La batalla de Lutos (año 794)

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Se cumplen este año los 1230 años redondos de una de las batallas más interesantes, podríamos decir la segunda en importancia, después de la de Covadonga (año 723 d.C, según el historiador y político Claudio Sánchez Albornoz) acaecidas antes de cumplirse el primer centenario desde el inicio de la Reconquista y quizá una de las menos conocidas, si no fuese por las crónicas musulmanas[a], fuera del ámbito astur-leonés; nos referimos a la Batalla de Lutos o de Los Lodos (en el concejo de Grado), entre las tropas de Alfonso II el Casto, rey de Asturias y las enviadas por el emir de Córdoba, Hisham I (o Hixem I), en el contexto de las “razias” estivales realizadas por éste durante los años 794 y 795.

El Reino de Asturias, en aquella época, ya había conseguido traspasar la Cordillera Cantábrica y llegar hasta la margen derecha del río Duero, aunque sin lograr asentarse definitivamente en este extenso territorio, si bien el mismo, comprendido entre dicho río y el naciente Reino de Asturias, no estaba en absoluto despoblado[2]. En esas condiciones, las incursiones musulmanas, en épocas de estío, eran frecuentes llegando hasta el mismo corazón del reino astur, que intentaban volver a conquistar

Una de las más sobresalientes incursiones, por las consecuencias que, su desarrollo y decantamiento final generaron en el devenir del primer siglo de Reconquista, es la que ahora recordaremos brevemente[3] .

Abd al-Malik

En el año 794, Hisham I envía un contingente de tropas al mando de sus generales, los hermanos Abd al-Karim Ibn Abd al-Wahid ibn Mugait y Abd al-Malik Ibn Abd al-Wahid ibn Mugait, con el objetivo de atacar el Reino de Asturias; y como siempre, lo va a  hacer utilizando la “técnica de la tenaza o de la pinza”. Así, Abd al-Karim se dirige, por el este, hacia tierras de la llanada alavesa y sureste de Cantabria, que asola sin mayores problemas; mientras Abd al-Malik[1],  que lo hace a través de la antigua calzada romana, atravesando el puerto de La Mesa (paso entre León y Asturias, por Torrestío), se interna en el corazón del reino, llegando a su capital, Oviedo; que asola por completo, incluso el templo edificado por Fruela I, incipiente esbozo de lo que más tarde será la Catedral de Oviedo, consiguiendo con ello un abundante y rico botín.

Alfonso II

Alfonso II al ver que no podría enfrentarse en campo abierto a las tropas de Abd al-Malik (algunas fuentes las cifran en unos 70.000 hombres), y sabiendo que el moro había elegido el mismo camino de vuelta a Córdoba, por el paso del “Camin Real de la Mesa” que atravesaba el puerto de San Lorenzo, opta por reunir a las suyas en un lugar especialmente dificultoso y angosto, denominado Lutos (Los Lodos) donde, por la orografía del terreno, un estrecho desfiladero, no podían ser vistas por el contingente moro, y con un gran lodazal en sus profundidades

Batalla de Lutos

En ese lugar fue donde tuvo lugar la “Batalla de Lutos”, que destrozó al ejército invasor y donde su general, Abd al-Malik, perdió la vida. Al verse sin su jefe las tropas musulmanas huyeron en desbandada yendo a parar al lodazal donde fueron aniquilados por los cristianos astures; los cuales, además de infligirles una completa derrota, lograron recuperar el botín arrebatado por aquéllos, en Oviedo.

El siguiente párrafo corresponde al relato que, del desarrollo y lugar de la batalla, hace el Padre Luis Alfonso de Carvallo[b].


Llamas del Mouro

En estos campos de Llamas se dio la cruel batalla, y como el sitio era pantanoso, no se podían los Moros ayudar de los caballos; dizen el Obispo Sebastiano, y Sampiro, que perecieron muchos en aquellos lodos. Con esto, y con el singular esfuerzo que Nuestro Señor dava à los Christianos,, los Moros fueron vencidos, y pasados a cuchillo cerca de setenta mil (cosa increíble, si todos los Autores no lo airmàran) sin otros muchos que se encomendaron à los pies, y otros que traxo el Rey à Oviedo, para servirse de ellos en sus fabricas, y ediicios. El Moro Nugarez fue muerto en esta batalla, como todos escriben, en el mismo lugar donde vemos ahora la Ermita de Santarbas, que en memoria de aquella victoria se ediicò, y desde entonces se llama Santarbas del Mouro, y aquel campo, Llamas del Mouro; y es bastante argumento para que se tenga por muy cierto averse dado esta batalla en aquel lugar, un campo que ay mas adelante, que llaman el Campo de la matanza, con una constante fama que allí acabaron de morir todos los Moros de aquel Exercito.

Marcos A. Galiana

Leyenda

El Camin Real de Mesa.- Los siguientes mapas nos muestran el Camino Real de Mesa desde Grado hasta el Puerto de San Lorenzo (de norte a sur)


[a] Según este investigador, la emboscada al ejército musulmån tuvo lugar en “los campos de Llamas”, cerca de Cangas de Narcea.

[b] El historiador y benedictino y, más tarde, jesuíta,asturiano, Luis Alfonso de Carvallo (1571-1653), va a darle, en una de sus obras,“Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias” (1695), el sobrenombre de Nugarez.

[1] El historiador Juan Uría Ríu cita a Fatho el Andalusí, El Ajbar Machmua y especialmente las compilaciones de cronistas del siglo XIII Bayán de Aben Adhari y el Kamil de Aben Alatir, que incorporan las noticias de los historiadores musulmanes Ar Razí y Arib ben Sad, fallecidos en el 937 y el 980 respectivamente.

Fue el primero en identificar, en 1918, la ruta de ingreso en Asturias de la campaña del emir Hixem I (794) por el Camino Real de La Mesa, paso natural entre la Meseta y Asturias, por el puerto de San Lorenzo; así como identificar Lutos (“Los Llodos”, concejo del actual Grado / Grau) como lugar de la batalla

[2] Después de la rebelión de los bereberes en Galicia y la Meseta Norte (año 740), dejando abandonadas sus posiciones en dichos territorios, los musulmanes, habían puesto “la frontera virtual”,al  sur del Sistema Central.

[3] A partir de esta batalla, los sarracenos no volvieron a traspasar la barrera que supone la Cordillera astur-leonesa, que separa la Meseta.norte del Reino de Asturias; aunque estuvieron a punto de conseguirlo, el año 795, en la batalla Quirós, librada en la leonesa comarca de Las Babias, finiquitada con rotunda derrota y posible muerte del defensor de la posición que había fijado Alfonso…….





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