SS. M M . la Reina Doña Isabel II y su augusta Madre y S. A. R. la Serma. Señora Infanta Doña María Luisa Fernanda, continúan en esta corte sin novedad en su importante salud.

REAL DECRETO

          Conformándome con las razones expuestas por el Consejo de ministros  acerca de lo urgente que es el establecimiento de una fuerza especial de protección y seguridad, en atención al desamparo en que hoy se ve la autoridad pública para proteger eficazmente el orden y las personas y bienes de los vecinos honrados y pacíficos, y teniendo en consideración que ni el ejercicio permanente ni la Milicia Nacional pueden atender este servicio sin menoscabo de su peculiar organización y objeto sin detrimento de disciplina militar, y sin molestias ineficaces y perjuicios de la mayor trascendencia para las clases acomodadas y laboriosas, he venido en decretar lo siguiente :

Artículo 1: Se crea un cuerpo especial de fuerza armada de infantería y caballería, bajo la dependencia  del ministerio de la Gobernación  de la Península, y con la denominación de Guardias Civiles.

Art. 2. El objeto de esta fuerza es proveer al buen orden, a la seguridad pública y a la protección de las personas y de las propiedades, fuera y dentro de las poblaciones.

Art. 3. La guardia civil se organizará por tercios, escuadrones o compañías, mitades y escuadras.

(Real Decreto de la creación de la Guardia Civil, Gaceta de Madrid, 31 de marzo de 1844)

LA GUARDIA CIVIL

El glorioso término de la guerra llamada de la Independencia preparó a España los beneficios de un reinado restaurador y pacífico, pero dejóla al mismo tiempo sumergida en los desórdenes que no pudieron menos de causar a su territorio tantos años de encarnizamientos y combates.

(Jaime el Barbudo, de Ramón López Soler).

Finalizada la Guerra de la Independencia surge en España un grave problema de inseguridad con la proliferación de bandoleros como El Tempranillo, Andrés López Muñoz ‘El Barquero de Cantillana’, Juan Palomo, Luis Candelas, Jaime el Barbudo….

Soy jefe de bandoleros y al frente de mi partida nada mi pecho intimida nada me puede arredrar.

(Copla Anónima Popular a José María Hinojosa “El Tempranillo”).

La gravedad del fenómeno hizo que las Cortes de Cádiz reunificaran la Milicia Nacional, siendo disuelta por Fernando VII y reconstituida en 1820 con el nombre de Cuerpo de Voluntarios Realistas.

          Ese mismo año, y una vez producido el pronunciamiento por parte de Rafael de Riego, el teniente general Pedro Agustín Girón y de las Casas, primer duque de Ahumada, fue nombrado Ministro de la Guerra. A él se le debe el proyecto de un instituto armado para el mantenimiento del orden público: la Legión de Salvaguardias Nacionales, inspirada en la Gendarmería Nacional francesa. Esta idea no fue aprobada por las Cortes Generales, pero fue el germen sobre el que se basó el hijo de Girón, el segundo duque de Ahumada, en su idea de la futura Guardia Civil.

En 1836, la desamortización de Mendizábal implicó una mayor demanda de seguridad, sobre todo a partir de 1844, cuando Luis González Bravo suprimió la Milicia Nacional.

28  DE MARZO DE 1844

Se crea por Real Decreto un cuerpo especial de fuerza armada de Infantería y Caballería, bajo la dependencia del Ministerio de la Gobernación y con la denominación de Guardias Civiles. A los efectos de organizar esta nueva fuerza se comisiona al mariscal de campo Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada.

Servirán más y ofrecerán más garantías de orden cinco mil hombres buenos que quince mil, no malos, sino medianos que fueran (II Duque de Ahumada).

El decreto definitivo tuvo lugar el 13 de mayo, fue presentado por el Presidente de Gobierno y Ministro de la Guerra, Ramón María Narváez.

Los antecedentes de este nuevo cuerpo se encuentran en la Santa Hermandad de Toledo, del siglo XIII, encargada de limpiar de malhechores los Montes de Toledo, así como en Talavera y Villa Real. En Cataluña fueron el somatén y los miqueletes, en Aragón los guardas del reino, en Valencia los miñones y los escopeteros en Andalucía.

Inicialmente se compuso de 14 jefes, 232 oficiales y 5769 guardias repartidos en 14 Tercios divididos en Compañías de Infantería y un Escuadrón (o Sección independiente) de Caballería, produciéndose el primer reclutamiento en verano de 1844 en las instalaciones del Ejército de Madrid, en Leganés y Vicálvaro.

El 1 de septiembre de 1844, día de la designación del Duque de Ahumada como Inspector General de la Guardia Civil, tuvo lugar la presentación oficial del Cuerpo con una parada militar ante las autoridades. En su uniforme destacaba un sombrero de tres picos de origen francés: el tricornio.

LA CARTILLA DE LA GUARDIA CIVIL

20 de diciembre de 1845. El duque de Ahumada confeccionó lo que a la postre se convirtió en el código moral de la Institución: la “Cartilla del Guardia Civil” que sintetiza los reglamentos anteriores y que, con alguna modificación, compone el actual Reglamento para el Servicio de la Guardia Civil.

Artículo 1°. El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil; debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás.

Artículo 2°. El Guardia Civil por su aseo, buenos modales, y reconocida honradez, ha de ser un dechado de moralidad.

Artículo 3º. Las vejaciones, las malas palabras, los malos modos, nunca debe usarlos ningún individuo que vista el uniforme de este honroso Cuerpo.

Artículo 4º. Siempre fiel a su deber, sereno en el peligro y desempeñando sus funciones con dignidad, prudencia y firmeza, será más respetado que el que con amenazas, sólo consigue malquistarse con todos.

Artículo 5º. Debe ser prudente, sin debilidad, firme sin violencia y político sin bajeza (…)

El 10 de octubre, cumpleaños de la reina y, con ocasión de la constitución de las Cortes Generales, la recién creada Guardia Civil realizó su primer servicio: cubrir la carrera de la comitiva de la reina desde Palacio hasta las Cortes.

Existen multitud de ejemplos de acciones relevantes de la Guardia Civil desde su creación:

• En 1847, Portugal, en plena guerra civil, reclamó ayuda a España y Reino Unido a fin de pacificar el norte del país. Por parte española, se envió una unidad de Caballería de la Guardia Civil para garantizar la seguridad ciudadana en la ciudad de Oporto.
• En 1848 se produjo el salvamento de unos ingleses que navegaban en la goleta Mary frente a las costas de Sanlúcar de Barrameda.
• En 1850, Pedro Ortega y Antonio Gimeno, dieron su vida al rescatar a un carruaje despeñado durante una tormenta por un torrente de agua en el barranco de Bellver (Castellón).

Tras la Vicalvarada (1854) y durante el Bienio progresista se planteó la posibilidad de disolución de la Guardia Civil, pero a pesar de ser un cuerpo muy joven ya había demostrado su eficacia en la defensa del orden y su lealtad al Estado.

(El guardia civil) será siempre un pronóstico feliz para el afligido, infundiendo la confianza de que a su presentación el que se crea cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenga su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que vea su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y, por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos (artículo 8).

La lucha contra el bandolerismo llevó a crear un sistema de defensa de carruajes, servicio de escoltas y protección de vías y caminos hasta finales del siglo XIX, cuando se considera erradicado.

El robo de los carruajes públicos no causaba impresión diez años antes y desde la creación de la Guardia Civil, era visto con absoluto asombro (Facundo Infantes, segundo director del Cuerpo, 1854).

Por Real Orden de 1º de abril de 1853 se creó la “Compañía de Guardias Jóvenes” en el cuartel de San Martín, en Madrid, una organización que daba amparo y educación a los huérfanos e hijos del Cuerpo y ayudaba a la formación de nuevos guardias. Con el tiempo se convertiría en el actual Colegio de Guardias Jóvenes “Duque de Ahumada”.

El último tercio del siglo XIX se caracterizó por su inestabilidad: la Revolución Cantonal de 1873, la Guerra de Cuba, la Guerra Carlista (1872), repunte del bandolerismo…Ante la situación, el gobierno del general Juan Prim suprimió la Guardia Rural, asumiendo la Guardia Civil sus competencias.

Instaurada la I República tras el corto reinado de Amadeo I, el primer gobierno de Pi y Margall intentó mantener el orden público con los Voluntarios de la República (sucesores de la Milicia Nacional) en los núcleos urbanos y en la Guardia Civil en el ámbito rural.

          En 1874 se produjo el pronunciamiento del general Martínez Campos, recuperándose la monarquía con Alfonso XII y la aprobación de la Constitución de 1876. Dos años después se aprobó la Ley Constitutiva del Ejército por la que la Guardia Civil pasó a integrarse como un Cuerpo adicional.

En ningún caso pierde su carácter de instituto armado y de centinela permanente.

La Revolución Industrial fue impulsada por el nacimiento del ferrocarril, siendo la Guardia Civil el cuerpo que asumiría a nivel nacional el servicio de escoltas en los trenes de viajeros a partir de 1886. El surgimiento de la clase obrera trajo una nueva forma de conflictividad social, como el terrorismo anarquista (bomba del Gran Teatro del Liceo de Barcelona en 1893, por ejemplo).

SIGLO XX

Tras el Desastre del 98, se produjo la disolución de los Tercios del Cuerpo de la Guardia Civil allí destacados y la incorporación de sus efectivos a la plantilla en la península. Este aumento de la plantilla permitió reorganizar la Guardia Civil con la creación de la Comandancia de Canarias, las Secciones de Ceuta y Melilla y un incremento del número de Puestos.

En 1902, Alfonso XIII fue proclamado rey, teniendo que hacer frente a multitud de problemas: un incipiente independentismo, malas condiciones de vida, la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa o la Guerra del Rif.

En 1909, se produjeron unos altercados en Marruecos con unos trabajadores de las obras de construcción de una línea de ferrocarril, obligando al gobierno a llamar a los reservistas. Con la llegada de las noticias acerca de las numerosas bajas producidas en el Protectorado se inició una huelga general (Semana Trágica de Barcelona) que terminó desembocando en desórdenes o incendios de iglesias y conventos. Declarado el estado de guerra, la Guardia Civil apenas contaba con setecientos guardias civiles.

En 1913, se declaró a la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.

Oración de los fieles

Por el benemérito cuerpo de la Guardia Civil para que, por intercesión de la Virgen del Pilar, todos sus miembros alcancen del cielo, ayuda en el peligro, fortaleza en la defensa de los débiles y disponibilidad en el servicio generoso en las tragedias y momentos de dolor. Roguemos al Señor.   

Por todos los miembros de la guardia civil, fallecidos en acto de servicio a la libertad y a la paz, para que Dios les conceda el descanso eterno y para que sus vidas no hayan sido derramadas en balde. Roguemos al Señor.

Durante esta época la Guardia Civil se iba adaptando a las necesidades de los tiempos: en 1902 se creó una sección de ciclistas, en 1921 se dotó a los agentes de la pistola Star de 9 mm, en 1922 se creó el Parque de Máquinas de Locomoción, dotado inicialmente por dos ómnibus, una camioneta, siete coches ligeros y 2 motocicletas y ese mismo año se instaló su propio servicio radiotelegráfico.

En cuanto a la uniformidad, ya reformada en 1909 después de más de sesenta años inalterada, se revisó primero en 1922 y luego en 1925, quedando caracterizado por su color verde.

En 1921 se produjo el Desastre de Annual, produciéndose un aumento de la violencia que culminó con el asesinato del presidente del gobierno Eduardo Dato por tres militantes anarquistas en la Puerta Alcalá de Madrid.

El 1 de agosto de 1922 se cantó por vez primera  el himno de la Guardia Civil:

Instituto, gloria a ti

Por tu honor quiero vivir

Viva España, viva el Rey

Viva el orden y la Ley

Viva honrada la Guardia Civil

Benemérito Instituto

Guarda fiel de España entera

Que llevas en tu bandera

El lema de paz y honor

Por glorificar el nombre

Que el gran Ahumada te diera

Con tu sangre noble y fiera

Has bordado tu blasón

Vigor, firmeza y constancia

Valor en pos de la gloria

Amor, lealtad y arrogancia

Ideales tuyos son

Por ti cultivan la tierra

La Patria goza de calma

Por tu conducta en la guerra

Brilla airoso tu pendón

Instituto, gloria a ti

Por tu honor quiero vivir

Viva España, viva el Rey

Viva el orden y la Ley

Viva honrada la Guardia Civil

1923. Con el golpe de Estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, la Guardia Civil sigue adaptándose a las necesidades del país. Tras la dimisión del general en enero de 1930, Alfonso XIII convocó una ronda de elecciones que terminó con la proclamación de la República  y el rey en el exilio.

Los años 30 amanecen convulsos y la Guardia Civil se encargó de defender la legalidad:

El 31 de diciembre de 1931 en Castilblanco (Badajoz) el alcalde requiere al Puesto de la Guardia Civil, formado por un cabo y tres guardias, para la disolución de una manifestación que se desarrollaba en el pueblo. Cuando el cabo se dirigía a los manifestantes es atacado y al intentar repeler la agresión resulta apuñalado por un vecino. Un guardia abre fuego, pero la multitud derriba y desarma a los tres, que son muertos con sus propias armas. El 5 de enero siguiente, en Arnedo (La Rioja), tras una prolongada huelga, la Guardia Civil interviene en una manifestación y al ser acometida, sin duda pesando sobre su ánimo los hechos de Castilblanco de la semana anterior, hace fuego ocasionando la muerte de once manifestantes y heridas a otros veinte.

En agosto de 1932 el general Sanjurjo se alzó contra el gobierno de la Segunda República con el apoyo de ciertas unidades del Ejército y de la Guardia Civil. La conocida como Sanjurjada tuvo como consecuencia que la Dirección General de la Guardia Civil dependiente del Ministerio de la Guerra se transformara en Inspección General para pasar a depender del Ministerio de Gobernación.

En el pueblo de Casas Viejas (Cádiz), tras una insurrección huelguista de tres semanas de duración en toda España, se declara por parte de la CNT el “comunismo libertario” el 10 de enero de 1933. Los anarquistas atacan el cuartel de la Guardia Civil, donde se encontraban un sargento y tres guardias, hiriendo de muerte al sargento y a uno de los agentes. El gobierno envía fuerzas de la Guardia de Asalto desde Madrid para reprimir la sublevación, las cuales, vencida la resistencia, prenden fuego a la casa donde se habían refugiado algunos de los participantes en la rebelión, falleciendo siete personas. La acción terminó con la ejecución sumarísima de una docena de vecinos detenidos en el municipio. Como resultado, el capitán Rojas, jefe de la compañía de la Guardia de Asalto que estaba al cargo de la operación, es objeto de una severa condena judicial. La crisis fue el pretexto para una ofensiva política por parte de la oposición que culminaría con la destitución del jefe del Gobierno, D. Manuel Azaña.

En 1934, con un gobierno nuevo surgido de las elecciones de noviembre del año anterior, estalló la Revolución de Octubre. Mientras en Madrid los huelguistas intentaron el asalto a la Presidencia del Gobierno y en el País Vasco se ocupaban las zonas mineras e industriales, en Barcelona, Companys proclamaba el Estado Catalán dentro de una República Federal Española y en Asturias la República Socialista Asturiana. Sería ahí donde la Guardia Civil sufrió un fuerte ataque a sus puestos.

Al caer la noche del día 5 de octubre, más de veinte cuarteles del Cuerpo habían caído en poder de los sublevados y 98 casas cuartel estaban destruidas. El 19 de octubre la Guardia Civil registraba más de 100 muertos, la mayor parte de los cuales pertenecían a la Compañía de Sama de Langreo que, formada por apenas sesenta guardias civiles a las órdenes del capitán Alonso Nart, se comportó heroicamente defendiendo su posición durante más de treinta horas de asedio. Forzado por la falta de agua, alimento y munición, el capitán Nart ordenó romper el cerco en una salida sorpresa y audaz a plena luz del día. La superioridad numérica y las buenas posiciones de los revolucionarios hicieron fracasar el intento, que a punto estuvo de ser coronado por el éxito. Los guardias se dispersaron y, aunque ofrecieron tenaz resistencia, fueron abatidos uno a uno. El propio capitán, aislado y herido por dos veces, continuó luchando hasta caer bajo las balas de los atacantes. Por su acción recibiría la Cruz Laureada de San Fernando a título póstumo.

          En 1936 la Guardia Civil estaba compuesta por 33.500 hombres, una tercera parte de los efectivos del Ejército. El recuento final de bajas del Cuerpo en ambos bandos fue de 2.714 muertos y 4.117 heridos.

          El Instituto continuó existiendo como tal en el bando nacional, mientras que en el republicano se refundó primero como Guardia Nacional Republicana, y en diciembre de 1936 como Cuerpo de Seguridad y Asalto.

El 15 de marzo de 1940 se promulgó una Ley en la que se integraba el Cuerpo de Carabineros en la Guardia Civil; y la adscripción de gran número de jefes y oficiales del Ejército. Con el nuevo Reglamento Militar de 23 de julio de 1942 se configura a la Guardia Civil como un Cuerpo de Ejército.

Tras la Guerra Civil surgió el fenómeno de los maquis o guerrilla antifranquista. El general Franco encargó al Ejército y muy especialmente a la Guardia Civil, a través de su Director General Camilo Alonso Vega, su erradicación. Este fenómeno tuvo un periodo de apogeo desde 1944, con la invasión del valle de Arán, hasta 1948. Para la Guardia Civil la lucha contra los maquis le supuso la pérdida de 627 hombres.

En 1959, dado el aumento del tráfico rodado, se encomendó a la Guardia Civil la vigilancia del tráfico y del transporte por carretera, creándose la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. En los sesenta, se formó el Servicio de Montaña, así como el de esquiadores–escaladores, el de Actividades subacuáticas y la Agrupación de Helicópteros.

La amenaza terrorista de estos años determinó la necesidad de que la Guardia Civil contase con especialistas en desactivación de explosivos. Los primeros voluntarios de la Guardia Civil surgieron de las Maestranzas de Artillería del Ejército en 1974, formando el núcleo del Servicio de Desactivación de Explosivos, génesis de los modernos TEDAX y GEDEX.

En 1968 se produce el ataque con explosivos al cuartel de Sondica, y en junio cae asesinado del guardia civil José Pardines Arcay, con el que se abre la larga lista de servidores públicos caídos en el cumplimiento de su deber, víctimas del separatismo radical terrorista.

Con la llegada de la Democracia la Guardia Civil se adscribió a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, conservando su naturaleza militar, pero dejando de formar parte de las Fuerzas Armadas.

Defender el ordenamiento constitucional, proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana (Ley de Policía de 1978).

Encomendada la seguridad de las grandes poblaciones al Cuerpo Nacional de Policía, la competencia de la Guardia Civil se circunscribió en el resto del territorio nacional, especialmente el ámbito rural, ratificando su responsabilidad sobre el tráfico y transporte, el resguardo fiscal del Estado y el control de armas y explosivos, aparte de enfrentarse a organizaciones como el F.R.A.P., disuelto en 1978, el G.R.A.P.O., cuya primera acción armada es un atentado en 1975 contra dos miembros de la Guardia Civil resultando muerto Casimiro Sánchez García.

El 23 de febrero de 1981 se produjo un intento de golpe de Estado encabezado por altos mandos militares, para cuya ejecución contaron con el apoyo de algunos oficiales de la Guardia Civil muy sensibilizados por la constante agresión terrorista. El fracaso se debió en buena parte gracias a la intervención del director general de la Guardia Civil, el general Aramburu Topete.

Con la Ley Orgánica 2/1986, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de 13 de marzo, se define a la Guardia Civil como instituto armado de naturaleza militar, dependiente del Ministerio del Interior en lo referente a retribuciones, destinos, acuartelamientos, material y servicios, y del Ministerio de Defensa en el régimen de ascensos, situaciones del personal y naturaleza de las misiones de carácter militar. Su función propia de seguridad ciudadana se extiende al mar territorial, el control sobre armas y explosivos, Resguardo Fiscal del Estado, persecución del contrabando, vigilancia del tráfico y transporte, protección de costas, fronteras, puertos y aeropuertos y conservación de la naturaleza y el medio ambiente.

En consonancia con la Ley Orgánica 2/1986 y en el espíritu de modernización y especialización del Cuerpo, se creó en 1988 el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA).

En 1988, por Real Decreto Ley, se regula la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, abriendo el camino para el ingreso de las mujeres en la Benemérita, aunque desde 1948 ya venían prestando servicio agentes femeninos a través de la figura de la matrona, que realizaban los registros sobre personas del mismo sexo en los controles aduaneros.

PROYECCIÓN EXTERIOR

La Guardia Civil ha participado en más de medio centenar de misiones internacionales, la mayoría bajo los auspicios de la ONU y la Unión Europea, consistentes en la realización de labores de policía civil. Otras misiones son de apoyo a las Fuerzas Armadas españolas como parte de los contingentes militares internacionales.

Desde su entrada en servicio en 2005, la Guardia Civil participa en la Fuerza de Gendarmería Europea (EUROGENDFOR) junto con fuerzas de Francia, Holanda, Italia, Portugal y Rumania. EUROGENDFOR es un instrumento de la política de seguridad y defensa de la Unión Europea.

Ricardo Aller

VER EN VIDEO

https://youtu.be/_3MkmYU10A0

FUENTES:

*guardiacivil.es/es/institucional/Conocenos/historiaguacivil/La_Fundacion.html

*https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/jaime-el-barbudo-o-sea-la-sierra-de-crevillente–0/html/fef15464-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html

*https://museobandolero.com/frases-celebres-2