Naturales de Logroño. Fausto nació el 11 de octubre de 1755 y falleció en Madrid el 6 de febrero de 1833, y Juan José nació el 15 de junio de 1754 y falleció en Bogotá el 20 de septiembre de 1796.
Ambos hermanos son considerados como los científicos españoles más relevantes del siglo XVIII.
Entre 1773 y 1777 estudiaron en París durante cinco años, atendiendo especialmente las matemáticas, medicina, física, química e historia natural.
Por entonces el secretario de Estado de Marina, Pedro González de Castejón, había concebido el llamado Plan de espionaje científico tecnológico por Europa, con el propósito de copiar la fabricación de los cañones extranjeros para la corona española. El objetivo sería el espionaje de la fábrica de cañones de Carron, en Escocia.
En 1778 se detectaron las cualidades de los hermanos Delhuyar, pero también sus necesidades de formación, centradas en el conocimiento en Ciencias Metálicas y fundiciones, que deberían ser adquiridas en el centro de estudios más prestigioso del mundo: el de Freiberg, en Sajonia. Y allí serían enviados con la intención de, una vez formados y con buen conocimiento del idioma alemán, trasladarse a Inglaterra, haciéndose pasar por alemanes, y llevar a cabo espionaje industrial centrado en la fabricación de los cañones.
Para acceder a la escuela alemana, el Elector Federico Augusto de Sajonia daba su autorización, para que “…Faustus und Joseph Deluyar…” puedan asistir a las clases de la Bergakademie.
Estudiaron las Ciencias Mineralógicas, dedicándose en particular a la metalurgia ó Arte de beneficiar los metales, con cuyo fin pasó al Instituto Metalúrgico de Freiberg, en el electorado de Sajonia. Pasó a la Bohemia en donde reconoció las principales minas y funderías de los metales, y lo mismo hizo después en Hungría.
Tres años después, en 1781, Fausto propone la idea de trasladarse a Suecia para ampliar los conocimientos que le habían sido demandados, tras lo cual se trasladaría a las fábricas de Carron, objetivo marcado por el secretario de Estado, pero esta propuesta significó que González de Castejón los marginase, retirando la asignación por haber entendido que los cañones suecos eran más dignos de atención que los ingleses, para cuyo espionaje habían sido seleccionados.
No obstante, por errores burocráticos recibieron permiso para trasladarse a Suecia, y fue en Uppsala donde Juan José supo de un mineral hoy llamado scheelita y que tradicionalmente se conocía como tungsten, o “piedra pesada”. A partir de este mineral se obtenía un ácido, del que sugerían que podría contener un nuevo metal.
Al verse sin fondos, regresaron a España en 1781, pasando a dar clases en Bergara, donde dos años después, el 28 de septiembre de 1783 obtuvieron por fin el nuevo metal, al que llamaron volfram; hoy wolframio o tungsteno. Se trata de la principal ferroaleación empleada para la obtención de los aceros rápidos especiales. Este metal escaso y muy valioso fue el primer elemento químico descubierto sin ser extraído directamente de la naturaleza, ya que no existía en forma libre, sin combinar químicamente.
Los dos hermanos obtuvieron el crédito del hallazgo según lo establecido para los nuevos elementos.
En ese tiempo, el secretario de Indias José de Galvez, a petición del Virrey de la Nueva Granada, pidió personal técnico de minería y metalurgia. Los hermanos Eluyar serían los escogidos. Juan José fue a la Nueva Granada, y Fausto a la Nueva España.
En julio de 1786, Fausto fue nombrado Director General de Minería de Nueva España, donde permanecería hasta 1819, tiempo en que se ocupó de la creación del Colegio de Minería y la construcción del Palacio de Minería, así como de la supervisión de la industria minera en la Nueva España. Sería el Colegio de Minería, donde Manuel del Río descubriría otro elemento, el Eritronio, que hoy es conocido como Vanadio.
Cesáreo Jarabo