HISTORIA DE UNA BANDERA

Si te gusta, compártelo:
Bandera vieja y rota, al regimiento da honra

19 de mayo de 1648

Aprovechando el cese del fuego de artillería, Jorge de Castellví ordena que se entregue a cada soldado que aún pueda mantenerse en pie una medida de agua como una media azumbre de Castilla y luego mira el desolador panorama que le rodea: con una zona boscosa, otra pantanosa y la ciudad de Rocroi a su espalda, las tropas de don Francisco de Melo, capitán general de los tercios de Flandes, se encuentra en una situación límite: los flancos de caballería han caído, los italianos acaban de batirse en retirada y los valones y alemanes, aunque han resistido bien, también han sucumbido, por lo que tan solo se mantienen en el frente los veteranos españoles, un único cuadro de picas que lleva tres horas soportando el fuego enemigo en torno al aspa de Borgoña, símbolo de un imperio.

        Haciendo visera con la mano, Castellví observa cómo en el otro lado del campo de batalla el francés prepara una nueva carga de artillería. Aprovechando la breve tregua, el maestre de campo es consciente de lo extremo de la situación, como también lo es del sacrificio que exige su honor como soldado y como español.

Esa última palabra, español, resuena en su cabeza mientras mira con orgullo la bandera ondear tímidamente al arbitrio de la brisa. Para él, esa enseña atesora todos los conceptos que dignifican la tierra que le vio nacer: honor, gloria, respeto por los que dieron su vida…Es tanta la historia que se desprende de cada hebra que se estremece al recordar su origen, cuando, por ser san Andrés patrón de Borgoña, la que se conoce como Cruz de Borgoña se convirtió en emblema de las tropas de Juan Sin Miedo en la guerra de los Cien Años, queriendo Dios que, tras casarse María de Borgoña con Maximiliano I de Habsburgo, su primogénito, Felipe, llamado «el Hermoso», enlazara a su vez con Juana I de Castilla, entroncando para siempre el destino de esa bandera con el de los tercios y el suyo propio.

Comienza a llover otra vez fuego enemigo en Rocroi. Aunque apenas queda munición, a pesar del cansancio y de saber que la derrota honrosa es lo único a lo que pueden aspirar, los soldados alzan picas, defendiendo a su maestre y a su bandera, justo cuando un inesperado golpe de viento hace ondear la enseña, enardeciendo el orgullo que ayude a soportar a los supervivientes las penurias propias de ser soldado.

Y en ese momento, Jorge de Castellví aprieta los dientes y se prepara a soportar una nueva embestida francesa.

Habiendo sido los mosqueteros destrozados y su cuerpo de piqueros rodeado por todas partes por la caballería francesa, aguantó todas las cargas que se le hicieron y se retiró unido y lentamente a incorporarse al grueso de la infantería (Henri de Bessé).

EL ORIGEN DE LAS BANDERAS

Para que una bandera ondee al viento es necesario un tejido ligero. Las banderas nacieron en Asia porque allí tenían seda (Sociedad Española de Vexilología (estudio de las banderas), José Manuel Erbez)

Las primeras banderas de las que hay constancia histórica son chinas e indias. Así, una de las más antiguas era la de la dinastía china Zhou, utilizada al menos desde el año 660 a.C., mientras los egipcios tenían insignias de cuero o de metal para sus reyes. Como los legionarios romanos, que también tenían vexillos. Es la palabra en latín para los estandartes que usaban, parecidos a las banderas. Pero con la diferencia de que eran de lana y no podían ondear, así que el travesaño era horizontal (Erbez).

Los romanos, y en la antigüedad en general, solían llevar a la batalla unos estandartes rígidos que solo con el paso de los siglos comenzarían a llevar paños. Fueron los árabes, por la península ibérica, y los cruzados en el resto de Europa, quienes traerían de oriente esta costumbre de llevar enseñas de tela que ondeaban al aire.

La seda no se emplearía en Europa hasta el siglo X u XI, cuando los cristianos fueron adaptándose a esta nueva costumbre, empleándose a modo de banderas los símbolos heráldicos de los nobles o de los reyes, definiendo qué territorio, qué personas o qué fortalezas estaban bajo el dominio del señor. Esta concepción cambia en el siglo XVIII y XIX, con la llegada de la Ilustración y el debilitamiento del absolutismo. Se empieza a desarrollar el concepto de nación más allá del gobernante. Y la bandera empieza a identificarse no como la del rey, sino como la de los ciudadanos. (Erbez).

LA BANDERA DE ESPAÑA

Como el vino de Jerez
Y el vinillo de Rioja
Son los colores que tiene
La banderita Española
La banderita Española

(Canción Banderita)

Los Reyes Católicos usaban un pendón que combinaba las armas de Aragón con las de Castilla y las de León. Este pendón continuó usándose, pero Felipe el Hermoso, al casarse con Juana, trajo consigo la cruz de Borgoña, símbolo que fue empleado por su hijo, el emperador Carlos I de España, generalizándose en los reinos hispánicos.

La bandera emplea como elemento central la llamada Cruz de San Andrés, una cruz en forma de aspa (con dos ángulos agudos y dos ángulos obtusos) que representa el martirio de este apóstol. Según una tradición muy antigua, san Andrés fue crucificado en Patrás, capital de Acaya (Grecia). Lo amarraron a una cruz en forma de X y allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.

Carlos I incorporaría a su simbología las columnas de Hércules con el lema Plus Ultra. Hasta entonces, las míticas columnas colocadas por héroe griego en Gibraltar marcaban el límite del mundo conocido, pero el descubrimiento de América transformó el Non Terrae Plus Ultra (No hay tierra más allá) a la nueva leyenda.

Dado el carácter personal del símbolo, no todos los monarcas de la casa de Austria o Habsburgo emplearon el mismo modelo de enseña. Así, por ejemplo, Felipe II cambió sus colores, manteniendo la cruz roja, pero con el fondo amarillo.

Esta bandera ondeó probablemente por primera vez como insignia española en la batalla de Pavía, en 1525. Posteriormente se convirtió en la más característica de las utilizadas por los tercios españoles y regimientos de infantería del Imperio español durante los siglos XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX.

LOS BORBONES

La bandera de Borgoña fue el símbolo vexilológico por excelencia de España hasta el advenimiento de la Casa de Borbón en la figura de Felipe V. No obstante, este Monarca mantuvo la importancia militar de esta cruz. En un decía:

Y es mi voluntad que cada cuerpo traiga una bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según estilo de mis tropas, a que he mandado añadir dos castillos y dos leones, repartidos en cuatro blancos, y cuatro coronas que cierran las puntas de las aspas. (Decreto de febrero de 1707)

Durante la Guerra de Sucesión, tanto unidades del bando austracista como del borbón habían portado esta enseña, por lo que fue preciso sustituir el diseño en favor de las armas reales sobre paño blanco característico de esta dinastía. Este modelo se utilizaba también por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia, además de España, y durante las batallas marítimas resultaba muy complicado reconocer a quién pertenecían los otros barcos. Para solucionarlo, el rey mandó al Ministro de Marina, Antonio Valdés y Fernández Bazán, diseñar una bandera naval llamativa. Tras un concurso, Valdés eligió 12 bocetos y se los presentó a Carlos III.

El 28 de mayo de 1785, y mediante Real Decreto, se estableció la bandera de color rojo y gualda con un nuevo escudo borbónico como la bandera naval oficial:

Para evitar los inconvenientes, y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera nacional, de que usa mi Armada naval, y demas Embarcaciones Españolas, equivocándose á largas distancias, ó con vientos calmosos con las de otras Naciones; he resuelto, que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida á lo largo en tres listas, de las que la alta, y la baxa sean encarnadas, y del ancho cada una de la quarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose en esta el Escudo de mis Reales Armas reducido á los dos quarteles de Castilla, y Leon con la Corona Real encima; y el Gallardete con las mismas tres listas, y el Escudo á lo largo, sobre quadrado amarillo en la parte superior: Y de las demas Embarcaciones usen, sin Escudo, los mismos colores, debiendo ser la lista de en medio amarilla, y del ancho de la tercera parte de la Bandera, y cada una de las restantes partes dividida en dos listas iguales encarnada, y amarilla alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño. No podrá usarse de otros pavellones en los Mares del Norte por lo respectivo á Europa hasta el paralelo de Tenerife en el Océano, y en el Mediterraneo desde primero del año de mil setecientos ochenta y seis: en la América Septentrional desde principio de Julio siguiente; y en los demas Mares desde primero del año de mil setecientos ochenta y siete. Tendréis lo entendido para su cumplimiento».

Señalado de mano de S.M. en Aranjuez á veinte y ocho de Mayo de mil setecientos ochenta y cinco». A D. Antonio Valdés. (Real decreto de 28 de mayo de 1785)

Aparte de la bandera, Carlos III también cambió el escudo borbónico. Optó por un escudo con un león rampante a la derecha y un castillo de color dorado a la izquierda, todo ello con una corona en la parte superior

La bandera, que constaba de dos franjas rojas y una amarilla, se popularizó en el siglo XIX, durante la Guerra de Independencia contra las tropas de Napoleón. «

El pueblo la utilizaba para diferenciarse de los franceses (Erbez)

Con el tiempo, su uso se extendió también a las tropas de tierra y se popularizó fuertemente. Tal fue así que la reina Isabel II la estableció, el 13 de octubre de 1843, como bandera nacional española.

Las banderas y estandartes de todos los cuerpos é institutos que componen el ejército, la armada y la Milicia nacional serán iguales en colores á la bandera de guerra española, y colocados estos por el mismo orden que lo están én ella. (Gaceta de Madrid).

La bandera que había establecido Isabel II fue modificada en el momento de la llegada de la I República en 1873, eliminando únicamente la corona al escudo borbónico, restaurándose posteriormente con el regreso de la monarquía.

La Primera República no cambió los colores, pero sí eliminó los símbolos monárquicos del escudo que era común usar hasta entonces: las armas de Castilla y León coronadas

SIGLO XX

Hasta la dictadura de Primo de Rivera se siguió usando el pabellón civil de cinco franjas que Carlos III decidió usar en los barcos mercantes, siendo sustituida a partir de ese momento por la de tres líneas, restringida a la guerra en sus orígenes.

La Segunda República sí introdujo modificaciones a la enseña nacional: cambio de color de la franja inferior de rojo a morado en honor a los comuneros de Castilla, la introducción de los reinos de Aragón, Granada y Navarra al escudo borbónico. Además se cambió la corona por un castillo en la parte superior del escudo.

Tras finalizar la Guerra Civil, se establecieron de nuevo los colores originales de las franjas y la corona en la parte superior del escudo, así como el Águila de San Juan, símbolo de los Reyes Católicos, con dos modificaciones: en 1945 y 1977.

Actualmente, la bandera española es la misma que eligió el rey Carlos III como estandarte de guerra.

Banderita tú eres roja
Banderita tú eres gualda
Llevas sangre, llevas oro
En el fondo de tu alma

EL ESCUDO

En la franja amarilla se podrá incorporar, en la forma que reglamentariamente se señale, el escudo de España (Artículo 2.2 de la ley 39/1981).

El escudo de España que figura en la bandera se legalizó en 1981 y consta de una rica simbología. El centro está cuartelado y vemos un castillo, por Castilla, un león, por León, unas cadenas, por Navarra, y las barras amarillas y rojas de Aragón. En el extremo inferior descansa la representación de una Granada, por el último reino musulmán de la península, el reino nazarí de Granada, y en medio vemos las armas de la casa de Borbón, la Flor de Lis.

En la cima se encuentra la corona española. Las dos columnas de los laterales son las columnas de Hércules, que señalaban el final del mundo conocido y que se encontraban en el estrecho de Gibraltar. Encima de estas columnas encontramos, nuevamente, la corona española y la del Sacro Imperio Romano Germánico, legado de la casa de Austria.

CURIOSIDADES

El día que yo me muera
Si estoy lejos de mi patria
Sólo quiero que me cubran
Con la bandera de España

*La bandera oficial más grande que existe está izada en la Plaza de Colón de Madrid. Sus medidas son 21×14 metros con una extensión de 294 m2.

*Sin embargo, la bandera no oficial más grande del mundo se encuentra en Zaragoza. Se trata de un campo de cerezos que ha sido cubierto con lonas con los colores de la bandera. Tiene un tamaño de 22.000 m2.

* La vieja Cruz de Borgoña ha seguido muy presente en la vexilología patria. Muchas banderas, guiones y estandartes actuales del Ejército español siguen presentando este emblema. Un claro ejemplo lo constituyen los guiones y estandartes de la Guardia Real, así como el Escudo de Armas del Rey Juan Carlos I, no así el de Felipe VI. A nivel aéreo, el símbolo fue adoptado en el Ejército del Aire poco tiempo después de la creación de esta fuerza en España a partir de 1939, cuando se creó el Ministerio del Aire. Los aviones militares españoles aún incluyen en su cola esta cruz.

*En cuanto al escudo, en relación al cuartel que representa al reino de León, de todas las monarquías y regiones que utilizaron al león en sus escudos del medievo, el de León fue el primero de Europa, antes incluso que los famosos leones de los escudos ingleses.

*Por lo que respecta a las armas de Navarra, las cadenas ya formaban parte del escudo navarro desde la famosa Batalla de las Navas de Tolosa (1212). Cuenta la leyenda que durante este combate histórico, el caudillo musulmán se protegió de la furia cristiana tras un muro formado por esclavos africanos encadenados entre sí, y que el rey navarro Sancho VII el Fuerte cortó de un espadazo y con una fiereza admirable las cadenas, para abrirse camino. El monarca navarro se llevó las cadenas como recuerdo de vuelta a su reino y las incorporó a su escudo. * El tercer cuartel del escudo, compuesto por cuatro columnas rojas sobre un fondo amarillo, recuerda al Reino de Aragón. La leyenda asegura que el escudo fue ideado por el rey franco Luis el Piadoso, tras una sangrienta victoria contra los normandos, cuando el monarca se acercó a Wifredo el Velloso, conde de Urgel y héroe de la batalla, y mojóse la mano derecha de la sangre que le salía al conde, y passó los quatro dedos ansí ensangrentados encima del escudo dorado, de alto a baxo, haziendo quatro rayas de sangre, y dixo: «Éstas serán vuestras armas, conde”.

Sin embargo se considera que su historia real se remonta al siglo X, cuando el Reino de Aragón y la Santa Sede se encontraban tan unidos que el rey Sancho Ramírez decidió incorporar a su escudo los colores papales (amarillo y rojo) como muestra de vasallaje al Santo Padre.

El pasado español en América se deja sentir en la importancia que juega en sus banderas la Cruz de San Andrés, en especial la de Borgoña, como por ejemplo en Valdivia (Chile), en los estados estadounidenses de Florida y Alabama o en la enseña del Regimiento de Infantería 1 «Patricios» de Buenos Aires.

Ricardo Aller Hernández

Si te gusta, compártelo:

1 thought on “HISTORIA DE UNA BANDERA”

  1. La canción Banderita me remite a mi primera infancia.
    Fan de los Tercios y del rey Carlos III, el mejor rey Borbón, salvando a los actuales.
    Interesantísimo el artículo. Es importante saber cómo se gestó uno de los símbolos más importantes de nuestra patria.

Responder a Julia María Hernández Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *