La pila donde se ha venido bautizando a los herederos de la Corona españoles se trasladó el pasado 10 de febrero de 2024, a la madrileña Basílica de Nuestra Señora de Atocha, desde el que ha sido su último emplazamiento, el Monasterio de dominicas de Santo Domingo el Real de Madrid, que se ha visto abocado desgraciadamente al cierre, por falta de vocaciones. Se trata de la pila donde recibió el bautismo Santo Domingo de Guzmán, en 1.606, y que originalmente se conservó en el convento de las madres dominicas de su localidad natal, en la burgalesa Caleruega. Fue la propia Orden fundada por el santo español la que dispuso que no saliera de la capital un objeto tan arraigado en la tradición de nuestra Realeza, dejándola en depósito a los frailes dominicos de la Provincia de Hispania.
El Monasterio donde se custodiaba hasta ahora fue fundado por el santo burgalés, en su visita, en 1.218, a Madrid, ciudad en la que han estado presentes las dominicas durante más de 800 años, y que ahora, tras el cierre del convento, seguirán teniendo presencia en la provincia de Madrid, en Alcalá de Henares y en Alcobendas. Las hermanas que quedaban se trasladan al Monasterio de dominicas de Segovia.
La pila bautismal es de los pocos elementos que se conservan de la vida de Santo Domingo de Guzmán. En ella fue bautizado, en la parroquia de San Sebastián de esa bonita villa de la provincia de Burgos. Después de ser canonizado, el Rey Alfonso X la trasladó al Monasterio de dominicas que se acababa de fundar en Caleruega.
Ya en 1.605, el Rey Felipe III mandar trasladar la pila, al convento vallisoletano de Valladolid, para hacer bautizar a su hijo Felipe IV. Y cuando la Corte se traslada a Madrid, la pila irá con ella, hasta el Monasterio de Santo Domingo el Real, que actualmente está en la calle de Claudio Coello, aunque originalmente estaba ubicado en la Plaza de Santo Domingo.
Todos los Reyes de España ha sido bautizados en dicha pila, desde entonces, salvo los que nacieron fuera de nuestro país, es decir, Felipe V, el primer Borbón; Amadeo de Saboya, y el Rey Juan Carlos I. La Princesa Leonor y la Infanta Sofía han sido las últimas bautizadas en ella.
En estas ocasiones, la pila es trasladada a Palacio y, posteriormente, los herederos son presentados y encomendados a la Virgen de Atocha, copatrona de Madrid. La pila está realizada en piedra caliza, del siglo XII, y cubierta con una funda plateada, en donde sobresalen los escudos de la Casa Real y de la Orden de Predicadores.
Jesús Caraballo