Mayo de 1838

El Puerto de Santa María despierta con brumas salinas, en el que se recorta la silueta de Jorge Pérez Lasso de la Vega y Francisco Javier de Uriarte y de Borja caminando despacio por La Puntilla. El mar resuena y cada ola trae sensaciones a Uriarte: el fragor de los cañones, el crujido de las velas, los gritos de mando que aún resuenan en su memoria.

Lasso insiste de nuevo a su amigo: escribe sobre lo que sucedió en Trafalgar, le dice, yo me encargaré de que lo publiquen el El Fanal. El viejo marino sigue dudando: la salud es mala, aunque el intelecto, las ganas y los recuerdos siguen intactos. No han llegado al final de la playa cuando al fin se decide, consciente de que la suya es una historia que merece ser contada

La crónica no se verá publicada hasta el 9 de febrero de 1843, meses después de su fallecimiento, pero para siempre quedará un relato en primera persona de aquel 21 de octubre de 1805.

«Sobre los hechos notables particulares de aquella acción ninguno puedo referir; más en el Trinidad, unos murieron en sus puestos, y otros no tan felices, mutilados, les sirvió el navío de sepulcro, yendo á pique con ellos en medio de los horrores de una borrasca, que impidió al enemigo darles auxilio: allí desaparecieron oficiales y hombres de todas clases dignos de mejor suerte… Y ya que usted lo desea y me presenta la ocasion, séame permitido honrar entre todos la memoria del dignísimo teniente de navío D. Juan Matute, oficial que siendo Comandante de la tercera batería, viéndola desmontada y muertos y heridos todos sus sirvientes, subió sobre el alcázar donde yo me hallaba con el de la misma clase D. Joaquin de Salas, y me dijo que, inutil su presencia en su puesto, venia á ocupar á mi lado el de más riesgo: efectivamente, aquel era el lugar del honor, y en el acto de este parte, un cañonazo se llevó de mi lado a don Joaquin de Salas, que estaba haciéndome reflexiones propias de aquellos momentos: y con el intérvalo de diez ó doce segundos otra bala llevó una pierna á Matute, quedando yo, aunque con dos contusiones, el solo hombre en pié en el alcázar, toldilla y castillo, cuyos espacios, cubiertos, todos de heridos y mutilados, presentaban la escena más imponente, hasta que cayendo los tres palos por sus fogonaduras y cayendo yo entre mutilados y muertos, quedé fuera de combate por un astillazo que recibí en la cabeza.»

EL PERSONAJE

Nacido en el Puerto de Santa María el 5 de octubre de 1753, Francisco Javier Uriarte y Borja pertenecía a una familia vinculada a la nobleza y a la tradición militar, siendo descendiente directo de san Francisco de Borja y Aragón.

 Con apenas 21 años ingresó como guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz, el 31 de mayo de 1774, y un año más tarde se le ascendía al grado de alférez de fragata. Participó con este grado en la campaña de Argel de 1775 junto al general Pedro Castejón y el ejército al del conde de O’Reilly.

<<Poco después participó en la expedición al Mar del Plata, en territorio de Brasil, perteneciente a la corana de España, pero los portugueses lo invadieron, causa por la que se envío al general Marqués de Casa Tilly, mientras el ejército lo estaba al del general don Pedro Ceballos, participando en la reconquista de la isla de Santa Catalina y la de Sacramento, entre los años 1776 y 1777El 23 de mayo de 1778 fue ascendido a alférez de navío, el 21 de diciembre de 1781 a teniente de fragata y en 1782 a teniente de navío.>> (todoavante.es)

Embarcado en el navío Firme, y formando parte de la armada de Luis de Córdova y Córdova, participó en el bloqueo de Gibraltar y en la batalla de cabo Espartel (20 de octubre de 1782).

ESTRECHO DE MAGALLANES

Uno de los aspectos más notables de la trayectoria de Uriarte fue su participación en la expedición científica al estrecho de Magallanes en 1788  las órdenes de Antonio de Córdova. Nombrado segundo del paquebote Santa Eulalia, se descubrieron varias islas y puertos. Después de una larga y accidentada navegación, llegaron a la cabecera del cabo del Pilar, límite occidental del estrecho en la costa del Fuego, que desemboca en el océano Pacífico.

El 21 de septiembre de 1789 fue ascendido a capitán de fragata y en 1793 participó en la campaña del Rosellón y en Tolón.

<<Siguieron ese día, a las dos de la tarde, los ataques enemigos contra la avanzada del fuerte de San Antonio Chico, situado a la derecha de Malbousquet, mandado por el Capitán de Fragata don Francisco Xavier de Uriarte.>>(Todoababor.es)

Fue nombrado capitán de navío en 1794, año en que le fue entregado el mando de la fragata Lucía.

<<Se hizo a la vela desde el puerto de Cádiz, atravesó el océano Atlántico burlando a los británicos que lo cruzaban en misión de vigilancia y en busca de presa, y llegó al Río de la Plata, donde entregó los pliegos de los que era portador. Se le cargaron en el buque cinco millones de pesos fuertes y regresó, burlando otra vez a sus perseguidores, desembarcándolos sin novedad en el puerto de Cádiz.>> (Wikipedia)

          Más tarde se le asignó el mando de los navíos Terrible y Concepción, este último perteneciente a la escuadra del general José de Mazarredo, cuyo objetivo inicial bloquear el estrecho y hostigar la navegación inglesa hacia y desde Gibraltar, uniéndose posteriormente a otra fuerza naval.

<<Enterado Napoleón de sus méritos profesionales, le distinguió un sable de honor, al que Uriarte le tenía en una gran estima.>>

El sable fue fabricado en Versalles por el armero Nicolás Noël Boutet, maestro armero de Napoleón. Era un arma de estilo Imperio, con hoja curva de acero y empuñadura de latón dorado. En la vaina figura la inscripción “M.F. Turé à Versailles Ent. Se Boutet”, certificando su origen.

Uriarte pasó de nuevo a mandar, sucesivamente, los navíos Asturias, Guerrero y Argonauta; en este último trasladó a los reyes de Etruria.

En 1801, Bonaparte creó el reino de Etruria en la Toscana, como compensación política para la Casa de Borbón-Parma. El nuevo monarca era Luis I de Etruria, casado con la infanta española María Luisa de Borbón, hija de Carlos IV y para trasladar a los reyes desde España a su nuevo reino, se organizó una escuadra naval española al mando de Domingo de Nava, y se componía de varios navíos y fragatas. Entre ellos se encontraba el Argonauta, comandado por Francisco Javier de Uriarte y de Borja.

Amaneció entonces el siglo XIX y el portuense fue ascendido a brigadier el 5 de octubre de 1802.

TRAFALGAR

21 de octubre de 1805, cabo Trafalgar, batalla hispanofrancesa contra Inglaterra. Entre la flota española, Uriarte comandaba el Santísima Trinidad, único navío de cuatro baterías en la historia y con más de 140 bocas de fuego.

En aquel combate, el Trinidad llevaba enarbolaba la insignia del jefe de escuadra don Baltasar Hidalgo de Cisneros, segundo del general Gravina. Al inicio logró imponerse frente al Victory, buque insignia del almirante Nelson, que intentaba cortar la línea entre él y el francés Bucentauro. La maniobra británica fracasó en un primer momento, pero el Temeraire y el Neptune acudieron en su auxilio, rompiendo el primero la línea y situándose por estribor del Trinidad, mientras el Neptune lo cercaba por babor.

El navío español quedó rodeado, siendo severamente castigado. Gravemente herido, Hidalgo de Cisneros fue llevado a la enfermería y el mando recayó en Uriarte, quien, tras consultar con los oficiales supervivientes, decidió rendir el navío para evitar más pérdidas humanas. El Trinidad fue apresado por el Prince, que intentó salvarlo y remolcarlo, pero el estado del buque era tan deplorable que terminó hundiéndose poco después.

Uriarte y el resto de prisioneros fueron conducidos a Gibraltar. Allí, el almirante Collingwood supo que los ingleses habían capturado un sable de honor perteneciente a un general español y ordenó devolverlo con estas palabras:

«Como testimonio honroso y prueba de estimación al valor español.»

También se le entregó un cuadro de la Patrona del Trinidad, perforado por las balas, y los restos de la bandera que había sido defendida. Hoy, esos objetos se custodian en el Museo Naval.

El 27 de octubre, desde su cautiverio, Uriarte escribió a su esposa, su sobrina, Francisca Xaviera de Uriarte y Gálvez:

«Mi querida Francisca: He quedado con vida y con honra.

 Tu esposo, Javier.»

En el mes de mayo de 1838 fue visitado por don Jorge Pérez Lasso, éste le invitó a realizar un relato de los sucedido en el navío de su mando en el combate, siendo publicado en El Fanal, como crónica marítima el 9 de febrero de 1843.

1808

Tras Trafalgar, por Real orden del 9 de noviembre de 1805, fue ascendido a jefe de escuadra y en 1806 se le nombró Mayor General de la Armada y Consejero de Guerra, cargo en el que se encontraba el 2 de mayo de 1808.

<<Al ser invadida la Villa y Corte por los ejércitos napoleónicos, presentó la dimisión de su cargo, no siéndole aceptada por el general Mazarredo, director general de la Armada y Ministro de Marina del Rey intruso José I.>> (Todoavante.es)

Uriarte fue conminado a presentarse en el Palacio Real para prestar juramento de fidelidad al rey José Bonaparte, por ello recibió un oficio firmado por Mazarredo, fechado el 9 de julio, al cual contestó con otro:

«Excmo. Sr.: He recibido el oficio de V. E. de esta fecha en que me previene me presente en la Secretaría de Marina con objeto de prestar juramento de fidelidad en manos del Rey, cuyo honor dice V. E. quiere dispensar á los Generales del ejército y Armada.

Ni mi honra ni mi conciencia me permiten renovar, acudiendo al mandato de V. E. juramento que tengo hecho a mi legítimo Soberano y estoy pronto á perder mi empleo y mi vida, antes que acceder á lo que V. E. solicita en su oficio, que dejo contestado. Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 22 de julio de 1808.»

Marchó entonces de Madrid a Sevilla, presentándose a la Junta Central. Allí le nombraron jefe de la Junta de inspección de la Armada, pero se negó a aceptar hasta no ser juzgado en Consejo de Guerra por haber permanecido en territorio ocupado por los napoleónicos.

En 1809 se le nombró gobernador militar de la isla de León, y a él se le debe el corte del puente de Suazo con una técnica que permitiera su futura reconstrucción.

<<Á este Jefe se le debía la cortadura del puente de Suazo y las baterías de defensa que impidieron la entrada de los franceses en 1810, y que al dejar el mando tenía muy adelantadas las baterías de Gallineras y Santi Petri.» (general Antonio de Escaño)

En marzo de 1810, la Junta lo nombró Gobernador militar y político de la plaza de Cartagena, pero reclamó ser destinado a primera línea, por lo que se le ordenó ponerse a las órdenes del general Juan María Villavicencio, comandante general de la escuadra de Cádiz, a quien le solicitó que: «…sin consideración a su rango con renuncia a las gratificaciones propias del general embarcado y a parte de su sueldo, se le encomendara el mando de una división de las fuerzas sutiles o de una lancha cañonera.»

La Junta le dirigió un oficio de agradecimiento, pero se le destinaba como Jefe del Arsenal de La Carraca, baluarte que en aquellos momentos era la primera línea de fuego.

El Consejo de Regencia lo nombró Gobernador político y militar de la plaza de Cartagena, y en un intento de evitar volviera a negarse se le adjuntó a la Real Orden del 12 de enero de 1811:

«El Consejo de Regencia, rodeado de graves cuidados cada vez más estrechos, recibe mucha aflicción en que los sugetos de su confianza se resistan á cooperar á sus miras, forzándole á encomendar las empresas á quienes no pueden desempeñarlas, que generalmente son los más audaces y presumidos. En las circunstancias críticas del día sería un grave delito la obstinada resistencia de V. S. El bien de la patria no permite al Consejo de Regencia acceder á la demanda de V. S., ni á V. S. insistir por más tiempo en ella.»

En 1814 se le ascendió al grado de teniente general y ese mismo año , tras renunciar a la plaza de Consejero de la Guerra, se retiró con la pertinente licencia al Puerto de Santa María para intentar reponer su salud, sobre todo la recurrente molestia en su pecho de uno de los astillazos que recibió en el combate de Trafalgar.

En 1816 fue nombrado capitán general del Departamento de Cartagena. En esa dispuso la reparación de los edificios y la carena de los buques afectos a su jurisdicción.

<<Entre los buques reparados se pueden contar, el navío Guerrero, las fragatas, Perla y Casilda, la construcción del bergantín Jasón, del porte de 22 cañones y fueron recorridos los buques, navío, Asia, fragata, Diana y corbeta Fama>> (Todoavante.es).

Su delicado estado de salud le obligó a pedir licencia por tres veces, siéndola concedida en 1822. Contaba con cuarenta y nueve años de servicio.

<<En premio a sus múltiples servicios prestados, por Real orden se le ascendió a la máxima dignidad de la Real Armada como su Capitán General y Presidente del Almirantazgo, con fecha del 16 de enero de 1836.>>(Todoavante.es)

          Francisco Javier Uriarte y de Borja falleció el 29 de noviembre de 1842, en su ciudad natal y en la misma casa que en 1753 le había visto nacer. Contaba con ochenta y nueve años de edad, de ellos sesenta y ocho de inigualables por humanitarios servicios a España.

«Uriarte: hombre de Plutarco, carácter digno de los tiempos heroicos de la antigüedad, resumen de todo lo que los anales de la historia nos refieren de la hidalguía castellana, D. Francisco Javier de Uriarte y Borja, es uno de los tipos más hermosos de la época memorable que ha producido tantos hombres de un temple acerado que resistieron á la corrupción y protestaron contra la inmoralidad y las vituperables costumbres de su tiempo: veremos á D. Francisco Uriarte y Borja en su larga carrera siempre el mismo, el vir bonus de Horacio.» (Manuel Marliani, Combate de Trafalgar)

Los deseos de su viuda de ser enterrado con él dejaron en suspenso su ingreso en el Panteón de Marinos Ilustres, hasta que por iniciativa del capitán general de la Zona Marítima del Estrecho, almirante Hermenegildo Franco González-Llanos, el rey Juan Carlos I dispuso por Real decreto del 28 de julio de 1983 el traslado de los restos del capitán general de la Armada don Francisco Javier de Uriarte y Borja desde el cementerio de la población del Puerto de Santa María al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando.

<<Aquí yace el Excmo. Sr. D. Francisco Javier de Uriarte y Borja Capitán General de la Real Armada Española y Presidente del Almirantazgo.

Al mando del navío “Santísima Trinidad” resultó herido en el combate de Trafalgar el día 21 de octubre de 1805 al enfrentarse heroicamente a cuatro navíos ingleses.

Gobernador Militar de la isla de León en la guerra de la Independencia y capitán general del Departamento de Cartagena destacó en las campañas de Argel, Santa Catalina, Rosellón y Tolón, exploró el estrecho de Magallanes, donde descubrió varios islotes y puertos.

Murió en el Puerto de Santa María a los 89 años de edad el día 29 de noviembre de 1842.>> (Inscripción en su lápida)

Ricardo Aller Hernández

FUENTES:

*https://elretohistorico.com/panteon-marinos-grandes-ilustres-san-fernando-armada/

*https://todoavante.es/index.php?title=Uriarte_y_de_Borja,_Francisco_Javier_de_Biografia

*https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/es/consulta/registro.do?id=1007700

*https://www.gentedelpuerto.com/2024/09/15/sable-que-napoleon-bonaparte-regalo-al-portuense-francisco-javier-de-uriarte-y-borja-6-016/

* https://www.todoababor.es/historia/real-armada-y-federico-gravina-en-tolon-en-1793/#google_vignette

* González-Aller Hierro, José Ignacio. La Campaña de Trafalgar (1804-1805) Corpus Documental. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004

Marliani, Manuel. Combate de Trafalgar. Vindicación de la Armada Española. Impreso de Orden Superior. Madrid, 1850.