“Hago vos saber que ha plasydo a Nuestro Señor, después de muchos y grandes trabajos e gastos e fatigas de nuestros reynos, muertes e derramamiento de sangre de muchos de nuestros súbditos e naturales dar bienaventurado fin a la guerra que he tenido con el rey e moros del reyno e çibdad de Granada la qual tenida e ocupada por ellos por más de setecientos e ochenta años, oy, dos días de enero de noventa e dos es venida a nuestro poder e señorío, e se me entregó el Alhambra e la çibdad e las otras fortalezas e pueblos que de este reyno me quedaba por ganar.
– Carta del rey Fernando al obispo de León –
Hay acontecimientos históricos que crean un antes y un después de lo que ha acontecido y no sólo en el lugar que acontece sino que tiene proyección en el espacio y en el tiempo a nivel local, nacional e internacional; me estoy refiriendo a la toma de Granada por sus Majestades Católicas, Isabel y Fernando.
El día 2 de enero de 1492; este hecho tuvo una serie de acontecimientos trascendentales para España y el resto del mundo conocido y por el aún por conocer; se volvía a reinstaurar la cultura y fé cristiana; concluía con el dominio musulmán en la península Ibérica desde el año 711 de la era Cristiana; con el final de la cruzada llamada Reconquista de los reinos musulmanes en España; con el fin del decadente Reino Nazarí de Granada y con casi una década de enfrentamientos bélicos entre las tropas cristianas y musulmanas conocido como Guerra de Granada, cuya etapa final en 1491 fue trascendental para la caída de la capital; desde abril fue aislada con un asedio permanente con escaramuzas de desgaste y cerco de hambre incluyendo la fundación de Santa Fé. Con el paso de nueve meses la capacidad de resistencia se fue deteriorando por lo que Boabdil comenzó en secreto unas negociaciones que evitaron un desenlace más trágico y cruento. Las capitulaciones fueron firmadas por él, el 25 de noviembre del 1491.
En principio la capitulación de Granada estaba prevista para el día 6 de enero pero el Sultán Boabdil la adelantó por temor a una sublevación de los musulmanes que se oponían a la entrega de la ciudad; adelantó la entrega al día 2 de enero del 1492.
Uno de los principios por los que hay que concebir la Reconquista es de cruzada. No hay que olvidar que entonces lo político iba intrínsecamente unido a la fe cristiana; ya el Papa Sixto IV lo expresó así en 1479 elaborando una Bula de Cruzada. Sin embargo, la Bula que realmente tuvo una trascendencia vital sería la de 1482 promulgada por el mismo Papa, donde se decretaban una serie de beneficios económicos y dejaba en manos de los Reyes Católicos la Guerra de Granada. La Bula de Cruzada fue renovándose en 1485, en 1487, en 1489 y en 1491.
Efectivamente los Reyes Católicos expresan al Papa Sixto IV una concepción de la Toma del Reino de Granada, no como un deseo meramente expansionista o de adquirir poder sino como una auténtica lucha por la evangelización, “A esta guerra no nos han movido nin mueve deseo de acrecentar reinos e señoríos nincobdicia de adquerir mayores rentas de las que tenemos, nin voluntad de allegar tesoros (…) solamente esperando que la santa fe católica sea acrescentada y la Cristiandad se quite de tan continuo peligro como tiene aquí a las puertas, si estos infieles del reino de Granada non son arrancados y echados de Spaña”.
Por tanto la Toma de Granada fue recibida y concebida, en el resto de los Reinos cristianos del viejo continente, como la última cruzada en Europa y la ciudad de Granada fue vista como una metáfora de la Nueva Jerusalén. La noticia de la Toma de Granada fue recibida en los reinos cristianos europeos gozosamente, con un toque generalizado de campanas.
El paso de Granada de ciudad musulmana a ciudad cristiana propició que en ella se experimentaran una serie de proyectos que los Reyes Católicos tenían en mente, como es el de la reforma eclesiástica, conjuntamente con Fray Hernando de Talavera, nuevo Arzobispo de Granada, y una idea de evangelización concebida para unas tierras que llevaban siglos sin conocer el Evangelio.
“E el rey e la reina, vista la carta e embajada del rey Baudili aderezaron de ir a tomar el Alhambra, y partieron del lugar del real…..con sus huestes, muy ordenadas sus batallas; e llegando cerca de el Alhambra, salió el rey Muley Baudili, acompañado de muchos caballeros, con las llaves en las manos, encima de un caballo y quitose apear a besar la mano del rey, y el rey no se lo consintió descabalgar del caballo, ni le quiso dar la mano, e el rey moro le besó en el brazo y le dió las llaves e dijo «Toma señor las llaves de tu ciudad, que yo y los que estamos dentro somos tuyos» y el rey Don Fernando tomó las llaves e dióselas a la reina y la reina se las dió al príncipe y el príncipe las dio al conde de Tendilla al cual con el duque de Escalona, marqués de Villena e con otros muchos caballeros e con tres mil a caballo e dos mil espigarderos, envió entrar en el Alhambra e se apoderar de ella; mostraron en la mas alta torre primeramente el estandarte de Jesuchristo, que fue la Santa Cruz, que el rey traía siempre en la santa conquista consigo; e el rey e la reina e el príncipe e toda la hueste se humillaron a la Santa Cruz e dieron muchas gracias e loores a nuestro Señor; e los arzobispos e clerecía dijeron «Te Deun laudamus»; e luego mostraron los de dentro el pendón de Santiago, que el maestre de Santiago traía en su hueste y junto con él el pendón real del rey Don Fernando, y los reyes de armas del rey dijeron a altas voces «Castilla, Castilla» e ficieron allí e dijeron aquellos reyes de armas lo que a su oficio era debido de facer e dieron sus pregones”
Para tal ocasión, la reina Isabel, a quien siempre le había gustado el estilo árabe para vestir, aunque túnicas, capas y zapatillas sólo se las ponía en la intimidad, en esta ocasión para ese día histórico decidió ponérselas en público; llevaba una aljuba de seda y brocado con la parte superior estrecha y abotonada, mangas largas y falda hasta la rodilla.
Se recuperaba a manos cristianas, por tanto, con tal Toma la tierra del Concilio de Elvira, celebrado el año 303, presidido por el obispo de Acci (Guadix) Félix. Este hecho supuso un gran gozo para toda la cristiandad ya que Occidente quedaba liberada del Islam, a tiempo que venía a compensar la caída de Constantinopla el 29 de mayo del 1453 y, por tanto, la del Imperio Bizantino a manos de los otomanos.
El rey Fernando comunicó al Papa Inocencio VIII la Toma de Granada cuya carta le llegó la noche del 1 de febrero diciendo: “Fágolo saber a Vuestra Santidad, por el gran placer que de ello habrá, habiendo Nuestro Señor dado a Vuestra Santidad tanta bienaventuranza que después de muchos trabajos, gastos y muertes y derramamiento de sangre de nuestros súbditos y naturales, este reino de Granada, que sobre 700 años estaba ocupado por los infieles en vuestros días y con vuestra ayuda se haya alcanzado el fruto que los Pontífices pasados, vuestros antecesores, tanto desearon y ayudaron a loor de Dios y ensalzamiento de nuestra Santa Sede Apostólica”.
La noticia causó sensación en Roma hubo festejos romanos, eclesiásticos y civiles; el cardenal Rodrigo de Borja organizó por primera vez una corrida de toros en Roma.
El hecho de la entrega de las llaves de Granada y su Toma procuró una serie de liberaciones recíprocas; al rey Boabdil le restituyeron su hijo Ahmed el “Infantico”, dejado como rehén desde la puesta en libertad de Boabdil apresado en Lucena, y los cautivos liberados por el conde Tendilla en la Alhambra. Y a cambio, por parte musulmana, los cautivos de una cárcel durísima en la colina, llamada posteriormente de “Los Mártires”. Era un cerro desolado, árido, separado de las colinas de la Alhambra por una pequeña garganta.
Los moros tenían ahí unas 20 mazmorras dentro del cerro; por una boca siniestra metían docenas de presos, tenía una profundidad de siete metros, la mayoría de los hacinados morían. Los musulmanes lo llamaban “Corral de Cautivos”, en cambio los cristianos los llamaron “Campo de los mártires”. Estos cautivos cristianos siendo liberados, bajaron en procesión hasta el arenal del Genil donde estaban los reyes acompañados de frailes precedidos por una cruz, y mientras cantaban el Tedeum lloraban; eran unos 700 cautivos liberados, que “daban profunda pena”. Los soldados también lloraron. La reina Isabel mandó llevarlos a Santa Fé, procurarles ropa y auxilio y entregarlos a sus familias e igualmente dió orden de levantar el primer templo, tras tomar Granada, en este lugar el Cerro de los Mártires; la ermita dedicada a los “Mártires”, cuyo patrocinio sería el de San Sebastián.
Isabel y Fernando con la toma de Granada, entre lo que se encuentra la Alhambra, rescataron para la cristiandad el mejor ejemplo occidental de arquitectura musulmana y con dicho toma el prestigio de ellos en todo occidente era incuestionable. También en la reina Isabel se hizo realidad un sueño que el rey Juan II de Castilla – padre de la reina – tuvo en el año 1431, intentando cercar Granada.
Concluyendo, el significado de la Toma de Granada, para los españoles viene reflejado en la Crónica del cura de Los Palacios, Andrés Bernáldez: “E así dieron gloriosa fin a su santa e loable conquista e vieron sus ojos lo que muchos reyes e príncipes desearon ver; un Reino de tantas cibdades e villas e de tanta multitud de lugares, situados en tan fortísimas e fragosas tierras, ganado en diez años. ¿Qué fue esto sino que Dios los quiso proveer dello e darlo en sus manos”.
Manuel López Gómez O. F. S.
Dedico este artículo a tan gran Gran y Católica reina, Isabel I de Castilla y a su pronta beatificación.
Deberia ser obligatorio estas referencias a la historia de España no como una leccion obligada y con notas que saturen mas a los escolares sino como una gesta que han hecho los españoles a lo largo de su historia y que lo sepan contar y enorgullecerse de ella
Artículo muy documentado. Un gran hecho histórico. Ojalá sea fiesta civil algún día