El pasado 10 de septiembre se cumplió el cuarto centenario de la conocida como Gran Persecución contra el Cristianismo, en Japón. Así es, en 1622, un grupo de 52 mártires que representaban a varias familias religiosas y creyentes locales fueron ejecutados sumariamente por su fe.
El Martirológico Romano lo recoge así: “En Nagasaki, Japón, el beato Sebastián Kimura, de la Compañía de Jesús, Francisco Morales, de la Orden de Predicadores, sacerdotes y cincuenta compañeros mártires, de los cuales eran sacerdotes, religiosos, parejas casadas, jóvenes, catequistas, viudas e hijos. Todos ellos murieron por Cristo martirizados con crueles torturas en una colina ante una multitud (de espectadores)”.
El triste acontecimiento se debió al hecho de que las autoridades japonesas quisieran infligir el castigo más violento a todos los misioneros, así como a los catequistas y cristianos que habían estado ayudando a la obra de evangelización que había sido duramente prohibida. Al mismo tiempo, era para llevar el terror a todos los cristianos, y evitar albergar, esconder y proveer a los misioneros proscritos.
Un total de cincuenta y dos cristianos, laicos y religiosos iban a ser ejecutados en la infame colina Nizhizaka en las afueras de Nagasaki. Los misioneros religiosos, que venían de la prisión de Omura, llevaban meses sufriendo en las condiciones más inhumanas. Se unieron a los prisioneros en Nagasaki, recibiéndose unos a otros con júbilo.
Los religiosos, dominicos, franciscanos, jesuitas, así como sus catequistas, colaboradores, terciarios y miembros de la cofradía “Santo Rosario” fueron conducidos al lugar de ejecución. Todos ellos, fueron tentados a ser liberados, siempre y cuando apostataran, pero todos se mantuvieron firmes en su determinación de morir por Cristo, excepto tres que se retractaron cuando ya estaban en la pira. Veinticinco fueron quemados vivos y el resto fueron decapitados.
Jesús Caraballo
Buen articulo Jesús. Nunca olvidar nuestra gran historia y pasado, de lo contrario para qué tanto sacrificio de nuestros antepasados.