La inagotable riqueza expresiva del castellano, lengua empleada por 500 millones de personas, proviene no solo de sus raíces e influencias históricas de mil años, sino de las múltiples aportaciones diarias realizadas por sus hablantes. Así lo reflejan las numerosas frases hechas que a lo largo de los siglos se han ido incorporando al lenguaje cotidiano de las que sabemos su significado, pero que quizás no siempre se conozca su origen.
A continuación se analizan algunas frases nacidas durante algún episodio concreto de la historia de España:
ROMA NO PAGA A TRAIDORES (Siglo I a.C)
La frase Roma traditoribus non praemiat proviene de una tradición popular de origen incierto. Según ésta, la pronunció el procónsul Quinto Servilio Cepión en el año 139 a.C. cuando los hispanos intentaron cobrar la recompensa que se les había prometido si asesinaban a su líder, el caudillo lusitano Viriato. Sin embargo, no aparece en las fuentes clásicas, aunque el hecho histórico sí fue narrado por algunos cronistas romanos, como Diodoro, Orosio y Apiano, quien afirmaría que el procónsul pagó a los traidores hispanos, pero se negó a satisfacer sus restantes exigencias (Apiano)
Cepión compró la victoria (Valerio Máximo)
Viriato era un pastor lusitano y líder de la guerra de guerrillas, que era la forma de luchar de aquellas tribus contra las poderosas legiones romanas. Entre los años 147 y 139 a de C derrotó a militares como el pretor Galba en escaramuzas, donde fingía huir del campo de batalla para atraer a los legionarios a un campo de batalla más favorable
Sería Máximo Serviliano Cepión quien firmaría un tratado con Viriato, otorgándole la soberanía de los territorios de parte de las actuales Castilla y León y Portugal, pero el Senado le pareció que era demasiada consideración con un caudillo tribal, así que sustituyeron al general romano por su hermano, el procónsul Quinto Servilio Cepión. Este nuevo general avivó de nuevo las hostilidades, y como nada de lo queintentó en el terreno militar dio sus frutos, recurrió a la codicia de Audax, Ditalcos y Minuros , quien no dudaron en traicionar a su jefe.
PASAR UNA NOCHE TOLEDANA (Siglo VIII)
Noche toledana, la que se pasa de claro en claro, sin dormir porque los mosquitos persiguen a los forasteros, que no están prevenidos de remedios como los demás. (Sebastián de Covarrubias,Tesoro de la Lengua Castellana o Española,1611).
Aunque Sebastián de Horozco y Sebastián de Covarrubias (padre e hijo) se inclinaban a dar ese sentido a la frase y que Correas asegurara en su Vocabulario de Refranes que el dicho procedía de que las mozas toledanas, en la noche de San Juan, permanecían a la escucha de la primera palabra que oían en la calle a partir de las doce, pensando que con el que se nombrase se habían de casar, aquí nos centramos en una vertiente más histórica:
A finales del siglo VIII, los nobles muladíes —ciudadanos andalusíes de origen visigodo o hispanorromano conversos al Islam— que habitaban Toledo, gran capital del reino visigodo y de la Marca Media, se rebelaron contra el dominio Omeya, obligando al emir de Córdoba, al-Hakam I, a enviar al walí Medina al Talabaira (actual Talavera de la Reina) Amrús ben Yusuf para sofocar la revuelta.
Amrús era un militar muladí, hijo de un cristiano converso, que había combatido al lado de Carlomagno en su infructuosa campaña para tomar Zaragoza en el año 788 y también en Roncesvalles junto a los vascones. Valiente y artero, ofreció grandes sumas de dinero a otros nobles del mismo clan que los instigadores, el clan de los Banu Majsi, para ganar su voluntad y conseguir que traicionaran a los suyos. Una vez ganada su fidelidad, los rebeldes fueron entregados al walí, quien ordenó que les cortaran la cabeza, las cuales serían llevadas a Talavera por los mismos traidores, a los que la suerte les sonrió poco, pues esa misma noche fueron pasados a cuchillo, en lo que suponía la versión islámica del Roma traditoribus non praemiat.
Poco después, los toledanos, quisieron vengarse de esta afrenta y atacaron los dominios de Amrús mientras este se encontraba en Zaragoza, secuestrando a su hijo, aunque el walí logró regresar a tiempo y controlar situación.
En 806 sus espías le informan que algunas familias nobles toledanas estaban organizando otra revuelta contra Córdoba, liderada esta vez por Ubayd Allah ben Jamir y Girbib ben Abd Allah. Como respuesta, el walí encargó la construcción de un nuevo Alcázar en Toledo con un gran foso, invitando a su inauguración a todas aquellas familias díscolas con el aliciente de la visita de Abderramán II.
El día de la celebración, a medida que los invitados iban llegando se les hizo pasar de forma individual por el largo y estrecho pasillo que llevaba a la sala donde se iba a realizar el banquete sin darse cuenta de que estaban entrando en una ratonera…. Durante horas, uno por uno, cada invitado que entraba era decapitado y sus despojos arrojados al foso en presencia del emir. Las cifras de muertos varían según el cronista, entre 700 y 5.000 personas.
Aquella noche se recordó por siempre como la “jornada del foso de Toledo o “la noche toledana”. Los cronistas musulmanes la llamarían waqat al-hufra.
IR DE PUNTA EN BLANCO (EDAD MEDIA)
Per veure e retenir a memòria en temps esdevenidor armes de tota oltrança de batalles mortals concordades e empreses per valor de cavalleria entre lo noble mossèn Pere de Moncada e dos gascons barons de paratge ab ell. E lo senescal de Henaut en França ab dos franceses de bona nomenada ab ell” Torneos y justas en la Valencia foral (José Hinojosa Montalvo)
En la Edad Media los antiguos caballeros usaban en sus entrenamientos espadas que carecían de punta con el fin de no dañar al adversario. En cambio, para los duelos y torneos importantes los caballeros lucían sus mejores armas, conocidas como armas de punta en blanco ya que eran de buen acero toledano, bien bruñido, con tres hierros mezclados, uno muy blando y dos muy duros en los cantos, que se juntaban, machacaban y fundían de tal modo que brillaban al sol con destellos blancos.
METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS (EDAD MEDIA)
La vara era una antigua medida que en la Edad Media castellana equivalía a 835 cm; el origen de esta frase medieval se refería a la ceremonia de adopción que se celebraba al adoptar un hijo, tomando los problemas que ésta conlleva por decisión propia. El adoptante metía al adoptado por la manga muy holgada de su camisa y lo sacaba por el cuello de la misma, dándole un fuerte beso en la frente. Algunas veces no se lograba la adopción porque no salía bien este movimiento con la camisa.
ESTAR EN BABIA (EDAD MEDIA)
Durante la Edad Media, Babia, sita en el reino de León, era un lugar frondoso repleto de bestias salvajes donde acudían reyes y nobles para cazar y olvidarse de las tareas de gobierno. Así, cuando alguien iba a la corte o preguntaba por su majestad para consultarle algo, los cortesanos se veían obligados a responder una y otra vez que el rey estaba en Babia…
También se cuenta que, al acabar el verano, los pastores trashumantes que volvían a Extremadura sentían nostalgia y se quedaban ensimismados. Cuando esto sucedía, unos a otros se decían: «Eh, despierta, que estás en Babia», aludiendo a que su mente estaba en Babia.
Esta expresión fue incluida en diccionarios bilingües, como en el vocabulario italiano-español de Lorenzo Franciosini, en 1620.
PASAR LA NOCHE EN BLANCO (EDAD MEDIA)
Esta frase hecha recuerda la noche que ritualmente solían pasar en vela aquellos caballeros que, durante el medievo, querían formar parte de ciertas órdenes de caballería.
La noche antes de ser armados caballeros los aspirantes debían velar las armas que les honrarían como tales, llevando como atuendo una túnica u otra vestidura blanca que simbolizaba la pureza espiritual. Es ese color blanco de las ropas y lo larga que se hacía la espera hasta el amanecer lo que dio origen a la expresión
El aspirante a caballero se lavaba todo el cuerpo, permanecía en ayunas, realizaba sus oraciones. Se vestía de blanco como símbolo de pureza. Los padrinos podían comer en mesa aparte pero el futuro caballero permanecería en abstinencia.(…/…). Pasaba toda la noche velando sus armas. A la mañana siguiente la comitiva se dirigía a la Iglesia, el aspirante a caballero entraba con la espada colgada del cuello, la presentaba al sacerdote quien la bendecía. El aspirante se arrodillaría ante el señor feudal o el Rey quien le haría una serie de preguntas y pediría juramento acerca de si estaba dispuesto a : derramar su sangre en defensa de su Rey, su religión y su patria, obedecer a éste y a sus superiores, ser como un hermano con sus iguales, cortes con todo el mundo, no aceptar pensión de príncipe extranjero, no faltar jamás a su palabra, no mentir ni calumniar. Los padrinos y damas le vestían la armadura, calzaban espuelas doradas y ceñían la espada. El Señor, al darle el » espaldarazo » lo hacía invocando » En el nombre de Dios, de San Miguel, San Jorge y Santiago, te hago caballero; sé denodado, valeroso y leal (Blasones hispanos.com)
ZAMORA NO SE GANÓ EN UNA HORA (Siglo XI)
El asedio de Sancho II de Castilla a Zamora en 1072, que en aquel momento se encontraba en poder de su hermana Urraca, duró siete meses, pero ni siquiera después se ganó la ciudad, pues el asedio acabó cuando Bellido Dolfos abandonó la villa y se unió a los asediadores.
Según cuenta la leyenda, Dolfos se ganó la confianza del rey y lo mató. El Cid, amigo del rey, intentó apresarlo, pero Dolfos consiguió entrar en Zamora por la ahora llamada Puerta de la Traición.
COMO PEDRO POR SU CASA (Siglo XI)
Entróse como Pedro en Huesca.
Esta frase hace mención a la victoria de Pedro I de Aragón en Huesca durante la Batalla de Alcoraz (1094) contra las tropas musulmanas.
El 15 de noviembre de 1096, en las cercanías de Huesca, el ejército aragonés asediaba la ciudad desde el campamento establecido en el Castillo de Montearagón. El combate quedó trabado cuando llegaron los ejércitos musulmanes de Al-Musta’in II desde Zaragoza, que contaban con la ayuda de los ejércitos castellanos al mando del conde García Ordóñez y Gonzalo Núñez de Lara. Según la tradición, apareció San Jorge en el campo de batalla a favor de los aragoneses, que ganaron finalmente la batalla.
A partir del siglo XIII, se populariza la protección de san Jorge sobre el Reino de Aragón.
IRSE POR LOS CERROS DE ÚBEDA (SIGLO XIII)
Los tres tocadores sí llevo, pero las ligas, como por los cerros de Úbeda. (El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha).
Durante la reconquista de la ciudad por parte de los cristianos bajo el reinado de Alfonso VIII, un capitán llamado Álvar Fáñez desapareció antes de la batalla.
El rey tenía cercada la ciudad, encomendando a don Álvar la vigilancia del flanco sur. Alvar Fáñez, pero cuenta la leyenda que el fogoso caballero se distrajo de sus funciones con una bella mora. Cuando el Rey le reprochó su ausencia y le preguntó dónde había estado, la respuesta del caballero fue: «.
Tras la contienda, la villa fue reconquistada y Álvar Fáñez, al que ya se daba por muerto, apareció. Cuando el rey le preguntó dónde había estado, este se excusó respondiendo que se había perdió Por esos cerros,mi señor, «sin dar en la cuenta de que ellos no existían» (Rafael Gallego Díaz,1959), pues es imposible perderse en ellos por ser aquella una zona muy alomada que permite ver Úbeda desde 60 kilómetros de distancia.
Existen otras versiones de este relato, una que obvia a la joven mora para afirmar que Alvar Fáñez no quiso tomar parte de la conquista de la villa, y otra en la que se asegura que el rey era Fernando III el Santo quien sufrió el desplante de El Mozo en 1233.
Asimismo, cuenta otra leyenda que Alfonso VI había acampado en Úbeda allá por 1091 tras haber fracasado en su intento de conquistar Granada y Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, deseoso de reconciliarse con el monarca después de una de sus muchas disputas, abandonó el cerco de Liria para acudir en su ayuda, siguiendo la comitiva real a cierta distancia. Cuando Alfonso VI acampó en el castillo de Úbeda, pensó que el Campeador se situaría en otro emplazamiento y no en el llano, junto al río, así que, extrañado, el monarca lo mandó llamar y le preguntó de dónde venía, a lo que Sidi respondió: «Mi señor, por los cerros de Úbeda».
Cerca de Úbeda la grande,/ cuyos cerros nadie verá,/me va siguiendo la luna, /sobre el olivar. (Antonio Machado).
NO HAY TUTÍA (Siglo XII)
Si trituras cardenillo, atutía o espuma de plomo y los mezclas cuando ves el producto resultante, pensamos que se trata de una sola cosa, pero el intelecto pensaba que es un compuesto. Paráfrasis expositiva de Averroes de los elementos de Galeno.
La attutíyya, o atutía, era un ungüento que en un principio fue desarrollado por los médicos árabes para problemas oculares, pero que con el tiempo se acabó convirtiendo un remedio general. El componente básico era el óxido de zinc.
MATA AL REY Y VETE A MURCIA (Siglo XIII)
Cuando Murcia fue reconquistada se convirtió en tierra limítrofe entre el reino de Granada, el de Aragón y el Mediterráneo. La existencia de tantos peligros obligó a Alfonso X a poner en marcha un privilegio real por el que se perdonaban todas las deudas, ya fueran de robo o sangre, con el rey a todo aquel que se fuera a vivir allí. Este privilegio se tuvo que anular el 10 de agosto de 1268 para los naturales del reino de Aragón después de que Jaime I reclamara al asesino de su sobrino, refugiado en Murcia.
A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES (Siglo XV)
En 1476 Isabel la Católica instituyó en las Cortes de Madrigal la Santa Hermandad, una corporación compuesta por grupos de gente armada, pagados por los concejos municipales, cuya misión era perseguir a los criminales.
Esta organización se puede considerar el primer cuerpo policial de Europa sometido a cierta organización y administración gubernamental. Fue disuelta en el año 1834, siendo sustituida por la Superintendencia General de Policía, creada diez años antes bajo el precedente del Ministerio de Policía General establecido por José Bonaparte.
El uniforme que llevaban los miembros de la Hermandad era una capa y un jubón con largas mangas verdes, y como su tardanza en llegar al lugar de los hechos cuando eran requeridos llegó a ser muy frecuente, quedó el dicho popular de “a buenas horas, mangas verdes”.
QUE SALGA EL SOL POR ANTEQUERA (Siglo XV)
Salga el Sol por Antequera y póngase por donde quiera (José María Iribarren)
Existen varias hipótesis sobre su origen. Hay quien lo sitúa en la Guerra de Granada (1482-1492). Dado que Antequera (Málaga) se halla a poniente de Granada, la frase habría tenido un sentido irónico. Por su parte, elDiccionario del español actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, atribuye su origen a una leyenda según la cual a Fernando I de Aragón (1380-1416), que ante su indecisión de atacar Antequera, se le apareció una joven que le dijo:
Salga el Sol por Antequera y que sea lo que Dios quiera.
LUCHAR A CAPA Y ESPADA (Siglos XV A XVII)
La honra, señor capitán, es complicada de adquirir, difícil de conservar y peligrosa de llevar (El capitán Alatriste, Arturo Pérez-Reverte)
Presos de una sangre caliente y una hidalguía concentrada en la honra, los españoles del siglo de Oro defendían su honor en duelos con espadas roperas y gruesas capas, normalmente a espaldas de la ley, pues ya un dictamen de Fernando el Católico los prohibía so pena de muerte, destierro inapelable al Nuevo Mundo o condena a apalear sardinas en alguna galera.
En el siglo XV, España era considerada la cuna del duelo y de los más experimentados duelistas, como es el caso de Gonzaga Osorio, el vasco Mendizábal o el Sansón extremeño, Diego García de Paredes, Francisco Román, considerado como el hombre pionero de la «Destreza Verdadera» y Luis Pacheco de Narváez, que la perfeccionaría más tarde, hacia 1660, en otro tratado más extenso.
En el paso de los tercios por Nápoles y Sicilia los soldados del Gran Capitán aprendieron que los lugareños tiraban de dos dagas cortas simultáneamente. De esa manera, los lances de hierro se asociaron a la daga y el broquel y las técnicas propias de la escuela española llamada “Destreza”, con paso atrás de esquiva para pasar a un contraataque fulminante o el paso doble y rápido con la pierna adelantada, junto con mejoras de guardia y desviación o estoques de media vuelta, se fueron incorporando a la escuela española.
En el ámbito del duelo, como bien podrían decirnos don Francisco de Quevedo, Garcilaso o Lope, la capa tenía una gran importancia. Hecha de tela gruesa, en caso de apuro se podía enrollar en el brazo para mitigar las estocadas del adversario. En la llamada «Destreza Común», podía decantar una pelea al ser arrojada contra el adversario
QUIEN SE FUE A SEVILLA PERDIÓ SU SILLA (Siglo XV)
Este dicho está basado en un hecho histórico que tuvo lugar durante el reinado de Enrique IV, cuando se produjo el enfrentamiento entre los arzobispos Alonso de Fonseca el Viejo y Alonso de Fonseca el Mozo, tío y sobrino, respectivamente.
En 1460 un sobrino de don Alonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, fue nombrado arzobispo de Santiago de Compostela. Por aquel entonces el reino de Galicia se hallaba muy revuelto y el Mozo pidió ayudó a su tío para tomar posesión de la sede episcopal mientras él se quedaba en Sevilla.
Don Alonso el Viejo logró restablecer la paz en Santiago, pero cuando volvió a Sevilla se encontró con la desagradable sorpresa de que su sobrino se negaba a devolverle la silla arzobispal hispalense.
El enfrentamiento entre tío y sobrino se recrudeció hasta el punto que se precisó la intervención papal y la del rey castellano.
Ricardo Aller Hernández
BIBLIOGRAFÍA
*El porqué de los dichos’ José María Iribarren.
*nuevatribuna.publico.es/articulo/historia/origen-algunas-frases-hechas-relacion-historia
*laopiniondemurcia.es/sociedad/2016/02/26/origen-10-conocidas-expresiones-populares-32080534.html
*artificis.com
*muyinteresante.es
*abc.es/historia/cerros-ubeda.