta expresión tiene su origen en el pífano o “pito”, que era el chico encargado de tocar ese instrumento. Su paga era muy baja, desviándose ese término a actual significado de darle muy poco valor a un asunto.

Al parecer fueron los suizos quienes introdujeron el pífano  en sus cuadros de piqueros a comienzos del siglo XVI. Su sonido agudo era fácilmente perceptible en medio de la contienda.

*ESTO ES UNA BICOCA. En abril de 1522 se produjo una batalla en La Biccoca, cerca de Monza, entre Francia y España, con victoria para los hispanos gracias en buena medida a sus arcabuceros. La razón de esa frase hecha es que los mercenarios suizos tuvieron más de tres mil muertos, mientras los españoles solo que tuvieron que lamentar una baja, un soldado muerto por una coz de mula.

*SE ARMÓ LA DE SAN QUINTÍN. El 10 de agosto de 1557, el ejército de Felipe II venció a los franceses, gracias en buena medida a los Tercios, dirigidos por Manuel Filiberto, duque de Saboya.

*PASAR POR LOS BANCOS DE FLANDES. Esta expresión viene a significar la superación de un trance complicado o amargo, lo que vendría de su similitud con una zona peligrosa en el mar de Flandes, o quizás por las casas bancarias flamencas; el origen de esta frase hecha está menos clara.

*PONER UNA PICA EN FLANDES. Según figura en el DRAE-2001, esta frase tiene el significado de «Ser mucha la dificultad para conseguir algo», en clara referencia a los gastos y esfuerzos que suponía el envío de los Tercios hasta aquellas tierras a través del Camino Español.

*METER EN ORÁN CIEN LANZAS. Semejante a “poner una pica en Flandes”, pero en esta ocasión referida a la conquista de la plaza africana de Orán.

*EN FLANDES SE HA PUESTO EL SOL. Esta expresión proviene del título de una obra teatral de Eduardo Marquina y simboliza el ocaso del imperio español en los Países Bajos.

OTRA TERMINOLOGÍA CARACTERÍSTICA EN LOS TERCIOS

*LOS DOCE APÓSTOLES. Se llamaba así a la cinta donde los soldados llevaban en bandolera saquitos con doce porciones de pólvora.

*LA QUITAPENAS o MISERICORDIA. Era la daga que empleaban para dar el golpe de gracia. La llevaban en la espalda a la altura de los riñones para poder sacarla con rapidez.

(Los españoles) se baten espada en mano, no retroceden jamás. Paran el golpe con el puñal que llevan siempre y cuando hacen con él el gesto de tirar al cuerpo debéis desconfiar de la cuchillada; y cuando os amenazan con la cuchillada , debéis creer que quieren alcanzaros el cuerpo[…] Son temibles con la espada en la mano a causa de sus puñales. He visto varias veces a tres o cuatro españoles hacer huir a varios extranjeros y echarlos por delante de ellos como a un rebaño de corderos.

*MONTÓN. Era el botín obtenido que más tarde se repartiría entre todos.

*VENTAJA. Era la cantidad adicional de dinero añadido a la soldada ganado por algún merito o por razón del armamento(los arcabuceros debían cuidar sus armas y por ello cobraban más).

*MEDRAR. Sinónimo de alistarse.

*PLAZAS MUERTAS O SANTELMOS. Eran puestos de soldados atribuidos a hombres inexistentes, una práctica empleada por las capitanías para obtener más dinero.

*DESPOJO. Nombre recibido a la práctica de adueñarse de cualquier cosa de valor portada por el enemigo, desde armas a dinero, joyas, ropa o calzado.

Ricardo Aller Hernández

Si te gusta, compártelo:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *