RUTA POR LOS CASTILLOS DE ESPAÑA: ISLAS BALEARES

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Playa de Palma. Mallorca, 1960

Mallorca es un lugar parecido a la felicidad, apto para en el ser dichoso, apto para escenario de dicha, y yo -como tantos istleios y forasteros- no he poseido casi nunca el caudal de felicidad que uno debe llevar adentro para sentirse espectador digno (y no avergonzado) de tanta claridad de belleza. Dos veces he vivido en Mallorca y mi recuerdo de ella es límpido y quieto: unas tenidas discutidoras con los amigos, una caminata madrugadora que empezó en Valldemosa y se cansó en Palma, una niña rosa y dorada de la que estuve enamorado tal vez y a la que no se lo dije nunca, unos días largos remansándose en el cálculo de las playas. Ahora dejo de escribir y sigo acordándome. (Jorge Luis Borges, El Día, Palma de Mallorca, 21-XI-1926.)

CASTILLO DE BELLVER

Único en España por su planta circular, el castillo se alza sobre un monte desde donde se divisan los alrededores, haciendo las veces defensivas pero también de habitabilidad, como lo demuestran las dependencias que albergaron a numerosos reyes y virreyes desde su creación.

Mandado construir por Jaime II, la parte principal de la fortificación la construyó Pere Salvà, entre los años 1300 y 1311, para Jaime II.

El castillo desempeñó inicialmente  funciones residenciales para los reyes Jaime II, Sancho y Jaime III de Mallorca. Por su parte, Juan I de Aragón y su esposa Violante residieron allí en su huida de la peste (1394). Pedro IV de Aragón lo tomó con el fin de usarlo como prisión, siendo destinada a la misma función en otras ocasiones, aunque la más conocida fue en el siglo XIX, cuando estuvo preso Gaspar Melchor de Jovellanos. , quien hizo la primera descripción del castillo y encargó los primeros planos y una descripción botánica y geológica del pinar circundante.

Como fortificación sufrió también diferentes asedios: en 1343, durante la campaña de reincorporación del reino de Mallorca a la Corona de Aragón, por parte de Pedro el Ceremonioso, en 1391, cuando la revuelta contra el Call, y en 1521, durante la rebelión de las Germanías.

CASTILLO DE CAPDEPERA

Situado en la cima del Puig de Capdepera , a unos 2 kilómetros de la costa este de Mallorca, permite controlar gran parte del noreste tanto de la isla como de Menorca.

Los romanos ocuparon la isla entre el siglos II a. C. y el siglo V d. C. y los musulmanes desde el siglo X hasta el XII. Cuando los cristianos conquistaron la isla en 1229, la Torre d’en Nunis era el único elemento que existía del actual castillo.

Sería Jaime II quien mandara ampliar el castillo. Así, en 1300 se construyó una villa amurallada que durante siglos protegió a la población de los ataques piratas.

El castillo tiene gran relevancia histórica, ya que allí se llevó a cabo la rendición de Menorca. Tras conquistar Mallorca, Jaime I de Aragón pensó que necesitaba las tropas para su futura conquista de Valencia, por lo que ideó una estratagema para engañar a los musulmanes que residían en Menorca y hacer que estos se rindiesen: ordenó encender cantidad de grandes hogueras en Capdepera que fueran bien visibles desde la isla vecina para hacer creer a los sarracenos menorquines que disponía de un gran ejército.

CASTILLO DE SANTUERI

          Castillo de Mallorca, situado en la localidad de Felanitx. Fue construido sobre las ruinas de una fortificación árabe del siglo XIV, las cuales estaban asentadas sobre restos bizantinos.

Fue uno de los últimos puntos de resistencia de los musulmanes en la reconquista de Mallorca. Su cometido era vigilar la costa Sureste de Mallorca.

CASTILLO DEL REY

El Castillo del Rey es un castillo roquero situado en la montaña del Castillo del Rey, en el valle de Ternelles, en Pollensa.

En la época romana, ya fue usado como fortificación y en la época musulmana, fue, con el Castillo de Alaró el último reducto de resistencia a las tropas de Jaime I de Aragón en 1231.

En 1343, tras tres meses de asedio, se rindieron los fieles al rey de Mallorca Jaime III cuando éste ya había perdido su reino a favor de la Corona de Aragón de Pedro el Ceremonioso.

El castillo fue usado de atalaya más que de recinto para la defensa. Fue abandonado en el siglo XVIII.

El poeta Miguel Costa y Llobera escribió el poema Castillo del Rey en 1896.

El arpa era que en la edad de gloria

en el castillo y ante el Rey sonaba:

hoy, bajo el polvo de sus mulas cuerdas,

notas dormían de dulzura patria.

La joven tomó el arpa y temblorosos

los sones, cual gemidos se escapaban,

luego rompen las notas en torrente,

como honda pena que, llorando, estalla.

(Poema de Miguel Costa y LLobera)

CASTILLO DE ALARÓ

En esta isla [Mayurqa] se encuentra una gran fortaleza construida en un lugar con el nombre de Hisn Alarum alto y páramo, sin par en el mundo habitado; es conocida con el nombre de Hisn Alarum. Cuentan los mallorquines que cuánto la isla fue conquistada en la época de Muhammad, hijo del quinto amir omeya de al-Ándalus, los Rum se hicieron fuertes en esta fortaleza durante ocho años y cinco meses después de la conquista, sin que nadie pudiera hacer nada contra ellos; sólo la falta de víveres los obligó a salir. Esta fortaleza se levanta sobre la cumbre de un monte de piedra dura donde hay una fuente abundante. (Al-Zuhri).

Existe constancia de construcciones fortificadas desde el año 902, durante la conquista islámica de Mallorca: Así, el Hisn Alarun fue musulmán al expulsar a los Rum, habitantes de origen bizantino.

El castillo fue ocupado por los cristianos. Jaime I de Aragón otorgó la plaza al infante Pedro I de Urgel.

En 1229 un grupo de musulmanes mallorquines huyeron tras la entrada del rey Jaime en Madina Mayurqa., refugiándose en la parte montañosa de la isla y alrededor de los castillos de Santuari, del Rey y el propio castillo de Alaró.

E, quan venc al quinzèn dia, sabem que el rei de Tunis no vendria, ni aquell estol, sobre la terra de Mallorques. E llaores metem mà a conquerir les muntanyes e els castells que ells tenien, per nom Oloró, e Pollença, e Santueri! (Llibre dels feits, epígrafe 113).

En 1285, Alfonso III de Aragón inició la invasión de Mallorca para volver a anexionar el reino de Mallorca a la corona de Aragón después de que su tío Jaime II de Mallorca se proclamase rey. La anexión se produjo sin excesivos altercados, salvo en el castillo de Alaró, tal y como se recoge en Rondallas Mallorquinas, donde se habla de dos capitanes fieles del rey mallorquín: Guillem Cabrit y Guillem Bassa, quienes morirían quemados en la hoguera.

CASTILLO DE SAN FELIPE

Los arquitectos encargados de su construcción fueron Calvi y Fratini bajo el mando de Felipe II. Así construyeron un edificio con planta es cuadrada con baluartes pentagonales.

En 1551 se decidió fortificar las defensas de Menorca, ya que eran muy inadecuadas. Se eligió al ingeniero italiano conde Hugo de Cessane, pero aquel falleció en 1553, por lo que se desinó como encargado a Juan Bautista Calvi, que realizó una nueva traza y cambió el emplazamiento al actual. En 1556 se mandó poner la Bandera como signo de que ya se consideraba un puesto militar en condiciones de defensa.

          Dos siglos después, en 1708, los británicos tomaron Menorca, reforzando el castillo. Por otro lado, en 1756, los franceses, bajo el mando del mariscal duque de Richelieu, asaltaron el castillo, y Menorca fue conquistada por Francia hasta 1763, cuando por el Tratado de París, que daba fin a la guerra de los Siete Años entre Francia e Inglaterra, Menorca fue devuelta a los británicos.

En 1779, se inició la guerra entre Inglaterra y España: los españoles atacaron Menorca y el castillo y al conquistarla lo demolieron, dejando sólo las torres y baterías precisas para responder a posibles ataques.

En 1798 Menorca fue nuevamente conquistada por los ingleses, que reconstruyeron el castillo de San Felipe, aunque en 1802 Menorca retornó definitivamente a España tras la paz de Amiens.

El castillo a medio reconstruir fue demolido por orden de Carlos IV en 1805, dejando únicamente las baterías necesarias para la defensa del puerto.

CASTILLO DE IBIZA

Su construcción fue ordenada por Felipe II. Se inició en 1555 bajo el mando de Giovanni Batista Calvi y se concluyeron las obras a final de siglo.

La ciudad contó con murallas desde la más remota antigüedad y el nuevo proyecto rodeó y amplió la fortificación medieval existente, quedando el castillo con siete baluartes situados a distintas alturas y unidos por lienzos de murallas.

El recinto amurallado se planificó en plena confrontación de la corona española con Francia y el Imperio Otomano, y donde los ataques de Hayrredín Barbarroja y los corsarios de Argel eran constantes.


CASTILLO DE SAN NICOLÁS

Situado en la boca del puerto de Ciudadela, esta torre de defensa fue construida a finales del siglo XVIII, debido a los numerosos ataques por mar que en tiempos pasados sufría la isla.

En 1960 se realizó una restauración, principalmente, de los elementos exteriores, y en 1990 el arquitecto Joaquín Mayans llevó a cabo una restauración más profunda. Tiene forma de pirámide truncada, con planta octogonal y está construida con piedra extraída de las canteras de la isla.

CASTILLO DE SANTA ÁGUEDA

Situado en la cumbre de la colina de Santa Águeda, de 264 metros de altura sobre el nivel del mar.  Fue construido sobre un castrum romano por los árabes, cuando Manûrqa era parte del califato de Córdoba, en torno a 1232.

En 1287, se convirtió en el último punto de resistencia de los árabes cuando la isla fue invadida por Alfonso III de Aragón. Posteriormente el castillo fue destruido por el sobrino mayor del rey, Pedro IV de Aragón, hacia 1343.

CASTILLO DE ARTÁ

Con la conquista de la isla, Jaime I tomó Artá, convirtiendo su mezquita en un temple cristiano. La torre mayor está dedicada a San Miguel.

Fue reconstruida en el siglo XVI como lugar de refugio ante los ataques corsarios.

El santuario actual es una edificación que se inició en 1825 y fue bendecida en 1832. La primitiva iglesia del siglo XIII, fue quemada al ser utilizada como hospital durante la peste de 1820.

TORRE DE DEFENSA DE FORNELLS

Desde los siglos XVI-XVII y hasta principios del XIX se construyen a lo largo de la costa menorquina fortificaciones encargadas de defender la isla de las incursiones piratas. En este caso, la torre protegía el acceso al puerto de Fornells

De forma cilíndrica, en su parte superior se hacían señales con fuego si se divisaba algún peligro.

Ricardo Aller Hernández

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