Francisco de Bobadilla nació en el siglo XV y murió en alta mar en julio de 1502, cuando se desplazaba de La Española a España.
Comendador de Calatrava, en 1480 hubo de huir de Auñón (Guadalajara) cuando la población se levantó contra él a causa de sus abusos. Eran los estertores de la Encomienda, institución que acabaría siendo abolida por la acción de los Reyes Católicos.
Al compás de los cambios llevados a cabo por los Reyes Católicos, mucho tuvo que cambiar su carácter para que con esos antecedentes en 1499 fuese designado juez pesquisidor y gobernador de las Indias en sustitución de Cristóbal Colón.
La situación existente en La Española venía siendo denunciada desde años atrás, cuando Bernardo de Boil y Pere Bertrán i Margarit hubieron de huir de la isla. La situación no había cambiado desde 1494, no habiendo decaído las quejas contra la administración de los hermanos Colón, lo que había ocasionado la guerra contra los naturales, su esclavización y el descontento de los colonos.
Lamentable situación y lamentable actuación de quien como marino y descubridor merece todos los parabienes. Pero no todas las personas sirven para desarrollar todas las actividades, y es el caso que un extraordinario marino demostró ser un pésimo gobernante… Y eso no debe ir en desdoro del personaje.
Es el caso que bajo la gobernación de los hermanos Colón, el enfrentamiento generalizado era la situación común en la Española, lo que ocasionó un maremoto político que para el año 1500 se concretó en el envío de procuradores por parte de Colón y en la misma actuación por parte de la oposición al mismo, lo que ocasionó que las malas impresiones que venían acumulándose en la Corte llegasen a tal punto que se hiciese necesaria una investigación profunda que sería encargada a Francisco de Bobadilla, que quedaba nombrado juez pesquisidor y gobernador de las Indias mediante decreto firmado por los Reyes el 21 de mayo de 1499 en el que se proveía que le fuesen entregadas “las fortalezas, casas, navíos, armas, pertrechos, mantenimientos, caballos, ganados y otras cosas de Sus Altezas en las Indias”.
El 23 de agosto de 1500 al mando de quinientos hombres y acompañado por algunos frailes y catorce indios liberados que habían sido enviados como esclavos a España, llegaba Bobadilla a Santo Domingo, encontrándose nada más, desembarcar con siete cadáveres colgando de la horca.
Colón no se encontraba, y su hermano Diego manifestó que los ahorcados eran rebeldes y que otros cinco aguardaban en la mazmorra para ser ejecutados al día siguiente.
La situación era que Colón había llegado a La Española con 1.200 hombres en 1493, de los que en esos momentos solo había 400 vivos, enfermos y hambrientos.
Entrado el mes de septiembre llegó Cristóbal Colón en compañía de su hermano Bartolomé a Santo Domingo, siendo presos, cargados de grilletes y encerrados en la fortaleza, bajo los cargos de crueldad, injusticia, malversación y rebelión.
Ante esa situación, Bobadilla tomó posesión de la fortaleza, incautó los bienes de los hermanos Colón y apresó a Diego Colón y lo remitía a la Península al tiempo que iniciaba una profunda investigación sobre la situación creada en la isla, y que abarcaba aspectos graves como abusos de autoridad, esclavitud de los indígenas, ocultación de quintos reales de perlas y de oro, acusaciones de traición y rebelión de los indígenas y de los españoles, estos encabezados por Francisco Roldán.
Posteriormente, los hermanos Colón serían remitidos a la Península, donde la Reina Isabel quitaría los grilletes y encargaría a Cristóbal la realización de su cuarto viaje.
Y Francisco de Bobadilla ejercería el gobierno de La Española hasta 1502, cuando le sucedió en el mando Nicolás de Ovando.
La situación era evidentemente tensa. Estamos hablando que la que posiblemente es la mejor reina que jamás han tenido las Españas, había mandado encadenar a quien sin lugar a dudas figura como uno de los héroes más grandes de la Historia de la Hispanidad.
Es más que posible la justificación del hecho… Y es más que lamentable. Y sin lugar a dudas, así era entendido por la Corona; por eso, la situación tuvo un resultado salomónico: Por una parte, fue enviado Nicolás de Ovando con la misión de llevar a cabo el juicio de residencia a Francisco de Bobadilla, algo que sería la norma para todos los altos cargos, y que fue presentado a Colón como acto de desagravio a su persona.
Pero la verdad es que Cristóbal Colón llegó a Granada, donde estaban los Reyes, en el mes de diciembre de 1500, y la flota que transportaba a Nicolás de Ovando, con el nombramiento de Gobernador de la isla Española, zarpó del puerto de Sanlúcar el 3 de febrero de 1502.
Por su parte, los deudos de Cristóbal Colón generaron una literatura que salvaba la imagen gubernativa de quién sin duda es uno de los mayores héroes de la historia de España, pero no precisamente por sus facultades como gobernante.
La actuación de la Corona, siempre atenta a respetar la justicia, procura amparar esta actuación poco edificante de Colón… al tiempo que le priva de sus derechos sobre La Española… y le prohíbe acercarse a la misma.
La leyenda negra no duda en aprovechar el hecho para volcar toda su inquina sobre los Reyes Católicos y sobre la Monarquía Hispánica, pero testigos del momento como Gonzalo Fernández de Oviedo no duda en alabar las cualidades de Francisco de Bobadilla, señalando que se trataba de “hombre muy honesto y religioso”. Y personajes de dudosa honestidad, especialmente señalados por señalar excesos, como es el caso de Fray Bartolomé de las Casas, confirman los calificativos de Oviedo. Así, el dominico llega a decir: «Y en la verdad, él (Francisco Bobadilla) debía ser de su condición y natural hombre llano y humilde; nunca oí del, por aquellos tiempos, que cada día en él se hablaba, cosa deshonesta, ni que supiese á cudicia, antes todos decían bien del; y puesto que por dar larga licencia que se aprovechasen de los indios los 300 españoles que en esta isla, solos, como se dijo, había, les diesen materia de querello bien, todavía, si algo tuviera de los susodichos vicios, después de tomada su residencia y de esta isla ido y muerto, alguna de las muchas veces que hablamos en él, algún pero del se dijera.»
Dice más Fray Bartolomé de las Casas: “determinaron los Reyes de enviar otro Gobernador á esta Isla, y quitalle á él (Cristóbal Colón) la gobernación”. Y “Entre otras cláusulas de sus instrucciones fue una muy principal y muy encargada y mandada, conviene á saber, que todos los indios vecinos y moradores desta isla fuesen libres y no sujetos á servidumbre, ni molestados, ni agraviados de alguno, sino que viviesen como vasallos libres, gobernados y conservados en justicia como lo eran los vasallos de los reinos de Castilla.”
Y hay más juicios sobre quién tantos ataques ha recibido. El bachiller Andrés Bernáldez, Cura de los Palacios, amigo personal y admirador de Cristóbal Colón, califica al comendador Bobadilla como “muy gran caballero, virtuoso y amado de todos” en su Historia de los Reyes Católicos.
Y la magnanimidad de los Reyes Católicos hacia el más grande descubridor quedó manifiesta en su actuación, yendo incluso más allá de haberle confiado un cuarto viaje; así el capitán Gonzalo Fernández de Oviedo dice sobre las causas contra Colón que «las más verdaderas quedábanse ocultas, porque siempre el Rey é la Reina quisieron más verle enmendado que maltratado.»
Y los cargos fueron reforzados con las investigaciones encargadas a cuatro frailes por parte del cardenal Jiménez de Cisneros, los cuales acabaron pidiendo «que si Sus Altezas quieren mucho á Nuestro Señor, y que la conversión de las ánimas se haga, en ninguna manera permitan que el Almirante, ni cosa suya, á esta isla vuelva á la haber de gobernar, porque se destruiría todo y ningún cristiano en ella quedaría.»
No es justo cargar las tintas contra un personaje tan importante en la historia como es Cristóbal Colón, pero es injusto no reconocer los hechos, y del carácter de nuestro respetado Almirante, junto a sus grandezas, que deben prevalecer, deben ser conocidas también sus debilidades, principalmente porque las mismas ayudan a comprender la actuación de otros personajes de mayor significación incluso de Cristóbal Colón.
Así, hay que señalar que decretó que Cuba era una península, y así hizo que lo consignase Fernando Pérez de Luna el 12 de junio de 1494, en un documento en que él impone la pena de cortar la lengua al que dijese lo contrario.
Peculiaridades que deben ser conocidas… y obviadas, dada la magnitud del personaje.
Cesáreo Jarabo
Tema por demas interesante.
El caracter de mi colega Cristobal Colon merece un estudio singular: todos (TODOS) los capitanes mercantes que he conocido en mi vida y en el mundo (mas de 2.000) tienen cosas en comun (obviamente)… una de ellas deriva de ser la maxima y unica autoridad publica a bordo del buque (mas aun considerando que es un anexo del pais cuya bandera enarbola). Un buque es una dictadura de hecho y de derecho. Nunca un capitan sera buen gobernante…