Narración creada por Reyes, primaria
Enviada por Prof. Fátima Hernández
Colegio Buen Pastor
Un día me levante con fiebre y mi madre decidió llevarme al médico. Ese día no fui al Cole, pero supuso uno de los días más importantes de mi vida.
Aprendí muchísimas cosas nuevas… por casualidad.
Llegamos al Centro de Salud, y como íbamos sin cita, tuvimos que esperar bastante tiempo a que mi pediatra pudiera atendernos.
En la Sala de Espera solo quedaban dos asientos libres, junto a un señor mayor, muy mayor que al llegar nos saludó en italiano, eso me dijo mi madre porque yo no me enteré de nada, hablaba en voz muy baja.
Estuvimos un tiempo en silencio, hasta que el hombre muy amable me preguntó por mi nombre, y yo también le pregunté por el suyo.
Cuando le dije que me llamaba VICTORIA noté como se le llenaban los ojos de lágrimas, pero no soltó ninguna; y yo le pregunté cómo se llamaba él.
Su nombre era ANTONIO, caballero de la Orden de San Juan y había sido CRONISTA.
No sabía lo que significaban todas esas palabras raras y le dije que me explicara qué profesión era aquella.
Antonio continuó diciendo: “Fui testigo de la mayor expedición de todos los tiempos”
Fue entonces cuando nos llamaron para entrar en la consulta de la pediatra.
Mientras me tomaban la temperatura, me miraban los oídos y la doctora hablaba con mi madre, mi cabeza solo pensaba en aquel hombre tan extraño que había conocido en la sala de espera del Centro de Salud.
Cuando llegué a casa, puse en un buscador de internet la frase que me dijo Antonio: “La mayor expedición de todos los tiempos”.
Aparecieron palabras clave como: Magallanes, El Cano, Puerto de Sevilla, Nao Victoria, Especias, Antonio Pigafetta, Cronista, Océano Atlántico, Sanlúcar de Barrameda, Carlos I, Brújula, Peste, Hambre, Tierra de Fuego….
Fue tal la sorpresa que me llevé, que estuve todo el fin de semana leyendo cosas sobre La Primera Vuelta al Mundo de Magallanes y El Cano.
Me di cuenta lo que ha supuesto para nuestros días aquella gran aventura:
Se comprobó que la Tierra era redonda.
Se crearon nuevos mapas y utilizaron brújulas.
Se navegó por mares nuevos: Atlántico y Pacífico donde no vivían monstruos, como se pensaba.
Se descubrió el primer canal natural navegable: Estrecho de Magallanes.
Se descubrieron nuevas culturas y costumbres apareciendo el mestizaje.
Conocemos especias que son de gran utilidad para la conservación de alimentos y apreciar nuevos sabores, enriqueciendo nuestra gastronomía.
También se conocieron nuevas especies de animales.
Se pusieron a prueba la capacidad física y mental para soportar situaciones extremas de una tripulación que desconocía su destino.
Se crearon nuevas Órdenes Religiosas, se evangelizaron aquellos territorios.
El lunes, totalmente recuperada de la fiebre, volví al Cole con ganas de contar todo lo que había aprendido.
El profe llegó a clase diciendo que íbamos a empezar un nuevo tema. Que estaríamos varias semanas tratando uno de los acontecimientos más importantes de nuestra historia:
LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO DE MAGALLANES Y EL CANO
Me entró una risa tremenda.
El profe nos dijo que estudiaríamos este tema de manera diferente. Veríamos proyecciones, iríamos a exposiciones e incluso asistiríamos a una representación lo más parecida a cómo ocurrió en realidad.
Comenzamos viendo un teatro.
El viaje comenzó a cargo de Fernando de Magallanes, aunque fue el Rey Carlos I quien puso el dinero.
La Armada estaba formada por 5 naves y 265 tripulantes:
La Trinidad, que llevaba 55 hombres como tripulación.
Estaba comandada por Fernando de Magallanes y terminó abordada por los portugueses en Las Molucas. Sobrevivieron veinte marineros y lograron atravesar el Pacífico.
San Antonio, llevaba 60 hombres como tripulación.
Antes de llegar al estrecho de Magallanes, se quedó deserta de tripulación y retorna a Sevilla en mayo del 1521
Concepción, llevaba 45 hombres como tripulación.
Abandonada y quemada por falta de tripulación frente a la isla de Bohol.
Santiago, llevaba 32 hombres de tripulación.
Naufragó el 3 de mayo de 1520 en el estuario del río Santa Cruz, en Argentina.
Nao Victoria, llevaba 42 hombres de tripulación.
Fue la única en completar la expedición.
Las cinco partieron del Puerto de Sevilla en 1519 y tres años después, solo regresaron 18 hombres en La Nao Victoria, cargados de las anheladas especias.
Fernando de Magallanes perdió la vida en Filipinas y fue Juan Sebastián Elcano quien tomó el mando de la Nao Victoria y regresó a España, por Sanlúcar de Barrameda, demostrando la redondez de La Tierra.
Motines, Enfermedades, Muertes y Penurias estuvieron presentes a lo largo de los tres años que duró el viaje.
Navegaron más de tres meses sin ver tierra por un nuevo océano llamado Pacífico.
Junto a las especias que iban buscando, también descubrieron nuevas especies de animales y trece indígenas que regresaron con la tripulación superviviente.
Carlos I le reconoció a Juan Sebastián El Cano tal proeza, y le otorgó una leyenda en su escudo, que decía:
PRIMUS CIRCUMDEDISTI ME (Fuiste el primero que la vuelta me diste)
Cuando la Representación terminó, todos los niños aplaudimos con muchas ganas, porque reconocimos que lo que hicieron aquellos hombres desconocidos debía quedar para la Historia de la Humanidad, y no solo que se recordara en su 500 Aniversario, sino día a día, en cada situación vivida.
Yo, VICTORIA, solo hacía pensar en aquel hombre que conocí una mañana en la Sala de Espera del Centro de Salud.
Un hombre mayor, muy mayor, desconocido, que se llamaba Antonio, cronista y que se le llenaron los ojos de lágrimas al oír mi nombre, que fue testigo de la mayor expedición de todos los tiempos.
Comprendí que gracias a ese hombre: Antonio Pigafetta, hoy en día tenemos constancia de lo que vivieron aquellos hombres, desconocidos, valientes y aventureros que nos trajeron grandes avances y descubrimientos.
Debemos sentirnos muy orgullosos de nuestra Historia y en la medida de nuestras posibilidades, poder compartirla.