Nació en Ávila Teresa,
donde el Tormes sus pies besa.
Castilla fue más Castilla
cuando nació esta chiquilla.
Y nunca en ningún verano
hubo espiga de tal grano.
Juega con sus hermanitos
a concursos de altarcitos.
“Tú y yo debemos huir
y a los moros convertir”.
Era traviesa e inquieta
la que luego fue poeta.
Y se da cuenta la gente
que tiene luz en la frente.
A Dios le pide un cosa:
que quiere ser religiosa.
La más humilde y sencilla,
religiosa de Castilla.
Y la humilde servidora
se convierte en escritora.
Lo que recitan sus labios
causa asombro a los más sabios.
Sabe escribir y pensar
(y también sabe guisar).
Y afirmaba con salero:
“Dios está entre los pucheros”.
Y aquella niña traviesa
se llama Santa Teresa.
Gloria Fuertes (Aleluyas de santa Teresa)
CASTILLO DE VALDECORNEJA
También llamado castillo del Barco de Ávila, se trata de una edificación que data del siglo XII, que fue reconstruida varias veces, y que está ubicada en el punto más alto del valle del río Tormes.
Erigido sobre un antiguo castro vetón, destruido por los romanos, este castillo tiene raíces que se hunden en la historia más profunda de la península.
Su primera estructura data del siglo XII, con importantes reconstrucciones en el siglo XIV.
Tras la reconquista, el rey Alfonso VI entregó el señorío a su hija y a Ramón de Borgoña para su repoblación.
Más tarde, Enrique II de Trastámara lo donó a la Casa de Alba, quienes levantaron el castillo actual.
El gran duque Don Fernando Álvarez de Toledo, figura emblemática, lo eligió como su segunda residencia.
Durante la Guerra de la Independencia, el castillo sufrió daños profundos. Sus piedras fueron reutilizadas para edificar viviendas y la arquería interior se transformó en los soportales del ayuntamiento.
Entre 1851 y 1904, sirvió como cementerio municipal, contribuyendo al deterioro de su interior.
Castillo de la Triste Condesa
Edificado en el siglo XV, no fue pensado para ser una fortaleza defensiva, razón por la cual no está situado en un terreno elevado. De hecho, está en una de las partes más bajas del municipio.
Mandado construir en 1400 por el condestable Ruy López Dávalos, como símbolo de poder tras recibir el señorío por parte de Enrique III.
Originalmente pensado para Mombeltrán, su ubicación cambió debido al rechazo local, optándose finalmente por Arenas de San Pedro, se finalizó en 1422.
Con el tiempo pasó a manos de Rodrigo Alonso Pimentel, quien lo entregó como dote nupcial a su hija, Juana Pimentel, casada con Álvaro de Luna. Juana, tras la ejecución de Álvaro en 1453, sería conocida como la Triste Condesa, nombre por el que se conoce hoy el castillo.
Fue escenario de importantes eventos, como el matrimonio de María de Luna con Íñigo López de Mendoza en 1460, y en 1461 nació en el castillo Diego Hurtado de Mendoza, figura destacada de la nobleza castellana.
Durante los siglos XVI y XVII siguió albergando a generaciones de los duques del Infantado, aunque progresivamente en ruina.
En el siglo XIX fue transformado en cementerio (1812) y proyectado como cárcel (1849).
En 1853, fue cedido al Ayuntamiento de Arenas.
Castillo de Arévalo
<<En el siglo XI, durante el reinado de Alfonso VI, se concede fuero a la villa de Arévalo. A partir de ese momento, son frecuentes en la documentación las referencias al lugar. Aunque con períodos de dominio señorial, va a depender habitualmente de la Corona (bien de realengo), por lo que no es de extrañar la presencia en la villa de personajes de la familia real. Ya a mediados del siglo XIV debe de tener castillo, constituyendo con los Medina del Campo, Tordesillas y Sigüenza, uno de los lugares donde el rey Pedro I de Castilla recluiría a su mujer Dª Blanca de Borbón.>> (Wikipedia).
Fue reconstruido en el siglo XV por Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar, fue propiedad de Álvaro de Luna y fue reformado por los Reyes Católicos desde 1476, adquiriendo su forma distintiva. Se cree que allí residió Isabel de Portugal, madre de Isabel la Católica.
Sirvió de prisión para Fadrique Enríquez, Juan Palafox y Mendoza, Pedro Téllez-Girón o Felipe Guillermo de Orange-Nassau.
En el siglo XIX, cayó en desuso y fue usado como cantera y campo sacro.
En 1955, reformado como silo de cereal con capacidad para 1.080 toneladas por el Servicio Nacional del Trigo.
Hoy pertenece al Ministerio de Agricultura y acoge reuniones y actividades culturales.
Castillo de El Mirón
El origen del señorío de Alba fue en 1254 por parte de Alfonso X el Sabio, quien lo concedió a su hermano Felipe.
En el siglo XIV, Enrique II de Castilla otorgó el señorío, junto al de Oropesa, a García Álvarez de Toledo. En García Álvarez de Toledo se encuentra el origen del ducado de Alba, una de las casas nobiliarias más influyentes de España.
Juan II de Castilla concedió posteriormente a sus descendientes la villa de Alba de Tormes, consolidando su influencia territorial y política.
En cuanto al castillo, aunque no se conocen datos precisos sobre la construcción del castillo, se presume su vínculo histórico con la Casa de Alba, de quien toma el nombre. Igualmente se desconoce también cómo y cuándo se produce su desvinculación de dicha casa nobiliaria.
Castillo de La Adrada
Ubicado en la localidad homónima, es una fortaleza que data del siglo XIV, con una muralla alrededor que fue construido en el siglo XV para defender a la región de posibles ataques.
La muralla exterior comenzó a construirse a finales del siglo XIV, por orden del condestable Ruy López Dávalos tras recibir la villa por concesión de Enrique III de Castilla.
Inicialmente diseñado como elemento defensivo, se integra con el entorno montañoso del valle del Tiétar.
En el siglo XV, el castillo pasa por manos de influyentes figuras, como don Álvaro de Luna, favorito de Juan II de Castilla, o Beltrán de la Cueva, bajo el reinado de Enrique IV.
En el siglo XVII, se incorporó al patrimonio de la Casa Montijo, y en el siglo XIX, a la prestigiosa Casa de Alba.
Finalmente fue cedida al Ayuntamiento de La Adrada.
Castillo de Mombeltrán
Conocido también como Castillo de los Duques de Alburquerque porque fue edificado por Beltrán de la Cueva en el siglo XV.
Construido entre 1462 y 1474 por orden de Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque.
Atribuido al célebre arquitecto Juan Guas, fue inicialmente concebido con función militar y estratégica, pasando a ser una residencia señorial tras reformas en el siglo XVI.
A pesar de ser habitado esporádicamente, el castillo ha permanecido vinculado durante siglos a la Casa de Alburquerque.
Se cuenta que Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca, fue recluida temporalmente en el castillo.
<<Encerrada desde 1509 hasta su fallecimiento en 1555, el castillo conserva ecos de su melancólica presencia.>>(castillospedia.com).
Castillo de Bonilla de la Sierra
Construida en el siglo XII, fue reformado intensamente durante el siglo XIV por varios obispos de Ávila, cuyos escudos aún se conservan en puertas y muros.
Fue sede de sínodos y refugio real: en julio de 1384, fue sede del Sínodo Episcopal convocado por Diego de los Roeles y en 1440, Juan II de Castilla se refugió en el castillo bajo la protección del obispo Lope de Barrientos ante el acoso de los Infantes de Aragón.
Alonso de Madrigal, El Tostado, brillante humanista, murió en el castillo en 1455.
Algunos prelados, como Miguel Fernando Merino, residieron allí casi todo su mandato, generando polémica.
Desde 1771 hasta el siglo XIX se convirtió en vivienda del obispo , pero tras la Desamortización perdió definitivamente su relación con el obispado.
Castillo Palacio Magalia
Mandado construir entre 1533 y 1540 por Pedro Dávila y Zúñiga, quinto Señor de Villafranca, tercer conde del Risco y primer marqués de Las Navas, título concedido por Carlos I como reconocimiento por su apoyo durante los levantamientos comuneros.
El palacio surge en el siglo XVI, asentándose sobre antiguos restos defensivos, entre ellos una torre del homenaje del siglo XV.
Durante más de 200 años, los descendientes del primer marqués habitaron el palacio. A lo largo del siglo XVIII, la familia entroncó con los Medinaceli, trasladándose hacia la corte y dejando la fortaleza en desuso.
A comienzos del siglo XX, el palacio y terrenos circundantes fueron vendidos a la Unión Resinera Española (Luresa).
Castillo de Castronuevo
Sus orígenes se remontan al Siglo XV, cuando fue construido por orden de la Casa de Alba.
Construido por Gil de Vivero antes de 1481, fue remodelada por su hijo antes de venderla, en 1489, al poderoso duque de Alba por 6.200.000 maravedíes. Desde entonces, el castillo ha sido propiedad de la familia Alba, aunque la ausencia de heráldica impide atribuirlo documentalmente a su linaje.
Castillo de Villaviciosa
Se construyó en dos etapas diferentes. En el siglo XV, Nuño González del Águila y Guzmán lo mandó construir con el fin de vigilar el paso desde el Valle de Amblés a la Sierra de la Paramera.
En el segundo periodo de construcción, en el siglo XVI, se llevó a cabo la ejecución de la Torre de las Damas.
Castillo de Aunqueospese
Se trata de una construcción hecha entre los siglos XV y XVI, propiedad de numerosos condes y protagonista de todo tipo de leyendas. Se menciona en documentos desde los siglos XI y XII como bastión en la Reconquista.
La fortaleza actual fue reconstruida en 1490 por Pedro Dávila, señor de Villafranca y capitán del duque de Alba. Su hijo, Esteban Dávila, completó la obra en el siglo XVI, incorporando elementos defensivos como troneras de artillería.
En el siglo XX, el Castillo de Aunqueospese fue vendido a un particular.
El nombre “Aunqueospese” está ligado a historias de amor prohibido. Aquí presentamos tres leyendas:
- Álvar Dávila y Doña Guiomar: Él construyó el castillo para ver a su amada desde la distancia, tras ser rechazado por su padre.
“¡Aunque os pese, seguiremos amándonos!”
- Zubezé y Aldefonso: La hija de un noble árabe se enamora de un esclavo cristiano. Al ser obligada a casarse con otro, se lanza desde la torre gritando
“¡Aunque os pese, lo amaré!”.
- Gonzalo de Velada y Aldonza Aboín: Jóvenes de familias enfrentadas que se comunican por cartas y señales desde el castillo. Su historia termina en tragedia.
Castillo de Narros de Saldueña
Construido en el siglo XV y remodelado en varias ocasiones, es también conocido como castillo del Duque de Montellano.
Está edificado sobre una llanura, por lo que, a diferencia de la mayoría de estas edificaciones, no fue pensado como un instrumento de defensa sino como una residencia.
Fue erigido por Rodrigo de Valderrábanos, señor del Mayorazgo de Saldueña. Su construcción se realizó sobre una fortaleza anterior, posiblemente vinculada a los navarros que repoblaron la zona en el siglo XI. A principios del siglo XVI, sus sucesores lo ampliaron y reformaron, dándole un carácter más residencial que defensivo.
En el siglo XVIII, pasó a manos del duque de Montellano, quien le dio su nombre actual. Posteriormente, fue propiedad de los condes de Fernán Núñez.
En 1963, fue adquirido por la familia Llopis, quienes lo restauraron completamente.
En su interior se conservan los escudos de los Valderrábanos y los Guzmanes, familias ligadas a su historia.
CASTILLO DE ZURRAQUÍN
Tanto el escudo y la inscripción como la estructura del castillo y el estilo y decoración de la capilla fechan el conjunto a finales del siglo XV.
En el XVI, la dehesa estaba relacionada con la familia de los Guieras. En el XVIII, el Catastro de Ensenada describe el castillo entre las propiedades de los marqueses de Bermudo:
<<….una casa palacio, con su castillo y barbacana que la guarneze, con habitación alta y baja, patio, cavallerizas, pajares y paneras….>>
CASTILLO DE MANZANEROS
Comenzó a construir esta fortaleza Diego de Vera, regidor de Ávila, en 1522. En los censos eclesiástico y civil de la corona de Castilla del siglo XVI se registra como lugar habitado, pero a mediados del siglo XVIII el catastro de Ensenada se refiere al castillo de esta manera:
<<Un palacio que está todo el techo en tierra y las paredes de él muy derrotadas, por lo ques e halla ynabitable. >>
Un siglo más tarde, según la respuesta de Madoz y a la Comisión Provincial de Monumentos, la situación ers la misma, aunque perteneciendo al duque de la Roca antes de ser propiedad de la marquesa de Albís.
CASTILLO DE TORRALBA
En el Catastro de la Ensenada de 1751 aparece como despoblado. La Comisión Provincial de Monumentos en 1848 determinó que era propiedad del marqués de Saturnino, título que el rey Carlos II concedió en 1688 a Pedro Álvarez de Reynoso y Andrade.
CASTILLO DE SERRANOS DE LA TORRE
En pleno siglo XV, el obispo Lope de Barrientos levantó el Castillo dentro de una estrategia repobladora.
El catastro de Ensenada (1751) retrata ya un paraje deshabitado, con apenas vestigios habitables y dominio del conde de las Amayuelas.
Ricardo Aller Hernández
FUENTES:
*https://delaruecaalapluma.com/2017/07/28/gloria-fuertes-aleluyas-de-santa-teresa/
*https://www.viajardescubriendo.com/castillos-de-avila/
*https://castillospedia.com/castillos/castilla-y-leon/avila/castillo-de-mombeltran/
*https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Castillos_de_la_provincia_de_%C3%81vila