
Las Órdenes Militares tienen su origen a mediados del Siglo XI, y fueron creadas para garantizar la protección de los peregrinos que acudían a Jerusalén o a Santiago de Compostela.
Y en lo relativo a la Orden de Santiago, hay quien encuentra su creación en el siglo IX, durante el reinado de Ramiro I de Asturias, lo que la situaría como la primera Orden Militar de la Cristiandad, nacida dos siglos antes que las otras Órdenes Militares.

La teoría de la existencia de una Orden de Santiago nacida antes de generalizarse la creación de este tipo de instituciones, viene avalada por el Privilegio concedido a un convento de Salamanca, en 1030, donde el Rey Fernando I de Castilla menciona a los Caballeros de la Encomienda de Santiago.
Esta misma teoría nos presenta, en el Monasterio de Uclés, donde a partir del siglo XIII tuvo su residencia el Maestre, unos estatutos cuyo latín es interpretado por algunos eruditos como redactados en el siglo IX.

Pero lo más común es remitirse al 9 de enero de 1174, momento en que Uclés comienza a estar relacionado con la Orden, cuando Alfonso VIII hizo entrega a su maestre, Pedro Fernández de Fuentencalada, del castillo y la villa de Uclés, con todas sus tierras, viñas, prados, pastizales, arroyos, molinos, portazgos, etcétera. Acto que tendría confirmación cincuenta y seis años después, cuando en 1230, unificadas las coronas de Castilla y de León, Fernando III instituyó el Castillo de Uclés, en la provincia de Cuenca, como núcleo de la Orden de Santiago, desde donde gobernaban toda la Orden, que para esas fechas estaba extendida por Castilla, Portugal, Aragón, Francia, Inglaterra, Lombardía y Antioquía.
El nacimiento de la Orden, así, es tenido por los eruditos en el último cuarto del siglo XII, achacando su fundación a los “Fratres de Cáceres”, unos caballeros que en 1170 se encontraban en la ciudad de Cáceres, donde fueron destinados por orden del rey Fernando II de León para su defensa de la frontera frente a los almohades. Fueron derrotados y la mayoría de ellos degollados en 1174 por Abú-Jacob. Los que sobrevivieron abandonaron Cáceres, que era tomada por los almohades.
Fue en ese momento cuando pasaron a denominarse Orden de Santiago, siendo que en 1175 obtuvieron bula del papa Alejandro III.
Su centro neurálgico sería Uclés, pero su labor se extendería por varios reinos, en defensa de los peregrinos, y para desarrollar su labor tenía una estructura que incluía la participación de miembros seglares.
Así, del mismo modo que contaba con Canónigos encargados de la administración de los sacramentos, también contaba con Comendadoras cuya función era el servicio de los peregrinos, para cuyo objetivo fueron creados conventos femeninos de comendadoras, donde las mujeres asumían la educación de las hijas de los caballeros.

A los 100 años de haber sido reconocida por el Papa Alejandro III , la Orden tenía seis conventos de comendadoras donde quedaban albergados los miembros femeninos de los caballeros que se encontraban desplazados por la guerra. Pero las mujeres sólo profesaban castidad conyugal, y no perpetua, por lo que si enviudaban podían salir del convento y rehacer su vida.
Y los caballeros podían ser Caballeros religiosos, que vivían en comunidad, y Caballeros casados, que vivían con su esposa e hijos.
Fue la primera orden que admitía caballeros no célibes, lo que hizo que tuviese gran predicamento.
…y para remedio de la flaqueza humana, se permite el matrimonio a los que no pudieran ser continentes; guardando a la mujer la fe no corrompida y la mujer al marido, porque no se quebrante la continencia del tálamo conyugal, según la institución de Dios y la permisión del Apóstol San Pablo.
Su función estaría incardinada en las tareas de Reconquista, y su relación con los reinos de León y de Castilla sería de primer orden, habiéndose implicado en las principales acciones bélicas contra el invasor. Esta participación en la lucha comportaría para la Orden el control directo de villas, castillos y tierras, y esa actividad acabaría convirtiéndola en la Orden Militar más poderosa, al frente de la cual se encontraba un Maestre asistido por el denominado Trecenazgo, consistente en un consejo compuesto por trece miembros comendadores de la Orden, en una estructura piramidal que era seguida por los prioratos y las encomiendas. Los Prioratos supervisaban el territorio, y los Comendadores administraban bienes y garantizaban la seguridad de los peregrinos.

Al indicar que se encargaban de tareas de Reconquista pensamos en las acciones militares, y no nos engañamos, ya que a lo largo de su historia, desempeñaron un papel crucial en la construcción de fortalezas, pero también construyeron hospitales que facilitaban el tránsito seguro de los peregrinos, y bibliotecas. Y en el desarrollo de ese papel promovieron la construcción de iglesias, monasterios y fortalezas, habiendo creado un patrimonio que hoy podemos disfrutar.

Además, la estructura de la Orden contaba con canónigos, comendadores y caballeros, todos imbuidos de un compromiso de pobreza, castidad y obediencia que les llevó a estar presentes en todas las campañas de la Reconquista, en la que se significaron siempre, habiendo destacado el año 1177 junto a Alfonso VIII en la toma de Cuenca. También tuvieron una actuación destacada en la batalla de Alarcos, y el año 1212 en la batalla de las Navas de Tolosa, en la toma de Jerez en 1233, o en la reconquista de Teruel, Castellón, Úbeda y Córdoba, entre otras muchas campañas entre las que no podemos olvidar la toma de Sevilla el año 1248.
Su presencia constante en los momentos más críticos de la Reconquista le reportaron gran poder, habiendo llegado a acumular 83 encomiendas, 2 ciudades, 178 condados y aldeas, 200 parroquias, 5 hospitales, 6 conventos y la Universidad de Salamanca. Además, también tenían posesiones en Portugal, Francia, Italia, Hungría y Palestina.

Pero para finales del siglo XV, las funciones de las órdenes militares, y en concreto de la Orden de Santiago, casi se habían extinguido, entrando en vigor una serie de intrigas. Así, en 1474, Juan Fernández Pacheco y Téllez Girón, 44 Maestre de la Orden y I marqués de Villena, traspasó el cargo a su hijo Diego, lo que ocasionó una serie de enfrentamientos que requirieron la intervención de la Corona, que reclamó para sí el título de gran maestre.
Obra maestra de los Reyes Católicos, que ya había descabezado a la orden de Calatrava.
La orden de Santiago tenía más prestigio, y la actuación no debía ser idéntica en este caso; cercana a la figura de Benedicto XIII, era heredera de la orden del Temple, y además tenía una prerrogativa única: no debía rendir cuentas a Roma, porque cuando Alejandro III dio la bula en 1175, la orden ya había sido constituida con anterioridad y era autónoma; la bula fue un espaldarazo y no una sumisión al Vaticano. Ese aspecto resultaba esencial para la política de los Reyes Católicos.

El prestigio de la Orden persistió, y los principales apellidos de la monarquía pertenecieron a la misma, los Grandes de España: los Mendoza, Manrique, Pimentel, Figueroa, Enríquez, Álvarez de Toledo, Fernández de Córdoba, Velasco, Pacheco, Guzmán, Sandoval, de la Cerda, Téllez de Girón… Y Diego Velázquez o Francisco Quevedo.
Fue suprimida por la primera República en 1873. Su restablecimiento durante la Restauración fue con carácter honorífico. Nuevamente fue extinguida con la II República, y reinstaurada como una asociación civil en el reinado de Juan Carlos I con el carácter de organización nobiliaria honorífica y religiosa.

Cesáreo Jarabo
BIBLIOGRAFÍA
Órdenes de Caballería de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. En Internet https://www.ordenesmilitares.es/?page_id=38 Visita 4-2-2025
Plaza Pedroche, Milagros. LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO Y SU RELACIÓN CON LA CORONA DE CASTILLA DURANTE EL REINADO DE LOS PRIMEROS TRASTÁMARA (1366-1406) En Internet https://medievalistas.es/wp-content/uploads/2022/03/LA-ORDEN-MILITAR-DE-SANTIAGO-SEEM-17-WEB.pdf Visita 4-2-2025
Rodríguez Manzanares, Juan Benito. Orden de Santiago. En Internet https://www.ateneovalencia.es/la-orden-de-santiago-se-inicio-en-la-proteccion-de-los-peregrinos-del-camino-de-santiago/ Visita 4-2-2025