EL AUTO DE LOS REYES MAGOS

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“Mañana se celebrará la fiesta de los Reyes en la Ermita de Buendía, partido de Puente Tocinos (Murcia), á beneficio de la Escuela de Casillas.

El orden de la función es el siguiente:

1º A las cinco de la mañana gran diana, disparo de cohetes, voladores, traca y morteretes.

2º A las seis de la misma, entrevista de los Santos Reyes en la Cruz de la Vereda.

3º Coloquios pastoriles en el escenario situado en la puerta de la Casa de Talón.

4º Entrevista de los Magos y Herodes, en el mismo escenario.

5º Discursos de Ángel y el Centurión.

6º Adoración de los Santos Reyes en la gruta construida al efecto en la puerta de la Ermita, en donde estarán San José y la Virgen.

7º Desfile de la lucida cabalgata compuesta por treinta jinetes procedentes de las respectivas escoltas de los tres Reyes.

8º Gran baile y rifas de dulces á las dos de la tarde, en la referida casa de Talón.

9º Otro baile con el mismo objeto á las siete de la noche, en la casa–escuela de Casillas.

Todo lo cual será amenizado por una banda de música y la renombrada chirimía del Rosario”.

(Nota de prensa en el diario Las Provincias de Levante, 1902)

EL AUTO DE LOS REYES MAGOS

Dios criador, cuál maravila,

no sé cuál es aquesta strela!

Agora primas la he veída;

poco tiempo ha que es nacida.

¿Nacido es el Criador

que es de la[s] gentes Senior?

Non es verdad, no sé qué digo;

todo esto non vale un figo.

Otra nocte me lo cataré,

si es verdad bine lo sabré.

El Auto de los Reyes Magos es la primera obra dramática que ha llegado hasta nosotros en castellano y en la que se narra la Epifanía.

Su origen data del siglo XII, aunque no fue descubierta hasta el siglo XVIII por el arzobispo gallego Felipe Fernández Vallejo, quien se encargaría de recogerlo en sus Memorias i disertaciones. Dos de los capítulos tratan el drama religioso (Disertación V. Sobre la música, y Disertación VI. Sobre las Representaciones poéticas en el Templo). Vallejo hablaba de una antigua tradición dramática y describía una representación de Navidad con todos los detalles de su dramatización.

Del texto original se ha perdido el título y el final, conservándose 147 versos. No sería hasta 1863 cuando Amador de los Ríos y Ramón Menéndez Pidal se encargaron de darle nombre en su edición del año 1900 y poner en valor un texto imprescindible para nuestra cultura,

El Auto se inserta dentro del género teatral medieval. Los dramas litúrgicos castellanos más antiguos se encontraron en el monasterio benedictino de Silos, pertenecientes al ciclo pascual de la Visitatio Sepulcri, compuestos en el siglo XII. Otro texto fue descubierto en la misma centuria por el padre Germán Prado en Compostela y pertenecía al ciclo de Pascua de Resurrección y en la catedral de Huesca se tiene constancia de que en el siglo XVI se celebraban dramas litúrgicos tradicionales de la Resurrección de Jesús y de Navidad.

Son obligados a cantar el día de Nauidad a los Maitines las canciones y coplas para ello hordenadas y el día de los Reyes, e los días de la Assumpción y Natividad de Ntra. Señora, de las otras fiestas que se hordenaren, las quales canciones han de ser muy devotas y honestas (Consueta o Libro de las buenas e loables costumbres e Cerimonias que se guardan en la Santa Iglesia de Granada y Coro della).

En el siglo XIII se representaba en la catedral de León el Canto de la Sibila, de forma muy parecida a como se realizaba en Toledo, y en un manuscrito de finales del siglo XVI, conservado en la antigua Biblioteca Universitaria de Madrid, también se describe la ceremonia de la Sibila.

Una ceremonia antiquísima, y venerable, que en lo sustancial no ha padecido alteración (Felipe Fernández Vallejo).

En cuanto al Auto de los Reyes Magos, fue descubierto en Toledo y corresponde a la época en que según Arcayos y Vallejo, se empezó a emplear el castellano en los dramas religiosos.

La escasez de que existen tan pocos manuscritos sobre dramas religiosos se puede explicar porque el rito romano francés fue introducido con una reforma de la liturgia, por lo que los monjes y clérigos encargados de ella no debieron sentir interés en introducir ceremonias no esenciales, como lo eran los dramas litúrgicos; la mayoría de los monjes procedían de Cluny o monasterios cluniacenses, hostiles a la práctica de estas representaciones; y la fecha del cambio de liturgia en Castilla fue tardía; se produjo cuando la literatura en legua vulgar comenzaba a tener importancia (Donovan).

Desde un principio se aceptó que el Auto de los Reyes Magos era una adaptación castellana de algún drama litúrgico francés, quedando encuadrado en la asimilación de los inmigrantes francos en España y la respectiva oleada europeísta, una de las que a lo largo de nuestra Edad Media contrapesaron el influjo oriental […] De todos modos, su autor se esforzó por escribirlo en la lengua más general a la heterogénea población toledana de entonces […] el mozárabe fuertemente castellanizado […]. (Rafael Lapesa).

ARGUMENTO

El Auto está estructurado en cinco escenas que recogen el ciclo de la Epifanía, común a la tradición del drama litúrgico del Ordo Stellae.

Val, Criador, atal facinda

¿fu nuncas alguandre falada

o en escriptura trubada?

Tal estrela non es in celo,

d’esto só yo bono strelero.

Bine lo veo sines escarno

que uno omne es nascido de carne,

que es senior de todo el mundo,

así cumo el cilo es redondo.

De todas gentes senior será

y todo seglo jugará.

¿Es? ¿Non es?

La primera escena comienza con los monólogos de Melchor, Gaspar y Baltasar sobre la inesperada aparición de una estrella en el firmamento, donde terminan concluyendo que el astro representa el nacimiento del Mesías y que deben ir a adorarlo. Los reyes establecen en el camino el primer contacto y optan por continuar unidos, lo que recuerda a los poemas franceses del Évangile de l’Enfance. También unidos escogen los regalos que otorgarán al recién nacido para comprobar su identidad.

¿Dios vos salve, senior? ¿Sodes vos strelero?

Dezidme la verdad, de vós sabelo quiro.

[¿Vedes tal maravilla?]

[Nacida] es una strela.

En la segunda parte los tres magos viajan a Belén llevando consigo oro, incienso y mirra.

[BALTHASAR] Imos in romería aquel rey adorar

que es nacido en tirra, no l’ podemos fallar.

[HERODES] ¿Qué decides, ó ides, a quin ides buscar?

¿De cuál terra venides, ó queredes andar?

Decidme vostros nombres, no m’ los querades celar.

En la tercera escena se narra la visita a Herodes y su petición de que le informen cuando descubran el lugar en el que se encuentra el Mesías.

Idme por míos abades

y por míos podestades

y por míos scribanos

y por míos gramatgos

y por míos streleros

y por míos retóricos;

dezir m’han la vertad, si yace in escripto

o si lo saben elos o si lo han sabido.

La cuarta sección contiene un monólogo de Herodes, donde expresa su necesidad de ser el único rey del reino.

Pus catad,

dezidme la vertad,

si es aquel omne nacido

que estos tres rees m’han dicho.

Di, rabí, la vertad, si tú lo has sabido.

La última escena consiste en la respuesta de los rabinos, incapaces de interpretar el significado de la estrella.

ESTILO

En lo referido a la métrica, el Auto de los Reyes Magos tiene carácter polimétrico: heptasílabos, eneasílabos, versos alejandrinos y rimas anómalas. En momentos de tensión y exaltación emocional se recurre al verso heptasílabo y en situaciones que requieren de un carácter ceremonioso el alejandrino es el más utilizado.

El estilo es sencillo, con una fluida sucesión de escenas  y una notable intención de dotarle de carácter propio a los personajes, y el lenguaje es en romance castellano. Otra de las características del Auto es que es una obra que fue escrita imitando el estilo toledano del momento, motivo por el cual encontramos léxico mozárabe.

Actualmente, esta obra está guardada en la Biblioteca Nacional de España y se puede consultar su copia, ya que está abierta al público.

Ricardo Aller Hernández

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1 thought on “EL AUTO DE LOS REYES MAGOS”

  1. La conexión del Auto con Toledo, la recia y religiosa ciudad castellana, me parece connatural a dicha ciudad y su historia.

    Me gustaría ver una representación en el mismo castellano en el que se escribió.

    Excelente artículo.

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