RUTA POR LOS CASTILLOS DE ESPAÑA: MADRID

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Joaquín Sabina

Con su hoguera de nieve, su verbena y su duelo,

su dieciocho de julio, su catorce de abril.

A mitad de camino entre el infierno y el cielo,

yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.

Aunque la noche delire como un pájaro en llamas,

aunque no dé la gloria la Puerta de Alcalá,

aunque la maja desnuda cobre quince en la cama,

aunque la maja vestida no se deje besar.

Pasarela «Cibeles», cárcel de Yeserías,

Puente de los Franceses, tascas de Chamberí.

Ya no sueña aquel niño que soñó que escribía,

Corazón de María, no me dejes así.

Corte de los Milagros, Virgen de la Almudena,

Chabolas de uralita, Palacio de Cristal,

Con su no «pasarán», con su «vivan las caenas»

Su cementerio civil, su banda municipal.

He llorado en Vencia,

Me he perdido en Manhattan,

He crecido en La Habana,

He sido un paria en París

México me atormenta, Buenos Aires me mata,

Pero siempre hay un tren

que desemboca en Madrid.

Pero siempre hay un niño que envejece en Madrid,

pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid,

pero siempre hay un fuego

que se enciende en Madrid.

Pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid,

pero siempre hay un sueño que se despierta en Madrid.

(Yo me bajo en Atocha, Joaquín Sabina).

CASTILLO DE MANZANARES EL REAL

Las tierras que rodean el curso alto del río Manzanares, conocidas como El Real de Manzanares desde tiempos de Alfonso X el Sabio, fueron objeto de disputas desde la Reconquista.

          Las Comunidades de Villa y Tierra de Segovia y Madrid protagonizaron diferentes litigios a lo largo del siglo XIII, que fueron resueltos en él por Juan I de Castilla con la donación de la comarca a la Casa de Mendoza a través de Pedro González de Mendoza, mayordomo del monarca.

          A Diego Hurtado de Mendoza, almirante mayor de Castilla, se le atribuye la construcción de una primera fortaleza en la zona, de la que se conservan unos restos y que reciben el nombre de castillo viejo de Manzanares el Real. Fue en el siglo XV cuando los Mendoza decidieron sustituirla por otra edificación, de mayores dimensiones y más lujosa.

Mando a la Iglesia de Santa María de la Nava, que está cabe el castillo que yo fago en la mi villa de Manzanares, siete mil maravedíes de juro de heredad, (…) para que los religiosos de dicha iglesia sean obligados á decir y digan perpetuamente una misa cada día por mi ánima (…) y por las ánimas de los difuntos que en aquella iglesia están y estarán sepultados. (testamento de Diego Hurtado de Mendoza y de la Vega, 1479).

Íñigo López de Mendoza y de la Vega retomó las obras, modificando el proyecto original y contrató a Juan Guas, arquitecto de los Reyes Católicos y autor del Palacio del Infantado (Guadalajara) y del Monasterio de San Juan de los Reyes (Toledo).

En tiempos de Íñigo López de Mendoza y Pimentel, el castillo quedó prácticamente deshabitado, al centrarse la actividad del ducado en Guadalajara. Sería la propia Casa Ducal quien realizaría una primera restauración en 1914, siendo el encargado el arquitecto Vicente Lampérez y Romea. En 1964 tuvo lugar una nueva intervención, esta vez costeada por la administración, que, bajo la dirección de José Manuel González Valcárcel, estuvo encaminada a la creación de un Museo de los Castillos.

En 1965, Íñigo de Arteaga y Falguera, decimoctavo duque del Infantado, cedió el uso del castillo a la Diputación Provincial de Madrid, que prosiguió con las obras de consolidación y rehabilitación.

La Comunidad de Madrid volvió a actuar sobre el castillo en 2005, con el fin de implantar un nuevo proyecto museográfico y en 2013 se creó un jardín de inspiración renacentista.

CASTILLO DE LA CORACERA

El castillo de la Coracera fue mandado levantar por don Álvaro de Luna en el siglo XV, como residencia y pabellón de caza, aunque existen referencias de una construcción en tiempos de Alfonso VIII de Castilla (siglos XII y XIII).

          En el castillo estuvo alojada Isabel la Católica, que residió en ella cuando fue proclamada heredera de la Corona de Castilla.

          En el siglo XIX quedó en manos del barón del Sacro Lirio. Durante la guerra civil, el general Kindelán instaló su Estado Mayor en el castillo  y durante la batalla de Brunete el castillo se convirtió en un albergue para la legión Cóndor.

En 1985, ya declarado como bien interés cultural, se produjo la extraña muerte del último propietario, quedando el castillo sin dueño hasta su adquisición en 2003 por el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias.

PALACIO DEL DUQUE DEL INFANTADO

Al lado de la Carrera de San Francisco y la Plaza de los Carros se encuentra este edificio que representa la típica vivienda palaciega madrileña del siglo XVII.

En la portada principal, sobre el dintel del balcón central, está el escudo nobiliario de los Mendoza de la Vega, antepasados del duque del Infantado.

CASTILLO DE GONZALO CHACÓN

Popularmente conocido como El Torreón o Torre del Pan, fue ordenado construir por Juan de Oviedo, pero la obra no finalizó hasta la llegada de Gonzalo Chacón, señor de Casarrubios y mayordomo mayor de Isabel la Católica.

A la muerte de su hermana Juana, Fernando de Aragón heredó la propiedad de Casarrubios y de Arroyo de los Molinos, emitiendo una carta en el año 1469 por la que concedía el Señorío a Chacón por sus servicios prestados en las negociaciones para el casamiento con Isabel de Castilla.

CASTILLO DE LOS ZAPATA

El castillo-fortaleza de los Zapata fue erigido en el siglo XV en la aldea de La Alameda, una aldea de repoblación del siglo XIII.

(Es) muy buen castillo de cal y canto, nuevamente reparado con su foso y torreones, y en él plantadas ocho muy buenas piezas de bronce, con otras de hierro colado, y muchos arcabuces y ballestas turquesas, con otras muchas armas, para seguridad y defensa del mesmo castillo (Pedro Herrero Pinto).

Fue construido entre 1431 y 1476, cuando sirvió como refugio a los partidarios de la Beltraneja tras perder Madrid en la batalla de Toro.

          Posteriormente, fue otorgado como dote por el rey Juan II de Castilla a Inés de Ayala y Ruiz Sanz Zapata, pasando de este modo a los Zapata, familia vinculada al patriciado urbano del Madrid bajomedieval.

Francisco Zapata y Cisneros, mayordomo de Felipe II y presidente del Consejo de Castilla, fue en 1575 nombrado I conde de Barajas y señor de la Alameda. Fue él quien encargó su ampliación y reforma para convertirlo en palacio renacentista con jardín.

Sus muros han albergado a Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, duque de Alba, en 1580, o a la reina Margarita de Austria en 1599. En el castillo murió el III duque de Osuna en 1624; tras su fallecimiento, la condesa de Benavente, su esposa, decidió comprar las tierras adyacentes, que, con el tiempo, dieron lugar a la finca de la Alameda de Osuna.

Un incendio destruyó el castillo en 1697, degradándose con el paso del tiempo.

(El castillo es) abrigo de mal hechores y refugio de perbersidades ocultándose en sus ruinas…(denuncia de un vecino de la villa, 1772).

Su deterioro se hizo especialmente visible en el siglo xix, cuando fue expoliado y sus materiales empleados para la construcción del panteón de los Fernán Núñez

En la primera mitad del siglo XX volvió a sufrir nuevos daños, durante la guerra civil.

CASTILLO DE BUITRAGO DE LOZOYA

Del siglo XV, aunque anteriormente debía existir en el lugar una fortaleza musulmana.

          Tras la Reconquista, la fortificación tuvo un importante papel repoblador a partir del año 1085, quedando la Alcazaba vinculada a la familia de los Mendoza, que constituyó la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago.

          En el siglo XV fue erigido el edificio actual, ordenado por Diego Hurtado de Mendoza de la Vega y Luna.

          El castillo de Buitrago del Lozoya sufrió daños durante la guerra de la Independencia, cuando los franceses lo convirtieron en cuartel durante cuatro años, destruyéndolo todo antes de retirarse en 1813.

CASTILLO DE BATRES

El castillo fue levantado entre los siglos XV y XVI.

Uno de sus más destacados moradores fue el célebre poeta toledano Garcilaso de la Vega, quien heredó el título de señor de Batres de su madre.

          La propiedad también fue propiedad de los condes de Oñate y de los marqueses de Riscal.

CASTILLO DE TORREMOCHA

Erigido en el siglo XIV, sobre los cimientos de una edificación anterior, posiblemente del XII.

El edificio actual fue mandado construir por el arzobispo Pedro Tenorio, siendo reformado y ampliado en varias ocasiones. En el siglo XV el castillo abandonó su inicial función defensiva y se convirtió en cárcel de clérigos y otros prisioneros ilustres, como el cardenal Cisneros o Ana de Mendoza de la Cerda, princesa de Éboli.

CASTILLO DE AULENCIA

De origen musulmán. La primera noticia que se tiene del castillo data del siglo XIV, sufriendo diversas transformaciones con el paso del tiempo.

En 1813, en el testamento del marqués de Gelo y Santamarca, se describe el lugar como una zona despoblada. Posteriormente, pasó a manos del marqués de Sotomayor hasta 1868.

En 1880 fue adquirido por Fernando Puig y Gilbert, y en 1918, por la familia Ballesteros, sus actuales propietarios.

Durante la guerra civil, el edificio fue utilizado como refugio de una brigada de soldados soviéticos que apoyaban al ejército republicano durante la batalla de Brunete.

TORRE DE ÉBOLI

Llamado Torreón de Pinto, castillo de Pinto o torre de Éboli, en este edificio fueron confinados la Princesa de Éboli (1579), el secretario de Felipe II Antonio Pérez en 1589 y, en 1808, Manuel Godoy.

Sus primeras referencias escritas datan de 1382 y en ellas se describe la visita del rey Juan I de Castilla al edificio, propiedad en aquel momento de Juana de Orozco.

TORREJÓN DE VELASCO

Fundado en el siglo XV, sobre una edificación anterior del XIII. Se supone su impulsor a Gutierre Gómez de Toledo.

Hacia 1465 la fortaleza pasó a manos de Álvar Gómez, familiar de Gómez de Toledo y secretario de Enrique IV de Castilla, aunque tras unas desavenencias políticas, Pedro Arias Dávila sitió el castillo.

          En el siglo XVI la fortaleza dejó de tener una función militar y fue utilizada como prisión, en 1775, sus dependencias alojaron una fábrica de jabones y una hilatura de lana y durante la guerra de la Independencia el edificio sufrió graves desperfectos a manos de las tropas francesas, que terminaron por arruinar la estructura. En el siglo XX fue usado como almacén de maquinaria agrícola y como establo para ganado.

          Aquí se alojaron en 1526 Carlos V y su primo Francisco I de Francia, mientras se dirigían a Illescas para concertar la boda de este último con Leonor de Austria, hermana del emperador, y también murió en 1544 el fundador del reino de Nueva Galicia, en Nueva España, Nuño Beltrán de Guzmán.

CASTILLO DE VILLAREJO DE SALVANÉS

Su origen se remonta, probablemente, al siglo XII, cuando se pretendió reforzar las conquistas cristianas del Tajo.

El castillo fue sede del Tribunal Especial de las Órdenes Militares y en el siglo XIX sirvió de refugio para El Empecinado. También fue punto de origen de uno de los fracasados levantamientos de Juan Prim.

CASTILLO DE FUENTIDUEÑA DEL TAJO

De origen musulmán. Tras la reconquista por parte de Alfonso VI de León, los cristianos levantaron en el siglo XII un nuevo castillo, que, además de fortaleza, sirviera de residencia palaciega.

          En el castillo vivió la reina Urraca I, esposa de Alfonso I de Aragón. En 1212, Alfonso VIII consolidó la plaza, tras su victoria en la batalla de las Navas de Tolosa.

El edificio pasó a manos de la Orden de Santiago en el siglo XV. También sirvió de prisión a don Álvaro de Luna.

          Durante la guerra de la Independencia, el castillo fue expoliado.

CASTILLO DE CHINCHÓN

También llamado de los Condes, se asienta sobre una primitiva fortaleza, alrededor de la cual se articulaba el señorío de Chinchón, ostentado por la familia de los Cabrera desde tiempos del rey Enrique IV de Castilla.

La fortaleza sufrió daños durante el ataque comunero de 1520. El tercer conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, decidió demoler los restos que quedaron, ordenando levantar un nuevo castillo durante el periodo 1590-1598.

El castillo estuvo bien conservado hasta 1705, año en el que sufrió las consecuencias de la guerra de sucesión. En esa fecha fue ocupado por las tropas del ejército del Archiduque de Austria, dirigidas por el marqués de las Minas.

Un siglo después, en 1808, durante los tres días de asedio a Chinchón, fue expoliado e incendiado a manos de la Brigada Polaca del mariscal francés Claude Perrin Victor.

En el siglo XX, parte de sus materiales se aprovecharon para la regeneración de caminos, cercas y casas. También fue utilizado como fábrica de licores.

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Ricardo Aller Hernández

FUENTES:

*turismomadrid.es/es/cultura/10095-red-de-castillos-de-la-comunidad-de-madrid.html

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4 thoughts on “RUTA POR LOS CASTILLOS DE ESPAÑA: MADRID”

  1. ¡Muy interesante!
    Se nos suele olvidar que toda esta zona fue tierra de frontera y enfrentamientos a lo largo de los siglos.

    Faltaría uno, quizás, de los más conocidos por los «nativos».
    Aunque tan solo sea por el anís que lleva su nombre, el parador y su rica gastronomía.
    https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Chinch%C3%B3n
    https://www.larazon.es/madrid/20210824/koeom26fjndbbpm6rt4cm546ja.html
    https://paradores.es/es/restaurante-el-bodegon-parador-de-chinchon

    1. Gracias. La intención es tener una visión general que nos permita situarnos en caso de alguna excursión por España.

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